Partida Rol por web

ACTO IV: DESPIPORRE VISCERAL. SEGUNDA NOCHE

A la cabaña!!! ¿El lugar mas seguro del mundo? Bufff....

17:00 p.m, ¡Llegada a la cabaña!

El tiempo empeora por momentos, la noche se cierne sobre vosotros...

Pero finalmente llegais a la cabaña. Un halo de esperanza recorre vuestras mentes...

Os encontrais a unos metros de la entrada a la cabaña, pero se os hacen eternos, sobre todo a Claire, a quien cada paso es una punzada de intenso dolor en su gemelo izquierdo, y a Nico, quien sangra abundantemente de su cuello y comienza a sentirse tremendamente fatigado y con algunos problemas para respirar en condiciones. Es vital llegar y realizar una cura de esas extrañas heridas, extrañas pues comienzan a supurar pus y a tomar ciertos colores asquerosos... 

Llegais a la puerta, la abris, pero antes de entrar mirais a vuestro alrededor... La espesa cortina de nieve  que cae sobre vosotros os impide ver demasiado, la blanquecida oscuridad tinta el cielo de un color raro y mortecino...

Pero no veis ni ois nada ni a nadie... Un silencio sepulcral reina en el valle del terror!!!

17:00 p.m, ¡Vuestro nombre es LEGIÓN!

Un fracaso estrepitoso habia acontecido en la cuesta de la muerte. El sargento Haase no podia volver a la sala macabra sin ningun trofeo para su Coronel, eso seria una deshonra para el regimiento, inconcebible!!!

Haase desciende hasta la pesada puerta del suelo, practicamente en la base de la cuesta. Abre la puerta, mientras sus subordinados, Zwei, Atch y Zehn, quienes se han levantado del suelo y se concentran tambien alrededor de dicha puerta, le miran aterrados, pues la ira del sargento puede ser terrible.

Subitamente, el Sargento Primero Haase, emite un desgarrador gruñido dirigido hacia el interior de vuestros aposentos, extendiendose por toda la caverna...

El Coronel habia sido avisado... No hay respuesta alguna... Pero... al cabo de un par de minutos dos imponentes sombras emergen de la oscuridad de vuestro bunker ascendiendo esas infernales escaleras. Dos figuras practicamente identicas, dos hermanos espectrales y sanguinarios terminan de ascender dichas escaleras y se cuadran al salir. El subteniente Gerard Sommer y su subordinado el brigada Alfred Schoneberg son inmediatamente saludados por el resto de soldados rasos y el sargento primero Haase, quienen se cuadran y levantan sus respectivos brazos derechos con las palmas de sus manos extendidas, emitiendo al unisono sendos gruñidos indescifrables pero que otra epoca sonaria algo asi como...

¡Heil Hitler!

El escuadron formado por esos seis salvajes seres, comienzan a desfilar al compas de los deslumbrantes relampagos y los atronadores truenos....

Al llegar a la base de la cuesta, divisan tres figuras recortadas en la nieve que avanzan rapidamente hacia ellos... Tras cincos interminables segundos los rostros de dichas figuras se hacen visibles a los putrefactos ojos de los seis, quienes vuelven a cuadrarse y saludar...

¡Heil Hitler!

... al capitan y lugarteniente del coronel Herzog Frode Halle, un tipo extremedamente peligroso, acompañado de sus dos leales secuaces los soldados rasos Drei y Vier, quienes corresponden al saludo militar, y quienes tampoco traen rostros de buenas noticias. La suerte tampoco les ha acompañado del todo a estos tres soldados. Sin embargo, uno de ellos, el soldado raso Vier, portaba una cabeza entre su brazo izquierdo, su costado y su axila, como si de una pelota de baloncesto se tratara, la cabeza de un joven escoces, un imbecil incauto que lo dio todo por salvar la vida de su amiga...

Sin mas, esta comitiva mortal, legion de la muerte, comienza a caminar lentamente siguiendo los pasos de esos jovenes, a quienes nos les iban a conceder una segunda oportunidad... No señor!!!!!

Dolorida y cansada, Claire intenta hacer un esfuerzo por pensar con claridad...

Su pierna, ahora casi inútil, no deja de sangrar y sin haberla visto, nota que está hinchada y morada. El dolor palpitante es cada vez mayor, y lo que en principio parecía un pequeño rasguño ahora es una herida cada vez más grande que escuece y quema su piel como si fuera un ácido...

"Joder, si casi no me ha rozado, ¿cómo puede doler tanto? Cada vez es peor, no lo entiendo... A menos que... ¡Sí, eso es! Estas criaturas mutantes deben de haber desarrollado un sistema de... ¡diossss, como duele!... Un sistema de defensa o de ataque, o de caza... ¡Dios de cazaaaa!... Como el de las especies de peces del trópico, que poseen una toxina recubriendo sus bellas escamas... Aunque esos peces son mucho más bonitos, ese tío da asco... ¿Por qué olerá tan mal? buaghhhh... ¡dioooosss me duele mucho!... Venga ya queda poco, un poco más... No puedo, la pierna se me está rajando... No puedo, me estoy mareando. Necesito ayuda pero no puedo hablar... me voy a caer, no veo nada...-Mientras pensaba esto la pobre Claire ha ido palideciendo como una auténtica muerta, dejando su rostro solamente iluminado por la negrura de sus ojeras- AAAAAAAA... AAAAA... AAAAAA... ¡AYUDADME!"

Vier acaricia la cabeza que bajo su brazo descansa, su cara parece más maltrecha de lo habitual y sangre reseca empapa su uniforme y tiñe por completo su rostro donde su diabólica sonrisa de satisfacción provoca dudas acerca de sus intenciones al mantener unos ojos desorbitadamente abiertos siempre con la vista al frente. Drei, se sujeta la malparada mandíbula y su casco agujereado segrega lo que en su día fué el cerebro, ahora tan solo una putrefacta masa negra y cuarteada que se escurre cayendo en la nieve a los movimientos bruscos del soldado. Y frente a ellos, el Capitán Hauptsturmführer Halle, quien muestra los colmillos en un gruñido desdeñoso.

El Sargento Haase observa con la cara ladeada la cabeza colgante en los brazos de Schütze Vier, y este cambia su cara para sonriente mostrar el trofeo a sus compañeros, quien no tienen ni un segundo posible para admirar la cabeza reseca y arañada cuyos ojos se mantienen aún en el interior de las cuencas, pero que el interior ha sido revuelto desde un cuello cortado a mordiscos, el Capitán Halle salta sobre su subordinado con ambos puños apretados golpeándole en el casco, lanzándolo al suelo y propinándole varias patadas haciendo que la cabeza ruede por el suelo hasta chocar con un árbol.

Varios de los zombies presentes hacen ademán de ir a recogerla y es Halle quien la coge clavando sus dedos en la sien, con tal fuerza, que todo el pellejo de la frente se desplaza con un horrible crujido por la rotura de capilares y fibra que unen la piel al hueso. Vier se levanta dolorido, espectante de nuevo a que Halle le devuelva una cabeza que el soldado raso no volverá a tocar, y ante la mirada interrogante de todos, al gruñido del Capitán: Grrruuuurrr Gutten Monhfarrer, echa a caminar pisando sobre las huellas, con su horda de zombies tras él, dejando tras ellos las huellas de la horrible hueste que se cierne sobre los ya atemorizados jóvenes, Halle, sin girarse, sin observar la cara de complaciencia de Vier aún habiendo perdido la cabeza, sin preocuparse de lo que sus subordinados puedan hacer, sonríe saboreando el bocado inminente, mientras continúa apretando con fuerza la cabeza entre sus dos manos a fin de canalizar una rabia que solo se apaciguará cuando rinda causantes ante la infecta, ruidosa y sucia muchacha que en evidencia le dejó

Llego a la cabaña con dificultad mientras pienso Voy a salir vivo de acá, no dejaré a mi amada sola y mucho menos a mis amigos. Odin, dame tu fuerza y sabiduría para salir de este lugar y dile a los demás dioses que me den la curación para esta herida y pelear tal cual guerrero vikingo que soy ante esta charada de Loki; y si es decisión de tus valkirias que muera en este lugar, por favor dale la felicidad a mi amada mientras yo me dirijo al valhalla guiada por ellas. Me quito la tabla y la recojo mientras con la mano hago fuerte presión en la herida.

Con calma a pesar de sentirme mareado, con problemas para respirar y fatigado, suelto la tabla en la sala y el morral en un sofa, me acerco al meson donde deje la botella de vodka de la noche anterior, la tomo y me devuelvo a la sala mientras me siento en el sofa donde deje el botiquin, dejo la botella aferrada a la mitad de mis piernas, acerco el morral y lo dejo apoyado en mis piernas y lo abro, entro mi mano libre con mucho cuidado y busco una aguja e hilo, pues como deportista que soy es lo primero que eche en el morral, en caso de encontrar la aguja, la clavo en una tira del morral y el hilo lo dejo también en la mitad de mis piernas, al lado de la botella Tengan calma ante todo, en especial Claire; bloqueen esa puerta, traigan mis cosas de la habitación ahí hay cosas que nos pueden ayudar a huir de este lugar; Carl, en caso de emergencia, trae aguja e hilo, por si acaso yo dejo una aguja para dar puntos en la tira del morral y el hilo al lado de la botella de vodka, eso si me da mi mente y estado para encontrarla, enhebrala y coseme la herida primero pues es más grave que la de Claire, y sabes que es cuestión de poco tiempo que me desangre hasta la muerte, y si empeoro, solo seré una carga y no podre ayudarlos, además de que soy el otro medico acá, mientras que Agueda en mis cosas hay una botella vodka y ropa. Amarrale una prenda arriba de la herida de Claire, hazlo fuerte para que deje de sangrar, luego toma otro trapo y la linterna de Claire y ven aca, pon me el trapo en la boca y después alumbra con la linterna las manos de Carl mientras enhebra la aguja, luego mi herida mientras con la otra mano toma la botella de vodka que tengo entre mis piernas y vierte un poco en mi herida hasta cuando Carl te diga que es suficiente, luego alumbra mi cuello durante todo el proceso, para que a Carl le rinda y ayudemos lo más rapido posible a Claire, sigo haciendo presión con mi mano en el cuello y mientras ellos hacen eso yo busco la aguja e hilo y digo a Claire, por favor, ven acá necesito de tu ayuda si queremos vivir, necesito que me alumbres dentro del morral pero que con una mano te hagas presión en la pierna...En este momento es en lo único que podemos ayudar sin estorbar.

Claire está a punto de desmayarse, por un momento sufre un desvanecimiento, sus piernas no aguantan su peso muerto y apoyada en la pared cae al suelo escurriéndose como si fuera una muñeca de trapo... Sentada desde allí, advierte a sus compañeros en lo que parece un mísero penúltimo aliento...

"Antes de liaros a hacer nada comprobad la casa"

Después la habitación comienza a dar vueltas a su alrededor y sus ojos se giran hacia atrás volviéndose blancos...

Entro a la cabaña mirando a todos lados, con el corazón en la boca y un dolor tremendo en la espalda. Sin embargo, Nicolai se está desangrando. Cierro los ojos e intento recordar todo lo que he hecho en las clases de Medicina...

¿Donde coño están esos recuerdos?

Con manos temblorosas voy a abrir el morral, pero al ver que Nico ya lo hace, escucho todo lo que dice y empujo un sillón hasta la puerta para trabarla. Estoy a punto de ir a bloquear otras cosas, pero veo a mi amigo y decido quedarme.

Agueda, voy a necesitar que ilumines la herida de Nico -le digo.

Trago saliva y examino la herida con el ceño fruncido. Espero no estar equivocado... Voy hacia mi mochila y cojo la botella de agua que había guardado allí. Busco ropa limpia en el morral de Nico y le doy unos cuantos tirones (con mucho esfuerzo) hasta arrancar un trocito de tela limpia. Vierto algo de agua y, una vez Agueda me ilumina, lo paso por la herida para limpiarla. Finalmente echo algo de agua sobre mis propias manos y las refriego para limpiarlas.

Bueno, voy a comenzar... quédate quieto. No te muevas, no hagas nada. Agueda, sigue iluminándome.

Cojo la aguja y el hilo y lo enhebro. Luego de alinear ambos lados del corte, empiezo a suturar la herida. Con mucho cuidado, sigo poniendo todos los puntos necesarios hasta que las dos caras de la herida se tocan y termino de cerrarla con un nudo doble.

Necesito una venda o... Claire, en la mochila de Nicolai debe haber gasas.

Mareada y herida Claire sigue en el suelo observando la escena... De repente una sensación extraña recorre se cuerpo y su mente, dotándola de nuevas fuerzas para superar el dolor por un momento y gritar llena de ira...

"¡OS HE DICHO QUE ANTES DE NADA COMPROBÉIS LA CASA! ¡ESTOY HARTA DE QUE NADIE ME HAGA NI PUTO CASO! ¡Y HACED EL FAVOR DE COMPROBAR TAMBIÉN LAS VENTANAS! ¿ES QUE SOY LA ÚNICA QUE SE ACUERDA DE QUE FUERA HAY UNA PANDA DE PSICÓPATAS INTENTANDO ACABAR CON NOSOTROS? ¡QUE CARL TAPONE LA HERIDA DE NICO Y ÁGUEDA COMPRUEBE LA CASA O AL REVÉS! ¡PERO COÑO HACEDLO YA!"

Agueda ilumina la herida con la mano temblorosa y con una sudor fría que le recorre el cuerpo. Observa atentamente como Carl cierra la herida, con gran maestría-¿se pondrá bien...?-dice con un hilo entre cortado.

Una vez curado deja la linterna a un lado y mira hacia Claire- ¡TE QUIERES CALMAR! ¡No ves que vas a desconcentrar a Carl!- dice con un tono severo, y dirigiéndose hacia las habitaciones oscuras, sin llegar a entrar observa el interior desde el marco de la puerta.

 Inclino la cabeza y cierro los ojos concentrandome en no moverme, así que pienso en mi novia, ignoro a Claire y su alboroto pues todos estan intentando ayudarme a no morir en cuestión de minutos, cuando Carl acabe me fijo en si me cosió bien la herida mientras digo algo débil Creo que si me pondré bien. Busco gasas en mi morral, se que aún me quedan, así que le paso una a Carl y digo Ya casi acabamos, Agueda, ya no necesitamos tanta luz, saco mi celular y alumbro mi cuello, se que ya con poca luz se puede hacer algo. Igual, el vodka será buen desinfectante, así que antes de terminar de poner la gasa, echame vodka...Jamás pensé que mordieran tan duro, Gunnar fue un heroe. Después de que todo el proceso de saturación este terminada, me levanto lentamente y digo Carl, te ayudo con Claire ahorita mientras desinfectas su herida, Agueda, acompañame a la habitación de Brenda y James, tenemos que buscar las llaves de los automoviles, seguidamente a buscar armas, Licor, ropa, encendedor, cuchillos, todo sirve...Claire, acuerdate que todo quedo intacto acá si te fijas todo esta taponado por el alud de anoche. Igual, ya vamos a mirar. Busco el apoyo de los brazos de Agueda para poderme mover con más facilidad mientras me estabilizo y empezamos a verificar la cabaña, a buscar armas y las llaves del auto.  

Carl observa detenidamente la horrible herida del cuello de Nico, iluminado por la linterna que temblorosamente aguanta Agueda. La carne comienza a tomar un color oscuro como de un tejido necrosado, efecto caracteristico de algunos extraños venenos u otra sustancias raras.

Carl no se lo piensa dos veces, y desinfectando previamente la herida con alcohol, comienza a coser de forma magistral, aunque los nervios le pasan factura de vez en cuando imprimiendo alguna que otra punzada al cuello de Nico, nada de gravedad comparandolo con su tremenda herida. Carl finaliza su tarea... no es digno de una pasarela de moda, pero puede valer teniendo en cuenta la situación tan extrema que estan viviendo... La desbordante hemorragia parece que remite, pero no el dolor punzante y extraño que Nico sufre en su cuello y que comienza a extenderse lentamente por su espalda como si de la propagacion de un veneno letal se tratara....

Nico le derraba casi media botella de Vodka sobre su cuello, reprimiendo un chillido de dolor, el cual se ahoga tras un intenso sorbo de dicha botella....

Tras la simple operacion, Carl toma aire intentandose calmar un poco, para proceder de igual forma con el profundo arañazo de la pierna de Claire...

Nico y Agueda se dirigen a la habitacion de James y Brenda a por las llaves de ambos vehiculos...

Mientras tanto, una desesperada y fuera de si Claire grita sin parar, enfadada, se siente ignorada, obsesionada en comprobar que están solos en la maldita cabaña, no sin razón...

La cabaña, salvo la tenue luz de la linterna que porta Agueda, está completamente a oscuras. Aunque de vez en cuando, el cielo, y por tanto tambien el interior de la cabaña, son iluminados por espectaculares rayos que caen no muy lejos de alli.

Claire no aguanta mas la presión... La oscuridad invade su interior. El dolor en su pierna izquierda comienza a ser insoportable... Intenta dar las luces de la cabaña...

Click, clack, click, clack...

... pulsa insistentemente los interruptores, pero no hay respuesta alguna... No hay luz en la cabaña... algo ha debido de pasar....

Sin embargo, un fino haz de luz se emite desde debajo de la mesa del salón, procedente de una pequeña caja de madera....

Vuestra incesante marcha os ha conducido hasta la vieja cabaña de la familia Grim... La vislumbrais ya de lejos... Todos sonreis, todos sabeis que de alli esos jovenes no tienen escapatoria... Todo esto es un mero juego para vosotros... en el que siempre salis ganando, mas tarde o mas temprano...

Tras comprobar que las luces no funcionan, y que parece ser que después de gritar sus compañeros sí la escuchan Claire intenta incorporarse... Al no poderse poner de pié, empieza enrollarse el pantalón hacia arriba para ver con sus propios ojos la herida producida...

"Uffff, esto no tiene buena pinta... Parece infectado... O algo así..."

Entonces deja el cuchillo que aún llevaba en la mano un momento en el suelo, y se quita la mochila para sacar el botiquín... Lo abre, lo observa y decide echarse un chorretón de betadine antes de nada... Luego coge las pinzas, las agujas, las vendas, las tiritas y...

"Carl, ¿me ayudas? Yo no sé que hacer con esto... Y además me duele mucho, no creo que sea capaz de acertar a hacerlo bien."

En cuanto acaba de curar la herida de su compañero Agueda se dirige hacia su mochila poniéndose de rodillas, comienza a rebuscar y saca unas velas que había traído- uf… menos mal… esto nos irá bien…- rápidamente las saca y las coloca encima de la mesa y las enciende, la luz comienza a iluminar la estancia  tenuemente.

Al cabo de unos minutos, mira el rostro de todos sus amigos, tenían una cara descompuesta a causa  del cansancio, el dolor, el miedo y de todo lo que había pasado. Agacha la mirada y descubre que debajo de la mesa aun esta la pequeña caja que había encontrado. Con sumo cuidado la saca y la coloca encima de la pequeña mesa, en frente de ella- Mirar lo que encontré…-les dice a la vez que lo abre lentamente para mostrar su interior.

La caja está repleta de monedas, collares, pulsares y emblemas alemanes todo del mejor oro.

 Me suelto de Agueda lentamente y con gran dolor mientras voy a la habitación de los novios y pienso "Esta herida es algo grave, espero no morir envenenado o por gangrena", antes de entrar veo que Agueda saca la caja de las cosas de Gunnar y digo Otra vez la caja, mujer para ser sincero dudo que esa caja nos sirva de mucho, a menos de que esos zombies quieran lucir sexies...aunque, momento!...que fue lo que dijo el guardabosque de esa gente, pues parece que son los mismos de la historia mientras aspiro a que alguien responda saco el celular y alumbro la habitación buscando las cosas de James y Brenda, para así buscar las llaves del auto 

Ahora que Águeda saca ese cofre, Claire recuerda como escondieron algo cuando llegaron buscando ayuda a la cabaña...

"¿De dónde ha salido eso? ¿Dónde lo encontraste exáctamente? Parece bastante antiguo..."

Mientras habla, pasa unas gasas por la herida abierta, que quedan instantaneamente empapadas por el rojo de la sangre y el amarillo de unas extrañas ampollas purulentas que se están formando alrededor...

Con cierto tono impaciente y altivo...

"Por cierto, si no os importa, me gustaría que algún día de estos, alguien se dignara a ayudar para curarme la pierna... Estaría bastante bien... ¿O es que os apetece ver a alguien desangrarse y volverse loco? Yo creo que ya tenemos bastante locura con lo que hay fuera... ¿O no?"

 Busco entre las cosas de Brenda y James cuando escucho a Claire y digo No estabas muy afanada de que revisaramos la casa? igual, tranquila que mientras hagas presion estas bien, además de que Carl ya debe estar terminando los preparativos para saturar tu herida. Además es el unico que puede ayudarte, pues si yo fuera tu en este momento no confiaría en mis manos de medico. Esto último diciendolo en tono de broma para que se sienta mejor