Partida Rol por web

- Por favor, haced que se calle, HACED QUE SE CALLE!!

Me hago un ovillo y me tapo los oidos intentando que esa voz se aleje de mi.

Al escuchar esa extraña voz me quedo junto al Predicador y aferro su hombro.

- Padre, digame que eso no es Satanas que viene a por nosotros...

- Padre, digame que eso no es Satanas que viene a por nosotros...
 

- No, es el cartero, ha traído la correspondencia y desea un trago de whiskey para seguir con su ruta -

Parece que el miedo empieza a calarnos hasta el tuétano...llevo sin probar ni una gota de whisky mucho tiempo, más del que he estado en mucho tiempo...así que cada vez se me hace más difícil no echar un trago de mi petaca. Con todos los pelos de mi cuerpo erizados, me debato entre el seguir sobrio y cagado de miedo, o beberme el whisky y emborracharme para huir, aunque sea mentalmente, de este lugar.

Denspec lanza una mirada furiosa a Desmond cuando menciona a Satanás, pero entonces se relaja y le aprieta a su vez el hombro en un gesto tranquilizador. -No sé quién es, ni quiero saberlo.

La tensión se masca en el ambiente. El miedo es una pelìcula pringosa que se adhiere a las paredes de la capilla. -Os diré lo que sé. Coge aire y levanta la voz para que todos la puedan oir. -No temáis hijos, las palabras de ese necio que pretende asustaros con hechizos oscuros.

-No dudéis ni un momento de la Palabra del Señor.

Camina hacia la ventana, haciéndose oir tanto fuera como dentro. Empuña la cruz de madera en la mano izquierda, la Biblia en la derecha.

-La oscuridad se agarra como un parásito a vuestros corazones, pero podéis expulsarla. El Señor en los cielos purgó la mía con su mirada, y me encomendó una tarea que cumpliré en esta vida o en la próxima.

-Fui atracador de bancos. El silencio se extiende por las humildes paredes de la parroquia. -En uno de esos atracos, las cosas se torcieron y mis compañeros mataron a varios inocentes a los que no pude salvar la vida.

-¡Y lo intenté! ¡Intenté salvarlos! Pero murieron, su sangre inocente fue derramada. Su voz es casi como una súplica desesperada.

-Ah, pero el Señor en los cielos me dio otra oportunidad. De alguna forma fui el único superviviente. Si. Me despojé de mi equipaje y juré que jamás volvería a permitir algo así. Juré que no empuñaría un arma y que dedicaría mi vida a difundir Su Palabra. Y así es como la duda desapareció de mi vida.

-¿Qué oscuridad hay tan insondable como para resistir la mirada del Señor? ¿Quién puede esconderse de su Perdón cuando entregamos nuestra vida a la mejor causa posible?

-¿Y ahora, debemos escuchar las palabras de ese chacal que pretende asustarnos con su débil oscuridad?

Denspec sonríe y grita. -¡NO TENEMOS MIEDO! Para que sus palabras retumben por las paredes de la capilla que él construyó mucho tiempo atrás. Para que sus palabras resuenen contra el silencio que guardan los dos revólveres que permanecen enterrados bajo el altar, mudos para siempre. Para que su sonido se deposite sobre la cruz de plomo fundido que moldeó con balas que jamás usaría.

Las conversaciones llegan lejanas a los oidos de Live. Su atención se encuentra dividida entre la "voz de los difuntos" y lo que sucede a espaldas de todos con el señor Timberland...
Ha perdido la cordura -piensa, mientras avanza por la esfancia, con paso firme, al encuentro con el forastero-. No se le ocurra hacer ninguna tonteria -dice con tono autoritario, pero cuidadosamente sereno.
Deje el arma en el suelo, lentamente. Haga el favor -demanda.

Esa voz  no me es en absoluto desconocida  y sus palabras  resuenan en mi cabeza evocando  tiempos pasados.Por un momento     el olor de la pólvora , de la sangre reseca y el miedo inundan el aire y me encuentro otra vez en las trincheras.Los gemidos de algún herido en tierra  de  nadie   intercalándose con lastimosas  llamadas  a  su madre   rompen el engañoso  silencio de la  noche .Es uno de esos escaso momentos en que  los hombres  han decidido darse un descanso de  su tarea de muerte y  aunque todos  saben  que  no durara   aprovechan a  hasta  el ultimo segundo de paz.A mis pies    dos cadáveres , no es que eso  sea nada raro  pero  estos   tienen mi mismo uniforme  y se abrazan en la muerte.Las  manos de uno aferran el cuello de su compañero  mientras que  de  su estomago sobresale el mango un cuchillo de   caza.Hace  5 minutos estábamos jugando al Poker y una  locura se  apodero de ellos, algo que les hizo olvidar los 3  años de   miserias y camaradería  compartidas .Dos hombres buenos y temerosos de  Dios  , uno maestro de escuela y el otro granjero.Dios?Reprimo una risa  sarcástica   mientras  les desvalijo de cualquier cosa  de valor   y  me recuesto a provechar   los últimos momentos de   reposo.

Vuelvo  poco a poco a la  realidad  y  escudriño  la oscuridad intentando ver si algo se pone al alcance de mi rifle.Acaricio la culata   de madera   como el predicador  acaricia  su crucifijo y casi depositando la misma fe.

Mientras escuchais las palabras del Predicador e intentais manteneros firmes ante el miedo Live alza su voz alertandoos de que algo, que os habia pasado desapercibido, ocurre en el interior de la parroquia, a Marcus.

Live avanza hacia el jugador que parece perdido, con el rostro palido y las manos temblorosas pero, antes de que apenas podais reaccionar, su mano derecha se vuelve firme y sus ojos se oscurecen tanto como la noche. El revolver de su cinto vuela a su mano y Marcus amartilla y dispara sobre la Dama antes de que esta apenas pueda reaccionar.

El disparo resuena en toda la iglesia.

- Nooo!!! - la voz de Desmond se alza casi al unisono.

En un segundo Desmond se encuentra tirado en el suelo, junto a Live, con un charco de sangre empezando a expandirse por las maderas.

Desmond ha logrado ponerse en medio del disparo que iba en tu contra. Ha sido todo rapido, demasiado rapido. Sin duda Marcus es un buen tirador, nada comparable a tu pericia con el revolver. Sea como fuere estas viva gracias a la reaccion de Desmond pero parece que el esta gravemente herido.

Lo tienes a tu lado y ves como sus ojos se cruzan con los tuyos en una mueca de alegria y exito. La sangre resbala por la comisura de sus labios y parece intentar decir algo mas pero las fuerzas le fallan.

Al escuchar los disparos mi primera reacción es buscar cobertura cerca y frente a la dirección de donde han sonado. A continuación y si aun no le han reducido, apunto y disparo con mi escopeta.

Ajeno al mal que ha conseguido filtrarse en la iglesia, sigo con la conversación sobre la correcta o no acción de Philips, cuando una detonación resuena en la estancia. Ha sido un disparo de alguno de nosotros. Pensando que probablemente alguien haya visto alguna de las bestias de la noche, me giro tratando de localizar quién ha realizado el disparo. La escena es horrible. La regenta del derribado saloon yace ahora sobre el suelo alfombrado con el cuerpo de Desmond y su sangre junto a ella. Probablemente muerto ya que el disparo se ha efectuado a quemarropa. Pero quién ha podido hacer tal cosa? Es curioso cómo las circunstancias pueden hacer cambiar el sentido de una misma acción sobre alguien. El señor Timberland, aquel relamido jugador de cartas, parece estar en un trance. Sus ojos se han tornado como el carbón y no hay un mísero rastro de sentimiento en su rostro. Hemos perdido su alma e intentará lo mismo con las nuestras.

El arma continua en su mano. Es un buen tirador, como demostró en el saloon abatiendo a un pobre diablo a buena distancia. No contento con una pieza, desea cazar más. No hemos tenido en cuenta combatir el mal desde dentro. Reacciono lo mejor que me permitan mis cansados músculos y arrojándome al suelo o usando la protección que mejor tenga a mano le apunto a la cabeza para después apretar el gatillo. – Muere!! Maldito demoniooo!!! -

Totalmente consternada, Live se desploma sobre el cuerpo herido del enorme negro. Desmond ha caido protegiéndola. La sangre se derrama a borbotones y ella a duras penas sabe como reaccionar.
Mientras las reacciones de asombro e ira se suceden, la madame trata de aliviar el dolor de su amigo:
Primero tapa la hemorragia con sus manos y, luego, saca un pañuelo de su cormiño y tapona la herida lo mejor que sabe.
No te preocupes, te pondrás bien. Voy a curarte -repite una y otra vez-. No te preocupes, todo saldrá bien.
Susan, ¡rápido! -grita, sin cesar en su empeño-. Trae agua, bendas y alcohor... ¡Trae lo que sea! Cualquier cosa que pueda ayudarnos.
La intención de Live es no dejar morir a su empleado y amigo. Desmond no va a morir en mi lugar -decide.

"Es el espíritu que desperté", pensó para sí Ichii. 

Estaba muy confuso. Los blancos habían disparado a uno de ellos, lo habían asesinado, y no parecía uno de esos muertos vivientes. No le habían dado cobijo, o una oportunidad. Era cierto que la situación resultaba extremadamente peligrosa y extraña, y todos se encontraban alterados, nerviosos, pensando solo en proteger sus vidas. ¿Pero ni siquiera darle una mínima opción? Meneó la cabeza, sin comprender.

Tal vez, se dijo, sí que era uno de esas horribles cosas, que pretendía engañarlos. ¿cómo iba a estar ese hombre vivo allá fuera? No había nada que hacer ahora, de manera que con su tomahaw en la mano, y aquel rifle al lado de él, esperó, ansioso, olvidándose de las conversaciones de los demás, de las que solo entendía retazos.

Así, cuando llegó la voz y su amenaza, él estaba seguro de lo que era. Tembló de pies a cabeza, el sudor perlaba su frente y humedecía por entero su cuerpo. Respiraba agitadamente, él era un guerrero y no podía esperar más. Quería, deseaba el combate.

Pero se quedó paralizado con lo sucedido en el interior del lugar sagrado de los blancos. ¿Qué le pasaba a ese blanco? Un escalofrío le recorrió la espina dorsal, y recordó, como un relámpago en su mente, las historias de su abuelo, cuando le contaba sobre los demonios capaces de poseer el alma de un hombre; y de las drogas que usaba el chamán para conectar con los espíritus de las montañas y los ríos. Y de la otra vida.

No pudo moverse, aterrado. Aquello le superó, el miedo a que él mismo fuera atrapado por el espíritu maligno. Miró a Marcus, con ojos espantados. Se agitaba su arma en su puño. Solo necesitaba de un esfuerzo de voluntad para lanzar el tomahaw y arrebatarle el revólver al jugador. 

Sumido en la duda de si beber de la petaca o no, un disparo me saca de ese estado casi hipnotizado. Miro hacia donde ha sonado el disparo y veo la situación. Sin pensarlo, me lanzo rápidamente hacia cualquier sitio que me ofrezca cobertura, esperando que alguno de los presentes solucione esta situación.

A continuacion todo ocurre con extremada velocidad.

Tras el disparo casi todos los presentes buscan una cobertura donde evitar mas posibles disparos. Live sigue con Desmond, intentando detener la hemorragia provocada por el disparo de Marcus mientras que Susan y Sofi tratan tambien de cubrirse e Ichii prepara su Tomahawk para un lanzamiento... el Predicador tambien parece dispuesto a lanzarse sobre Marcus para evitar que cometa algun otro asesinato, quiza pensando que esa "fuerza oscura" es la que controla sus actos.

Para cuando James y Antonio ya se han cubierto el hacha india de Ichii impacta con una precision casi quirurjica en la mano de Marcus, arrebatandole el revolver y arrojandolo al suelo varios metros. Entonces el Predicador lo embiste, golpeandole y derribandole al suelo pero Marcus lo aparta de su lado como si no hubiese notado ni los golpes ni nada de lo que pasa a su alrededor.

La escopeta del sheriff dispara de manera atronadora cuando el Predicador se dispone a dejar inconsciente a Marcus y este se levantaba. El impacto del disparo alcanza al jugador en el abdomen y lo lanza hacia atras hasta chocar con el altar. Su sangre lo salpica todo y Marcus queda tendido a su lado sin moverse mas.

Antonio, con el revolver aun en su mano parece quedar petrificado.

Los gritos de Live siguen pidiendo ayuda para salvar a Desmond, desesperada en su ardua tarea de contener una hemorragia que parece fatal para el pobre camarero.

Al escuchar  el disparo y los gritos  desvio el rifle  hacia la trampilla   dispuesto a disparar al primer signo de peligro. ¿Que pasa ahí abajo?.Un disparo de  escopeta  viene a sumarse  al jaleo .Contadme  algo y que sea   claro porque   si no pienso disparar  a la primera cabeza  que se asome por la  trampilla