Partida Rol por web

Observo expectante la escena hasta que mencionan lo de interrogar a la chica.

- Dutch, yo sé algo de español, podría interrogarla

Me encojo de hombros y camino hacia fuera del campamento vigilando el perímetro

-lo que sea hacedlo rápido, pronto vamos a tener mucha compañía-

Billy parece nervioso, y eso nunca es buena señal, miro hacia la selva atento a señales de enemigos cerca

Escucho el apunte de Mac, y desde luego tiene razón.

- Sí, es mejor largarnos de aquí. Podremos interrogarla en la jungla.

Hawkings lanza una granada al helicóptero y una última explosión se escucha en la jungla. Mientras, atais a la joven con unas esposas de plástico y le quitáis la pistola. Había que salir de la zona, los guerrilleros se os acercaban y no os enviarían un helicóptero hasta que estuvieseis al otro lado de la frontera. Dutch se acercó a Billy con el mapa de la región en la mano. El indio era el mejor cualificado para trazar las rutas más óptimas. Billy concluyó que la mejor forma de salir era cruzar un valle que daba al este. Sin embargo, sería una dura caminata. Billy miró a Dutch esperando su decisión.

Dutch asintió cuando Billy le señaló el camino. No debían perder el tiempo. El camino era largo y duro, pero el mayor prefería sudar a morir tiroteado.

-Bien, movámonos en esa dirección- señaló el camino que indicó el indio- Coged a la chica, quizá la interroguemos luego, pero no creo que sea buena idea dejarla, puede decir por donde hemos escapado, y eso nos supondría más problemas.

Yo voy delante- digo mientras me coloco en primera posición- solo por si acaso se ha quedado un guerrillero por ahí suelto- acaricio mi arma- mi pepequeñaja todavía puede dar por culo a varios mas. Y no dejéis a la damisela, se perdería en el bosque y eso es algo que no podemos permitir.

-Poncho, encárgate de la chica, el resto, ya habéis oido a Dutch, ¡movimiento!-

Me aseguro de que se pongan en marcha y me situo en la retaguardia de la columna, vigilando con frecuencia hacia atrás

Intento pedir un bombardeo sobre la base destrozada y todo tipo de bestialidades que tal vez retrasen a los enemigos mientras exagero nuestra situacion.

¡Oooch, esto es un infierno, por dios! Digo con una comica voz mientras hago divertidas muecas.

Aburrido de mi parodia de radio les doy unos emotivos minutos de silencio a mis oyentes para seguir a mis compañeros que comienzan a alejarse de la base.

No puedo evitar soltar una carcajada ante la parodia de Hawkins.

- Hawkins, te faltan varios tornillos ¡jajaja!

Después sigo a mis compañeros, vigilando a la chica como me pidió Mac.

- Vamos, andando... - le digo a la chica, tirando de ella

El grupo empezó a moverse. Blaine iba delante, con el cañon de su Impaciente girando de izquierda a derecha buscando posibles blancos. Dutch iba el segundo y el resto les seguía. Poncho llevaba a la mujer, que se resistía y tiraba del brazo del soldado. Sólo quedaron en la retaguardia Billy y Mac. El indio miraba una vez más hacia los árboles, con la seguridad de que algo les seguía observando. Llevaba toda la mañana con esa sensación y no lograba quitársela de encima. Mac le interrogó con la vista pero Billy negó con la cabeza y caminó tras el grupo. Después de un último vistazo a la zona incendiada, Mac se internó en la maleza siguiendo a la columna de hombres.

A Billy no le faltaba razón. La criatura estaba allí, por supuesto. Había inspeccionado todo el combate del grupo contra los guerrilleros y había llegado a la conclusión de que serían unos formidables rivales. No como estos soldados de la jungla, temerosos y asustadizos. Tampoco como aquel pelotón al que había cazado sin excesiva dificultad a pesar de que varias veces estuvieron a punto de impactarle. Pero su blindaje y su camuflaje fueron suficientes como para terminar con todos. Y ahora venía otro conjunto de esos humanos a reemplazarlos. Iba a ser una temporada francamente fructífera.

El grupo de Dutch siguió caminando hasta las primeras horas de la tarde. Frente a ellos, a unos doscientos metros ladera abajo, se encontraba la entrada al valle descrito por Billy. Apenas una abertura entre dos montañas, tan cubierta de tupida jungla que sería un milagro encontrar una ruta practicable. Iniciaron el descenso y nada más llegar a los primeros árboles en el fondo, Dutch ordenó un alto para descansar.

Dejo de caminar cuando Dutch da el alto, aunque no me siento a descansar hasta que exploro un poco la zona, sigo teniendo la certeza de que nos llevan observando desde que llegamos a esta jungla.

Estaban cansados. Durante el día habían caminado, disparado, esquvado balas e insectos por igual. Y para colmo el haber sido engañado no mejoraba el carácter actual de Dutch. Pararon a pesar de estar perseguidos, pero era necesario.

-Cuando nos repongamos reanudamos la marcha- dijo antes de beber de su cantimplora- Lo bueno es que seguro que ya nos hemos alejado de la guerrilla.  No creo que nos sigan hasta aquí, al menos por un tiempo,

Interrogar de una vez a la rehen, ¿O es que teneis intencion de llevarla a la base?-

Me reclino sobre un arbol y enciendo un cigarrillo.

Cuando paramos a hacer un alto miro a nuestro alrededor con nerviosismo, algo pone nervioso a Billy y eso se nos pega a los demás, pero no puede ser que nos siga la guerrilla de cerca

-esos aprendices de revolucionario deben haber quedado muy atrás, yo no me preocuparía por ellos de momento-

Me siento en una rama que sobresale y contemplo un momento a nuestra prisionera

-si, interrogadla a ver si dice algo útil, quien sabe-

Nos queda material explosivo?

Señor, podriamos colocar unas cuantas trampas explosvas por el camino, asi cesaria el empeño de esos cabrones por seguir persiguiendonos.

Observo la selva que nos rodea, ideal para llenarla de explosivos perfectamenet camuflados.

¡Un par de huellas bien marcadas en el barro, un cabron amarillo confiado y un monton de fuego, sangre y astillas, yeah!

Creo que debi hacerme artillero, tios.

Me giro hacia Hawkins, sin perder de vista a la chica

- ¡Estamos en sudamérica, no en Vietnam! ¡Aquí no hay amarillos, so gilipollas! 

Sonrió a Poncho, Bueno amigo, se visten como los vietnamitas, disparan como los vietnamitas y usan las mismas armas que los vietnamitas, por favor, tal vez estos metan el burro entre pan y pan y los vietnamitas se lo coman crudo pero por todo lo demás estamos en la misma puta selva.

Doy un largo tiro al cigarro mientras me acerco a la prisionera.

Escupo el humo en su cara junto a las palabras:

Siiiiiip señor, puto Charly.

¡Jajajaja!

Mientras Poncho y Hawkins discuten de buen humor, tú te adelantas unos cuantos metros para inspeccionar la zona alrededor. No te sientes a gusto desde que seguisteis la marcha y tu inquietud no tiene nada que ver con la guerrilla. No, en esa jungla había algo más. Algo que os llevaba observando desde que encontrasteis a los hombres de Hopper. Haciendo memoria, recuerdas que cuando encontrasteis a los hombres desollados te pareció oir un ruido. Una mezcla entre gruñido y chirrido que provenía de la parte alta de los árboles. No sonaba como ningún pájaro ni animal que conocieras. Allí pasaba algo muy raro.

Entonces te quedas quieto. Algo ahí delante se ha movido. Estás completamente seguro que, a unos sesenta o setenta metros de donde te encuentras, hay algo mirándote desde los árboles. Haces visera con la mano para tapar el sol de la tarde mientras escudriñas el claro natural que se abre ante ti y que termina en otro muro de árboles y follaje. Sí, hay algo ahí, pero ¿dónde?