Partida Rol por web

Los tres se disponían a mover ficha cuando la puerta del Eros se volvió a abrir desterrando brevemente las tinieblas. Del recién llegado nada se veía salvo su silueta, una figura familiar para los tres que se encontraban junto a la barra oscura que se situaba a un lado de la entrada.

Kane vio que Arkadi había conseguido entrar, esperaba que los porteros siguieran de una pieza, con él nunca se sabía. Le hizo un gesto para que se acercase al grupo y aprovechó para resumirle en 30 segundos lo que había pasado mientras caminaban hacia la puerta.

-Hay una parte que ofrece servicios exclusivos de VR tras esa puerta y creemos que ahí está la Señorita O, en principio podemos pasar sin problema, el camarero nos garantiza probar el sistema, por lo que ahí es donde empezaremos a desarrollar el plan. -Susurró al recién llegado.

Nada más entrar Arkadi al local sus ojos se ajustaron a la luminosidad ambiental, buscó a su compañeros y tras localizarlos se acercó al grupo. Iba a preguntar si ya habían encontrado a la mujer, pero Nood se le adelantó señalando que no lo habían hecho todavía.

-Pues mejor empezad rápido a pensar en uno. De momento ya he tenido que darle mi pistola al tipo de la puerta. No he "discutido" con él porque pensé que teníais prisa y me necesitabáis con urgencia.-

No estaba especialmente enfadado. Tan sólo señalaba el asunto.

-Por aquí dices ¿no? Pues venga. Entremos.-

Ya estaban todos, así que se encaminaron en dirección a la puerta, Kane encabezaba la comitiva para llevar la voz cantante y porque aparentemente parecía el más normal de todos. Y es que un hacker con un pelo a lo afro, una Microchip hasta las cejas de electrónica y un matón con los ojos cibernéticos no presagiaban nada bueno.

No hizo falta nada, la señal que había lanzado el camarero era suficiente.

-¿Dos entonces? Id a la cabina 7 y a la… -revisó entonces una libreta eletrónica para confirmar lo que en su cabeza no parecía ser seguro-. La 11. Las dos a la izquierda. No hagáis cosas raras, ya hemos dado la orden a dichas salas para que no haya cargo.

Abrió entonces la puerta

Un largo pasillo rematado perimetralmente por un foseado retroiluminado en su parte superior se dibujó. A los lados, puertas de vidrio tecnológico se dibujaban como si de cuadros se tratasen. Las que aparentemente estaban libres mostraban el contenido de la sala, mientras que las ocupadas se habían oscurecido mediante una reacción química estimulada por la electricidad dando intimidad a su ocupante.

-Disfrutad la experiencia-. Dijo antes de cerrar la puerta.

-Bien ya estamos donde queríamos. Ahora es donde vosotros los "enchufados" comenzáis a hacer de las vuestras ¿no?. - dijo mirando a Virus y Cables. -Localicemos cuanto antes lo que hemos venido a buscar y pongámonos a ello. ¿Tenéis alguna sugerencia para comprobar quien está en el interior de cada cabina o empezamos a llamar a las puertas haciéndonos pasar por gente de mantenimiento? -Propuso. Pensándolo con cabeza la opción de hacerse pasar por personal de mantenimiento era la "más" creible, aunque debían de impedir a toda costa que nadie saliera de la sala. 

—Mirad a ver si encontráis a la Señorita. Si no intentaré conectarme desde mi terminal —susurró Jerome al resto—. No creo que haga falta hacerse pasar por nadie. Si esto es tan bueno, ni se enterarán de que abrimos su puerta…

Tras decir esto, Virus se encaminó hacia una de las habitaciones que les correspondían. Aprovecharía ese tiempo para ir estudiando los terminales.

Arkadi entró en la zona nueva sin dar las gracias siquiera,tampoco pensaba que hiciese falta. Por lo visto Nood había conseguido chanchullear algún tipo de acuerdo que les permitía entrar y probar las salas.

-Sí, supongo que desde aquí será más fácil buscar a la mujer.-

Las puertas ocupadas impedían ver dentro, pero tal vez no fueran blindadas. Por lo que mientras virus se iba a una de las salas reservadas para ellos el backup ajustó de nuevo su visión.

-Un momento, tal vez pueda reducir la búsqueda.-

Cables asintió a las palabras de Kane para, acto seguido, mirar tanto por el corredor como, en caso de no encontrar nada, en el propio cubículo donde iba a d¡sfrutar de su experiencia de VR. Como buena microchip sabía que toda la sociedad estaba llena de tecnología, y encontrar una forma de acceder al funcionamiento de esos cubículos para, en su caso, poder modificarlos, era imprescindible.

Por otro lado no dudaba que estaban siendo grabados, con lo que localizar y manipular esas grabaciones era, del mismo modo, imprescindible. Con lo que se puso a ver si sus habilidades servían para cualquiera de ambas cosas. Si no localizaba nada... bueno, dar una sensación de normalidad probando la VR tampoco era mala marca, ¿no era cierto?

Nood intentó abrir una de las puertas opacadas para otear en su interior, sin embargo estaba cerrada por dentro. El pestillo parecía sencillo así que debían intentar forzarlo, o en su defecto abrirlo con la sutileza de la que gustaba utilizar a Arkadi.

El Data por su parte prefirió encaminarse rumbo a la primera cabina, la 7 para empezar a estudiar el terminal. El primer vistazo de la sala le impresionó, y no precisamente para bien: se jactaban del servicio que ofrecían y lo que vio era lo más parecido a un motel de mala muerte. Los laterales y el muro por donde se encontraba la puerta de entrada consistían en grandes piezas de vidrio coloreado en tonos azules, no demasiados sucias; el fondo era una pared la cual se encontraba parcialmente desconchada. Y en el centro de la sala de reducidas dimensiones, un colchón con una funda que suplicaba una limpieza; sobre ésta una pieza metálica que asemejaba a un casco el cual iba conectado con unos electrodos a un terminal que se encontraba en el cabecero de la cama,  y apoyado contra el muro desconchado. El resto de la sala no era digno de mención a excepción de una silla sobre la que descansaban unas sábanas que previsiblemente estaban pensadas para depositarse sobre la cama de aspecto rancio y reemplazarlas después de cada uso. Pero bien sabido es que a veces es mejor no conocer la verdad detrás de la historia.

Kane empezó a recorrer el pasillo con ojo clínico como si pretendiera discernir detrás de aquellos muros de cristal, dónde podría encontrarse la "Señorita O". Al recorrer el pasillo advirtió cómo en cada extremo del pasillo se encontraba un puntito luminoso y caliente que parpadeaba indicando que el CCTV se encontraba operativo.

Finalmente Cables se encaminó con paso decidido al número 11. De aspecto similar a la sala en la que se encontraba Virus, lo más reseñable en su interior eran las cerraduras electrónicas que controlaban el acceso a la misma: un modelo económico pensado únicamente para dar privacidad, sin embargo no serían un reto si quisiera acceder a cualquier otra de las cabinas para por ejemplo robar cierto acceso a SIGMAus^TM. La máquina de simulación a nivel de componentes de hardware era bastante sencilla: una serie de electrodos que buscaban estimular cerebralmente al usuario. Lo difícil estaba en el sofware y de eso entendería más Virus.

Tras ajustar las gafas el Arkadi advirtió que la mayoría eran hombres, por su figura parecía que únicamente dos cabinas parecían estar ocupadas por mujeres, la 1 y la 17.

Mientras Nood trataba de mirar a través de los cristales, sin exito obviamente, Arkadi recorrió rápidamente el pasillo mirando primero un lado y a la vuelta el otro.
Luego, de manera calmada dijo.

-Sólo hay dos mujeres. Las de la cabina 1 y la de la 17. Si queréis puedo abrir las puertas y ver quién de ellas es la señorita 0. Después ya sólo será cuestión de quitarle su tarjeta de acceso.-

Desde luego al Backup le parecía lo más sencillo del mundo.

En el fondo el estilo directo de Arkadi era cojonudo, rápido y sin contemplaciones.

-Perfecto ahora ya sabemos que una de estas dos cabinas contienen a nuestro premio, salvo que la "Señorita O" guarde alguna sorpresa más escondida. le dijo al BackUp dándole un codazo mientras sonreía.

- No sería la primera vez que pasa...la hermana de Cheng no es "hermana" de todo, creo que por ahí empezó el escándalo.  Me imagino que lo más sencillo es que fuerces tú las cerraduras, yo mientras voy a vigilar por si alguien noes escucha armar escándalo. Si localizas a la Señorita avisa a los electrónicos para que actuen.

A continuación Kane se movió lo más cercano a la puerta sin ser visto por si tenía que frenar a algún invitado inesperado a la fiesta.

- Esperad un momento... sí. Abiertas- interrumpió Cables en un tiempo extraordinariamente corto, abriendo las dos cabinas que había indicado Arkadi como féminas. Una de ellas permitiría darles acceso a SIGMAusTM.

La verdad es que no había sido rápido sino lo siguiente. A veces era sencillamente perfecto.

Lo que Cables hizo casi podría calificarse como magia uno y dos y estaban las dos puertas abiertas.

No tardaron en volver a cerrar la primera pues enseguida confirmaron que no iba vestida como la mujer que habían visto entrar en el local. La puerta que llevaba el número 17 era la ganadora. 

Allí se encontraba, con las manos sobre los pechos medio inconsciente mientras aquella especie de casco con electrodos conectados a la terminal cubrían parcialmente su rostro. Una luz tenue salía del casco iluminando una naricita chata que asomaba tímidamente bajo el casco, y bajo esta se dibujaba una boca entreabierta. La verdad es que la "señorita O" no era fea.

Uno de los cuatro intrusos que allí se encontraban¹ se encaminó al bolso que se encontraba sobre el montón de sábanas y extrajo de allí la cartera. Convenía confirmar que estaban en el lugar adecuado, et voilá. Myriam O'Hara rezaba su identificación, desde luego que no se había partido mucho la cabeza con el pseudónimo. Hojeando más su cartera localizaron varias tarjetas: monedero, de visita, de membresía y finalmente hizo acto de aparición aquella que estaban buscando.  La tarjeta que presuntamente les daría acceso a la torre consistía en una superficie de vidrio laminado, extrafino y flexible, además de un discreto microchip tenía serigrafiadas las letras que conformaban el logo de SIGMAus^TM: Una gran letra griega y bajo esta la palabra inglesa 'us'.

-Humm. -Dijo repentinamente la que allí se encontraba recordándoles que aunque no se había dado cuenta de lo que allí sucedía, aún estaba por allí.

Virus se acercó al terminal al que estaban conectadas las gafas de la Señorita O. La verdad es que le hubiese gustado probar primero en el suyo, pero todo había ido demasido rápido. O eso le había parecido. No sería la primera vez que no recordaba qué pasaba unos minutos atrás.

—Bien señores, es hora de la magia —dijo cuando comenzó a ando comenzó a s, es hora de la magia —dijo cuando comenzó a trastear con el terminal. Era un modelo antiguo, no pensaba que le daría mucho problema programar algo en bucle durante un rato...

Parecía que las cosas estaban marchando sobre ruedas. Ya tenían localizada a la Señorita "O", gracias a "Cables", y ahora "Virus" estaba trabajando sobre el plan establecido. Buena señal, mientras Kane seguía apostado cerca de la entrada con un ojo en lo que hacían sus compañeros y otro pendiente de que nadie interfiriera desde la entrada. En cuanto confirmaran que estaba todo como tenía que estar, podrían dejar este antro y dirigirse a las Torre.

El modelo era obsoleto, no obstante a ojos del Data está lleno de vida, habla y revela sus secretos. También estaba dispuesto a hacer lo que Virus quería. Sin embargo, no tardó en comprobar que debe matizar su plan pues sobreestimó las capacidades de la CPU y ésta, no puede tomar ideas del usuario.

Debe ser el hacker el que las implante, pero si algo en el guión falla... Probablemente la señorita O'Hara acabe dándose cuenta...

Jerome se quedó pensando en qué introducir en la cabeza de la mujer. ¿Una redada policial a la salida? No, demasiado sencillo. ¿Un secuestro? No, muy obvio, y podría hacerse la heroína.

—Vamos Jerome, piensa —murmuró el Data mientras tecleaba en la consola—. Has programado inteligencias artificiales para videojuegos… Esto no puede ser tan difícil.

Mientras pensaba en qué hacer, una idea cruzó su mente. ¿Y si la metiese en un videojuego? Había progamado demasiados. No sería difícil. Un laberinto del que apenas pudiese salir. Monstruos que la hiciesen retroceder. Acertijos difíciles de resolver.

Sí, el Data empezaba a verlo claro. Según lo pensaba, sus dedos lo tecleaban a toda velocidad. Cuando se quisiese dar cuenta de lo que pasaba, nosotros ya habríamos salido de la Torre...

Cables, mientras Virus trabajaba, entró en su cabina y aprovechó para echar un vistazo en las instalaciones. No tenía duda alguna que estaban siendo grabados y, quizás, si localizaba el terminar que funcionaba como grabadora, pudiera manipularlo lo bastante como para corromper la grabación en la que ellos estaban. Al fin y al cabo su última hazaña les había algo un poco de tiempo extra. Y si era posible aprovecharlo para que no pudieran rastrearlos... en fin, eso no sería bueno. Sería mejor. Por supuesto, los guardias de la puerta los reconocerían, sobre todo a Kane, pero, ¿quién sabe? Tal vez no fuera suficiente ni para buscarles las cosquillas, ni para meter a asesinos por encargo, ni a la policía corporativa.

- Claro, chica. Tú sigue soñando- pensó con un punto de malicia mientras, no obstante, revisaba el lugar por si acaso pudiera llevar a cabo su plan.