Partida Rol por web

Ilth asiente con la cabeza, indica a Fred que se calle y que suba despacio delante suya. Mientras sube, piensa en los posibles trucos arcanos que tiene para reducir a un grupo de varios objetivos localizados en un pequeño área.

- Gran trabajo compañeros, el sigilo no es mi fuerte pero puedo intentar eliminar a alguno por sorpresa, no prometo que se mantenga el sigilo. Por eso deberíais atacar vosotros primero que podéis atacar a distancia, y luego entro yo cortando cabezas. Si tenéis un plan mejor hacedlo saber cuanto antes, no tenemos mucho tiempo, nos pueden descubrir en cualquier momento; además cojo una piedra por si se pone seria la cosa.- Dice desenfundando la espada y  subiendo poco a poco ansioso de volver a usar su querida espada en un combate. 

Tenso mi arco mientras cierro el ojo izquierdo para calibrar mejor el tiro, quería que fuese lo más certero posible. 

Cuando estoy conforme suelto la flecha que va directa hacia uno de los bandidos que estaban comiendo. 

Tras Kanäe, y dándole un pequeño empujón a Fred para que avance, Ilth da un paso a la izquierda para dejar paso a Sigurd. Concentrado y seguro de lo que debe hacer, musita unas palabras en lengua extraña para el resto, señala al khajita y con un fugaz rayo le impacta en el hombro derecho.

-¡Fred, enséñanos de que estás hecho!- dice luego con una pequeña sonrisa.

Al subir los aventureros ven a cuatro bandidos alrededor de la hoguera, calentando lo que parece un caldero con guiso, el cual huele bastante bien. Sea lo que sea es un caldero grande, quizás para alimentar a todos.

Una bola de fuego sale de las manos de Itherion y golpea al khajita, achicharrándolo. El olor a pelo quemado de gato inunda el lugar. Ahí acababa el factor sorpresa, pues los bandidos van a atacar con sus espadas.

El que sufre todo el daño y cae en el enfrentamiento. Un compañero silencioso y discreto que moría a manos de unos bandidos. 

-¡Pero no quemes al khajita! ¡Podría tener skooma!- grita indignado Fred, que no parece contento que la muerte del hombre gato haya sido mediante el fuego. No se acerca a tocarlo, al igual que no os ayuda a combatir a los bandidos.

Mira cómo cae vuestro compañero y niega un poco.

-Vaya, ese ni pasó del tutorial, ¿eh? No será una gran pérdida, nadie cantará sus gestas- ríe ligeramente por su propio chiste que solo él entiende.

Veo como matan a nuestro compañero y niego ligeramente mientras tenso mi arco lo más rápido que puedo para que no vengan a por mi.

-¡Auric, no!- Grita Ilth, viendo que la situación se descontrola. -¡Maldita sea, Fred, deja de quejarte y ayúdalo! ¡Sigurd, ocúpate de ese orco grandullón!- Mientras tanto, intenta recolocarse para evitar ser el próximo objetivo de esos sables, y con unos movimientos de mano acaba con un de los enemigos heridos.

Tras ver como su compañero cae al suelo sin vida, Sigurd entra en plena euforia para vengar a su compañero y carga con espada en mano contra los bandidos- ¡AHHH! ¡Malditos bandidos, lo vais a pagar caro... CON VUESTRAS CABEZAS!

Kanaë, que había aturdido a uno de los bandidos de un flechazo, vuelve a tirar. La segunda flecha que dispara su arco atraviesa la cabeza de uno de los bandidos que acuchilla aún el cuerpo sin vida de Auric.

Al tiempo otra aguja de hielo atraviesa el pecho del otro bandido que daba cuenta de los restos de su compañero. Cae al suelo sin vida.

Sigurd aprovecha para cortar la cabeza del bandido que quedaba aturdido tras el primer flechazo de Kanaë. 

Solo quedan dos bandidos más, cruzando el puente vigilando y que con las voces de Sigurd deciden acercarse a ver qué está pasando con su cena. Y con sus compañeros pero mayormente con su cena.

-No puedo ayudar a un muerto y tú también te quejarías si perdieras algo de buen skooma- niega y va a registrar como puede el cuerpo del khajita quemado, cuyas llamas parecen que han mitigado al menos para poder tocarlo.

Escucho pasos que se acercan hacia nosotros y me posiciono mientras cargo el arco con otra flecha, esperando el momento idóneo para disparar. 

Al ver posicionarse a Kanae, agudizo el oido y no me doy cuenta de que soy medio sordo en ese momento. Pero veo el plan que tiene y decido coger unas postura idónea para atacar nuevamente en la dirección a la que ella estaba apuntando.

-Ya habrá tiempo de registrar cadáveres luego, Fred.- Le dice Ilth, enfadado, viendo como el enmascarado registra al khajita. - Prepárate y... bueno, con que no seas un estorbo nos conformamos.- Suspira finalmente. Desiste en su empeño de ver a Fred en combate. Se posiciona también para ver a los últimos bandidos y se intenta concentrar mientras escucha como Fred va comentando lo que encuentra.

-¿Estorbar? ¿Acaso sabes con quién hablas?- dice Fred, con un tono casi jocoso. -¡Aja! ¡Skooma!- saca una pequeña botellita del cuerpo del khajita y la pasa de mano a mano para no quemarse. La bola de fuego de Itherion había obrado bien y había chamuscado todo, aunque la botella estaba cerrada.

Quita el tapón y trata de mirar el interior, aunque con aquel casco era difícil.

-Queda un poco... Creo... Puedo compartir. Un poco de azúcar lunar refinado, ¿qué me decís?- os ofrece un trago de aquello, porque él ya se ha acomodado en la hoguera, al lado de aquellos cadáveres. -No sé qué guisaban pero huele bien.

- Jé, listo. ¿Queréis que os ayude con el otro? - Digo sonriendo 

Con algo de rabia aún por no haber planificado mejor el asalto, Ilth dirige su furia hacia el último bandido, y ahora gritando las palabras arcanas, genera una aguja de hielo que sale con mucha fuerza y atraviesa el pecho del vigía, que se ve ligeramente impulsado hacia atrás y cae de espaldas.

- Pero bueno Ilth, ¿qué te había hecho el pobre hombre? Cuanta rabia concentrada en ese golpe. - Miro como Fred sigue rebuscando entre los cuerpos. - ¿Al menos nos repartiremos las cosas no bribón? Te recuerdo que la que ha gastado sus flechas soy yo.- Digo mientras me acerco a ver qué hay en la cazuela. 

Tras este rapido combate, las tripas Sigurd empezaron a sonar como un cuerno antes de una gran y épica batalla y dice llevandose la mano al pecho- Ohh... Que hambre, me comeria un ciervo entero ahora mismo. Chicos, la comida no tiene dueño, yo voto por quedarnos aqui y aprovechar esta comida que tiene tan buena pinta antes de que se enfríe. ¿Qué me decís?- propone a sus compañeros que estan saqueando los cadáveres de los sucios bandidos.