Partida Rol por web

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Los cinturones de seguridad por suerte os sujetan, sacándoos todo el oxígeno que os queda en los pulmones de un golpe seco. Podría ser peor, podríais haber volado por la luna delantera y no haberlo contado. Gracias a los reflejos de vuestro amigo solo ha quedado en unos moratones y en un dolor que se irá en unos días. El culpable del frenazo no es otro que un enorme árbol que os bloquea la ruta.

Copos de nieve comienzan a caer y no sabéis exactamente dónde estáis, pero no debe ser muy lejos. Vuestros móviles a aquella altitud y perdidos en el bosque no tienen cobertura.

Tras sentir como mi cuerpo se echaba hacia delante por el frenazo y sentir como el cinturón me sujetaba hizo que todos mis sentidos se pusieran alerta- Dios...- dice tras unos segundos del frenazo- ¿Estáis todos bien? ¿Qué coño ha pasado?

Tras decir esto miro hacia delante y observo ese enorme árbol bloqueando la carretera- Guau... Ese árbol casi nos mata y encima ahora que hemos pasado los exámenes-dice de forma cómica buscando relajar la situación que era muy tensa por el susto. 

Estaba en mi mundo, sumido como tal en pensamientos y recuerdos que son difíciles de olvidar. Quizás es añoranza o la misma nostalgia ante la perdida de alguien importante en tu vida. No soy un tío que se enrosque en esas cosas, no se me da bien. De igual manera estaba callado, atento a la carretera como cualquier conductor cuidadoso, o al menos eso creía cuando de repente veo algo. 

Y como es de esperar, como reacción temprana, piso el freno a consciencia mientras el cinturón de seguridad detiene la fuerza de los cuerpos guiados por la inercia misma del movimiento. Casi suelto un insulto, pero no, me mantengo ligeramente tenso mientras el corazón me late a mil. Alzo la mirada y lo que veo es un árbol delante nuestro, sorprendido abro los ojos. 

- ¿Están bien?- pregunto al unisono de Anthony. - No sé cómo terminé aquí. - me rasco rasco la cabeza confuso, estaba seguro de que iba por la carretera. - Me habré dormido... Es raro. - digo al encoger mis hombros, ya desabrochando el cinturón de seguridad. Al menos los reflejos los tengo más que bien. Reviso el móvil, nada, totalmente muerto e intento con el GPS que debe ser igual. - Haré marcha atrás y retomamos. - propongo al colocarme de nuevo el cinturón de seguridad. 

Iba mirando por la ventana cuando Michael pegó el frenazo. - Auch, creo que me quedará un buen chichón pero viviré para contarlo.- Digo mientras me masageo la frente. -¿Qué te pasó Mich? No es propio de ti distraerte y menos en un camino helado como este. - Miro a Anthony y a los de delante, veo que está todo bien. - Bueno, no ha pasado nada, es lo bueno. Intenta buscar otra ruta por donde veníamos, no me apetecería nada pillar una hipotermia como tengamos que pasar la noche aquí.-

El coche no parece dañado y seguramente podáis seguir por otro camino como Katherin sugiere. Michael al dar marcha atrás el coche nota como que pasa por un bache y ,el vehículo que es bastante moderno y caro, le avisa sus ruedas han perdido presión. No hay que ser muy listo para comprender que al menos una de las ruedas se había pinchado. Por ahora volver hacia atrás o seguir por otro camino no era una opción. Tampoco es que ninguno supiera de otro camino, el bosque era tan denso que no parecía fuera posible otra alternativa tampoco.

Genial, ahora si que no podremos salir de aqui... parece que esa rueda esta bastante jodida, creo que lo mas sensato es ir a pie para poder conseguir encontrar esa cabaña... quiza asi lleguemos antes...

Me bajo del coche un poco enfurruñada. -Entonces cojamos lo necesario para esta noche y mañana volvemos a por el coche y las cosas. Ahora démonos prisa. ¿Alguien tiene alguna linterna o suficiente batería en el móvil?- Asomo la cabeza por la puerta abierta. -Vengaaa, que os pesa el cuuulooo.-

- Pues no sé que me pasó, estaba atento. - confiesa a Katherine. 

¡Mierda! Protesto entre mis silencios cuando dar marcha atrás, percibo que la rueda de atrás está pinchada. Sigo sin comprender como diantres he terminado allí cuando estaba tan atento a la carretera. Ya rascándome la cabeza siendo un gesto que sólo surge cuando me pongo en verdad nervioso, escucho a mis amigos y niego con la cabeza. 

- No se puede salir a pie, está horrible. Intentaré cambiar la rueda. - indico cuando al abrir la puerta. - ¿Cuánto puedo tardar? - pregunto al encoger mis hombros. Es que caminar hasta la cabaña me parece un riesgo demasiado grande, el entorno no invita a hacer la travesía del momento. 

No estoy muy para la labor de salir caminando, así que bajo del vehículo e inspecciono el mismo con la linterna del móvil. Sé que tengo una en el baúl, pero claro, primero debo llegar a él. Así que me dispongo a caminar hacia la parte trasera del coche, tras escucharse ese click que abre la puerta de atrás. 

Veo como Mich se aproxima al maletero. - Si sabes como cambiar la rueda te intentamos ayudar pero con la nieve no creo que se te de bien.- Pongo mi mano sobre su hombro mientras miro como trabaja. -Aún así, estará todo lo horrible que tu quieras pero muchas opciones no tenemos. Además, parece que los caminos están levemente marcados, no creo que nos perdamos.- Le doy un par de palmadas y me dirijo a los otros. - Bueno, ¿queréis picar algo de lo que compramos?-

- Ya, sé que no es una opción "inteligente" pero no sé como se nos dará el caminar en este ambiente. - respondo a mi amiga cuando toca mi hombros, sin abandonar el gesto serio. Me preocupa esto, en demasía y sigo sin entender como terminé aquí cuando estaba muy centrado conduciendo. Ya hasta dudo de mi, no sé que pasa. - Bueno, me has convencido. Saco la linterna, miro la situación de la rueda y como algo. Ven conmigo, así me ayudas a ver. - indico, decidido a ello. 

- De acuerdo- Asiento con la cabeza mientras. 

Aprovechando que está el maletero abierto tomo la bolsa de patatas fritas, la abro y se la ofrezco a Mich.

-Ahhh... Que rabia, los móviles no tienen cobertura por el denso bosque, no podemos ni llamar ni mirar el google maps. - Deja el móvil con una sensación de frustración e incapacidad por no poder hacer nada- Tiene toda la pinta de que es la única solución salir andando de aqui y encontrar la cabaña, como ha dicho katherine. Nieva muy poco y ojala siga así, no es recomendable estar fuera en mitad de una ventisca.- dice atemorizado mirando al cielo que estaba muy nublado.

-Yo voto por salir ya en busca de la cabaña, antes de que el tiempo empeore y empiece a oscurecer, poco podemos hacer aqui.- Digo abrochandome el abrigo hasta el cuello y poniendome mi gorro de lana que compre aposta para estas mini-vacaciones.

Me acerco a él con la bolsa de patatas. -No es sensato separarnos, así que si eres capaz de aguantar un poco más intentaremos primera esta opción y si no funciona ya andaremos. ¿No crees?- Tomo mientras un par de patatas y me pongo a comer.   

Pienso que si esperamos a ver si la rueda tiene solucion se nos va a echar la noche encima y vamos a tener que refugiarnos en el coche, con estas temperaturas va a ser costosa la supervivencia... Dejemos el coche para mañana y cojamos lo necesario para poder llegar a esa cabaña y entrar en calor.

Digo mientras veo que intentan arreglar esa rueda dle coche que mucha solucion la verdad no le veo.

Al bajar Michael se da cuenta que tiene una rueda pinchada, pero que esas ruedas son especiales para rodar en nieve. Si la cambia por la de repuesto quizás es peor el remedio que la enfermedad. Las ruedas que no estaban preparadas para rodar sobre la nieve solían deslizar sobre esta, sobre todo en la carretera donde se convertía en placas de hielo mortales para la conducción. En sus manos quedaba cambiarla o seguir por la carretera a pie como el resto sugería.

De alguna manera sus compañeros lo convencen, en especial Kat que es tan persistente. Ya un tanto preocupado ingresa al coche para comer algo con el resto y así organizar. - Vale vale, entonces a mover. - responde Michael un tanto impaciente, le da una inseguridad tremenda aquello y las condiciones externas no ayudan a dar confianza. 

- Separarnos ni en sueños. Nos vamos los cuatro a la cabaña, por la mañana regreso por el auto. - termina por decir mientras coge su mochila y la va cargando con cosas. Desde agua, comida y busca una chaqueta adecuada. Tiene tanta mala espina con la situación, que su gesto se mantiene serio, no lo puede simular. 

Cierro la bolsa de las patatas y la dejo medio colocada en el coche. Miro la expresión preocupada de Mich y aunque no quiero admitirlo, tengo la misma sensación que él. 

- Venga, ¡en marcha!- Digo sonriente para transmitirles tranquilidad a los demás mientras me dispongo a coger lo necesario para ir hasta la cabaña. -Intentar no gastar la batería de los móviles aunque no haya mucha cobertura, nunca se sabe. Si tenéis linternas tenerlas a mano.- Mientras en mis bolsillos guardo el tabaco, las cerillas, la hierba (que nunca se sabe) y dejo el portátil. 

Por fin una respuesta astuta!! Vamos a ver si encontramos algo que poder investigar por el camino.. hace tanto que no juego a los detectives que estoy ansioso por buscar y encontrar !! 

Digo con entusiasmo por ver que tenemos que lograr buscar el camino a pie

Camináis por el bosque, sintiendo enseguida un soplo de aire helado que os llega hasta los huesos. Caminar por la nieve iba a ser difícil y la carretera al ser de montaña daba muchos rodeos. Caminar entre los árboles parece la manera más rápida de acortar hasta la cabaña, además de que entre los árboles el nivel de nieve en el suelo es algo menor.

La poca luz que queda va desapareciendo poco a poco, dejándoos de momento vuestros pasos en penumbra. Entre los árboles veis alguna parca que otra, que bien puede corresponder a señales dejadas por guardabosques o cazadores.

Nada importante, aunque lo peor parece que está por venir. Una mancha de sangre en el suelo enorme capta vuestra atención. Al levantar la vista veis un ciervo eviscerado casi sobre vuestras cabezas. Aún caen gotas de sangre frescas del cuerpo.

Estoy caminando ya con el grupo, finalmente hemos decidido ir hacia la cabaña dejando el coche allí aparcado en medio de la nada. Me jode hacer aquello, pero es inevitable el tomar este tipo de decisiones. Avanzo a paso firme, reviso el entorno constantemente con la mirada, soy un tío algo inseguro a veces o demasiado preocupado por lo que pueda pasar. 

La nieve no se siente tanto al pisar cuando se camina entre los árboles, por lo tanto no tardaremos mucho en llegar a destino. Solo que algo detiene mis pasos, es un charco rojo de sangre. Mis ojos se abren de par en par, y al seguir la dirección de esas gotas caer a la inversa, descubro lo que está colgado. 

- ¡Pero que mierd-! - grito dando unos pasos hacia atrás. - Hay que avanzar rápido. ¡Ya!