Partida Rol por web

Cyna salta sobre uno de los soldados mono y lo atraviesa de dos estocadas dejándolo inerte en el suelo. El segundo se esconde tras la mujer.

Largo... no te interpongas o os mataré a las dos.

Mmmmm... Tas se pone en posición pensativa... Interesante... Con el dedo señala al capitán... Tiene usted razón... Le propongo algo... Puedo infiltrarme entre las sombras yo solo... Llegar a la taberna... Allí seguro que tengo algo para ponerme... Con una armadura me pesaría mucho... Tas se queda mirando la armadura de placas del capitán... para moverme sigilosamente... Y usted con sus hombres formarían mucho jaleo y si... Tiene toda la razón... Jamás llegaríamos vivos a la taberna... ¿Donde están apostados para que cuando vuelva de la taberna poder buscarles y acabar con este follón?... ¿Tienen todas las entradas de la ciudad controladas?...

¿Puede darme algo para que me distinga de los opresores?... Me refiero por si me ven sus soldados, que no crean que voy con los malos... Claro... Que no fuera una armadura... de esas que usted lleva... Un sello... Una capa... Algo liviano...

Está bien, si insistes tanto por algo será. Pero yo llevaré mi armadura, no te preocupes, hoy cualquiera pasará desapercibido y nadie lo hará, al mismo tiempo. Vayamos pues. No auguro muy buena suerte para esta aventura.

Salís a las peurtas de palacio y ves que por el camino que lleva hacia la taberna las calles están infestadas de soldados combatiendo contra... parecen hombres mono. Ves los tejados arder, el suelo repleto de cadáveres...

Veo caer al hombre a mis pies y como el otro guerrero usa de escudo a una mujer. Me saco lentamente la capucha para que el.hombre vea que yo también soy una mujer. Abro los brazos con mis armas en la mano invitándole a que me ataque mientras digo Se vé que eres demasiado hombre como para ocultaros tras una mujer indefensa, ven a por mi si te atreves... Lo decía totalmente convencida, conocía a ese tipo de "machos", el orgullo le podría más que la sed de sangre...o eso esperaba...

Lanza a la mujer contra ti y trata de atacarte sin importar herir a la inocente.

Ya que eres tan valiente, os ensartaré a las dos.

El militar te entrega un pendón para que lo muestres y te ofrece una espada y te propone avanzar hacia tu destino.

Pero tendremos que abrirnos paso a espadazos.

La batalla está ya a unos pies.

Al ver que lanza a la mujer contra mi la paro con el brazo izquierdo separándola de la trayectoria y sin perder tiempo ataco ataco al guerrero. No te resumtará tan fácil conmigo... Le respondo con socarronería. 

Vale... Pero lo haremos a mi modo... Tas saca como un mago de la chistera su daga, se la pone entre los dientes e intenta escabullirse de la multitud por los tejados, intenta encaramarse en las cornisas y salientes de los edificios para subir a los tejados...

Solus, dame un señuelo mientras abro una grieta entre los guardias del palacio.  Dije por lo bajo al mago.  Luego debemos pasar a través de ellos antes de que se reorganicen.  Necesito que desvíen su atención mientras nosotros nos sacamos a algunos de encima y entramos al palacio.  Crees que puedes lograrlo?

Pregunté mientras me sacaba la flecha del costado.

Consigues no dañar a la mujer con tu ataque, pero al haber tenido que sortear la tú enemigo logra esquivar tú ataque. No obstante, él ha atacado al mismo tiempo que tú y el resultado puede ser letal.

As intenta una proeza, el guerrero que lo acompañaba alucina al principio y desiste a seguirlo, sabe que él no es tan ágil. Pero de pronto, cuando está por los tejados de la zona de combate, uno de los tejados se viene abajo y Tas cae, ileso, eso sí, en mitad del enfrentamiento. Un soldado invasor sin pensarlo le lanza un espazo.

En medio del fragor de la batalla levantas la vista para analizar la situación y cuentas a unos quince guardias y, además, entre los que salen de palacio, reconoces a un viejo amigo. Es Tas. Lo ves trepar a un tejado tratando de huir del combate, pero se cae justo en medio del enfrentamiento, a unos pasos de ti, y uno de los hombres mono trata de ensartarlo. Después atacas al guardia que tienes más cercano y le haces un tajo en el costado , por debajo de la armadura, pero él contraataca.

Tas intenta esquivar el ataque... y volver a intentar otra vez ir a los tejados...

Intenté esquivar al guardia que había cortado, pero me distrajo ver a Tas.

A él no!  Grité al hombre mono.  Es amigo!

La distracción costó cara, ya que hizo que mi rival pudiese anticiparse a mi movimiento y me hiriera.

El guardia que contraataca golpea con la parte plana de su espadón en el hombro de Casio y deja expuesto su flanco. Se distrae al ver correr a un tipo exactamente igual a Casio.

por otra parte, el que atacaba a Tas oye a Casio pero al ver el estandarte de.Tas no duda un instante y le hace un tajo en una pierna. Tas, herido, trata sin fortuna de alcanzar de nuevo el tejado.

No obstante, el hombre mono que acaba de atacar a Tas recibe un sablazo por la espalda de quien quien habia acompañado a Tas.

Inténtalo con alguien de tu tamaño!

Tas está superado por la situación, ¿hombres mono... Mis compañeros... Por medio... Que diablos está pasando?... 
Tas mira a Casio... Mientras cae el cuerpo... Dirigiéndose al soldado y a Casio... ¿pero que diablos está pasando aquí?...
 

El atacante roza a la víctima inocente con su sable, una herida de poca profundidad, y a ti también te hiere.