Partida Rol por web

Sonrió con una mueca. - Por lo visto ha estado destinado años en Inteligencia, siendo un carrista de alcurnia. La mano te da un calambrazo, pero como es con la buena la que tienes el dosier, no se te cae nada. Eso si, con los dientes apretados, tomas aire, hasta estar cerca de estallar. El compañero ve tu rostro y te pregunta: ¿Estás bien? Sabes que tienes que estar blanco, ya que notas un mareo que puedes controlar a duras penas.

Los mechs sería las armas de élite. La de los mejores entre los mejores; pero el arma lirana era un carro de combate. En la que Arcontes y otros líderes habían basado sus estrategias. Los más aptos, tiraba por los mechs, por el prestigio y las posibilidades de reconocimientos o ascensos, pero el arma por excelencia en la Mancomunidad de la Lira era el carro de combate. En los últimos años, la arcontesa había demostrado una afinidad especial por los pilotos aeroespaciales, pero ni Mardsen ni Steiner se podían desapegar de las orugas. Los abnegados y esforzados terminaban siendo infantes, y luego, el resto, en los cuerpos de apoyo, ya fuera intendencia, sanidad ... u otros muchos. Muy pocos eran los que daban a la Armada, ya fuera negra o azul, como primera opción, y estos, solían terminar como almirantes u otros grados importantes dentro del escalafón militar.

-Me he jodido la muñeca, nada serio -intento mantener firme el agarre- ¿Qué llevas aquí dentro, piedras? -le digo con una sonrisa. Nos apresuramos a llegar al aerocamión antes de que se me caiga todo.

- Ya sabes, algo de ropa y libros. Lo de siempre.

LE ayudaste a subir los trastos con una mano, y luego llegó otro. Una compañera que Wayanina ayudaba. Subió al mismo camión. La grandullona cerró el portín trasero, y nada más asegurar los broches de seguridad la máquina marchó. Una desolación llenó el corazón. Notaste que algo vacío te inundaba por dentro. Sabías que aquello era ... como un hogar. Habías hecho amigos y no tan amigos. Compartido sufrimientos y alegrías. Ahora se terminaba. Era ... la incertidumbre de no saber lo que pasaría ahora.

El sentimiento de que una importante etapa de mi vida ha terminado me llega de pronto. Mientras observo marchar a los aerocamiones me doy cuenta de que realmente he sido feliz aquí, en la academia. Rodeado de buena gente, y no tan buena, haciendo los ejercicios, practicando las simulaciones o pasando una buena noche de cartas y cervezas en la cantina. Ahora las cosas ya no estaban tan claras. Proyectos secretos. Confidencialidades. Se habían acabado los juegos y empezaban las cosas serías.

Vario vehículos más parte con gente. Otros esperarán hasta mañana. Hay un par que se marcha en taxi, ya que las unidades se estacionan cerca de allí. - Que suerte tienen los de la Guardia Real. Ellos ya están en casa, y además, conocen gente en la unidad. El Segundo y El Tercero de la Guardia Real solían encontrarse con los cadetes en más de una ocasión, y además, se realizaban ejercicios de adiestramiento con ellos por lo menos una vez al año.

Wayanina regresó hacia los alojamientos. La había llamado otra compañera, y no dudó en marchar a colaborar. Tú, la quedaste mirando. La verdad, como mujer ... pues no era tu tipo. Como persona, era femenina, pero una tipa que diera el doble que tú en las mediciones de fuerza, y un palmo más de espalda ... era mucha "cosa" para ti.

En tu observación pudiste descubrir al Señor Coronel en su despacho. Discutiendo con gente. Algunos parecía parte de los Oficiales de Inteligencia. Otros, ni idea. Entonces, notaste un peso en la mano herida. Un dosier que estudiar.

Ahora que mi compañero de habitación se había marchado, tenía toda la estancia para mí. Regreso caminando lentamente. Recordando los momentos pasados en la academia. Una vez en mi habitación, me curo con fundamento la lesión. Aplicándome hielo y un vendaje compresivo. Después busco una buena taza de café y me pongo a estudiar el dossier en profundidad. Habían muchas cosas que memorizar y poco tiempo.

Lo que más te llamaba la atención es el apoyo que se les estaba dando a Rasalhague, cuando, además, la postura oficial, de cara al público, era que no se toleraban a los terroristas (que hacía mucho no habían atentado contra la propiedad lirana, ni tampoco contra personal. Solo contra los "dracos"). Era una forma de mostrar a las "Casas Sucesoras" que se respetaba la integridad territorial establecida.

Tenía sentido que se apoyara la escisión de un pedazo del Condominio Draconis. Menos enemigos contra los que luchar y además las rencillas internas que podrían generarse serían beneficiosas a largo plazo para los liranos. Si esta operación iba encaminada hacia ese objetivo, era algo bastante interesante.

  Trharkad
  Universidad Militar de Nagelring.
  Calendario Terrestres. 17 de Julio de 2025 (07:04). -2 Grados. Frescachón.
  Edificio Alumnos. Alojamiento asignado a cadetes (Tu cuartito).

Empieza a resplandecer un sol mortecino en un cielo plomizo, y el viento, parece que va a empeorar la cosa. Miras por la ventana, tras estirarte como un gato. La mano no te dio problemas durante la noche, hasta que te estiraste. Al recomponer los músculos al estilo felino, tocaste el borde de la estantería. Al mirar, el flexo que usaba el compañero, baila como una peonza a puntito de pararse. El calambrazo que te subió hasta el hombro te recordó que eso no se hacía sin espacio para hacerlo. Te apoyaste, en el marco de la ventana, con la mano buena. El miedo mantenía la dolorida, pegada junto al pecho.

Un par de alumnos correteaban en una burla de hacer deporte, por la pista, a modo cómodo. Vestían en chándal del equipamiento militar, así que mucha intención de sudar no tenían. Sentiste ganas de salir a pasear, pero al mirar el dosier con todos los documentos, pensaste que era mejor guardar bien aquello.

Era el día de la partida, pero todavía quedaban muchas horas antes de que saliera el transporte. Guardo el dossier con toda la documentación en la que todavía es mi taquilla y la cierro con la combinación. Me he memorizado todos los datos importantes. La mano aún me duele, pero todavía es soportable. Pienso en salir a dar un último paseo por la base y quizás tomar unas cervezas antes de dejar el planeta.

Cuando sale, todo está tranquilo.

La gente está de vacaciones y la compañera corretéa por la pista, como suele ser bastante ... habitual.

Cuando te ve, de lejos, saluda con la mano.

La saludo con la mano y me acerco paseando despacio, observando sus evoluciones por la pista. Me quedo en una de las curvas contemplando su ejercicio. No me uno a él, demasiado temprano para correr.

Le da tiempo a dar una vuelta más, mientras llegas al sitio. Deacuerdo que no está lejos, pero te lo has tomado con tranquilidad. Además, notas los efectos del sueño, pero estás medio hecho, ya que las últimas semanas de examen, te han dado una costumbre de estar en vela y además, con la costumbre adquirida estos años, de madrugar, aunque quisieras, no podrías dormir ahora.

- Tal vez una siesta.

Cuando se te acerca, con un trote cochinero, más digno de alguien aburrido que de una deportista como ella te pregunta: - Buenos días Alférez Gruber. Muy marcial ella, más en tono de burla que otra cosa, pero se ha llegado a cuadrar y todo: ¿Cómo anda esa mano? Y sin darte tiempo a contestar añade ¿Listo para salir mañana de viaje?

-Va mejorando, gracias oficial -respondo a su saludo marcial-. Pero, si mal no recuerdo, era hoy cuando salíamos, no mañana. Mientras no tenga que usar la mano para abofetear a nadie, todo irá bien -digo bromeando.

Crujieron amenazadoramente sus dedos tras entrelazarlos y avanzar las palmas hacia ti. - De eso no te preocupes. Sabías que un bofetón de esas manotas podrían abarcar la cara completa de cualquiera; si lo hacía puño cerrado, sería un mazazo en lugar de un bofetón. Realmente sonaba divertida y todo. Como si hubiera ganas de partirle la cara a alguien.

Se relajó, y con su tono jovial de siempre comentó: - Tras mirar su reloj, vio que pasaban de las 12, así que la reunión, fue hoy. Y comentó ... se tomó su tiempo: - "Mañana día tres". O sea, entiendo que el día tres tras la graduación, o mejor dicho, tercer día graduados. Puso los brazos en jarras y añadió: - Entiendo yo.

-Bueno, qué más da. Ambos vamos en el mismo transporte así que supongo que tendrás razón ¿Qué opinas de toda esta operación? Todo este secretismo parece propio de películas de espías.

Miró hacia los lados, como si fuera una comprobación de que nadie les podía escuchar: - Eso mejor lo hablamos en un lugar más discreto. Y con la palma de la mano, abierta, te mostró camino a seguir. - Creo que es mejor que hablemos en otra parte. Se repetía. Parecía que estaba nerviosa.

Era raro, pero te indicaba que fuerais hacia el hangar donde están los simuladores de los mechs y las máquinas de ejercicios.

-De acuerdo...

La sigo en dirección a los hangares dejando un par de metros de distancia con ella. Todo este secretismo me estaba poniendo de los nervios.

Tras llegar, se acerca a las taquillas. Unas viejas de chapa, donde los que estáis de prácticas, dejáis vuestras cosas, y saca una mochila de deporte con cosas. Todas están abiertas, y con la llave puesta (Incluso la vieja tuya) menos la de ella, que si la tiene. Ahora ya queda abierta, porque estás tú. Deja la llave puesta, como han hecho todos, para abandonarla.

No deja de ser un gran hangar, conde entrarán como una compañía de mechs medios, y con cuidado, igual alguno, pesado podría entrar, pero no está adaptado para su mantenimiento. Solo suelen traer los comandos, que aunque asignados a la escuela, cuando están "fuera de época de clases" quedan a cargo de la propia Guardia Real. De los 18 mech que posee la escuela, siempre suele estar alguno en las clases de "los de mantenimiento" y alguno más en reparaciones mayores o en una "Gran Carena".

Los simuladores, apagados, parecía cúpulas geodésicas en chiquitito. como si fueras cámaras hiperbáricas o algún tipo de coche sin ruedas (VEASE VW BEETLE o AUDI TT) unidos por unos grandes caños a una cupulita central con terminales informáticas (El ordenador de la tortura).

- Voy a ducharme. Los vestuarios disponían de dos aseos (masculino y femenino) un unos pequeños dispositivos de todo, pero muy completos. Como allí no había nadie más, con el salpicar del agua amortiguaba el sonido, pero se podía escuchar. Te pusiste en la entrada del aseo femenino. Desde allí, y tras un minuto, empezó a contarte: - ¿No sabes que se está preparando un ejercicio para el verano que viene? Y aclaró: Gallahad Tournament (Los ejercicios Gallahad). - Se dice que es como un reto a las naciones que están con frontera, así, de paso, se presiona a los Dracos, por un lado, y por otro, tienen tropas de refresco, ya que nosotros, participaremos en la fusión. Además, así servirá para combinar los sistemas de C3 (Comumincación, Mando y Control - Comunication, Comanda and Control) Liranos y Federatas. No están pidiendo que preparemos lo mismo, pero como si fuéramos nosotros lo que tenemos el control de esa parte, y fuéramos los líderes, pero, sin contar tropas FedSun entre nosotros.

- Joder, esta tipa ... Ya entendías, porque había sacado el sobresaliente que tú. Erais las dos mejores notas. Estaba claro, tú podrías sabertes los nombres, las tácticas, las situaciones y sus respuestas. Lo que ponía en los libros al final de cuentas, pero esta mujer tenía un concepto situacional geopoítico, que a ti te faltaba. - ¿De dónde saca esta tipa toda esa información?

-Maldita sea, ¿de dónde sacas toda esa información? -le pregunto entre divertido y exasperado. Oigo el agua caer en la ducha y estoy en la puerta, pero me coloco de forma que pueda verla reflejada en los espejos del baño. Al fin y al cabo, era una mujer con su equipamiento de mujer. Aunque esta fuera capaz de partirme en dos de media bofetada.