Partida Rol por web

El tipo se la lleva a tirones fuera del lugar, echa la llave y mira preocupado una ultima vez a la puerta, mientras los gritos de dolor se escuchan desde dentro, y los bufidos del minotauro se hacen cada vez mas notables una vez que ha encontrado una presa con la cual desfogarse.

El mercenario se gira para mirar a Iria:- ¿Quien puñetas era la tipa esa que ha tirado los frascos?...¿la conoces de algo?, los guardias de tu padre deben estar buscandola ahora mismo, y si la cogen ya sabes que pasará...-La va guiando por un pasillo largo, donde hay varias celdas sencillas, vacias pero aún asi limpias y listas para acoger mas prisioneros...La torre del mago es sin duda un lugar lleno de sorpresas, a cada cual peor. El hombre la guia hasta otra puerta al final del pasillo, y va preparando las llaves para abrir esta mientras espera una respuesta.

"¿Donde habran dejado mis cosas?¿había un almacen o algo para guardar las cosas de las prisioneras?" me devano el cerebro maldiciendome por no haber prestado atención a esta clase de cosas, si me marcho sin mi libro ni mi medallón voy a ser una inutil

-no, no la conozco de nada, y si, ya me imagino lo que le pasará, no será mucho pero de lo que me esperaba a mi-

Decido cambiar un poco de tema

-Por cierto, ¿donde dejasteis mis cosas? preferiría vestirme con mis ropas habituales y no como una zorra para minotauros-

El tipo la mira con el ceño fruncido:- Voy a llevarte con tu padre, y a informarle de lo que ha pasado...-Dice aún mosqueado, con la mano que no está agarrando firmemente a Iria muy cerca de la empuñadura de su espada:- No te tenias que haber fugado, las cosas son mejores cuando haces caso a Balazar.

Hay un momento en el que el hombre tiene que soltarla para echar mano al manojo de llaves y buscar la adecuada, aún tiene la mano muy cerca de la empuñadura del arma, ¿Será esta una oportunidad de fuga?

"en fin" supongo que ya me enterare de donde están mis cosas, o tal vez no pero no quiero enfrentarme ahora a mi padre, es capaz de hechizarme para que no quiera irme

Conjurando las energías mágicas que domino de forma innata en la punta de mis dedos toco al hombre y luego me giro y salgo corriendo en busca de la salida

El hombre queda repentinamente aturdido, para Iria es facil escaparse de él y correr en cualquier dirección. Ahora mismo delante suya hay un pasillo y se llega a un cruce, el pasillo sigue hacia adelante con otra puerta como la anterior abierta, con una antorcha situada cerca, y el cruce son otros dos pasillos a izquierda y derecha, en estos hay celdas y algunos gruñidos y lamentos pueden escucharse; no todos son humanos, aqui es donde el mago guarda algunos de sus experimentos, pero en realidad es una zona que Iria nunca ha visitado.

Lanzandome a la carrera no tardo en distanciarme del guardia de mi padre, pero estoy en una parte de la torre que me es desconocida, muy lejos de mis bonitas habitaciones. Si me pierdo por aquí es solo cuestión de tiempo que me vuelvan a capturar

"¿donde guardarán mis cosas?¿y como se saldrá de aquí?"

Esta claro que sola no lo tengo nada fácil, así que empiezo a examinar a los inquilinos de las celdas y busco como se abren

Cerca de Iria hay dos humanas, cada una encerrada en su propia celda, vistiendo harapos y con la piel y el pelo sucios, estan en un rincón gimoteando y apenas prestan atención a la mujer.

Hay dos celdas que contienen un par de perros de apariencia extraplanaria, uno de ellos olisquea el aire y se acerca a los barrotes olfateando a Iria mientras sus ojos se encienden como carboncillos. Mas adelante hay una bestia de tentaculos sumergida en una piscina de agua que parece despertarse ante la presencia de la mujer, moviendo sus zarcillos hacia los barrotes con interes.

Hay tres celdas con grandes trasgos que piden a voces que los liberen, gritando y desgañitandose, seguramente atrayendo la atención de cualquier guardia...

Las demas celdas quedan alejadas de los grandes trasgos, si Iria quiere continuar se arriesga a que los guardias vengan a comprobar que pasa con los grandes trasgos...La manera de abrir estas celdas parece por una simple llave, y el manojo de llaves aún se encuentra en poder del guardia que quedó aturdido metros más atrás.

Esta claro que si libero a los perros o a la bestia de tentáculos van a preferir divertirse conmigo que ayudarme a escapar, y los trasgos me da que va a ser mas o menos lo mismo. Y me temo que las mujeres solo me retrasarían, lo siento por ellas.

Así que decido que no voy a encontrar nada útil aquí y cada instante que pierdo es otra posibilidad de que vuelvan a capturarme.

Habiendo decidido esto me alejo a la carrera de las celdas y del guardia que aturdí (al que ya debe habersele pasado el efecto) y sencillamente rezo a los dioses por ir en la dirección correcta

La puerta al final del pasillo que sigue Iria parece estar abierta, aunque un poco atascada por la humedad. Finalmente se abre para dejar paso a lo que parecen unas pequeñas dependencias para las desafortunadas personas que esten el cargo de esta prisión. Hay unas cuantas hamacas colgadas entre vigas de madera que sujetan en el techo, una pequeña cocina con utensilios algo sucios y una mesa redonda con taburetes alrededor. Los ronquidos de un guardia revelan la posición de este en una de esas hamacas, con un sombrero echado sobre los ojos parece haber pasado por alto todo ruido que ha ocasionado el intento de fuga de Iria...Por ahora. El resto de la sala lo componen un armario grande donde guardar utensilios como escobas y cubos, una mueble despensa donde hay guardadas algunas latas de conservas, y algun que otro frasco con hierbas o miel, y tambien hay un par de catres con mejor apariencia que las hamacas.

Al otro extremo de la sala hay una puerta de madera mas sencilla que está entreabierta, una luz titilante entra por la rendija.

Se oyen pasos por el pasillo por el que ha venido Iria, dirigiendose hasta esta misma estancia...El guardia seguramente ya no esté aturdido.

"esa debe ser la sala de guardia que da acceso a la prisión" llegar aquí es un rayo de esperanza, pero consciente de que pronto tendré al otro guardia, y probablemente a este, siguiendome antes de simplemente seguri corriendo miro si el guardia que duerme tiene llaves

"una de ellas será la de esa puerta"

Si encuentro unas llaves accesibles las cogeré para intentar cerrar la puerta cuando salga, pero soy muy consciente de que no soy una ladrona, no tengo la habilidad para revisar sus bolsillos sin que se de cuenta
 

Cerca del guardia hay en efecto un manojo de llaves, pero no lo porta él, si no que está colgado en una alcayata en la pared a escasos centímetros de donde el hombre parece dormir plácidamente. Los pasos de alguien acercándose a esta sala desde la prisión se hacen más que evidentes, como lo es el sonido del acero abandonar su vaina.

No hay tiempo para sutilezas, cojo el manojo de llaves y corro a la puerta de salida para escapar cuanto antes, igual ni siquiera esta cerrada con llave.

En cualquier caso pienso cerrarla por el otro lado o no me librare de mi perseguidor

Al cruzar la puerta y girarse para cerrar la misma algo parece haber cambiado para Iria… ¿Dónde está la puerta de celda que se supone debía cerrar?, en su lugar ahora hay una pared de mármol blanco, con un dibujo de una mujer abrazando un árbol… ¿o es un árbol que es una mujer que está abrazándose a si misma?...Es difícil de distinguir pues no hay mucha luz en el lugar.

Hablando de luz…Al girarse, Iria puede ver el rostro familiar de aquella mujer encapuchada, esta agachada en mitad de la sala circular sin puertas, solo paredes, y parece algo distraída, con sus manos jugando con el agua que hay en la sala, un agua pura y cristalina que sin duda hace lo mejor para reflejar  el globo de luz que flota en el centro de la estancia. Al notar una presencia nueva, la encapuchada mira a Iria y se pone en pie, esbozando una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Al fin estás aquí!...Sabia que vendrías…Creo que nos hemos metido en un portal de tu padre… ¿pero tú sabrás salir de aquí verdad?-Cruza las manos tras la espalda, algo nerviosa porque no sabía que Iria la había visto jugando con el agua como un niña.

"¿Donde he ido a parar?"

La sala no me suena de nada, no tenía mi idea de que mi padre hubiera construido algo así, y se supone que esto era la salida de las celdas, hay algo muy raro aquí

Pero al menos estoy con una amiga, la encapuchada ha demostrado ser muy capza y de confianza, me duele que confie en mi para salir de aqui

-yo también me alegro de verte, gracias por venir a rescatarme- le respondo con una sonrisa sincera

-no conozco esta sala, pero seguro que encontramos la salida- tras hablar invoco un efecto mágico sencillo pero que debería darme alguna pista de nuestra situación

Durante un breve momento Iria tiene la clara idea de que su conjuro desdibuja el contorno magico de una puerta estrategicamente situada en la sala que hasta ese momento parecia no tener salida. Un destello magico se hace latente en la sala, abrumando la visión de la maga ante la cantidad de energia salvaje que de repente tiene lugar en el sitio. Del centro de la sala entonces brota la figura de una mujer de rasgos elficos que literalmente se materializa en la zona, siendo depositada por una figura femenina que viste un vestido vaporoso, sin miedo a que este revele parte de sus curvas. Dicha figura, resaltada por los efectos del conjuro de detectar magia parece llevar unas alas hechas de magia pura, y antes de desaparecer por lo que a todas luces es un portal guiña un ojo a Iria justo en el momento antes de batir sus alas y retirarse por el lugar donde ha venido. La bella imagen de un angel cuadraria con una descripcion de la mujer, pero todo lo que queda de ella ahora es una miriada de plumas multicolor que se van disipando en el aire segun la magia usada para crear esas alas se desvanece, dejando solo a la elfa sentada en un pequeño estanque de agua.

La sala es circular, con tallados en la propia pared de marmol blanco que simbolizan a una gran cantidad de mujeres-arbol en diversas posturas. Algunas se abrazan a si mismas, otras parecen mirar con curiosidad lo que hacen las demás, otras parecen ir de la mano con criaturas del bosque...Pero llama la atención una, justo donde la puerta desdibujada por el hechizo de detectar magia deberia de estar, que simboliza una mujer de largos cabellos, abrazada a un arbol normal y corriente, con la mirada que una amante dedicaria al objeto de su deseo.

Durante un momento la mujer encapuchada parecia relajada con la presencia de Iria, mas aún cuando la escucho conjurar. Pero el bote que dio al ver que se abria un portal en mitad de la sala y que de repente, habia una tercera ocupante fue digno del de un felino asustado e intrigado a la vez. En un abrir y cerrar de ojos tenia una daga en la mano y la apuntaba hacia la desconocida, mientras esperaba que Iria se recuperase del fogonazo de magia que seguro la habia dejado trastocada.

-Iria...Iria...Que...¿Que ha pasado?. ¿Hay una salida?, dime que no hemos caido en una de las trampas de tu padre.

El viaje me había dejado confusa y, por qué no decirlo, un tanto aterrada. El lugar en el que terminé no hizo demasiado para apaciguar esas sensaciones, salvo quizá el maravillarme por la hermosa decoración. Pero no había demasiado tiempo para ello, pues una de las dos habitantes del lugar me apuntaba con una daga. Coloqué mi guja en posición de guardia, pero no inicié ninguna acción ofensiva contra ella.

-Soy una seguidora de Shelyn, si eres una criatura de buena naturaleza no has de temer nada de mi. -Le digo a mi suspicaz oyente mientras bajo la punta de mi arma aunque sosteniéndola todavía pegada a mi cuerpo.

La visión que me proporciona mi sencillo hechizo me sobrecoge y me deja unos momentos confusa, ha coincidido con la llegada de la elfa traida por lo que parecía un angel, una magia poderosa que ha sobrecargado mis sentidos

La reacción de la encapuchada y la elfa recién llegada hace que vuelva a la realidad a la fuerza

-no os peleeis, a ella la ha traido una especie de angel, ¿la has visto?- no estoy muy segura de que la criatura mágica haya sido visible para mi compañera -no creo que tenga relación con mi padre o debamos temerla-

Luego me dirijo a la recién llegada, ella también parece confusa

-nosotras no somos criaturas de la naturaleza, pero tampoco tus enemigas. Mi nombre es Iria M`Duil, ¿y tu eres?-

-Naeriel Silverbreeze, de la ciudad de Ladara. -Le contesto a mi nueva interlocutora bajando, por fin, mi arma.

-Encantada de... -reparo en la daga que aún me apunta y le dirijo una mirada inocente y un encogimiento de hombros a Iria -...conoceros. -Me giro hacia le encapuchada -¿podrías... bajar eso? No sé quién será su padre, pero yo tan sólo actúo por y para la rosa eterna.

Por un momento mira con desconfianza a ambas, un gesto que parece comun en su rostro, y finalmente termina por envainar la daga en algún lugar oculto:- Si tú lo dices Iria…no me pelearé con ella. ¿Quizá alguna prisionera de tu padre loco?

Finalmente decide examinar las paredes lejos de las mujeres, intentando buscarle un sentido a todo, ajena a lo que Iria haya podido ver usando su conjuro.