La chica del pelo largo saca su móvil y empieza a grabar. Muchos estudiantes aquí eran streamers y colgaban todo lo que grababan en EDEN, así que no me sorprendía que aquella alumna fuese una influencer.
Lo que sí me pilló de sorpresa fue como ella se abalanzó sobre mi para abrazarme. No pude evitar soltar un grito de sorpresa y sonrojarme un poco. No sabía que responder ni qué decir y antes de darme cuenta, sacó su móvil para que nos hiciéramos un selfie. -Ah...gra-gracias...supongo...-dije algo nervioso y confundido por la situación, mis mejillas todavía rojas.
Miré a Yamazaki-senpai al sugerir lo del hacker y me puse algo tenso. ¿Qué ganaría un hacker mandándonos aquí? Aunque fuese improbable, la idea sonaba aterradora. Había oído muchas historias de hackers, pero normalmente atacaban en EDEN.
Veo que Shouta se asusta ante la idea y la otra chica se acerca a calmarlo. -A lo mejor Shimada-sensei está terminando de corregir algún examen y se está retrasando...-sugiero rápidamente para aliviar la situación.
Mientras yo estaba un poco embobada con Momohito, Yamazaki hablaba sobre algunas cosas que no entendía - ¿Repasar una lección? - Realmente no entendí la parte final pues no capté aquel gesto ni a que se refería con larga y dura lección. - ¿Una larga y dura lección? ¿Tu y yo? - Pregunté no pensando que aquello pudiera sonar fatal al menos para Masao y Makoto.
Pero de pronto cuando el tema parecía cambiar a un supuesto de hacker, lo primero le di un beso en la mejilla a Momohito para después sonreirle - Gracias a ti bonito. Por cierto, yo soy Nagare Boshi*, una influencer camino de ser Idol. Pero solo por ser tu puedes llamarme Naominee-chan - Minimo debía presentarme al chico después de todo aquello. Y entonces me levanté viendo como mi amiga había descubierto que el compañero de este parecía ser su vecino. - Exacto - asentí ante el chico de nombre Shouta. - ¿Que quiere un hacker de nosotros? Es decir... El Mail está puesto que es el profe Shimada quien vendra, no un Hacker - Ni que fueran a dejar una nota de que vienen - Y tampoco es que tengamos nada de su interes... ¿No?
Me paré a pensarlo por unos segundos hasta que caí en la cuenta de algo y fue entonces que me asusté de verdad. Saqué mi movil y empecé a mirar mis redes - No me querrá hackear mi cuenta de InstaEden ¿No? - Ya realmente me hicieron preocuparme, así que lo comprobé para que todo estuviera a salvo.
*Estrella fugaz en japones
Miró a la idol preguntándose si realmente sólo estaba haciéndose la tonta para conseguir visitas o estaba jugando con el doble sentido aún más que él. En cualquiera de los casos consiguió sacar en el muchacho un esbozo de lo que podría ser una sonrisa mientras negaba despacio con la cabeza.
- Sólo si quieres.
Respondió serio. Obviamente la respuesta era que no, pero se preguntó cómo reaccionaría a aquello. Además, seguro que le vendrían bien algunas lecciones de refuerzo. ¡SHHHHHHHHHHHHHH! Se recriminó para centrarse. Y fue cuando todos se pusieron nerviosos por la mención al Hacker, Kaito se encogió de hombros con tranquilidad.
- O gastarnos una broma. O aparecer en un directo de Insta. No tenemos ninguna información, y el profesor Shimada suele ser puntual -suspiró-. Como sea, también puede ser una de esas apariciones fantasmas o... que en verdad nos hayan convocado para limpiar el salón de actos. El lado bueno es que si no pasa nada, quedará grabado. Y la gente se quedará más tranquila.
Miró al joven Shouta y le guiñó un ojo.
- También yo soy tu vecino.
Por algún motivo, el tono con el que lo dijo sonó más amenazante de lo que le hubiese gustado.
Miró el reloj.
¿Ya?
Son las 18:00.
DONG... DONG... DONG
Suena el estruendoso reloj del salón de actos, haciendo eco en la habitación. Pero suena demasiado. Demasiado tiempo. Todo el mundo sabe que un reloj normal suena un número limitado de veces. Y que no aumenta el volumen progresivamente. El teléfono de Naomi se apaga bruscamente.
- ¿Qué está pasando, tío? - pregunta Masao, algo nervioso. Makoto se acerca a Naomi, en actitud defensiva, pero sin dejar de lado a los de primero.
- Chicos, no os alejeis de mi - aparentaba valentía, pero estaba claro que por las miradas que le echa a la sala, está total y absolutamente alterada. Shouta se agarra a Momohito, el cual está detrás de Naomi.
Es entonces, cuando el reloj suena diez veces que todo para. Observais el aparato. No se mueve. Pero no estáis en el "salón de actos". No es el mismo. Porque veis líneas de código binario en los bordes de las ventanas. ¿Qué estaba pasando?
Entonces, una siniestra voz surge del reloj.
- Jejeje. Seis víctimas. Cuanto tiempo podré comer esta vez, jeje - y, cuando miráis al reloj, os parece ver como si este se redondease, le salieran brazos y piernas mecánicas. Por el lateral izquierdo se rompe, revelando un ojo. Una especie de hombre con capucha roja h los labios cosidos surge de arriba del "reloj". Todo el conjunto es transparente, como un... holograma.
- Jejeje, cuanto tiempo. Cuanto tiempo - y el reloj avanza hacia vosotros, imparable.
- Je...
Dijo algo nervioso. ¿De veras aquello estaba frente a ellos? Era como el doble de alto que él y parecía algo ¿físico? ¿Quién demonios tuvo la brillante idea de hacer asistentes de tareas no digitales? Chasqueó la lengua molesto y retrocedió un paso, aferrando el bo.
- Habría que... desconectar la electricidad de la sala.
Intentaba ser racional. Con un movimiento rápido y aprovechando el alcance de su arma golpeó allí donde estaba el ojo del reloj para ver hasta qué punto era un holograma físico. ¿Era así con los hologramas de los rumores? Y... ¿Si el emisor tenía batería? Sintió un leve escalofrío. Además, no le sonaba ni como un avatar o personaje de Eden. Aquello era, como poco, raro. Retrocedió... ¿tocaría huir? Quizá podría ganar algo de tiempo para los demás.
En cualquier caso, más allá de un par de golpes, no podía pasar nada ¿verdad?
Pensando en lo que había dicho Yamazaki, no veía porque no, realmente este curso necesitaba un pequeño empujón para aprobar, así que no tenía ninguna razón para negarme - Pues... cuando quieras. - Dije sonriente hundiendo más el doble sentido de la conversación para luego continuar - Eso si, largas y duras no suelo aguantarlas, y me aburre... ¿Mejor cortitas con muchos descansos? - Y aquello aunque lo dije pensando en estudiar... No favorecía en nada al doble sentido.
Por otro lado, hablando de que podría ser lo que nos esperaba suspiré al escuchar la afirmación de Kaito, primero Makoto y ahora el - No existen los fantasmas, tan solo son leyendas urbanas. Si creeis que así nos vais a asustar Makoto y tu, vais listos - Y como si de magia fuese, todo empezó a ocurrir.
Mi movil se apagó mientras lo comprobaba, el reloj no dejaba de sonar cada vez más fuerte y todos se ponían nerviosos y a la defensiva mientras la habitación se cubría de un tono extraño acompañado de... ¿Numeros? Desde luego esperaba que no fura una clase de refuerzos de matematicas.
Pero no lo era. Una cosa que parecía haber salido del reloj de la pared, empezó a decir unas cosas extrañas. Si bien estaba algo asustada, al ver el compendio de toda la escena mi cerebro reaccionó, y saliendo desde detrás de Naomi, mientras Kaito iba a por el Bo, y me acerqué a aquel ser - ¿Cosplay? Desde luego es un cosplay muy bueno. - Dije rodeandole mirandole por todos lados - ¿Como has conseguido un efecto de holograma tan chulo? Seguro que tiene que ser algún tipo de purpurina o lentejuelas que reflejen lo que está a tu alrededor. Oh, no, o una luz alrededor de todo el cosplay - Tonta de mi, pensaba que era nada más que aquello, porque... por muy ingenua que fuera, no creía en los fantasmas.
Viendo que mientras lo comprobaba Kaito se acercó a golpear me hice a un lado retrocediendo un poco - BUA ¡¿PERO QUE HACES KAITO?! Casi me das a mi ¿Y por qué le pegas? - Le regañé haciendo casi practicamente caso omiso a las amenazas de aquel ser ante nosotros al estar molesta con Kaito
De golpe y porrazo el reloj empieza a sonar. No puedo evitar dar un pequeño salto del susto, especialmente cuando el sonido se escuchaba cada vez con más fuerza. ¿Qué estaba pasando? Miro a los demás, que están tan asustados y confundidos como yo.
En ese momento veo a esa extraña criatura reloj salir de la nada y que no parecía tener intenciones amistosas hacia nosotros. Retrocedo junto a Shouta un poco. -¿Qué...qué es esa cosa?-pregunto nervioso. ¿Sería uno de esos hologramas fantasma de los que había oído hablar? Pero según las noticias que leí, nunca parecían ser hostiles...
Naomi no parecía asustada como el resto y pensaba que se trataba de un cosplay... pero a mí no me daba esa sensación... y Kaito intentó golpearle con su bo de bambú sin ninguna clase de éxito. Escucho su sugerencia y busco por todas partes una posible fuente de alimentación del salón de actos. Si lo desconectábamos, desaparecería... ¿verdad?
El "reloj" recibió de lleno el golpe del bo en el ojo del... reloj. Pero no reacciona. Es entonces cuando se empieza a reír, con una risa tan siniestra que os heló la sangre.
- ¡JAJAJAJAJAJA! Oh, pobrecito. ¿Te querías hacer el héroe delante de tus novias? - lo dice con una voz tan fría que congela vuestras almas. Como si... Detuviese el tiempo - Lo siente pero... NO - alza el martillo a toda velocidad, golpeando la vara y DESTROZÁNDOLA. Sigue avanzando, con paso firme, hacia vosotros. Cada pisada del reloj hace temblar el suelo. Masao y Makoto se plantan delante del grupo... Pero las piernas les tiemblan y, por un momento, parece que se miran y asienten.
- ¡Oh! ¿Vosotros queréis ser los primeros? - dice el Fantasma del Reloj, con una ligera risa de maníaco - ¡QUE ASÍ SEA! - alza el martillo, cogiéndolo de la punta - ¡CHRONO BREAKER! - y lo baja violentamente al espacio que hay entre los dos. Surge como una especie de "campo de fuerza", pero no es como en las pelis, que protegía a los individuos, no. Observáis como los dos brillan, y de su cabeza sale un chorro de... ¡¿números?! Rodeados del mismo brillo, estos números van hacia el Fantasma... Se los está "comiendo".
Al observar a las dos víctimas, veis como cada vez les salen más arrugas, les crecen las uñas. El pelo se les empieza a poner canoso. ¡REALMENTE ROBABA TIEMPO! ¡LA LEYENDA URBANA ERA CIERTA! El Fantasma se empieza a reír como un maníaco, disfrutando de su "comida".
- ¡AJAJAJAJAJAJA! ¡MENUDO MANJAR ME ESTOY DANDO! - os mira al resto, con una cara de psicópata desquiciado y hambriento de tiempo.
- Y los siguientes... ¡Seréis vosotros! - y continúa con sus carcajadas. Realmente ibais a morir allí. En lo más profundo de vuestro ser lo sabíais. Shouta empieza a llorar, echado en el suelo. Se ha orinado encima de pánico - El correo del profesor nunca falla. Siempre lo mando cambiándole algunas detallitos. Jeje, gracias Instituto Inouden por proporcionarme toooodo el tiempo que necesito.
- ¡Eh! ¡No te metas con ellos, abusón! - de repente, una voz infantil habla por detrás del Fantasma. El rostro de este se deforma, en una expresión de profundo hastío. Y comienza a girarse, solo la "persona" que hay sobre el reloj.
- ¡¿Quién demon... ?!
- ¡LOP PUNCH! - el su cara de labios cosidos recibe un golpe de algo parecido a una... ¡¿OREJA DE CONEJO?! La inercia del golpe provoca varias cosas. Una, el asesino deja de "comerse" el tiempo de vuestros amigos, escupiéndolo del puñetazo recibido. Masao y Makoto rejuvenecen de golpe, pero se desmayan. Dos... Algo parecido a un conejo con orejas desproporcionadas, marrón claro con tres cuernos se posa delante vuestra, extendiendo sus orejas delante vuestra. Os estaba... ¿protegiendo?
- ¡No dejaré que te comas más tiempo, Clockmon! ¡Malo, que eres muy malo! - el nombrado Clockmon se recompone, en un breve tiempo tras recibir el golpe y mira con ira asesina a vuestro "salvador", gruñendo de rabia.
- ¡Maldito Lopmon entrometido! - pero inmediatamente recibe unos impactos de... ¡¿HIELO?! provenientes de aquel al que llamó Lopmon.
- ¡BLAZING ICE! - grita Lopmon, mientras escupe trozos de hielo por la boca, cogelando algunas partes del asesino, entre ellas la mano del martillo, una pierna mecanizada y la boca. Tras esto, gira la cabeza hacia vosotros ligeramente - ¡¿Estáis todos bien?! - lo más curioso que observáis es que este protector es físico.
Tras el primer impacto y que aquel ser reaccionara de esa manera, el miedo me volvió al cuerpo... Pero seguía sin creermelo. Los fantasmas no existían, y las leyendas urbanas eran solamente eso, leyendas... ¿Entonces por qué mi cuerpo temblaba? No lo sabía, igual era por el aura que simplemente transmitía aquel ser.
Pero cuando dijo lo de las novias hacia Kaito, por mucho miedo que tuviera, un tanto de odio surgió de mi parte hacia ese ser - ¿COMO QUE NOVIAS? - Se podría decir que me afectaba más de lo que parecía, pero realmente no quise darle muchas más vuelas al asunto. Retrocedí al ver como Makoto y Masao nos cubrían y más aún cuando vi como, casi como si se tratara de una película, un campo de fuerza los cubriera provocandoles lo que les estaba ocurriendo. En ese momento el miedo en mi interior se expandió
En mi interior, no quería tener tantas arrugas tan joven, y mis piernas empezaron a temblar. Más aún sabiendo que eramos los siguientes y mi mirada no dejaba de mirar a Makoto. Hasta que dijo lo del profesor, que me hizo cambiar mi mirada hacia el poco a poco y apretar mis puños mientras mi cuerpo se calmaba del temblor - ¿Que? ¿Que nos has engañado? ¿Has... usado el nombre del profesor Shimada... y te has aprovechado de nosotros... engañandonos? - Kaito, ya sabía que aquello no era buena señal... Si había algo que realmente hubiera que temer en mi, era que me mintieran y luego se rieran de ello, como estaba pasando en ese momento. - No te lo voy a perdonar - Dije muy seria mirándole decidida para empezar a avanzar a pegarle... Sino fuera porque un conejo de peluche salió de la nada a golpearle a el.
-¿Eh? - Me sorprendí en verdad... Casi resultó como si mis deseos de hacerle pagar por el engaño se hubieran extendido a aquella criaturita. - Ka...Kawaii - No pude evitar decir al verlo, pero como Makoto y Masao pronto se desmayaron, fui a por ellos, colocandome junto a Makoto para agarrarla - Makoto-chan. Kaito-kun, ayudame. - Dije casi suplicante a mi compañero de clase, ya que no podía con los dos. Y entonces me fijé en los pequeños - Vosotros dos, huid, llamad a algún profesor. - Era muy peligroso que se quedaran aquí después de lo visto, que fuera real o no, habría que ponerles a salvo.
Justo el conejito continuó atacando y preguntandonos por si estabamos bien - ¿Eh? - No sabía si realmente era en serio o se trataba de una pelicula, así que miré a Kaito antes de responder - Si... pero si consigues congelarlo más, dejame golpearlo, que se va a enterar ese imbecil de no engañar a nadie nunca más. - Declaré con el puño de nuevo preparado, antes de apartar un poco a Makoto del lugar.
El extraño ser rompe con facilidad el arma de Kaito y se empieza a acercar a nosotros. Masao y Makoto intentan protegernos... pero observo con horror como el monstruo crea una especia de campo de fuerza y al instante empiezan a envejecer delante de nosotros a una velocidad pasmosa. -¡Basta!-grito horrorizado. Estaba temblando de miedo... ¿íbamos a morir aquí?
De repente oigo una extraña voz que proviene de una especie de conejo marrón que golpea al holograma fantasma con sus largas orejas. Lo que fuera lo que les estaba haciendo a Masao y Makoto dejó de hacer efecto y por fortuna volvieron a su estado normal... aunque inconscientes.
Naomi nos dice que huyamos, pero estaba completamente paralizado por el miedo, mis piernas no reaccionaban. Y Shouta no parecía en mejores condiciones. El extraño conejo lanza hielo contra el ser llamado Clockmon y luego nos pregunta si estábamos bien. -Sí...gracias a ti... lo estamos...-logró responder asintiendo con la cabeza con algo de nerviosismo, las palabras me costaba decirlas por la tensión de la situación.
- ¡Ni en sueños!
Fue la respuesta ante lo de hacerse el héroe. O lo de las novias. O a saber... ¡Pero ni en sueños! La destrucción del Bo le hizo quedarse quieto, sin moverse, viendo cómo... iba en serio todo aquello. Quien quiera que les hubiese puesto en su lista negra, desde luego parecía que era personal.
Y luego... ¡¿Estaba envejeciendo a sus amigos?! Parpadeó, tembló. ¿Qué podría hacer?
Entonces apareció otra criatura para ayudarles... ¡Claro! ¡Lo digital contra lo digital! -ya habría tiempo para averiguar cómo lo digital tomaba el tiempo del mundo real- y entonces... miró a Nao-chan. No entendía bien qué pasaba, pero regresó un segundo para ver cómo los menores se habían ido a cumplir sus indicaciones. Por otro lado, aún estaban Makoto y Masao... que estaban... ¿Rejuveneciendo?
Como fuese, su sentido común decía que se peleasen entre los que podían -y él no era uno de ellos- así que corrió hacia Makoto para cargarla lejos de allí o, como poco, lejos de la pelea de hielo y segundos. No podía permitir que les pasase algo en su presencia. No obstante, Naomi estaba ya con ella.
- ¡Aléjala del campo de batalla!
Le ordenó, cargando él con Masao. Poner a la gente a salvo sería su prioridad.
Motivo: 1 Makoto 2 Masao
Tirada: 1d2
Resultado: 1 [1]
El Fantasma, al cual el conejo llamado "Lopmon" nombró "Clockmon", continúa recibiendo impactos de hielo. Pero cada vez son menos eficaces, descongelándosele la boca y lanzando un grito amenazador.
- ¡¡¡NO TE INTERPONGAS EN MI COMIDA!!! - es en ese momento que la mano del martillo se descongela y lanza un fuerte golpe a vuestro salvador, levantando una nube de humo. Pero logró esquivarlo por muy poco, teniendo heridas superficiales en su piel.
- Ay, como duele - dice Lopmon, pero sigue mirando con ira a Clockmon. No podía dejar que siguiese con sus fechorías. Así que se pone de pie con dificultad - ¡No te dejaré que te los comas! - es en ese momento en que Naomi siente un peso ligero en la muñeca izquierda.
Una extraña muñequera se había materializado. En el interior de la pantalla había una imagen que le resultaba familiar: era Lopmon, pero en estilo pixel art.
- ¡Naomi! - grita Lopmon. ¡¿Sabía el nombre de la chica?! ¡¿Cómo?! - ¡No os abandonaré, lo prometo! - inmediatamente, la chica siente como una sensación de unión entre ella y Lopmon. Como una especie de "link digital". Ambos eran complementarios. Ambos eran... - ¡No te defraudaré, compañera!
- ¡¿Qué?! ¡¿Un DigiVice?! - Clockmon está extrañado además de furioso, pero sonríe con ira - Bueno, bueno, parece que tienes algo por lo que luchar Lopmon. ¡Estos despreciables humanos! - el Fantasma termina de romper el hielo que le rodea - Muy bien. ¡Pues antes me comeré tus datos. ¡Y luego los de los humanos! ¡CHRONO BREAKER! - esta vez, el ataque va dirigido a Lopmon. No sabes cómo Naomi, pero sientes la imperante necesidad de ayudarle. Shouta grita, y se acaba desmayando.
Lopmon:
Ahora conoces todos los ataques de Lopmon en tu cabeza. Los que realiza con Terriermon no cuentan xD
Tal y como había dicho Kaito y mientras el peluchin trataba de pelear contra el reloj, yo trataba de arrastrar a Makoto lejos de allí, sin embargo no tenía tanta fuerza como él y mis intentos eran muy ridiculos aunque lograba sacarla del lugar.
Pero por desgracia, aunque estuvieramos más a salvo, el pequeño conejo no corría la misma suerte, de hecho el factor sorpresa le ayudó mucho al inicio, pero ahora no era así, ese gran reloj llamado Clockmon le estaba sobrepasando y casi alcanzando - ¡Peluchin! - Grité preocupada desde la distancia notando entonces algo raro en mi muñeca - ¿Eh? ¿Que es esto? - Pregunté mirandolo sin ningún tipo de sutilidad y mirando a Kaito dudé - ¿Una Smart Band? - Haciendo referencia a los moviles, aunque estaba lejos de ser aquello. - Anda, es Peluchin, pero en dibujin. - No sabía por qué no podía dejar de llamarlo así, y entonces fue que el me llamó por mi nombre - ¿Eh?
Lo miré atenta escuchando sus palabras y sintiendo algo en mi interior que sin saber como, me inundaba de determinación. Seria, me levanté del suelo dejando a Makoto con cuidado - Kaito, protegelos por mi - Y entonces corrí hacia Lopmon, tomando una distancia prudencial del reloj - Claro que tiene algo por lo que luchar, igual que nosotros - Le respondí por el conejin al reloj - Y eso es para que tus viles mentiras, no se cobren más victimas. SE ACABARON LOS ENGAÑOS - Dije determinada desde detrás de Lopmon y entonces me sorprendí al notar algo en mi mente, casi como un recuerdo o si algo me hablase directamente allí
-PETIT TWISTER - Nombré aquellas palabras señalando al reloj. Esperando que aquello parara su ataque
Lopmon comienza a girar sobre sí mismo, a toda velocidad, hasta formar un pequeño tornado, que se mueve hasta Clockmon. Al impactar, no parece tener mucho efecto, pero os fijáis en su cara: le estaba doliendo.
- ¡Agh, maldito... CONEJO! - grita furioso el Fantasma. Lopmon grita a su vez, hasta que las manecillas se le rompen al reloj. Es entonces cuando Clockmon mira al cielo, chillando de dolor. Pero, además, a ese chillido, acompañan una serie de números, rodeados de un aura dorada. Son todos los datos de tiempo que ha ido absorbiendo durante el tiempo que estuvo envejeciendo y matando a personas.
Cuando Lopmon deja de girar, Clockmon retrocede pesadamente, llevándose una mano mecánica a las manecillas. Os mira, jadeando.
- No... Es imposible. ¡¿Cómo un digimon ayuda a los humanos?!
- Porque soy el compañero de Naomi - sentencia Lopmon, con las manitas en la cintura y cara de justiciero - ¡Ahora márchate, Clockmon, antes de que nos enfademos más! ¡HUM! - dice el conejo, mirando a Clockmon con una sonrisa de orgullo.
Tras esta frase, Clockmon comienza a desvanecerse. Y sentís como que estáis de vuelta en el mundo real. Ya no hay código binario en los rebordes de los muebles, las ventanas. Además de que escucháis los pájaros fuera. Pero... ¡¡¡LOPMON TAMBIÉN ESTÁ!!! ¡¡¡Y ES FÍSICO!!! Se gira, con cara alegre, y se lanza a los brazos de Naomi.
- ¡Lo logramos, Naomi! - puedes sentir que, aunque pesa un poco, es muy ligero, como un peluche.
Vale, últimos post vuestros y terminamos el capítulo. Perdonad los posts tan repentinos, pero es que quería terminar la escena ^^
Ver cómo Naomi sacaba a su amiga del campo de batalla provocó un leve atisbo de sonrisa de orgullo en su rostro. Pero se desvaneció rápido debido al estado de los demás y al hecho de que un maldito reloj gigante estaba intentando reducirlos a sacos de huesos y pellejo. No era agradable, no.
Cuando escuchó a la idol preguntarle lo de la Smart Band parpadeó, si había prestado atención correctamente...
- DigiVice.
Comer datos... ¿IAs autogenerativas que devoran el código del learning? Trató de traducir en su mente. Sacudió la cabeza. ¡Que seguimos en peligro, maldito empollón! Se recriminó a si mismo. Asintió mecánicamente ante la orden de proteger a los demás pero... ¿no era más sensato tratar de salir de allí? Se puso entre sus compañeros -incluido los de primero- y el reloj asesino con la única idea en mente de apartarse del rayo y apartar a otros objetivos. Lo que venía siendo estar a la defensiva absolutamente.
Por fortuna el perronejo (lo llamaban conejo, pero se le antojaba más como un perro orejas largas) exterminó al reloj y se dio un festín; afirmó ser el compañero de la muchacha pese a que parecía que acaban de conocerse y no se desvaneció. ¿Sería algún tipo de promoción salida de las mentes perturbadas de márketing para una especie de Hologramas físicos 2, ahora más físcios que nunca? Estaba convencido de que habría gente matando a gente por conseguir uno de esos ¿Digimon le había parecido escuchar?
Muchas preguntas para investigar. Cero respuestas. Todos vivos. Podría considerarse una victoria.
- Bien hecho, Nao-san. Compañero de Nao-san.
Les felicitó a ambos, poniendo su mano sobre la cabeza fugazmente antes de regresar a los dos caídos y comprobar sus señales vitales. Mientras lo hacía miró a Momo y a su amigo.
- Si os sentís con fuerza id a la enfermería para que os revisen. Nosotros les llevaremos a ellos. Diremos que... se han desmayado por exceso de ejercicio. O algo.
No estaba muy seguro de lo que decía, ni siquiera de si tenía sentido común o no. Pero tenía que poner a los jóvenes a salvo. Y después a sus compañeros.
Observo sorprendido como el conejo llamado Lopmon luchaba contra el monstruo reloj. Un extraño reloj aparece en la muñeca de Naomi, y ella dice una frase que suena a un ataque, en ese momento Lopmon golpea varias veces a Clockmon con sus largas orejas hasta que el reloj se rompe y salen muchos números... ¿significa eso que todas sus víctimas volverán a la normalidad?
Clockmon acaba huyendo y espero que que no tengamos que volver a cruzarnos con él. Shouta se había desmayado, con todo lo que había pasado me había olvidado de él. Por lo demás parecía estar bien como los otros dos chicos mayores.
Para mi sorpresa, Lopmon seguía con nosotros y se introdujo como el compañero de Naomi. -Entonces...¿os conocíais de antes?-pregunto algo nervioso al conejo. La trataba con una familiaridad sorprendente. Me sorprende el hecho de que fuese físico y no un holograma. ¿Qué había pasado?
Asiento un poco ante la idea de Kaito, era mejor ir a la enfermería para comprobar que los demás estaban bien.
Por mucho que hubiera atendido ante lo que dijeran y que Kaito me repitiera el nombre, realmente yo tan solo pude inclinar la cabeza. No sabía lo que era un DigiVice, pero parecía que el si. A fin de cuentas si era el Kaito empollón de siempre, sabría muchas cosas, así que podría preguntarle luego ya que ahora lo importante era peluchin y el reloj.
Ante la afirmación de Lopmon de que eramos compañeros e imponerse tanto como un heroe como una cosita Kawaii, tan solo pude ilusionarme viendolo
Una vez lo echó el pequeño conejin, alcé un puño para también decirle - Y NO VUELVAS A ENGAÑAR A NADIE, O VOLVEREMOS A ZURRARTE LAS MANECILLAS - Que... literalmente es lo que ocurrió.
Todo empezó a volver a la normalidad o eso parecía hasta que finalmente Lopmon se me echó a los brazos haciendome ver la realidad del asunto... Todo fue real, habiamos peleado contra un fantasma, contra una leyenda urbana... ¿Como era posible? Había tantas preguntas en mi cabeza al no entender nada que practicamente me confundía a mi misma, pero cuando hablaron Kaito y Momohito, sonreí dejando de lado que pudieran importarme por ahora. Lo importante en ese momento, es que todos estabamos bien, salvo quizás... los otros tres.
-Solo he hecho lo que tenía que hacer. Además, no me gustan los mentirosos y engañadores como ese relojbobon - Dije un poco haciendo referencia a su nombre - Y además no hubiera sido lo mismo sin la ayuda de Peluchin - Dije alzandolo un poco y sonriendo a Lopmon.
Ante la pregunta de Momohito, solo negué - No, esta es la primera vez que veo a esta cosita tan Kawaii. Pero si es mi compañero, estaré encantada de cuidarte mucho - y entonces abracé fuerte a Lopmon entre mis brazos achuchandolo con ganas.
-Oh, cierto, Makoto-chan, Masao-kun y el pequeño Shouta necesitan ayuda. Vamos. Peluchin ¿Nos ayudas? - Le pregunté al conejo al cual ya había deciidido llamarle por ese apodo.
Lopmon sonríe ante los abrazos de Naomi. Pero ante la petición de ayuda, mira a los desmayados, con cara de duda.
- Bueno, puedo intentarlo.
Al final, lleváis a los desmayados a la enfermería. Les contáis la excusa que se inventó Kaito. Parece que ha colado. Aunque la enfermera se queda mirando a Lopmon, con cara de sospecha.
- ¿No eres un poco mayor para andar con juguetes? - le dice la empleada a Naomi. Pero luego la mira a ella - Bueno, supongo que te favorece - observais a Lopmon... ¡Se había quedado rígido, como si fuera un muñeco. Aunque Naomi nota que aún respira. ¿Mecanismo de defensa? Posiblemente - Bueno, dejadlos aquí - cuando osea estáis marchando os fijáis en un retrato de una pared de la enfermería: era el profesor Shimada. Había fallecido hacía unos días...
FIN