Partida Rol por web

Sales del restaurante malhumorado ante la idea de tener que devolver el dinero a quien sea que lo está exigiendo. Una vez en la calle, intentas serenarte y piensas qué hacer a continuación.

No hay tiempo que perder. Lo primero que tiene que hacer Alfonso es recoger su dinero y desaparecer, hacia donde sea. Sabe que es complicado huir de la Mafia pero... ¡a la mierda! Es mucho dinero. Busca un taxi rápidamente y se dirige al hostal donde se aloja.

Consigues un taxi sin problema y consigues llegar al hotel. Allí todo parece estar tal como lo dejaste.

Alfonso le pide al taxista que lo espere y sube corriendo hasta su habitación para coger sus pertenencias. Entre ellas, su preciada bolsa de dinero. Luego, baja y le pide al conductor que lo lleve hasta algún concesionario de vehículos de segunda mano:
- ¿Conoce alguno de confianza, hermano?

-¿De confianza?. Esos son todos una panda de ladrones. Pero mire, le dejaré la dirección del concesionario donde vendí mis dos últimos coches cuando los retiré.

Antes de arrancar, el tipo te apunta la dirección en un papel.

"Harvey, vehículos de ocasión".

Está hacia las afueras.

- Ok, hermano... - dice Alfonso mientras se recuesta en el asiento y trata de descansar un poco. Su mente se centra en preguntarse qué harán los demás. Si entregan el dinero los matarán, eso es seguro; al menos Alfonso Baranda intentará escapar. Mejor morir d pie que vivir de rodillas.

Interpreto que vas hasta el concesionario que te dijeron ¿no?.

El taxi te lleva hasta cerca del LAX (el aeropuerto de Los Ángeles) y luego de más de media hora de viaje, te deja cerca de un concesionario de coches como los que salen en las películas. Una reja de metal y tras ella, una explanada llena de coches de ocasión con letreritos que rezan "gran oferta" y mensajes semejantes para atraer al comprador y un precio escrito enmedio de un dibujo como de una explosión. Más allá puedes ver una pequeña oficina y una zona de garajes.

-Bien amigo, aquí es. Son 50 dólares por el paseo.

Alfonso paga al taxista y baja del carro apresando la mochila del dinero entre sus brazos, como temiendo que se lo arrebaten. Rápidamente se dirije a la oficina y llama a la puerta.

Cruzas la explanada que hay delante de las oficinas. Los coches no tienen mala pinta, aunque hay de todo. Al final está el austero edificio en forma de caja de zapatos que hace las veces de oficina. Ves que no tienes que llamar a la puerta ya que está abierta. Dentro, ves que las oficinas son en realidad un gran espacio abierto donde puedes ver algunos coches más, estos de primera mano y una serie de mesas donde varios empleados hacen trabajo administrativo. AL fondo, ves un par de despachos con la puerta cerrada.

Según entras, uno de los empleados vestido de traje y portando una corbata color malva y amarillo (colores de L.A. Lakers y del concesionario) se te acerca con una amable sonrisa.

-¿Qué desea?.

- Hola, amigo... Estaba buscando un coche. Uno potente, para quemar la carretera. Un 4x4 estaría bien... - dice Alfonso mintras echa un vistazo a todos los coches expuestos.

-Claro, amigo. Veamos...

El vendedor te enseña unos cuantos modelos que oscilan entre los 5000 que te pide por una furgoneta pick up dodge bastante quemada y los 45 dólares que cuesta un mercedes en bastante buen estado.

- Ese Mercedes está bastante bien... - dice Alfonso mientras roza el coche con los dedos y da una vuelta a su alrededor. - Me lo quedo.

Luego de hacer los trámites pertienentes, sales del concesionario satisfecho con tu flamante y seminuevo mercedes de color negro. ¿A donde te diriges?.

Alfonso monta en su flamante vehículo y arranca sin saber muy bien hacia donde dirigirse. Solo se le ocurre un lugar seguro: Mexico. Pero habrá muchas preguntas en la frontera, demasiadas. Intentar salir del país es una locura, pero debe permanecer en movimiento para evitar ser localizado.
Sin apenas opciones, Alfonso sale a la carretera y se dirige al norte. Si lo encuentran, lo encontrarán sin nada de pasta. Alfonso Baranda se dirige a Las Vegas.

Alfonso toma la freeway y se dirige hacia el desierto, en dirección a Las Vegas, dejando atrás sus preocupaciones y esperando que estas no lo alcancen allí donde va.