10:00 a.m.
Veis una nuve de polvo a lo lejos, por la carretera, que evidencia que varios vehículos se están acercando. No tardais en ver dos furgonetas negras y una berlina también negra acercándose a la entrada del pueblo, por donde vinisteis.
Stephen le da un codazo a Michael, para que se percate si aún no lo ha hecho.
Susurrante, gesticula poco al hablar, como si no quisiera que le leyeran los labios - Psst... empieza la fiesta, amigos.
Brian levanta lentamente la vista hacia los vehículos que se acercan. Por unos segundos los sigue con una mirada dura y, después, apaga la radio. Patti Page no tiene tiempo de cantar como le robaron el corazón.
[radio]My friend stole my sweetheart...[/B] [click]
-...from me. - el ex-chofer termina la estrofa sin ningún tipo de entonación.
Adelantándose a los acontecimientos, abre el maletero y saca la bolsa del dinero, dejándola sobre el capó del coche. Una vez hecho esto, se limita a esperar de pie y con los brazos cruzados.
-Mierda de vida.-masculla malhumorado.
Michael estaba absorto en la lectura cuando recibe el codazo de Stephen, este se levanta nerviosamente Bien llegaron...si tienen algun Dios, seria bueno que se encomendaran a el... pues no sabemos que resultado tendremos de esto...
Me interesa saber si estais a la vista, si os escondeis o como y donde os disponeis. No creo que haga falta un mapa, salvo que me lo pidais. Simplemente, es para saber cual es vuestra actitud. Ateniéndoos a la descripción general que os he dado del pueblo, podeis tomaros libertad para describir el sitio donde está cada uno.
Michael mantiene el lugar que tenia antes, al lado del auto tratando de mantener la calma
Brian también se queda junto al coche, a la vista.
Idem, junto al coche. Por cierto, llevo desde ayer peleándome con los de Jazztel. La línea va fatal y se reinicia cada 10 min. Si no contesto con rapidez, penejotearme para no demorar esta parte tan interesante.
Gracias y disculpad, chicos.
Regina se mantiene junto a sus compañeros, al lado del coche, notablemente nerviosa.
El pequeño convoy de vehículos entran en el pueblo. Dos de las furgonetas cortan la calle principal y el tercer coche aparca al lado de un edificio cercano. Es evidente que os han visto, porque veis que de una de las furgonetas bajan dos tipos vestidos de traje negro y con subfusiles ingram. Comienzan a caminar hacia vosotros.
El coche que está más cercano a las dos furgonetas es el de ellos. El que está más alejado es el vuestro.
Ya estan aqui dice Michael en voz alta recordando las palabras de una famosa pelicula de terror, mira a Stephen Bien, creo que eres tu el que debe hablar...la diplomacia no es lo mio
Brian contempla muy serio como se les acercan los dos tipos armados. Si siente miedo, no les da la satisfacción de mostrarlo.
Espero que el tipo del naipe se haya partido el cráneo contra el salpicadero de su coche. Tres serían multitud, y esto no debería acabar como lo del aparcamiento. No debería...
¿Yo? - Stephen está muy nervioso, pero eso sale de sus planes. Pero bueno, lo que tenga que pasar pasará, y al menos intentará usar su labia.
Quedándose donde está levanta las manos, haciendo ver que va indefenso y en son de paz. Mientras se acerca ensaya la mejor de sus sonrisas, exprimiéndose los sesos por qué decir (y lo más importante, cómo) para que cuando estén frente a ellos nada haga explotar la bomba de reolojería en que se ha convertido el asunto.
Los dos tipos se acercan. Algunos reconoceis a uno de ellos, aunque os había despistado por el traje negro y la corbata.
-Llegais antes de tiempo. A mi jefe no le gustan las sorpresas.
Estábamos aquí esperando con paciencia. No queríamos tampoco haceros esperar - Stephen intenta ser amable, a la vez que aparentar tranquilidad. Hay que hacer como si de una compra en el supermercado se tratara... aunque no sea eso precisamente.
-De acuerdo. Cachéalos.-dice a su compañero-.
El tipo que va con este hombre, bastante más corpulento, guarda su subfusil en la sobaquera y se dispone a cachearos.
¿Os dejais cachear?. ¿Haceis algo en especial?
Brian levanta las manos con resignación y separa ligeramente las piernas. Tras un par de respiraciones profundas, los subfusiles le resultan algo menos amenazadores.
Por su parte, Stephen hace lo mismo que Brian, sólo que él empieza a sudar la gota gorda. Ya se sabe que perro ladrador...
Michael levanta las manos y separa un poco las piernas Revisa... pero con tranquilidad... y veras que no hay nada escondido
uff..ayer mientras escribia el post se corto la luz en el vecindario.. pido las disculpas por la demora
Regina se siente notablemente incómoda ante la idea de que un matón de medio pelo la toquetee para registrarla, pero está demasiado asustada como para resistirse o decir nada.