Cuando el tipo acaba de registraros, dice algo para su camisa y oís el buzzz, buzzz del pinganillo que lleva en la oreja.
El coche se abre y veis bajar a un tipo de unos cincuenta años, bajito y con evidente aspecto de italiano. Viste un taje Armand Basi de corte ejecutivo, que le queda como un tiro y lleva en la mano izquierda un revólver.
Del mismo coche salen otros dos tipos armados con escopetas flanqueándolo.
La comitiva se acerca. Cuando ya está a unos 30 metros de vosotros el tipo os mira con un gesto bastante serio y os habla.
-Bueno chicos, me habéis causado muchos problemas, y eso no puedo permitirlo. Mira, no me caéis mal; veo que os habeis comportado con respeto, habeis intentado enmendar vuestro error y que le habeis echado huevos viniendo hasta aquí y por eso voy a ser magnánimo: dadme la pasta y por mi está todo olvidado, ¿de acuerdo?. Os vais de la ciudad a joder a algún otro por ahí y punto.
Reconoceis la voz del tipo con el que hablasteis por teléfono.
Sí, sí, sin problemas - Con las manos en alto, el joven ejecutivo le dedica una mueca que intenta parecerse a una sonrisa, sin conseguirlo demasiado. Mira de reojo a sus compañeros, un paso justo por detrás de él, que al haber sido el que hablaba se adelantó un poco (tsk!)
Chicos, dadle la pasta a este señor
Michael mantiene las manos levantadas Bien.. que le pasen a los caballeros lo que ellos vinieron a buscar... comienza a mirar nerviosamente a sus compañeros para que alguno le pase el dinero
Brian, con movimientos lentos, coge la bolsa que estaba sobre el capó del coche y se la da al mafioso.
-Hay algo más de un millón. - dice escueto - Por las molestias.
A su cabeza viene el chico mejicano, y se pregunta por la suerte que habrá corrido. Después de lo que le dijo por teléfono al dueño del dinero, le extraña ver a éste tan calmado.
Solo espero que no le cazaran como al policía.
El más bajo de los dos tipos que vinieron al principio se acerca a por la bolsa, la abre y revisa algunos fajos, tras lo cual asiente con la cabeza al que parece su jefe.
Este hace una pequeña mueca que podría asemejarse a una sonrisa.
-Bien, pues aquí ya hemos acabado. ¿Veis como era fácil?. Ahora hala, a joder a otro lado ¿ok?. Mis hombres os enseñarán el camino.
A un gesto de él, el otro tipo, el grandote, se acerca hasta una de las furgonetas y saca dos depósitos de unos 15 litros.
-Esto es para el viaje. No quiero que os tengais que parar ni en una gasolinera a repostar.
Bien... grac..ias Michael mira nervioso los dos bidones, esto no me huele bien.pero...no creo que sea bueno decir eso en este momento , mira a los demas esperando subir al auto
Brian recoge los dos recipientes y, mientras los mete en el maletero del todoterreno, verifica con disimulo si hay algún tipo de dispositivo adosado bajo ellos.
Este hijo de perra no es de los que perdonan. ¿A qué viene lo de la gasolina si no es para hacernos saltar por los aires? Tiene que haber un receptor... O quizá algún mecanismo que se active al quitar el tapón... En cualquier caso, no seré yo quien reposte con su jodido combustible.
¿Son opacos del todo?
¿Sertom ha vuelto a desaparecer? Sí, ya me respondo a mi mismo, que hace 21 días que no entra.
Stephen mira todo a su alrededor, girando la cabeza de un lado a otro y con una sonrisa estática. No acaba de creerse lo que está ocurriendo. Pero no dice nada; más vale callar...
Los bidones son de pvc y ligeramente traslúcidos. Puedes ver el nivel del fuel. Están casi llenos y no se observa ningún tipo de dispositivo ni nada por el estilo; tampoco bajo ellos.
Con una simple mirada seria parece despedirse de Punchelo.
-Conduciré yo, debe de estar cansado. - le dice a Keith antes de dirigirse a la parte delantera y ponerse al volante.
Mientras espera a que todos suban, Brian aprovecha para acomodarse el asiento y los espejos. El ex-chofer aprovecha la maniobra para verificar que los tipos armados no estén preparando alguna jugada.
Carraspeando, gira la llave en el contacto y pone en marcha el potente motor.
¿Deberíamos contarle que nos topamos con el tipo del naipe? No, si sabe que nos han seguido podría ponerse nervioso.
Si.... bien... vamos dice nerviosamente Michael mientras se sube al vehiculo esperando que todos esten arriba bien... como dice el dicho... pies en polvorosa....
Es hora de ponerse de nuevo en marcha. Ante los comentarios de los demás sólo emite un suspiro silencioso. Su cara está algo gris, mezcla de la tensión y de, sobretodo, el hecho de haber perdido un dinero que tanta falta le hacía.
Sentándose atrás, el tipo que hace unos minutos se mantenía seguro y firme, ahora se desinfla sobre la loneta del asiento.
Cuando os dirigís hacia el coche, un disparo suena desde lo lejos. Veis como uno de los guardaespaldas de Punchello cae al suelo.
Tiradas de perspicacia + alerta, por favor.
El del naipe...
4-1 + 1 = +4
Maldicion... que es lo que sucede. piensa Michael mientras ve de donde vino el disparo
3-5=-2+2=0.. menuda tirada
Como si tuviera todo el tiempo del mundo para hacerlo, Stephen hunde el pecho y los hombros en un exhalo, mientras agacha la cabeza hasta las manos, apoyándola.
No... ahora más no...
5-3 = 2+2= 4
Intentais seguir el disparo para ver de donde ha salido y conseguís ver que a unos 50 metros, hay un tipo escondido sobre uno de los tejados.
La gente de Punchello se echa al suelo. El hombre que fué alcanzado yace sobre el suelo sangrando abundantemente. Parece que está en estado de shock.
Bien, ahí teneis vuestro tablero. Os toca mover. ¿Qué haceis?.
Michael entra al auto mientras le grita a Howard Maldicion.. enciende el auto...y vayamonos de este lugar lo mas rapidamente que podamos
El que ha caido ¿es el que estaba examinando la bolsa de dinero? ¿Está la bolsa en el suelo?