Partida Rol por web

Miro, algo cansada, como el pedestal se hunde.

-Uaaa-bostezo-Esta mision es muy aburrida, no hay mucho que hacer y ya estoy bostezando del sueño que me produce. Elena ¿Que hacemos con esa cosa? Porque no tiene pinta de ser el caliz que vinimos a buscar...-mis parpados estan muy pesados, me cuesta mantenerlos abiertos

¿Qué es esto?... Me siento... Muy bien... Tranquila... Calmada...

Esto no es normal... Solo me siento así con un baño de burbujas, y como no veo burbujas...

Con la espada corta que tengo en mi mano, la agarro con fuerza y me la clavo unos centímetros en el antebrazo.

- ¡Despierta! - Digo más para mí que para mis compañeros, mientras la sangre comienza a brotar de la herida. - No es momento de relajarse...

Con decisión extraigo la espada, comprobando como la herida se empieza a curar por segundos.

- No sé que es esto pero no podemos retrasarnos... Creo que el objeto es importante... Deberíamos llevarlo a la Orden cuando termine la misión... Aunque antes de eso, tenemos que subir para conseguir el Cáliz. ¿Sí?

Tras esto recuerdo el extraño grito que hemos escuchado antes y mantengo la espada sujeta al mismo tiempo que la herida ya está practicamente cerrada. 

las otras dos chicas parecían sobrellevar la situación sin problemas. En cuanto a mí...

-...ZzzZzz...- Yaciendo en el suelo, respirando tranquilamente, un poco de baba se me escapa por la comisura de la boca. _-...nyaa...- Me doy vuelta para quedar de lado. _{-...los hongos... ez mehor..hacerlos salteadossz...}
 

Mientras Elena examina, el hastiado hombre se apoya en el marco de la puerta, esperando. La ya de por sí escasa tensión que sentía se estaba disipando por momentos y, antes de darse cuenta, sus parpados se cerraron solos manteniéndose aún en la misma la posición. Segundos después, la exclamación de su compañera lo devolvió al mundo, justo a tiempo para comprobar que la travesía continúa.

Eh… sí, venga, vámonos. –dice con un tono notablemente más apagado de lo habitual, tratando de dar a ver que había estado atento en todo momento.

Dicho esto, se da la vuelta y sale de la habitación.

Salis todos de la habitación tras no haber hallado nada salvo la estatua y el objeto, dejando atras la sensación de paz y relajación y volveis al cuerpo central de la torre (Sala 4), mientras decidiis que hacer observais el mapa dandoos cuenta de que  pese que habeis ido de un lugar a otro solo habeis explorado la parte oeste del mapa siendo una región inexplorada toda la zona este del mapa...

- Nos falta explorar parte de esta planta... - Digo mirando a mis compañeros. - Aunque creo que deberíamos subir... Nuestro objetivo está claro... Aunque... Por otro lado... Puede que aquí encontremos algo que nos pueda ayudar...

Miro a mis compañeros esperando su opinión... No soy la más indicada para dar ordenes... Así que espero algo de mando de alguno de ellos...

-Entonces... fuaah...- Me froto los ojos y doy un bostezo, me hace sentir un poco mareada el haber sido despertada de golpe. -Entonces supongo que habría que ir, no? Tal vez el trasto este que encontramos tenga alguna otra parte adicional que nos esté faltando para que funcione. Puede que sea la lalve para pasar al siguiente piso...
-Pero no encuentro la forma de relacionarlo con la estatua.

Parpadeo lentamente varias veces, todavía siento algo de sopor. _{-Yun-chaaan... cárgamee...-} Le pido a mi hermana haciendo morritos. No siento muchas ganas de caminar.

-Ya, ya...-le digo a mi hermana mientras la cargo a mi espalda. Sin embargo, apenas se ha subido, la dejo caer al suelo-Bueno, supongo que ya estas despierta, jiji

Despues miro a Elena. Si el jefe nos dijo que estaba en lo alto de la torre, lo logico seria subir, pero Yumina puede tener razon y podria hacer falta una llave para abrir la sala donde se encuentra el objetivo. Me cruzo de brazos y giro la cabeza, pensando. Al poco, meto la mano en un bolsillo y saco una moneda

-A mi, sinceramente, ambas ideas de parecen buenas, asi que yo dejo mi opinion al destino-lanzo la moneda- Parece que toca subir primero-sonrio, tal vez encontremos algun enemigo contra el que luchar...

Vais por el camimo más directo (es decir, por arriba) en dirección a la sala enumerada en vuestro mapa con la número 14...

Os hayais en una sala similar a la número 4, esta tiene un tamaño  un poco más pequeño, en el centro de esta se haya una  construcción magnifica, un enorme portal hecho de Oro y adornado con 5 cabezas de dragones roja, verde, azul, blanca y negra  parece custodiar su entrada, toda la construcción despide un potente halo sobrenatural y no podeis ver que hay al otro lado ya que está cubierto por un halo neblinoso.

Al observar la sala un poco mejor, veis que hay dos caminos , uno situado al norte y otro a un lateral de la sala; tambien veis que justo enfrente del portar ( en la parte sur) hay un monolito con un grabado.

He aqui el Umbral del Poder,

Aquellos que deseen entrar en las profundidades

deberan ofrecer 5 almas para aplacar a sus guardianes

y recitar el salmo sagrado,

de lo contrario seran exterminados...

¿5 almas? ¿5 sacrificios? 

- Por el momento creo que deberíamos dejar esto atrás... Subamos hacia arriba... - Digo mientras saco el mapa y le echo un vistazo. - La sala 15 no parece tener salida, si os parece vamos a ver si encontramos algo ahí y, sino, seguimos adelante... ¿Os parece?

Con esa decisión, el cuarteto de servidores de la Emperatriz se dedican a explorar lo que queda de la torre, comenzando por la sala más próxima, la número 15,  al acercarse a ella observan varias figuras extrañas que se mueven caóticamente  por la sala, así pues preparan sus armas  e irrumpen en esta.

Su sorpresa es mayúscula cuando ven que dichas figuras son nada más ni nada menos que unos  terribles monstruos no muertos sacados de sus peores pesadillas , horrorizados luchasteis contra ellos hasta acabar con cada uno de ellos y tras un examen concienzudo por parte de Elena los identificó como Zombies y Degolladores , la cosa más destacable  fue que un mural lleno de inscripciones se materializó en medio de la sala, tras una costosa traducción Elena consiguió descifrar lo que parecía ser el cántico sagrado que abriría el Umbral, así que tras un pequeño debate se dirigieron a las salas restantes, en una de ellas habia un altar en el que explicaba como "cargar " el artefacto que encontraron, debian avanzar en las siguientes salas y luchar contra varios enemigos, con la muerte de ellos las energia que se liberaba serviria para cargar el artefacto.

Los combates no fueron moco de pavo, fueron 3 combates seguidos muy arduos y mortales, entre los cinco enemigos habían un Caballero del Vacio, un Necrogolem,un Shinigami, una Banshe y una Valkyria, todos ellos terribles enemigos capaces de acabar con el vida de un solo golpe.

 Por suerte, el grupo supo sincronizarse bien y acabar con todos los enemigos hasta caer desfallecidos, pero su objetivo estaba conseguido, el artefacto estaba cargado y por tanto el camino a la torre estaba abierto, así que antes de ponerse a la aventura decidieron dormir, ya que las fuerzas enemigas todavía no habían llegado.

Asi pues, a primera  hora de la mañana  los cuatro se reunieron ante el Umbral del Poder, tras darle el visto bueno a Elena, esta se acerca el Umbral y saca el pequeño artefacto mientras comienza a recitar las frases del  cantico sin vacilar ni una sola vez, el artefacto comienza a vibrar y elevarse lentamente mientras un Aura de enorme poder  comienza a envolverlo .

—Dragón Negro —entonó con tono acariciador—, desde la oscuridad a las tinieblas, mi voz resuena en el vacío.

En ese momento una de las almas sale  del artefacto y penetra en la cabeza del Dragón negro, esta comienza a brillar  y comienza a moverse como sí estuviera viva.

—Dragón Blanco, de este mundo al otro, mi voz exulta de vida.

Lentamente el portal comienza a brillar con un brillo cegador a medida que el ritual de apartura avanza.

—Dragón Rojo, a ti apelo desde la oscuridad a las tinieblas. Bajo mis pies el suelo es firme.

El portal aumenta de intensidad hasta el punto que no podeis permanecer mirandolo fijamente, a vuestros pies el suelo comienza a temblar debido a la enorme presión mágica que rodea hay hasta el momento, Elena tiene que apretar los dientes debido a toda la presión que nota en su cuerpo, pero sabe que ha llegado a un punto de "no retorno", sabe que una palabra mal dicha , un tartamudeo o cualquier cosa hará que la energia se disperse en una enorme explosión que seguramente acabaria con lo que hay a Kilometros a la redonda...

—Dragón Azul, detén en su curso la Historia.

Un poderoso vendaval sale del interior del Umbral arrojándoos a todos  por los aires a excepción de Elena que  apenas puede mover la boca, siente que todo su cuerpo va a estallar, pero debe acabar, ya queda menos...

—Dragón Verde.... ya que el destino postra bajo su yugo hasta los mismos dioses, lloremos....¡¡¡lamentémonos todos juntos.!!!

Con este último grito la última alma entra en la cabeza del Dragón Verde y Elena se desploma en el suelo algo aturdida, enormes grietas aparecen en las paredes y varios cascotes se desprenden del techo mientras las cinco cabezas lanzan bramidos de triunfo....

....y todo acaba...

La sala está toda en ruinas pero el resultado es claramente visible, podéis ver que se ha abierto una brecha en el portal, levantándoos todos algo mareados  comprobáis sí Elena está bien, por suerte está un poco entumecida por el enorme hechizo que ha tenido que lanzar, así que cruzáis el Umbral accediendo a las entrañas de la Torre,

Apareceis en una sala redonda y completamente lisa y muy alta, está bastante oscuro, aunque no lo suficiente para que no veais nada en las paredes hay "antorchas", o eso parecen, ya que no hay llama ni nada, solo una esfera de luz que alumbra muy poco, enfrente vuestro, en medio de un abismo y conectado solamente por un estrecho puente, lo veis... vuestro objetivo, se trata de un caliz de piedra tallado, no parece que tenga nada en especial, aunque ya no sabeis que decir ya que habeis visto muchas cosas... avanzais  hasta vuestro objetivo

Un enorme rugido os interrumpe mientras veis una enorme figura descender , esta se pone en medio del  camino impidiéndoos avanzar más, la enorme figura os mira con sus ojos huecos mientras que en su mano parece una enorme guadaña

La torre había demostrado tener sus defensas... Sus pruebas y sus acertijos... Sin embargo, gracias al trabajo de todos nosotros, pudimos salvar los diferentes obstáculos hasta que nuestros pasos nos han traído aquí...

Ahí está... El Grial... Pero era demasiado fácil para ser cierto...

Antes de poder hacernos con él, una extraña criatura aparece ante nosotros... De un movimiento rápido hago aparecer mi espada corta, la cual brilla ligeramente rebosando magia.

- Bryan... Confío en ti... - Digo mirando a mi compañero mientras me pongo en posición. - Hermanas... - Digo mirando a las gemelas. - Intentar no exponeros mucho... Cuando terminemos aquí, aún tenemos que volver a casa... ¿Sabéis qué es?

Tras esto, intentaré aprovechar mi velocidad para asestar el primer golpe y así mantenerle ocupado conmigo.

Durante el último día recorrieron un camino largo y tedioso para Bryan, un día en el que se dedicaron a llevar a cabo los preparativos de un ritual que personalmente él no entendía muy bien ni le interesaba en lo más mínimo, pero con saber que su trabajo se limitaba a patear los deformes traseros de los horrores con los que se han topado para poder embutir sus esencias en el artefacto que les permitiría avanzar era más que suficiente para ponerse en marcha sin preocuparse por los detalles.

Pasaron la noche frente a la puerta, tomando un merecido descanso para así afrontar el día con las pilas cargadas. A la mañana siguiente, el éxito tras la entonación de los ensalmos propició el presentimiento de que no podía quedar demasiado para concluir con la misión. Pronto volvería a estar en casa, con otro logro que lucir sobre su trayectoria en la Orden y una buena tajada de la asignación para fundirse en todo el alcohol que pueda beber y en mujeres de verdad a las que “bendecir” con su cuerpo.

La extraña sala en la que se han manifestado contrasta con la luminosa estructura del resto de salas por las que han pasado desde que entraron en la torre, pero qué importa eso ahora, frente a ellos se encuentra ese pedrusco de mal gusto que han venido a recoger, al alcance de sus manos… o así era, hasta que el estruendo de un rugido hizo que desviaran su mirada hacia el techo del que cayó en picado un ser cuya expresión parecía indicar no estar de acuerdo con eso último.

Pese a todo Bryan, a medio camino entre el exceso de autoconfianza y lo “bonito” de ignorar las capacidades del ser que tiene frente a él, asiente tras las palabras de Elena sin dar más respuesta y da un paso al frente con los brazos abiertos para darle la bienvenida a la criatura, pese a ser ellos los que han accedido a sus dominios.

¡Bienvenido pequeñín! –exclama con una sonrisa desquiciada en los labios, mientras su gabardina abierta ondula a su espalda debido al aire levantado por el aterrizaje del ser.- te echamos de menos en la fiesta de ayer, todavía me estoy quitando trozos de tus amigos de las botas… Pero hoy no tenemos tiempo que perder contigo, así que… -comienza a caminar hacia la criatura, balanceando su cuerpo con ambos brazos caídos para marcar su propio ritmo.- aparta.

Bryan clava el pie en el suelo frente a él como apoyo y gira el torso para preparar un gran golpe con su puño derecho que cargará con todo el peso de su cuerpo. En el último instante antes de propinar ese golpe al vacío, ejecuta la técnica que constituye mejor que ninguna otra su marca personal a la hora de iniciar la batalla, desapareciendo de su posición en un flash para reaparecer instantáneamente a espaldas del monstruo, con ambos puños listos para crujir huesos.

-E-espero que pase bastante tiempo antes de que tenga que ver otro bicho de esos...- Es lo que comento mientras avanzamos hasta el final.

Al ver lo que nos espera ahí caido de rodillas al suelo, temblando. No sé para qué hablo. -_{Y-y-yun-chan... qué es e-eso...?}- Me aferro con fuerza a la ropa de mi hermana, con los ojos llorosos y temblando.

Pero no, debo demostrar algo de valor aquí. Estamos a punto de lograr el objetivo, debo demostar quién soy. -Yun-chan tengo miedo!- Pero no puedo, realmente. El rugido del monstruo me sobresalta e instintivamente hace que mi poder se manifieste sobre él, como por acto reflejo. Pero puedo sentir que hará falta algo mejor que eso.

Intento reunir valor con todas mis fuerzas, pero mis piernas no paran de temblar.

Tras el largo viaje, por fin nos encontramos antes el "malo" final. Sin embargo, ver a mi hermana llorar me enfada, la unica que puede fastidiarla soy yo

-Teleport...-murmullo, y, en menos de un parpadeo, aparezco detras del monstruo-Kanshou, Bakuya-grito y un par de espadas se materializan en mis manos-Muereeee-golpeo con fuerza con ambas espadas

----Necios Mortales- ois que dice la criatura- Por orden de mi Amo Erebus protegeré el Grial de gente como ustedes... ¡¡¡acabaré convosotros y os convertireis en guardianes tambien!!!

La primera en reaccionar es Yumiko que en un parpadeo se mueve tras el enemigo, este se gira hacia ella  pero no le da tiempo y recibe los terribles ataques de pleno, las espadas siegan de forma limpia una de las alas destrozandolas  haciendo que el enorme mosntruo suelte un bramido de dolor y dejando la otra ala bastante tocada; el siguiente en atacar es Elena que se lanza contra este , la espada impacta contra los duros huesos cubiertos de runas sin hacerle el más mínimo daño.

Yumina se concentra y desata una maraña de poderes Psiquicos lanzados contra el guardian, las matrices Psiquicas en forma de potentes cuchillas impactan sobre el pero al parecer la dura piel de monstruo lo resistes sin problemas; Bryan arremete contra él, el primer golpe  logra reventar diversas vértrebas y con una combinación de certeros golpes logra estamparlo contra el suelo provocando una enorme nube de humo y se hace el silencio....

---Uuuuf...parece que me he hecho viejo....- escuchais la voz mientras escuchais pasos lentos y una figura aparece entre la nube- Tantos milenios esperando a unos rivales dignos y resulta que cuando vienen no voy al 100 %... no importa....

Escuchais un golpe y la nube se dispersa y podeis ver a vuestro enemigo bastante dañado...pero veis algo más, a su espalda han aparecido tres más como él en perfecto estado y sobre y al fondo del todo, sobre el Caliz hay un nuevo monstruo (no me da tiempo a subirlo así que cuando vuelva de entrenar lo hago por el off) sobrevolando 

---No os importará que haya invitado a unos amigos....Bueno ¿seguimos?

El otro amiguito :)

Tras propinar el aluvión de golpes en la espalda del ser, con un impecable juego de pies vuelve a la posición frontal en apenas unos pocos pasos. Justo a tiempo para escuchar y corresponder a los lastimeros argumentos que articula la criatura dentro de la nube de humo.

No te tortures, viejo. –dice manteniendo su chulesca expresión, mientras se sopla los nudillos para apartar los restos de huesos astillados, que pese a haberlos impregnado, ni un solo trozo había logrado atravesar su curtida piel.- Con tus capacidades intactas seguirías mordiendo el polvo.

Una vez se dispersa la nube, dejando ver a los nuevos invitados, su expresión pasa de la soberbia a la sorpresa, y seguidamente termina con las más sádica y desafiante de las muecas. Dejando a un lado el hecho de que Bryan es un inconsciente adicto a la adrenalina de la batalla, con su primera agresión había podido comprobar que tanto su velocidad como la de sus compañeras son muy superiores a la de esas criaturas. En su mente no cabe el ser derrotado por un enemigo más lento que él, y el incremento de su número solo se traduce en más golpes que repartir.

Tus vasallos sodomitas son bienvenidos, cuantos más mejor. Aunque el murciélago retraído de allí atrás… se perderá el primer baile.

Bryan avanza en un estallido que levanta una pequeña nube de polvo tras él, similar al que dejaría una bala al momento de ser disparada, y en un instante se detiene en medio de las cuatro criaturas. Al momento de detenerse, toma una profunda bocanada de aire mientras sus brazos describen un movimiento fluido y circular entorno a él, que contrasta con los burdos puñetazos que le propinó a la primera criatura momentos antes. Cuando inhalación termina, exhala de golpe mientras invierte la dirección del movimiento de sus brazos, esta vez violentamente, liberando con ellos una ola de energía de un fuerte tono rojizo que impacta en sus cuatro contendientes. Una vez el destello se apaga, el resto ve que el artista marcial, lejos de terminar ahí su asalto o dar un paso atrás, se ha abalanzado sobre el más cercano de los recién llegados dispuesto a proseguir con el castigo.