Nadir no puedo hacer frente a sus miedos y soltó su lanza, la punta metálica repicó contra el suelo y produjo un eco en el interior de la montaña que se oyó bastante fuerte, la duda era de si con el estruendo de los tambores, un sonido como ése podría escucharse.
Pero por si eso fuese poco, el aguerrido caballero catalán soltó un gritito de miedo o quizás fuese un hipido que os recordó al que sueltan algunas mujeres, normalmente aldeanas de cierta edad, cuando se asustan.
Raimundo miró a los dos con muy mala cara, mientras que Marcial les miró comprensivo y Alonso bastante tenía con aguantar como un jabato aquella extraña sensación.
Pese a todo, caminásteis como pudísteis, el sendero caracoleaba hacia abajo y entonces el enlosado desapareció para dar paso a un suelo de roca resbaladizo. Al seguir descendiendo, llegó un momento en el que el techó desapareció y salísteis a una caverna. Al mirar a vuestra izquierda, vísteis que el sendero conducía a un resplandor dorado que se pareció al oro, de ahí venían los tambores y los cánticos. Ahora os acercásteis unas varas más, cuando escuchásteis un silbido y un gorjeo.
- grhhnh ghrrrrr huuu -el alquimista intentaba tomar aire, tenía una flecha con el plumon dorado asomando, atravesándole la garganta de lado a lado. Tosió y manchó a Marcial de sangre.
Instintivamente se tiró al suelo panza arriba al darse cuenta de que había un arquero aseteando al grupo que acababa de salir al descubierto.
- ¡ AL SUELO NOS DISPARAN ! ¡CUIDADO!
Ni siquiera sentí el "aleteo" de la flecha silbante recorriendo el espacio hasta el cuello de Raimundo. Cuando quise mirarle por sus gruñidos, tenía la flecha salíendole por encima del hombro, toda ella de su cuello. Sin embargo, y aunque ayudarle quisiera, no hubiera podido, puesto que los gritos de Marcial me alertaron del todo. No hice sino agacharme en lo que pude, más casi inútil que efectivamente, pues la situación era harto rápida. Alguien se había percatado de nuestra presencia, tal vez por los hálitos y sopresas formuladas o por el retumbar de mi lanza contra las losas...
Tras agacharme en el suelo, miré hacia delante, con la barbilla aún tocando el suelo, dispuesto a vislumbrar alguna esquina rocosa donde guarecernos, pues otro asalto como ése y el "siguiente Raimundo" sería alguno de nosotros...
¡Hay que ponerse a cubierto, Marcial! -murmuré-.
Tirada oculta
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 47 (Fracaso)
Una duda: cuando se me cayó la lanza, ¿la pude luego recoger, verdad?
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 84 (Fracaso)
Poniendo sumo cuidado en dónde ponía el pie, ya que el camino dorado había dado paso a un suelo rocoso bastante resbaladizo, y con el corazón latiendo de terror con cada golpe de los tambores y los cánticos, acabamos llegando a una gruta de la cual volvía a partir el camino. Pero apenas dimos un par de pasos cuando, dando un salto atemorizado, aparteme del cuerpo que caía de Raimundo. De su cuello, atravesado por una flecha dorada, no dejaba de manar la sangre, quedando los bajos de mi capa tintos en carmesí.
Apenas Marcial gritó, yo ya tenía el cuerpo pegado al suelo intentando averigüar de dónde procedía aquel inesperado ataque, mirando a diestra y siniestra por si descubría al causante de la muerte de Raimundo. Aunque seguro que eran más de uno... Pero el miedo a terminar igual que el pobre Raimundo hizo que apenas dedicara tiempo a mirar, y casi una vez levantada la cabeza volvila a apoyar contra el suelo.
No sé qué narices me está pasando hoy, pero he perdido el post y he tenido que volver a escribirlo, cuando lo escribo no me deja enviarlo, y ahora me sale la tirada por un lado sin texto pero no me deja editar.
Escribo el texto en otro post.
Por cierto... pensé que el anterior pj ya estaba cerrado.
El otro pj está muerto, no sé porqué te pasa lo que dices. De todas maneras si quieres te borro el otro personaje.
De todas formas está puesto como sólo para el director, pero la tirada, aunque sea una mierdecilla, es válida.
Y sí, me están saliendo la opción de los dos pjs. No lo entiendo porque hasta ahora sólo me salía el nuevo :/
Más como reacción al grito de Marcial, que siendo consciente de lo que pasa en realidad, no puedo evitar agacharme, y agarrar con fuerza la empuñadura de mi montante.
Mientras me agacho, miro con atención lo que me rodea, intentando que no nos soprendan y saber de dónde viene el peligro. No obstante, poco es lo que veo, más que las baldosas doradas que se dirigen a los tambores...
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 10-
Resultado: 60 (Fracaso)
Nadie ve de dónde vienen los disparos exactamente ni desde dónde os están "flechando" hasta que Marcial se la juega levantando la cabeza y hace un gesto, al mirar donde señala, véis a uno de esos "frailes" con una túnica y un arco de pequeñas dimensiones.
Motivo: INI
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+20)=30
tirad todos Iniciativa.
Motivo: INI
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+20)=21
Director, ¿sería mucho pedir un esquemilla de la situación y los obstáculos?
Ante todo pido perdón, que ya sabéis que soy bastante lerdo con los mapas.
http://www.subirimagenes.net/i/14021807254385493.jpg
Los círculos son el camino descendente en espiral hasta las profundidades. El punto rojo el arquero y los puntos naranja vosotros, no hay ningún obstáculo ni nada parecido en el que cubrirse.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+15)=23
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+15)=21
Motivo: ini marcial
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+15)=21
Orden:
Arquero
Don Alonso
Don Josep
Nadir
Marcial
El arquero vuelve a lanzar otra flecha que se clava en el suelo a vuestra derecha, se ha quedado corto el disparo.
Motivo: Disparo
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 75 (Fracaso)
Don Alonso.
Puedes acercarte, quedarías a poca distancia empleando todo el turno en acercarte. Lo mismo para todos.
Miré a diestra y siniestra buscando algún sitio donde poder parapetarme o, mucho mejor, salir por pies, pero aquel maldito lugar era como una trampa donde acabaríamos muertos si no hacíamos algo. La segunda flecha, y di gracias al Altísimo por ello, también erró pero si seguía allí tirado tarde o temprano acabaría saeteado de mala manera.
Reuniendo un valor que estaba muy lejos de sentir, aproveché la oportunidad mientras el misterioso arquero cogía una nueva flecha para levantarme y correr, como alma que lleva el diablo hacia él.
En vista de las circunstancias, la única solución es sacar el escudo de los templarios que conseguí antes, y cubriéndome con él, ir a por los arqueros.
Pronto pagarán por atacar a un caballero al servicio de Dios Nuestro Señor.
Pues eso, que corro y me cubro, para poder partirles la cara (si llego a partirles la cara con el escudo, mejor)