Partida Rol por web

El elfo clavo la daga en la garganta del tabernero, mientras tapaba su boca por si gritaba, luego busco a ver que dinero llevaba. Seguía tapado y se puso la mascara, escondió el cadáver de como buenamente pudo y salió de allí comprobando que nadie le había visto y que no se había manchado de sangre

El Drow clavó su daga en el cuello del hombre mientras este pataleaba. Desde luego, la arteria principal del cuello fue seccionada y un chorro de sangre salió disparado hacia delante con la fuerza de la presión arterial, el elfo oscuro conocía este fenómeno y se apartó mientras aun sujetaba la boca del tabernero. Realmente disfrutó con la muerte, y se relamió del asesinato mientras en el suelo el tabernero agonizaba y se llevaba las manos a la enorme herida. Con las puntas de los dedos podía tocar el interior de las arterias, limpiamente seccionadas mientras la vida abandonaba su cuerpo. GGGGHHHhhhhh. Gorgoteaba el hombre mientras resbalaba por la pared hasta el suelo.

Rápidamente Kalith echó mano a sus ropas y buscó todo lo que le podría ser de utilidad. Entre sus pertenencias se encontraban las llaves de la posada, un par de coronas de oro, (debía haber sido una mañana provechosa), un mendrugo de pan y una pipa con algo de tabaco. Su ropa no era gran cosa. Gastadas prendas de faena que aun estaban manchadas con restos de cocina.

El elfo tomo las llaves el trozo de pan junto con el dinero y salió de allí. Se dirigió hace el galeno que le había indicado el cadáver, pero sin perder de vista lo que pasaba

Saliste de aquel oscuro callejón dejando atrás otro cadáver más y te apresuraste bien cubierto hacia la dirección que te habían indicado. Sabías que no sería trabajo fácil que un curandero te tratase esas heridas, puesto que para que te atendieran lo más seguro es que tuvieras que desnudarte, y eso mostraría tu cuerpo poco aceptado. Con la capucha bien calada te acercaste hasta el lugar indicado. En la puerta había una campanilla y cuando la tocaste una mujer mayor con un delantal muy blanco asomo por ella. Buenos días. ¿Que desea? Te pregunta arqueando una ceja al verte encapuchado.

El elfo descendió del caballo se quito la mascara la guardo en sus ropajes y con una falsa mirada de bondad -Soy un viajero mal herido necesito la ayuda de un galeno -luego finge un medio desmallo hincando la rodilla en el suelo y ocultando medianamente su cara -no soy de esta tierra soy de muy lejos mas haya de lo que la mayoría es capaz de viajar -su voz intentaba fungir sufrimiento

La mujer te mira encarando una ceja y luego comenta algo en voz baja hacia el interior de la casa. Una voz de hombre le contesta, y luego con mala cara se gira hacia ti. Este es uno de los mejores lugares de toda la zona señor. Estos servicios no son baratos. ¿Comprende? Si dispone de coronas suficientes... le atenderemos. No trabajamos por caridad. Mayor, llena de arrugas y robusta como una matrona de un clan, la mujer bloquea la puerta con los brazos en jarra.

Siguió mirando al suelo -No hay problema, unos ladrones intentaron asaltarme el día ayer mientras viajaba para aquí y hasta hoy no he tenido cuidados médicos -paso lentamente dentro de la casa y espero a que cerraran la puerta -no quiero se asuste -dijo mientras se quitaba la capucha -no soy ningún monstruo sino un elfo, cure mis heridas le pago y me iré de aquí, algo pasa en esta ciudad que mis instintos me lo dicen, algo malvado pasa aquí -un intento de hacerse el tonto como que no conocía lo que pasaba aquel lugar.

La mujer retrocede asustada mientras llama a gritos a su señor, o al jefe del lugar. ¿Quién sabe? Sus gritos son bastante estridentes y no logras distinguir que es lo que ocurre. Casi inmediatamente sale a la puerta un hombre, es joven, bastante joven, y lleva una espada en la mano. Nada más verte apoyado en el marco de la puerta la baja y se te queda mirando con mucha curiosidad. Vaya... esto no lo había visto nunca... Camina hacia ti y observa tus heridas, que son profundas. Parece más maravillado que atemorizado. Es usted... ¿Un elfo oscuro? Vaya... esto es un giro inesperado de los acontecimientos... Todo en aquel joven denotan cultura, sabiduría... hasta sus ojos tienen un brillo especial. ¿Qué hace alguien de su especie por aquí? ¿Sus intenciones no serán… ofensivas quizás?

Simplemente cuando la mujer grito se echo las manos a la cabeza -Malditos humanos cobardes -al ver entrar al hombre con su espada puso su mano sobre la suya -Ya hace muchos años que deje mi tierra para vivir en esta, lo mismo que le dije a la mujer se lo digo a usted curen mis heridas y me ire. Y dile a esa mujer que también pago por discreción -su tono fue desafiante y sin dejar ningún atisbo de piedad o debilidad a pesar de sus heridas.

No tema, Freida es... muy impresionable. No se preocupe por ella. El hombre se encoge de hombros, deja la espada en un paraguero de metal, parece realmente incomodo con esa arma, como si no estubiera acostumbrado a filos de tanto tamaño. Pieles blancas, negras, bronceadas o curtidas... lo mismo nos da, el unico color que realmente centra nuestra atención es el color del oro. Hace un gesto a Kalith para que le siga al interior de la casa y señala la puerta para que el Elfo la cierre.

Al entrar pudistes ver una sala con un escritorio y multitud de frascos con sustancias en las paredes. En el lugar había un penetrante olor a formol. Todo estaba muy limpio a decir verdad, y mientras os fijabais en esto unos gritos provenientes de una puerta que había al fondo de la sala os sobresaltaron. !!AAAAARRRGGGGhhhhh!! Fue largo y medio ahogado en líquido. Miraste algo desconcertado al galeno meditando sobre donde te habias metido. El galeno hace un gesto de quitarle importancia al asunto y dice: No se preocupe, un paciente, atacado por una criatura extraña, se está recuperando de sus heridas, un proceso un tanto doloroso, pero está en otra sala, no nos molestará.

Señala la consulta, o más bien la antesala a la misma y explica: Esto es un lugar importante, la consulta la fundó el padre de mi padre. Son servicios especializados por lo que la tarifa por atender a su amigo será de 15 Coronas, pero ese precio incluye la mejor atención y la asistencia de una enfermera especializada. ¿Dispone de ese dinero? Cobro por adelantado, desde luego. Termina de explicarlo mientras se dispone a sacar un delantal nuevo e inmaculado de un cajón

Al oír los gritos del otro paciente enseña un poco los dientes y vuelve a echar mano de la empuñadura de su espada pero ante las palabras del galeno se relaja un poco más y continua hasta la sala.

Al escuchar lo que dice el galeno -15 coronas de oro eso es casi todo lo que tengo -lo mira intenta sonreir y regatear pero ve que sus habilidades y condiciones no son lo suficientemente buenas
-Espero que seas bueno no dejo a cualquiera tocar mi cuerpo -se quito la ropa de la parte superior y se sentó donde le indico y puso dos coronas mas trece de su bolsa encima de la mesa.

-Ya que estoy aquí sacare mas información -una criatura extraña defina eso, no soy ser que se asuste de criaturas extrañas pero si estoy unos días aquí debería saber a que me puedo enfrentar -luego mostró los dientes al galeno -y por que razón todos los hombres a los que pregunte me miraron la boca intentado ver mis dientes, la información ira dentro de las quince coronas -esbozo un aborto de sonrisa

El galeno te mira un tanto extrañado. ¿Una criatura extraña? Pues eso viene a significar todas las criaturas de por aquí salvo los perros. Sonrrie ante la frase y te das cuenta de que eso prentendía ser una especie de broma. Te lleba hasta la sala de curas y te hace tumbarte en una mesa de marmol de dos metros por un metro tras quitarte la ropa. Te sientes vulnerable y desnudo, porque lo estás, en aquella mesa. No se preocupe, en ese precio se incluyen los mejores servicios que va a encontrar. Una vez tumbado el galeno comienza a examinarte.

Oh... válgame Sigmar... Que estropicio. Murmura mientras toma el instrumental. Vamos allá. La enfermera te sujeta bien a la mesa de operaciones y el doctor corre una persiana horizontal del techo, por la que entra una clara luz. Sin taparse esa luz y ayudado con unas pinzas, el médico se inclina sobre ti y empieza a abrir tus heridas con ellas. Es un proceso tremendamente doloroso, el Galeno lo sabe, e intenta hacerlo lo más rápido posible, pues ha visto algo. Con las pinzas extrae un fragmento del tamaño de una uña, metálico y puntiagudo. Un fragmento, mal acero, se rompió... Las otras heridas parecen estar limpias, o al menos no extrae nada de ellas. ¿Y donde le asaltaron? Debían ser muchos, e leido en numerosas obras que los de su... especie, son realmente peligrosos con la espada. ¿Como se atrevieron?

Sin sonrisa alguna -Ya no hay problema de andar por ese bosque una banda de ladrones menos en este mundo -se retuerce de dolor al sacar el trozo de metal pero el galeno se sorprende a ver que ni un solo sonido de dolor emite e insiste -esas historias me recuerdan a las arpías de mi tierra malditas, si somos peligrosos si se nos ofende, intrigado estoy con esas criaturas en mente tengo algún tipo de ser que podría ser pero jamas se adentraron en nuestra tierra seres demasiado poderosos habitan allí como para que osen siquiera entrar en esas tierras, continué su trabajo

Cuando ha finalizado de inspeccionarlas echa el liquido incoloro en las heridas. Escuece como mil demonios, pero eso es mejor que dejar formarse infección. Te comenta mientras añade una especie de pasta extraña en pequeñas cantidades en los orificios. Esto se absorberá solo y evitará que se genere pus. Una vez realizado el proceso, la enfermera le cambia el instrumental y el doctor te sutura las heridas muy eficientemente, rápido y conciso, cerrándolas bien.

Para finalizar aplica unos vendajes con bastante presión y te entrega un vaso con un líquido verde. Tómeselo, ayudará a la pasta que le he puesto a absorberse y cerrar mejor la herida. Facilita la regeneración, es caro, pero por eso la tarifa es elevada. Te sueltan las correas y te limpian el sudor generado por la tensión de la operación. Al mismo tiempo la enfermera trae un cojín cómodo y te lo coloca debajo de la nuca, retirando la bandeja de instrumental y dejando otra con un bocata. Descanse un rato, y coma algo mientras toma el líquido. Dentro de poco volveré.

Parece increíble pero el elfo se siente satisfecho-Gracias -cuando se va se viste al completo en el momento en el que nadie le ve comprueba que su ballesta este cargada y se queda descansando en la cama de mármol mientras con su mano sujeta la ballesta colgado en la zona donde nadie la ve -Ahora vienes y ¿vendrás solo? -no se fiaba de nadie y menos de los humanos que ya le habían traicionado.
Escuchaba con atención todo lo que había en el exterior y sobre todo los pasos de la gente analizo la rapidez y la fuerza de las pisadas del galeno y espero si regreso con sus oídos atentos.

Por el rato de dolor calculas que la operación ha podido durar entre media hora y una hora entera, que a ti se te ha hecho larga como una vida en el infierno. Aguantaste todo el proceso como un autentico soldado, y gracias a ello el Galeno pudo realizar su trabajo con la precisión que habitualmente solo lograba una vez que los pacientes ya se habian desmayado. Gracias a ello, comenzaste a notar la mejoria rapidamente. El "zumo" y el bocadillo esperaban apetecibles sobre aquella bandeja.

El elfo tomo el bocata posandolo en sus rodillas y se incorporo un poco con una mano abrió el bote e ingirió su contenido -Agg - su sabor era horrendo pero si el medico de que era bueno lo era luego miro bien el bocata sin soltar la ballesta escondiéndola un poco seguido comiendo trnaquilo y a la espera

El doctor volvío al cabo de media hora. Cando entra en la sala lo primero que hace es recoger todo el instrumental y darselo a su asistente para que lo hierba y lo desinfecte, luego se vuelve hacia ti y revisa un poco como van las heridas. Arquea las cejas sorprendido por la rapida recuperación. Bueno, ahora le recomendaría que descansase, al menos un rato, si no, puede que todo el sufrimiento padecido sea en vano. Aunque... bueno, es lo que recomendaría a un humano común, no conozco muy bien como funiona la anatomía de los de su especie. Se encoge de hombros sin saber muy bien que consejo darle al extraño ser que ha accedido a su consulta.

Un hora espero a que sus heridas se estabilizaran y se prometió a si mismo no hacer grandes esfuerzos hasta que estuviera mejor.

Antes de irse se acerco al galeno -Adiós y gracias -salio de aquel lugar y tomo camino hacia los muelles sin esperar mucho de lo que encontraría en aquel lugar.