Partida Rol por web

(Aparece Lucero con un papel Dictado por Davacsa).

— TRAIGO ESTO de la  "jefa" pero las comunicaciones por la tormenta tienen muchas interferencias. Dice algo así...

... Hay 2 Rusos científicos que han desertado. Coreanos y Rusos irán a robaros juntos. Coger todo el material sacado y descubierto y salir de ahí. Destruir el resto...

- Tampoco sabemos si ese mensaje es bueno, o una treta ¿ No?.

- Las comunicaciones por la tormenta van fatal, no tenemos manera de saber más. Solo la de emplear la lógica.

- Tenemos que conseguir toda la información posible, sería una gran perdida destruir todo sin investigarlo antes.

- Peor sería si cae en malas manos.

Max carraspeó. La situación desde luego no era nada halagüeña. Los rusos y coreanos iban a atacarles y, contra todo pronóstico, todo indicaba que lo harían durante la tormenta.

-Pues ya habéis oído cuáles son las órdenes de la jefa -dijo al grupo, sabiendo que ahora era cuando le tocaba velar por la protección de sus compañeros-. Tomad todo el material que hayamos descubierto y salgamos de la base mientras aún podamos. Los rusos y los coreanos no creo que vayan a ser especialmente clemente con un grupo de "forasteros".

Al escuchar los diferentes puntos de vista entre Yushima y Lucero, el médico no pudo evitar ponerse del lado del piloto.

-Las órdenes de la jefa han sido claras -advirtió Max, en tono severo-. Tomamos lo que tenemos y destruimos lo que no podamos llevarnos. No importa lo importante que sea. No podemos dejar que nada caiga en manos de esos malditos rojos -indicó el doc, encendiéndose un tanto en sus últimas palabras-. Y nos llevaremos a esos dos desertores. No creo que si los dejamos en el campamento les aguarde nada bueno... ¿Estamos todos de acuerdo?

¿Pero qué narices? ¿Íbamos a abandonar el mayor descubrimiento de la humanidad así como así? Empece a dar vueltas de un lado para otro, como un lobo encerrado en una jaula. No podíamos dejar todo esto así como así y destruirlo.

-"Yo disiento, Max. Es verdad que las órdenes son las órdenes, pero ahora estamos en un dilema. Eso que hay ahí abajo es el mayor descubrimiento de la humanidad. Puede que estudiándolo a fondo podamos hallar curas a enfermedades que hoy en día son incurables, nos puede ayudar a comprender aún más la evolución, puede ayudarnos incluso en la carrera espacial... sus usos pueden ser ilimitados. No hemos pensado en la posibilidad de que sea todo una trampa y esa emisión haya sido preparada. Daros cuenta de que la tormenta está justo encima nuestra. ¿Dónde vamos a ir? ¿En el avión? ¿En trineo? No duraríamos ni un periquete. Como he dicho, dudo que vengan los norcoreanos con la tormenta. Si éstos dicen la verdad, la base rusa está destruida. Si nos quedamos aquí, podremos estudiar a fondo esa cosa y prepararnos para irnos, nada más termine la tormenta." Dije, exponiendo lo que pensaba.

No podíamos irnos, no quería...

Tras recorrer el perímetro, y constatar que sus peores temores, de un ataque aprovechando la distracción, no estaba teniendo lugar, al menos de momento. Entro, comprobando también, que la tormenta ya estaba casi sobre ellos. El frio le había dejado agarrotadas las manos, y se las froto enérgicamente para entrar en calor. Estaba pensando en lo complicado de la situación en la que se encontraban, cuando escucho las últimas noticias. Era un tema muy delicado, por una parte, deberían seguir las instrucciones de la jefa, pero y si era algún tipo de montaje.

-Tratemos de mantener la calma. Que podíamos ser atacados para robarnos lo que han descubierto, era algo que ya sabíamos. Que ese ataque puede tener lugar durante la tormenta, era lo que pensábamos que podría ocurrir. Y es más, tal vez esos dos rusos no han "desertado", sino que se trata de una avanzadilla, para asegurar mejor su ataque. De todas formas, ahí fuera las cosas se están poniendo mal muy rápido, para tratar de salir de aquí, tendríamos que hacerlo ya. Y eso nos deja con un grave problema, que hacemos con lo que esta enterrado bajo el hielo. Destruirlo, sin antes estudiarlo, me parece irracional.-Paro un momento para volver a frotarse las manos, y tomar un café bien caliente. Miró a sus compañeros y al personal de la base, desde luego no eran combatientes, y si las cosas se ponían feas, no lo iban a tener nada fácil. Los dos rusos estaban desarmados, en uno de los cuartos, cerrados, por si las moscas. No se fiaba nada de ellos. 

-Supongamos que esa comunicación es correcta, deberíamos coger lo que podamos y marchar ya. Y aun así, la tormenta ya esta aquí, y tal vez no podamos salir. Así que lo primero es preguntar al piloto, si sería posible salir en una hora o dos. Si la respuesta, como me temo es que no, dado que la tormenta se nos ha echado encima. Tenemos que prepararnos para defendernos. Y pensar, en que hacemos con lo que esta bajo el hielo, o lo sacamos ahora, o no podremos hacerlo. Yo a partir de este momento, no dejare en ningún momento las armas, y me centraré en vigilar. No me gustaría que nos pillasen por sorpresa.-

Peter no era científico, pero no creía que destruir aquello ya, sin saber nada más, fuese la mejor opción, aun así, reviso los explosivos y detonadores, porque lo que no debían permitir es que rusos o coreanos, se hiciesen con ello.

Debíamos tomar una decisión, los científicos estaban emocionados con lo que se había descubierto que estaban dispuestos a arriesgar sus vidas con tal de estudiar todo. Pero si seguíamos en la base tarde que temprano caeríamos en manos enemigas.

—Aunque sea el hallazgo del siglo mantenernos aquí supone un riesgo mayor. Yo apoyo la idea de salir de este páramo helado con la mayor cantidad de material que podamos llevar. 

Max Rusell nada más escuchar la noticia se quiso poner en marcha.

Por contra MacReady No lo tiene claro, es un gran descubrimiento para irse así sin más.

Peter Martínez deja la posibilidad de que sea todo una trampa, también quiere saber si se podría volar en estas conducciones a la que Lucero hace un gesto indicando que sería algo complicado, y arriesgado,  pero no imposible.

Ken Watanabe insiste en el riesgo que se esta corriendo.

Los rusos protestaron, cuando los metieron en el cuarto, según se hacian entender querían ayudar, pues ellos mismos también estaban ahora mismo en el mismo aprieto, que ellos.

Unos compañeros querían irse ya y otros conseguir más información. Sea como sea el tiempo iba en su contra.

Si querían algo rápido, tendrían que conseguir extraer lo que hubiese debajo del hiejo en tiempo record.  y salir de ahí con riesgo a la visita comunista en el proceso, por otro lado se podrían ir ahora arriesgandose en la tormenta por medio de los trineos y oerros o por la avioneta, pero dejarían atras el descubrimiento del siglo. 

¿que acciones van a tomar nuestros valientes aventureros.?

Tras confirmar el piloto que aunque con dificultades, aun podríamos tratar de salir de allí. Peter tenía muy claro, que no tenían tiempo que perder. 

-Hemos de darnos mucha prisa. Mientras que alguien se ocupa de preparar para el viaje las muestras que ya tienen. Tenemos que sacar lo que esta bajo el hielo, con el uso de explosivos. Así que preparemos un equipo para volar el hielo, y que este provisto de trajes y equipo especial para evitar contaminarnos. Así como de algo adecuado para aislar lo que saquemos de bajo esa capa de hielo.-

El problema es que no tenían ni idea del tamaño de lo que había allí debajo, ni si podrían transportarlo. Pero hasta a el que no era un científico, no le parecía razonable, dejar aquello allí, para coreanos y rusos.

Y se equipo y preparó para salir al exterior, con los explosivos y con sus armas, ya que en cualquier momento podrían tener compañía.-Si hay que hacer algo, hagámoslo ya, antes de que sea demasiado tarde.-

Estaban locos si querían salir en avioneta con la que iba a caernos encima en breve. Seríamos como un barquito de papel en un mar embravecido. Y ni qué decir de huir con los trineos... Cada uno pensábamos de una manera distinta, como era normal, y la mayoría quería marcharse cuanto antes de allí ara estar a salvo.

-"Señores, salir ahora mismo implica peligro, más que si nos quedamos. Aquí podemos pasar la tormenta y hacernos fuertes. Eso nos daría tiempo para sacar esa cosa de debajo del hielo y estudiarla. Si nos vamos ahora, le dejaremos a los norcoreanos la base con las puertas abiertas. Debemos de luchar por el hallazgo. Si lo consiguen ellos, se perderá para el resto del mundo. Yo estoy dispuesto a luchar, ¿y ustedes?" Les dije.

No iba a abandonar el mayor hallazgo de la humanidad y dejarlo en manos de los norcoreanos. Me di la vuelta y me fui al laboratorio para seguir con los estudios. Si tenía que quedarme solo en la base, lo haría.

Max no estaba allí para encontrar el mayor hallazgo de la historia, sino para garantizar que aquellos hombres regresaban con vida. Él no tenía una vena científica y, como todo militar, la prioridad era seguir las órdenes sin rechistar. Sin embargo, por más que las órdenes fuesen claras, "arriesgado pero no imposible" no le parecía una opción. Salir de la base en Avioneta podía ser una tumba para todos ellos.

-Lucero, te ayudaré a tener preparads la avioneta pero no saldrenos de aquí hasta que la tormenta amaine -fue la decisión del médico militar-. Quiero largarme de aquí como el que más, pero si salimos con la avioneta puede ser un suicidio. Un grupo debería encargarse de extraer el hallazgo, con explosivos y equipo para evitar un riesgo biológico. El resto es mejor que permanezca en la base, preparando la defensa de este lugar por si llegasen esos malditos coreanos. Sugiero que coloquemos un par de barriles con gasolina o unas cajas con explosivos en las cercanías para dispararles cuando llegue el enemigo. Tenemos que aguantar aquí hasta que sea seguro partir.

Al final era razonable no salir inmediatamente pues la tormenta que se avecinaba pondría nuestras vidas en peligro.  Reflexionó un poco y llego a la conclusión de que no debíamos  movernos, y así que los científicos siguieran a lo suyo. Eso si, nada de dejar a los rusos ayudar ya que no podíamos  saber sus intenciones, y lo mejor era mantenerlos encerrados.

—Tienen razón, salir enseguida puede ser muy arriesgado, aunque quedarnos no me suena mucho podemos acuartelarnos mejor aquí. Espero y los rusos y norcoreanos no se atrevan a venir junto con la tormenta. Por otro lado entiendo la emoción que supone un descubrimiento pero por favor háganlo con cautela y no se expongan demasiado.

Peter que desde el principio había visto como muy arriesgado tratar de salir de allí, de forma tan precipitada, y con a amenaza de una gran tormenta. No se extraño de que el resto, pensase que lo mejor era quedarse allí, aunque eso desde luego que no era algo exento de problemas. Pero lo que parece que sus compañeros no entendían, es que lo que fuera que quisieran hacer, lo tenían que hacer ya mismo, la llegada de la tormenta haría casi imposible desenterrar lo que había bajo el hielo.

El no perdió el tiempo, y ayudo a colocar los explosivos que pensaban que serían necesarios para desenterrar aquello, sin dañarlo o al menos que los daños fuesen los mínimos. Los colocó bastante bien, y tras el esfuerzo y el largo tiempo pasado en el exterior, tuvo que regresar al interior de la base para evitar congelarse.

-Madre mía, hace un frio terrible, no quiero ni pensar como será salir ahí fuera cuando llegue la tormenta.-

Max se dirigió junto al piloto para comenzar a ayudar a llenar de gasolina la avioneta. Salir con la tormenta que estaba cayendo era una opción arriesgada y, para colmo, el doc tampoco era un experto mecánico, por lo que se limitó a seguir las recomendaciones que le dio Lucero.

-Que frío, coño, que frío... -masculló Max.

Por fin entraban en razón los demás y al final nos quedaríamos en la base hasta que pasara la tormenta. Mientras que Peter iba a encargarse de la extracción de la cosa, Max fue con Lucero a preparar la avioneta. Yo me quedé en el laboratorio, preparándolo todo para cuando extrajeran lo que quiera que hubiera allí abajo y lo trajeran. Mesa camilla, radiadores, material quirúrgico, pipetas y probetas... Habría que estudiarlo a fondo y esperaba que Yushima y Max me ayudaran con ello. Los rusos quedaron en una habitación encerrados de momento, con algo de café, claro.