Partida Rol por web

[DM 03/20] - La máquina del Tiempo

Barcelona, Barcelona...

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04/03/2020, 22:12
Marta Ruiz

- A ver, tranquilos. Es importante no perder la calma - apenas acabábamos de entrar por la puerta de la casa y ya están los chicos con conjeturas de todo tipo, ainss - revisando las cartas también he comparado los consumos de electricidad y es evidente que tenía poco uso este piso, quizás para dormir y poco más - no ya por los elementos de higiene diaria que estaban sin usar desde hace 1 semana, también estaba la comida de la nevera que olía para atrás - sí que he visto y coincide con lo que ha encontrado Serguei de un local en la calle Empresas 33 que tiene bastantes consumos, así que, habrá que ir allí a ver qué encontramos.

- Oye, saca el número si puedes de la tal Sara, revisa también las llamadas que tenga el teléfono, tanto las entrantes como las salientes.

Metí en una bolsa de basura los alimentos que estaban en proceso de putrefacción, para soltarlos abajo en el contenedor, y ya de paso riego las plantas que haya en la casa.

- Cantidad de libros que tiene sobre mitos y leyendas de Europa, no sabía que le interesara esos temas, como ella siempre andaba con asuntos de física cuántica, en fin... gustos.

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05/03/2020, 00:12
Juanga López

- ¿Dos mil eurazos de luz? Madre mía, ¿qué está haciendo Elisa allí? - ​​​​Juanga no entendía nada. ¿En qué se había metido Elisa? Un laboratorio de drogas no consumía tanta electricidad, y dudaba mucho de que Elisa se marcara un Walter White.

Cuando Serguei habló de avisar a la policía, recordó el mensaje que les había enviado su amiga. 

- Pues no sé, Serg, nos dijo que viniésemos a buscarla y que confiáramos en ella... Bueno, antes que nada voy a llamar a la tal Sara esta, y luego a ver si hay más números hay registrados interesantes... - descolgó el auricular y le dió al botón de rellamada.

 

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05/03/2020, 11:35
Serguei Iraurgui

Con suerte, cuando hablemos con esa tal Sara y estemos en la nave averiguamos dónde está y todo esto queda en una anecdota. Lo de la policía es como último recurso. 

Mira a Juanga- prueba suerte con la tipa y sino coge vamos a la nave. 

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05/03/2020, 12:07
Marta Ruiz

- Vamos a ir a la nave de igual modo y lo sabéis - por mucho que hablásemos con una amiga de Elisa, yo al menos no me quedaría tranquila hasta verla, además ya me había entrado la curiosidad de ver la nave aquella con los consumos de luz que tenía - pero mejor ir sabiendo que está todo bien a ir con la incertidumbre, claro. 

Si habían intentado forzar la cerradura igual nos están observando, ¿Cómo están las ventanas, las persianas bajadas? Miro a través de la ventana por si hay alguien mirando hacia aquí o algo extraño. 

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05/03/2020, 12:17
Director

Marta revisa las ventanas. Están cerradas y bajadas. No parece que nadie haya conseguido entrar en la casa, intentado si, pero vuestra amiga Elisa tenía una puerta del copetín y no parece que la hayan conseguido forzar. Marta también revisa los alrededores para cerciorarse de que no hay nadie vigilándoos y en efecto, nadie hay en esos momentos.

Juanga pulsa el botón de rellamada pero el teléfono no da señal. Lo pulsa varias veces más y tampoco. Parece que o está apagado o está fuera de cobertura. Cuando a Sara le vuelva la cobertura tendrá como 5 intentos de llamada en forma de sms.

Suspiráis, parece que por ahí no vais a conseguir nada.

La única pista que os queda es el local de la calle Empresas. Así pues decidís ir para allá. No tenéis como ir a estas horas de la noche, así pues no os queda otra que pillar un taxi. Llamáis a Radio Taxi y aunque parece que os van a poner pegas para llevaros a Tres Alavares a esta hora, os dicen que en siete minutos un compañero se personará en la puerta de casa. Sabéis que os cobrará un pico pero con la nomina de Elisa seguro que os invita a una cena y unos tragos cuando todo eso acabe... o algo...

Salís por la puerta que se cierra con un siseo hidráulico tras de vosotros. Juanga y Serguei cargan con las bolsas de basura y Marta se lleva varios libros debajo del brazo. En la puerta del portal os volvéis a encontrar con la mujer de antes que entra cargada con bolsas de la compra. El taxi espera en la puerta.

-Gracias mozos -os dice según abrís la puerta -¿Ya están regadas las plantas? -os sonríe y entra mascullando juramentos -Maldito frio de la ciudad condal...

Subis al taxi y cuando le dais la dirección apaga el taxímetro. -Ya vais lejillos...40€ y pierdo dinero -os dice. No tiene sintonizada la Cope ni el fútbol. Suena música clásica. Parece que habéis tenido la suerte de toparos con el taxista más huraño y silencioso del país. -Como toda gran ciudad que se precie, parece que todos los idiotas esperan a que llueva o nieve para conducir sus autos... ¡Rediós! -y no dice nada más hasta entrar en Tres Alvares casi 50 minutos más tarde y girar a la derecha hacia la Calle Empresas -¿A qué altura os dejo muchachos?

-Pasado el Instituto de Geología y minería -contesta Marta con presteza. A lo que el Taxista asiente sin más mientras enfila hacia arriba.

Durante el trayecto habéis tenido tiempo de buscar en google por el nombre de la empresa, pero sin resultados.

Pasada la rotonda os llama la atención un pequeño auto aparcado frente a un solar cercado que alberga una pequeña nave en medio. Es un Fiat 500 rosa y blanco. Os suena que Elisa siempre había querido uno así.

Comienza una discusión entre Marta y Juanga por pagar la carrera. Cosa que acaba haciendo Serguei, el "pobretón" del grupo.

El auto reposa sobre unos ladrillos, se han llevado las ruedas y los retrovisores. Una pintada con spray negro en el lateral reza: NO AY FUTURO. Todavía no han forzado las puertas, así pues el interior está intacto. Suponéis que esta noche o mañana volverán para seguir desmontando el turismo y llevárselo en cómodos fascículos.

Entráis en el cercado. La puerta esta cerrada con una cadena y un candado pero podéis pasar por debajo. De las pocas ventanas no cegadas de la nave sale una tenue luz blanquecina.

Los pelos de la nuca se os erizan debido a la electricidad estática dentro del solar. El aire es más denso y os cuesta respirar. junto a la nave hay un transformador eléctrico enorme. Zumba y vibra como el ronroneo de un felino enorme. Lo escucháis y lo sentís sobre vuestra piel y no es una sensación del todo agradable.

La nave es bastante vieja, las ventanas están cegadas con plásticos oscuros y cinta adhesiva, sólo un par donde los plásticos se han rasgado dejan ver que hay un enrejado cubriéndolas. Sin embargo, la puerta de la misma es como la de la casa de Sara. Usáis la misma combinación numérica, y por suerte se abre. Los siseos hidráulicos os indican la cantidad de pistones y pernos que están abriendo la puerta acorazada. casi esperáis que una niebla espesa, blanca y fría salga del lugar como en las pelis de terror y ciencia ficción, pero no ocurre.

Del interior sale una luz blanca y tenue. Según entráis, algún sensor de movimiento pone en marcha algo en el interior del complejo. La luz se hace más brillante iluminando un espacio de blanco y acero prístino como un laboratorio. una segunda puerta que se abre automáticamente cuando la puerta principal se cierra tras de vosotros, os da acceso al lugar.

Al fondo, a la izquierda hay una sala con grandes ordenadores aislada del resto del complejo.

Una voz sintetizada que reconocéis como la de Elisa resuena por la nave a través de unos altavoces que no podéis localizar.

-Bienvenidos amigos. Sabía que podía contar con vosotros. Sólo espero que no sea demasiado tarde. 

La electricidad estática comienza a acumularse en el interior también, hasta el punto de que el cabello de Marta y Juanga comienzan a elevarse, el cabello de Serguei, siempre bien peinado y encerado no sufre esos efectos

Escucháis una especie de pitido familiar. Algo así como el flash de una cámara de fotos al cargar pero a lo bestia.

-Gracias por venir... y... lo siento -acaba de decir la voz sintetizada de Elisa. 

Sin previo aviso un flash casi os deja ciegos y un vórtice se abre delante vuestro, como un agujero negro que os engulle. La sensación de velocidad es simplemente indescriptible, como sacar la cabeza por la ventanilla de un tren que circule a más velocidad de la que un cuerpo humano podría aguantar sin protección, como si os estuviesen arrancando la piel de la cara del cráneo mientras que vuestros pies parecen fijos al suelo, como si estirasen cada musculo y hueso de vuestro cuerpo, indescriptible como iba diciendo... un sonido sordo, como de romper la barrera del sonido un millar de veces. Y luego...nada.

Si estuvieseis en la nave para verlo, veríais las quemaduras por radiación de cuatro cuerpos difuminándose en el suelo blanco del lugar mientras las luces volvían a apagarse, dejando el lugar en silencio, con aroma a ozono y lleno de estática. Si estuvieseis... porque no estáis...

Notas de juego

Si queréis hacer un último post aquí, perfecto, pero hemos pasado al siguiente capítulo ^^

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05/03/2020, 12:40
Marta Ruiz

Al menos tenía la calefacción calefacción puesta el taxista, con lo que el viaje no fue del todo malo. Después de pagar la carrera nos detuvimos allí frente a los restos del vehículo en semifinales descomposición - la verdad es que esperaba un local mucho más... Moderno - y limpio, aunque igual traspasabamos la puerta y nos encontrábamos con la batcueva. 

Pasar por debajo de la cadena y colarnos en aquella nave industrial fue pan comido. Allí dentro volví a ver otra puerta de seguridad con la misma combinación que la de su casa, estaba claro que por allí había pasado Elisa. Fue franquear la puerta y encontrarnos con un laboratorio, ordenadores, mesas, instrumentos extraños y aquel sonido que lo inundaba todo - no toquéis nada, chicos - había un sonido que no acababa de reconocer, fue justo cuando escuchamos la voz de Elisa - ¿sentir? Porqué lo va a... ​​​​​​- no llegué a terminar la frase, el flash fue tan brutal que juraría me estaba sacando del espacio físico en el que me encontraba, todo mi ser se convulsionó, las partículas y moléculas se agitaron de tal manera... 

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05/03/2020, 16:37
Serguei Iraurgui

Si, el sitio deja mucho que desear- dice ante los comentarios de Marta. Tras pasar y colarnos con suma facilidad entramos en la nave, tras introducir Marta el código de acceso por la puerta principal, que se cierra nada más pasar nosotros. 

El complejo es un laboratorio mientras que en uno de los lados hay una sala con una gran cantidad de ordenadores con un tamaño bastante considerable. ¿Que diablos hacían aquí? Poco pueden hacer sin embargo. Justo en ese momento se oye una voz sintetizada (la voz de su amiga desaparecida) que le lanza un mensaje un tanto extraño. No tiene tiempo ni de pestañear cuando de pronto un flash lleno de pleno su campo visual y sintió como si desparecía en un abrí y cerrar de ojos...

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05/03/2020, 21:34
Juanga López

- Joer, pues sí que gana pasta la tía esta. Pero lo demás está hecho un asco.- pensó Juanga cuando vio otra de las caras puertas de máxima seguridad. Ya cuando entraron en el laboratorio y escuchó la voz por el altavoz, se quedó totalmente descuadrado. ¿Qué era aquello? ¿En qué se estaban metiendo? No entendía nada. Boquiabierto, tratando de entender, miraba a su alrededor. El tremendo flash lo pilló cuando empezó a hurgarse la nariz distraídamente.