Partida Rol por web

Son las siete de la tarde un domingo. Las 18:55 horas en Barcelona. Es un frío 28 de Febrero de 2020. Lleva todo el día nevando y la ciudad parece haberse colapsado por una fina capa de nieve. Ha habido varios accidentes de coche en la ciudad y los hospitales se han colapsado por las caídas. Hay muchos Trending Topic en twitter que piden la dimisión de la alcaldesa de Barcelona porque ha nevado y claro, eso es imperdonable en la capital de Cataluña. 

Habíais quedado a las 19:00 en la Plaça Sant Jaume, cerca de la parada de metro. Cuando faltan 5 minutos para la cita, todavía no ha llegado ninguno de vosotros. 

Hace una semana exactamente que Elisa Salazar os había dado indicaciones precisas. El domingo anterior todos habíais recibido un mensaje de voz de Elisa.

"Me marcho de viaje, algo.. de trabajo. Os lo explicaré todo cuando vuelva. Si no vuelvo en 7 días, venid a buscarme. Solo puedo confiar en vosotros y que vosotros confiéis en mi. Os quiero mucho a los tres."

Acaba de vencer el plazo de 7 días de vuestra amiga. Cuando le llamáis, no da señal. Elisa no tiene redes sociales ni perfiles en internet, lo borró todo cuando empezó en su nuevo trabajo. 

De hecho, todo empezó con su nuevo trabajo. Le apasionaba, os contaba encantada cómo por fin trabajaba en lo que a ella el gustaba, la física cuántica. Había tenido otros trabajos antes, en un laboratorio, en una empresa de investigación, en la universidad... pero siempre acababa dejando los trabajos porque no terminaban de atraerle. Decidió dejar las clases al poco de terminar vosotros, se puso a trabajar, de un lado a otro buscando su sitio. Hasta que encontró este empleo. Poco sabéis, es una empresa extranjera y le pagan muy bien,  pero ella siempre os ha dicho que le hicieron firmar un contrato de confidencialidad porque eran temas delicados. 

Cuando empezó en ese trabajo, era una mujer muy feliz y realizada. Y así fue durante los primeros años. Hace algo más de un año empezó a cambiar sus hábitos. Faltaba a alguna de las quedadas mensuales y eso era raro, porque ninguno os las saltabais nunca, esas barbacoas o salidas al monte Tibidabo. Empezó a dejar de hablar por el grupo de watsap un día seguido, luego dos, luego tres. Cuando le preguntabais ella siempre decía que había empezado un nuevo proyecto y que eso le llevaba mucho tiempo pero que cuando lo terminara todo volvería a la normalidad. No le distéis mucha importancia, de hecho incluso pensasteis que podía haberse echado un novio en el trabajo. 

En la noche de reyes del 5 de Enero quedasteis los 4. La visteis muy cansada y parecía preocupada. Pero pensabais que acabaría cancelando el plan y como apareció y pasasteis una buena noche, más allá de problemas en el curro, no le disteis mucha importancia. Esa noche fue como las veladas de antaño. Lo pasasteis muy bien, os pusisteis al día y reísteis mucho. También bebisteis algo más de la cuenta. Eso os reconfortó, vuestra amiga seguía siendo la misma de siempre. 

Hasta hace 7 días. El viernes 21  de  Febrero recibisteis ese mensaje de voz y os preocupó.

Habían pasado ya siete días desde aquel fatídico mensaje que mandó Salazar, un mensaje que no lo tomó en demasiada consideración -creía que exageraba o estaba gastando su amiga una broma- pero tras pasar ese plazo y ver que no contestaba, comenzó a preocuparse, y a maldecir el hecho de no haber estado más encima de su amiga para saber lo que le ocurría. Desde que empezó el nuevo trabajo con sus proyectos había cambiado y en la última quedada se le veía cansada y preocupada. Si en ese momento hubiera intentado averiguar que le pasaba... pero no, al estar tan a gusto decidió dejarlo estar, y ahora se encontraban en esa situación. 
 

Estoy llegando a la parada, ¿donde andáis?- escribió por Washap a sus compañeros. A Iraurgui siempre le gustaba ser puntual en todas las ocasiones, y en esta no iba a ser menos- ¿habéis tenido alguna noticia de Salazar?- preguntó, con la esperanza que se hubiera puesto en contacto con alguno de ellos para decir que se encontraba bien. 

Era extraño, ni siquiera daba señal y la última vez que figuraba conectada fue hace 7 días ¿le habrían robado el móvil, lo habría perdido? Aún así, podría haberse puesto en contacto con nosotros comprando otro, así que, era doblemente extraño que hubiera desaparecido sin más, sin decirnos nada; aparte que había dicho que, en caso de no encontrarnos que la buscáramos, así que, en cierta medida también había previsto que pudiera haber problemas.

Oh, qué sorpresa, el impaciente de Serguei wasapeando - estoy llegando, hay atascos por culpa de la nieve - iba en el bus y tampoco es que llegara con tanto retraso, quizás 1 minuto. Estuve a punto de coger el metro pero al final me decanté por el transporte de superficie, quería saber cómo estaba el tema de la nieve.

Wasapee a Juanga - Romeo, aquí Julieta, el ruso ya ha llegado - me permitía bromas con ellos.

Recién salido de la ducha, aún envuelto en la toalla, Juanga miró el teléfono.

- Joder, las menos cinco, qué tarde se me ha hecho... ¿Seryi ya está allí? - Soltó un sonoro suspiro - Llegando - escribió.

Se quedó unos segundos pensativo. Estaba preocupado por Elisa. Aunque ella decía que estaba contenta con su trabajo, a Juanga nunca le había hecho gracia. Tanto secretismo, tener que borrarse el Facebook... Pero, ¿qué podía hacer él? Volvió a suspirar. Que les hubiera mandado ese mensaje hace justo siete días y que no devolviera las llamadas le quitaba el sueño y le daba más ganas de fumar. Tal vez se había metido en chanchullos. Los ejecutivos estresados le daban a la coca que daba gusto, y Juanga sabía de qué iba el rollo. No le extrañaría que Elisa estuviera metida hasta las trancas...

- Venga, va - salió de su ensimismamiento y se vistió a toda prisa con lo primero que encontró. Menos mal que vivía cerca. - La hostia qué frío - sacó su móvil mientras caminaba - Ja, Romeo -. Juanga estaba seguro que en su interior más profundo e insondable, Marta sentía algo por él. Donde hubo fuego... Aunque bueno, en realidad nunca hubo nada de nada. Se puso a escribir - Nada tío. Ni coge el teléfono ni ha vuelto a conectarse. Ni idea de dónde se ha metido esta tía. - Les había dado indicaciones precisas, pero eso no lo tranquilizaba. Necesitaba encontrar algo, algo que les indicara que Elisa estaba bien. 

Marta y Serguei no tardan mucho en encontrarse en la Plaça Sant Jaume. Juanga tarda unos cuantos minutos más, por no decir media hora más.

Os encontráis los tres por fin. No hay rastro ni señales de Elisa. La que para vosotros fuera la profesora Salazar parece que ha desaparecido de la faz de la tierra... sino fuera por el mensaje extraño que os dejó hace 7 días.

"Venid a buscarme" decía el mensaje... pero ella no os dijo a dónde había ido. Lo único que sabíais de ella era dónde vivía. Se había mudado hacía un par de años a un apartamento en el número 8 del Carrer dels Lledó, una calle rehabilitada hace poco que estaba cerca de donde os encontrábais. Era una calle en la que los apartamentos eran muy caros, lejos totalmente de vuestro alcance.

Le ha tenido que pasar algo sino tanto tiempo sin dar señales de vida no es normal en ella - ¿Qué tal si vamos a su casa, igual nos ha dejado algo o encontramos alguna pista de lo que le pudiera haber pasado? - no teníamos más que su dirección, así que, me pareció un buen lugar para comenzar nuestra búsqueda.

- ¿Alguien ha estado o conoce ese lugar?

Es el mejor lugar para empezar- dijo ante las palabras de Marta- y no, no suelo frecuentar la zona por donde vive nuestra amiga, así que poco os puedo decir. 

Si vemos que allí no hay nada siempre podemos intentar ir a su puesto de trabajo, quizás allí sepan algo. 

Juanga se sacó las manos de los bolsillos de su cazadora estilo bomber y se encendió un cigarrillo: - Pues sí, Marta. Podríamos alargarnos hasta su casa a ver... Yo no he estado nunca, pero vaya, bonito estaría que vosotros sí y no hubiérais dicho nada - Dijo en tono bromista, pero enseguida se puso serio otra vez - Estoy preocupado, ¿eh? Lleva un tiempo rara de cojones. Si ni siquiera nos llamó cuando estrenó la casa... Yo qué se... Pero sí, por mí vamos allí.

Contestando a Serguei - Yo no tengo ni idea de dónde curra. ¿No era una empresa extranjera? Capaz de que aquí no tienen ni oficina...

Vamos a suponer que entramos por la cara, vale... llegaríamos hasta la puerta y ¿y? - ¿Sabéis abrir puertas? Porque aunque le digamos al portero que "somos amigos" igual no nos de la llave - aunque puede ser que debajo del felpudo la tenga, improbable pero posible. Pero vamos a suponer que, el portal está cerrado - ¿cómo accedemos entonces?

- De acuerdo, de acuerdo, quizás he visto muchas películas, vayamos hasta allí y sobre la marcha decidimos.

En el caso de que desconociéramos el piso, era tan fácil como acudir al cajetín de correo a comprobar la planta y la letra; y ya de paso, igual alguna carta nos da alguna pista más.

- Vamos al metro chicos, no hay tiempo que perder.

Os ponéis rumbo a la casa de Elisa. Vive cerca de donde estáis, en el número 8 del Carrer dels Lledó. No deberíais tardar ni 10 minutos pero el estado de las aceras alarga un poco el camino.

El frío está presente y no parece que se vaya a ir. La nieve puede que sea más pasajera, para una ciudad como Barcelona, no acostumbrada a estar cubierta de nieve y hielo cada hora que continua nevada es casi una tragedia nacional.

Hace un par de años que Elisa vive en ese apartamento, antes vivía en uno lejos del bullicio de la ciudad. Cuando os comentó que se mudaba al pleno centro de Barcelona en parte os sorprendió, no era una mujer a la que le gustara el ajetreo y la aglomeración de gente. Para poder pagar un apartamento de esas caracteristicas ella sola sin duda debían pagarle bien en su trabajo.

Cuando llegáis al portal veis que las paredes aledañas están cubiertas de grafitis nada artísticos, muy típico del centro de madrid. Algunas pintadas reivindicativas, otras no tanto. Un gran "Colau perra de Iglesias" sobresale por encima de todos los demás. Llamáís al timbre, es el 1B y como imaginabais nadie os responde. Una vecina que sale a la calle os abre la puerta.

- Puto frío y puta nieve.- dice la señora mirando con recelo la acera. Es una señora mayor, de unos 65 años. Os mira sin prestar mucha atención.- Espera no me lo digáis, venís a regar las plantas de la rubia del primero. Me dijo que vendrían tres amigos suyos.- la señora sale a la calle pero os mantiene la puerta abierta.- Que se iba de viaje ¡En pleno Febrero! Esta juventud... no sabéis lo que es trabajar a jornada completa... qué desperdicio .- lamenta en voz alta.- Pasad, pasad. Cuando la veáis recordadle que todavía no ha pagado la cuota de la comunidad de Febrero.- os avisa y se marcha.

Agarráis la puerta del portal antes de que se cierre y entráis en el portal. Una mirada al buzón de Elisa os llama la atención que hay bastante correspondencia, hace días que no lo abre. Subís las escaleras hasta su piso. El edificio está completamente restaurado y es bastante moderno. En la primera planta hay 3 puertas y os dirigís al 1B. Parece una puerta normal pero no tiene llave sino un teclado con números del 0-9 y letras de la A-E. El número de caracteres a introducir es indefinido.

Os miráis confundidos hasta que recordáis  que tenéis un código desde la universidad, 6A8A2E9E, un número elegido por cada uno de vosotros y una letra de vuestro nombre. Marta da un paso al frente e introduce ese código. Tras unos segundos la puerta hace una serie de ruidos extraños, entendéis que son los diversos candados que se están abriendo. Finalmente la puerta se abre muy despacio y entráis en el apartamento.

Cuando pasa el ultimo de vosotros la puerta se cierra de golpe, es de esas puertas que tienen cierre automático.

Encendéis las luces y veis el apartamento de Elisa. Lo primero que os llama la atención es lo mal que huele, hay algo podrido en la nevera sin lugar a dudas. Hay muchos papeles por el apartamento, también tiene bastantes libros de Historia y de mitos y leyendas dispersados por el salón. Esto es muy raro pues a Elisa nunca le había interesado la historia ni las humanidades en general, ella era ciencia pura.

El apartamento consta de un salón con una cocina separados por una barra americana. Tiene un baño bastante grande con bañera y ducha. Luego está la habitación de Elisa con una cama de matrimonio perfectamente hecha, un armario empotrado, una habitación que usa de despacho y una pequeña despensa. Es un piso muy grande y bonito.

A simple vista parece una puerta normal pero tú sabes que no es así. Es una de las puertas de mayor seguridad del mercado. Te consideras bastante experto en cerraduras y sabes que las de esa puerta están fuera de tu alcance, del tuyo y del alcance de cualquiera, o se conoce el código o hay que arrancar la pared entera para entrar. También sabes que son muy caras.

La puerta tiene varias marcas que podrían pasar desapercibidas para cualquiera... menos para ti, alguien ha intentado abrir esa puerta antes que vosotros.

Juanga se ajustó la gorra y volvió a meter la mano que no sujetaba el cigarrillo en el bolsillo de su cazadora, mientras caminaban - Vaya una nieve rara, ¿no? Sí aquí casi nunca nieva... Nos estamos cargando el planeta... - y tiró la colilla al suelo, antes de encontrarse con la vecina que salía del edificio al que iban a entrar.

Subieron hasta la puerta, y Juanga se puso a estudiarla.

- ​​​​Hmmm - un Juanga ceñudo observaba la puerta con detenimiento, cuando Marta se adelantó e introdujo el código correcto - Hostias, Marta. Muy buena. Ya ni me acordaba del código ese. - y mirando con exagerado  disimulo a su alrededor, entró junto a sus amigos. Cuando la puerta se cerró a sus espaldas, hizo señas a sus amigos para que se acercaran:

- Shh Shh... venid pacá... He visto unas marcas en la puerta, de palanca o algo. Hacerme caso, alguien ha intentado abrirla a la fuerza. No se sé si hay muchos robos por aquí, pero esta puerta es cara y buena, y los chorizos lo saben. No tiene ni cerradura para hacer bumping. Un ladrón pringao ni se molesta en intentarlo...

Asiente ante las palabras de su compañero, sorprendido de que se hubiera dado cuenta tan rápido de aquel detalle. En su mente, apareció la idea repentina que el pasado de uno siempre aparece cuando menos se lo espera, y quizás esas marcas le recordaban a algún que otro “trabajo” que hubiera podido realizar Juanga antaño. Pero eso no era lo importante en esos momentos.

Será mejor que busquemos entre los documentos algo que nos pueda dar alguna pista. Marta, registra la habitación, Juanga revisa el salón y yo miraré en el despacho. 

Su policial apareció en un abrir y cerrar de ojos y el procedimiento propio que haría otro caso lo estaba aplicando ahora. 

A pesar de la nieve conseguimos llegar a la casa sin problemas, la suerte de cara al encontrarnos una vecina en el portal, con lo que llegar hasta su puerta fue sencillo - Vaya seguridad que tenemos aquí, veamos qué tal se me dan las combinaciones - probé con el número de la universidad - Voilá - soy una maestra, deberían de llamarme para pelis de atracos y tal. 

- Buafff qué pestazo - apostaría a que es pescado atrasado. La casa pues, lo típico, zona cara, muebles caros... Buen piso, vamos - menudo caos, no? - antes que ir a donde Serguei me dice, no puedo dejar atrás aquellos libros que me llamaban a voces, les echo un ojo, sobretodo miro si hay alguna anotación, si hay alguna página con la típica esquina plegada para remarcar algo o si el cuaderno de al lado tiene explicaciones de algún tipo - los libros son llaves a otro mundo, hay que saber leerlos - también reviso si hay algún papel metido entre las páginas. 

- Revisemos sus cartas, igual hay algo que nos de información - quizás las del trabajo contengan algo, pero de todas formas miro todas. 

Luego iría a revisar la habitación (me llevo los libros que hay en el escritorio, yo y los libros somos un equipo. También miro las papeleras, por si acaso, he visto pelis en donde se tiraban papeles importantes. 

En la habitación, miro tanto debajo de la cama como en el armario, los cajones, debajo de la almohada. Ah, también riego las plantas, así que, también iría a mirar la cocina, sobretodo a verificar qué huele tan mal en la nevera (lo metería en una bolsa de basura y al cubo). 

- Chicos, no os olvidéis de revisar las llamadas y el contestador - de la que cambio de habitación me fijo en los cuadros y fotografías. 

Revisas los papeles que hay por todo el salón, todas las cartas y papeles desperdigados en una mesa, encuentras un patrón de orden. Por un lado parece haber facturas de la vivienda. Está en la que estáis en el  8 del Carrer dels Lledó . El consumo de luz y agua se ha reducido drásticamente hasta los mínimos en los últimos tres meses.

Por otro lado aparecen facturas de un local en la calle Empresas 33, no tienes ni idea de dónde puede estar eso pero los consumos de agua y luz de allí se disparan a limites insospechados.

Entre unas cuantas cartas localizas un sobre que al principio pasas por alto pero que al cabo de un momento tu cerebro te incita a volver a mirar.

Es un sobre de alto gramaje, de calidad. Serigrafiado con relieve. En él, aparte del nombre de tu amiga, no entiendes nada. Bajo un logo en forma de dos círculos concéntricos con otro en el exterior, aparecen letras en chino mandarin, o japones, o koreano... Vaya usted a saber... pero parece un logo empresarial.

Dentro hay una nómina. Con lo que cobra Elisa en un mes podría vivir el bloque entero sin problema. La nomina es de Septiembre del año anterior.

A tí si te suena Sara. Elisa te comentó que andaba trabajando con una tal Sara en algún proyecto de la empresa.

- ¡Sara! ¿Sara...? - Juanga se quedó empanado un rato mirando al infinito mientras revisaba el salón, con un cojín todavía en la mano de haber estado rebuscando en el sofá. - Me suena Sara, me suena... me parece que es una compañera suya del curro. Una vez me comentó que estaba con ella en un proyecto de yo que se qué... ¿detrás de los avances ha dicho? ¿Qué avances? Oye, ¿la llamamos a ver si sabe algo? El número estará grabado ahí.

Yo he encontrado algo interesante... y bastante raro- dijo mientras enseñó un par de cartas- al parecer Marta tenía alquilada una nave en la Calle Empresas en Tres Altares. El sitio se que está cerca de Burrolandia, y me suena de algo pero no sé ahora mismo de que diablos es. Por lo que parece esa nave tiene bastante actividad, dado la elevada factura de luz que tiene, unos 2342 euros. ¿Quizás Elisa ha estado trabajando allí? Es otra opción para ir a ver. 

Comprueba si está el número, si- le dijo a Juanga- aunque el mensaje me preocupa- “están detrás de los avances”, esa frase sólo podía significar problemas- no se si estaréis de acuerdo conmigo, pero si después de investigar lo de la nave y lo de Sara, no damos señales de Elisa, creo que deberemos informar de forma oficial a la policía.