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[DM 06/19] Las Arenas lo Guardan

LA TUMBA PERDIDA

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07/06/2019, 12:11
Samara

Entrada

Había conseguido reducir al tipo, y a pesar de que ahora lloraba y rezaba, Samara no se fiaba en absoluto. El otro muchacho estaba temblando, y ni siquiera se había acercado al pico que le había ordenado que cogiera. Bien, puede que fuera lo mejor, estaba tan alterado como su compañero.

Por suerte en ese momento llegaron Hamid y su hijo, Asis. Fue a decirles algo, aliviada, pero los dos hombres interpretaron mal la escena, y la increparon.

-¿Que qué pasa aquí? ¡que casi me mata este pobre hombre! Ni idea de qué le pasó por la cabeza, pero ¡me atacó con el pico! Cógelo, Hamid, por cierto, antes de que alguien salga herido. 

Se revolvió, molesta, encima de que había tenido que usar de todo su entrenamiento para zafarse de la agresión, tenía que escuchar que se calmara. ¡Ella! 

-Maldita sea, ¿crees que me lanzo sobre los hombres por que sí? Él sí perdió la cabeza. Bueno, aquí lo tienes, haz con él lo que quieras, cómprale un caramelo, o algo.

Se levantó refunfuñando, y se acercó a la entrada, ahora taponada por el derrumbe.

-Estamos atrapados, hasta que de fuera puedan sacar todos los escombros, tendremos que esperar. Hay que decírselo a la jefa.

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07/06/2019, 13:08
Dorian Applesmith

- Lo sé encanto... - Respondió aquel hombre con un desbordante carisma, al mordaz e ingenioso comentario de la señorita Achenloft. - ¡Hágase la luz! - Exclamó en tono jocoso y entonces le guiñó un ojo a Sarah.

Lo que no hubiera imaginado de ninguna de las maneras era que una vez se hiciera la luz, se revelará un escenario tan prometedor como el que ahora tenían por delante. Habían descubierto si no el mayor tesoro desde el del faraón Tutankamón, se le debía de quedar muy, muy cerca. Desde luego su representado estaría muy contento con el hallazgo y por ende con él.

Al fin y al cabo, Dorian sabía que a parte de prestar un mechero a la verdadera experta, poco más podía aportar a la expedición. Pero tampoco le importaba ser una carga, pues el sentido que tenía que él hubiera viajado con los arqueólogos y porteadores era el de defender los intereses de su jefe y eso sí lo sabía hacer.

- Fotografié lo que tenga que fotografiar y catalogue lo que tenga que catalogar, pero tiene hasta esta noche. - Le dijo con tono impositivo. - A partir de mañana quiero que se empiece a empaquetar todo... - Se giró hacía el salón del sarcófago. - Cuanto antes regresemos, antes podré darme un buen baño en mi jacuzzi... - Sonrió de forma melancólica anhelando aquello. - Si no me necesita, iré afuera a tomar un poco de aire. Este ambiente viciado no es bueno para mis pulmones... - Y recuperó su mechero agarrando la pitillera que llevaba en el bolsillo. Necesitaba un cigarrillo.

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07/06/2019, 15:29
Sarah Achenloft

Sala del tesoro

Todos estaban extasiados por el descubrimiento. Diana haciendo fotos, Dorian haciendo cuentas, y la profesora admirando su más ansiado sueño, justo en frente de ella. Todas las burlas, todo el dinero gastado había valido la pena para llegar a este lugar. Por fin lo había conseguido, lo había encontrado. El Libro de los Muertos existía y ella lo tenía justo frente a sus ojos. Ante eso, el resto de los tesoros carecían de valor.

Lentamente, extendió los brazos hacia el libro, un libro de tapas de algún material mineral de color grisáceo, casi negro con grabados sobre él y la máscara de Anubis en el centro. Su corazón palpitaba con fuerza, sus dedos se cerraron sobre él y de un rápido tirón, lo levantó del pedestal en el que reposaba. Se sentía exultante, afortunada, viva, pero de pronto.

Un viento venido de ninguna parte comenzó a soplar con fuerza sobre los allí presentes, era tal su fuerza, que tenían que entrecerrar los ojos para no dañárselos. Instintivamente, Sarah se llevó el libro al pecho, como una madre protectora con su bebe. El viento arrastraba una voz cruel que repetía una palabra incesantemente solo entendible para los que sabían egipcio antiguo. La voz gritaba…

“Ladrones”

El viento siguió soplando hasta que empezó a subir por las escaleras por las que habían venido, apagando las llamas que antes prendieran y finalmente perdiéndose en lo alto. Todo quedó en un silencio quedo mientras los presentes se miraban los unos a los otros con expresión de incredulidad por no entender que estaba sucediendo.

- qué ha..-

Pero la profesora vio su voz apagada cuando el sonido de la roca arrastrándose reverberó en la sala y toda la sala comenzó a temblar, un terremoto que parecía querer derrumbar la tumba sobre ellos. Los tesoros allí reunidos se volcaron unos contra otros, las montañas de monedas se deshicieron y el altar donde antes reposara le libro se resquebrajó. Estaban convencidos de que iban a morir sepultados allí cuando de pronto, el temblor y el rugir de la roca cesó de golpe y sumió la cavidad en silencio y oscuridad.

De pronto una luz se encendió en el centro, Sarah, con la linterna del casco, buscó al resto del equipo con el haz de luz, tenía un par de magulladuras en el rostro y respirada agitadamente.

- ¿Estais bien? –

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07/06/2019, 15:30
Hamid Zulaiman

Entrada

La discusión iba subiendo de tono entre los allí presentes y el tono se iba elevando a medida que el miedo y la confusión se apoderaban de los peones. Algunos se lanzaron hacia la roca que bloqueaba la puerta y pudieron ver que era una roca pulida, que encajaba perfectamente en el hueco. Hamid la inspeccionó.

- No es un derrumbamiento natural, han dejado caer la roca –

Entonces se giró hacia Samara y se agachó junto a ella.

- Te creo amiga. Las supersticiones pueden volver loco a hombres débiles. Yo me encargaré de él. –

Y sujetó por el hombro al sollozante hombre que no parecía querer moverse del lugar. Entonces Asintió a las sabias palabras de su hijo.

- Tienes razón Asis – Entonces se dirigió a todos -. Estamos nerviosos pero no es nada a lo que no nos hayamos enfrentado ya. Debemos calmarnos y entre todos buscar una solución. Podemos… -

Entonces, su voz fue acallada por una gutural voz que resonaba a través del pasillo y que trajo consigo un fuerte viento que hizo tropezar a varios de los peones por la fuerza del impacto. La voz repetía una palabra pero en un idioma desconocido para todos los presentes y de pronto, se calló y el viento cesó.

Estaban a punto de respirar aliviados cuando de pronto la sala, o más bien el lugar entero empezó a temblar, como azotado por un terremoto y ante sus ojos, el pasillo que antes les llevara hasta la cámara funeraria desaparecía de su vista tras caer una enorme roca frente a ellos que bloqueaba el acceso. Dos nuevos accesos se abrieron sin embargo a izquierda y derecha mientras el lugar parecía resquebrajarse. Pero no se estaba rompiendo, si no fuera algo imposible, parecía que estuviera reconfigurándose.

Finalmente, el temblor cesó, el miedo podía leerse en los rostros de todos los presentes. Entonces, el que acompañara a Samara en primer lugar hasta allí, lanzó un grito. Apenas pudieron girarse todos para verle desaparece a través de una abertura en el suelo, un suelo que ahora temblaba bajo sus pies, un suelo que esta vez si se estaba resquebrajando, roca a roca para perderse en un pozo insondable de absoluta oscuridad. Hamid abrió mucho los ojos y gritó

-¡CORRED!-

Notas de juego

Tirada de acción dificultad 5 para no caer por el agujero.

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07/06/2019, 17:25
Samara

Entrada

La exclamación de Hamid llegó cuando ella aún estaba mirando las dos aberturas que acababan de abrirse junto a la roca que había encajado en el pasadizo, y no se dio cuenta de lo que sucedía... hasta que lo tuvo encima. O debajo, para ser exactos.

El suelo se hundía, y un pozo de negrura acababa de tragarse al pobre porteador que aulló mientras caía.

Saltó, pero tan apurada, que trastabilló descompensando el peso, y demasiado cerca del abismo. Su bota perdió contacto con el suelo, y arrastró algunas piedras hacia el fondo. Sólo en el último momento arqueó el cuerpo y pudo compensar el desequilibrio. Su otro pie se afianzó en la roca, y dándose impulso la sacó de aquella trampa mortal.

Correr, sí. Entonces corrió con todo su aliento. Pero, ¿hacia donde...?

- Tiradas (1)

Motivo: Acción

Tirada: 5d6

Dificultad: 5+

Resultado: 6, 1, 4, 1, 1 (Suma: 13)

Exitos: 1

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07/06/2019, 17:14
Dorian Applesmith

Sala del tesoro.

A decir verdad, aquella tumba empezaba a ponerle de los nervios. Aunque no era un hombre supersticioso y no creía en la vida después de la muerte, pero al fin y al cabo siempre quedaba una pequeña ventana en lo más profundo de su ser que podía abrirse a lo sobrenatural y estaban en una tumba de... ¿Cuánto, cinco mil años?

No le gustó la corriente de aire que surgió de la nada y he parecía portar consigo extrañas palabras. No le gustó tampoco que la luz se apagada de golpe y desde luego se asustó definitivamente cuando sintió temblar el suelo.

Una cosa era no creer en las maldiciones egipcias y otra muy diferente era no creer en la física y es que aquel templo parecía estar desmoronándose. Algo normal en construcciones tan antiguas, pero había elegido un mal momento para venirse abajo.

¡Click, click!

Una tenue luz iluminó el rostro de Dorian. Por suerte tenía el mechero a mano, pues tenía la intención de salir a fumar. Alumbró a su alrededor tratando de localizar la salida. Tenía muy claro que sus planes más inmediatos pasaban por salir de ahí cuanto antes.

- Suerte de ser un hombre tan útil...
¿Verdad señorita Achenloft?
- Insistió en la misma broma. - ¿Y si salimos de aquí?

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07/06/2019, 22:42
Asis Zulaiman

El grito de su padre avivo en Asis un instinto antiguo, que él mismo creía olvidado, una reminiscencia de un pasado que él creía haber dejado atrás: el instinto de correr, de sobrevivir. Sin cuestionarse nada, ni aquellas voces escalofriantes, ni las puertas que aparecían de forma imposible, sin pensar en realidad, pues era un momento en el que solo cabía actuar. Tomó del brazo a su padre y corrió, sin mirar atrás, en cualquier dirección que pareciera segura. Era fácil si uno lo hacía sin pensar: un pie tras el otro, cada vez más deprisa. Ya lo había hecho muchas veces. Sólo había que correr hasta que el suelo dejase de temblar.

Una vez a salvo, sin aliento en uno de aquellos misteriosos pasadizos que se habían abierto ante ellos, se detuvo a valorar dónde puñetas había acabado y quién estaba junto a él. Quién lo había logrado, y quién había ido a hacer compañía al pobre infeliz que se había ido al oyo.

- Tiradas (3)

Motivo: Acción

Tirada: 3d6

Dificultad: 5+

Resultado: 11 (Exito)

Motivo: Acción

Tirada: 3d6

Dificultad: 5+

Resultado: 2, 2, 5 (Suma: 9)

Exitos: 1

Tirada oculta

Motivo: Determinar dirección

Tirada: 1d2

Resultado: 2

Notas de juego

Ignorad la primera tirada, que no la he desglosado. Tiro al azar la dirección, si al máster le parece bien: par hacia la izquierda, impar hacia la derecha.

Además, quiero asegurarme de que mi padre se viene conmigo y llega entero, ¿podría gastar una ficha de superación, usando el hito "Criado en zona de guerra"? Al fin y al cabo, a correr y a poner gente a salvo estaré acostumbrado, ¿no?

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10/06/2019, 09:03
Guardián de la cripta

Entrada

El suelo siguió desprendiéndose y al primer grito se sumó un segundo de otro peón que no reacción a tiempo y fue tragado por aquel foso de negritud. Samara, haciendo gala de su buena capacidad física, dio varias zancadas y de un último salto se plantó justo en la salida izquierda. Rápidamente se giró y extendió la mano para ayudar al resto mientras a gritos les conminaba a avanzar.

Asis estaba en buena forma, pero algo frenó su avance y fue ver a su padre tropezar. Sabía que de dos saltos estaría fuera de peligro, pero al fijarse, vio que su padre trastabillaba y tropezaba, el suelo sobre el que estaba se resquebrajaba con velocidad. Rápidamente se lanzó sobre él y jalándole por la camisa tiró y lo arrastró hasta donde estaban. La expresión de horror de su padre le impactó, nunca lo había visto tan asustado ni siquiera el día del incendio que se llevó a su madre. El suelo tembló y sintió como se abría bajo sus pies. Solo tenía una posibilidad. Salvar a su padre o saltar él. Tomó una decisión.

Hamid sintió un fuerte empujón que lo lanzó hacia adelante y trastabillando, cayó en los brazos de Samara que lo sacaron de la habitación. Entonces se giró y vio con horror como Asis intentaba llegar, pero el suelo se abría a cada paso del joven, el asustado padre extendió el brazo, el joven saltó, sintieron sus dedos tocarse, pero fue efímero, resbaló y comenzó a caer al vacío.

Su caída fue detenida de golpe y al alzar la cabeza, Asis vio que su padre le tenía cogido por la mochila. Por un momento sonrió. Hasta que oyó el sonido de tela rasgarse. Los ojos de su padre expresaban terror. Las asas de la mochila se rompieron y el joven Asis se precipitó al pozo. Lo último que oyó antes de perderse en la negritud, fue el grito desesperado de su padre.

Y calló…

- Tiradas (1)

Motivo: Determinar dirección Samara

Tirada: 1d2

Resultado: 2

Notas de juego

Perfecto Asis, gracias a tu uso de punto de superación, has salvado a tu padre, sin embargo, yo uso a la vez un punto de amenaza para que el mismo hito te sea negativo... y caigas al vacío por ello. De ese modo no avanza más el nivel de amenaza y tu recuperas el punto gastado.

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10/06/2019, 12:36
Guardián de la cripta

Entrada

Al lado de Hamid, Samara no sabía que hacer para consolar a aquel hombre que le gritaba al vacío que se abría frente a ellos, mientras sujetaba en sus manos la mochila que había llevado el joven. Sin respuesta. Pero había cosas más acuciantes que hacer. Y había que tomar decisiones. No sabía donde se habían metido pero la situación se había vuelto demasiado peligrosa. A su lado, dos peones temblaban apoyados contra la pared. Habían perdido a tres en aquel pozo. A su espalda, un pasillo que se bifurcaba a ambos lados se abría ante ella y en frente, el vacío.

Notas de juego

Samara, si decides internarte en la tumba, tirada de cognición para orientarte

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10/06/2019, 12:37
Guardián de la cripta

Cámara inundada

… y siguió cayendo ¿Durante cuánto? No sabría decirlo. Su mente comenzaba a nublarse, algunas lágrimas resbalaron por su frente mientras esperaba el golpe final. Y entonces sobrevino, pero no como él esperó. Su cuerpo, golpeó con agua y se hundió en ella. Durante unos segundos permaneció sumergido hasta que entendió que estaba vivo. Entonces se esforzó por nadar a la superficie, se esforzó y finalmente llegó y abrió los pulmones.

El aire estaba aun más enrarecido que en otras salas donde había estado, pero podía respirar. Unas extrañas luminiscencias, como luciérnagas, dotaban de un ligero brillo fantasmal que alumbraban la sala lo suficiente como para poder verla. Era una sala rectangular, totalmente inundada. Un poco más adelante vio arrastrarse a uno de los peones, el mismo que había visto sujetado por Samara hacía apenas unos instantes. Al parecer, en esa zona no cubría tanto como donde había caído. Había escombros y estatuas medio hundidas y el pasillo se extendía hacia la oscuridad.

A su lado algo chocó suavemente contra él. Se giró bruscamente y lo observó en la distancia. Al comprender lo que era su sangre se heló. El cuerpo del otro peón que había caído, flotaba boca abajo, con el agua a su alrededor roja por la sangre que brotaba de su herida.

Notas de juego

Asis, si decides internarte en la tumba, tirada de cognición para orientarte

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10/06/2019, 12:43
Sarah Achenloft

Cámara del tesoro

Sarah sonrió sarcásticamente a Dorian al escuchar su ácido comentario. Claramente no soportaba a aquel hombre y solo la necesidad del dinero que su empresa le había ofrecido, sujetaba su lengua para ponerle en su sitio. Miró a todos los presentes para comprobar que estaban bien. Diana se encontraba temblorosa y sin decir nada, aunque asintió cuando la profesora la miró. Los peones que habían bajado con ellos estaban agitados y murmuraban sin parar pero también parecían estar bien. Se puso el libro bajo el brazo antes de hablar.

- De acuerdo, De momento vamos a salir de aquí nos reorganizaremos en el campamento y planificaremos una nueva entrada de manera más segura. – Miró a Dorian -Enhorabuena caballero, parece que su gente va a tener el dinero y el reconocimiento que buscaban. Ahora… -

Su voz fue interrumpida por un alarido que venía de lo alto del pasillo de escaleras que llevaba a la cámara funeraria. Otro grito lo siguió, un rezo y luego… silencio. La sangre se les heló, los peones presentes empezaron a rezar. Fue Sarah la que rompió el silencio.

- Vamos rápido, por lo que se ve, estos supersticiosos están entrando en pánico ¿Dónde diablos estará esa mercenaria?  –

Con un gesto, les hizo avanzar por las escaleras.

Notas de juego

Describidme en que orden subís, que lleváis en la mano, esas cosas. Y recordad, solo uno puede ir el último XD

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10/06/2019, 18:06
Asis Zulaiman

Cámara inundada

Mierda, mierda, mierda. Su cuerpo se había movido por puro instinto, el de salvar a los demás antes que a sí mismo. ¿Y de que le había valido? Pues para darse un buen espaldarazo y acabar completamente empapado en la oscuridad... excepto por que no estaba completamente a oscuras, podía ver... ¿luciérnagas? El impacto y luego tener que subir a la superfície no debía haber sido bueno para la cabeza. ¿Dónde demonios estaba? Tenía que encontrar una salida y, desde luego, no la iba a encontrar en el lugar por el que había entrado ni quedándose ahí parado. -EH, ¿HAY ALGUIEN AHÍ? ¿ALGUIEN PUEDE OÍRME? -gritó a la nada. Algó pasó flotando a su lado. El cuerpo de un pobre hombre que, como él, no había sido lo suficientementre ágil. -Mierda. Eh, eh, amigo ¿Sigues con nosotros? -dijo, cargándose su peso al hombro y arrastrándolo por aquella estancia inundada. No se acordó de comprobar si tenía pulso. -Eh, eh, saldremos de ésta -dijo, más para sí mismo, que para aquel hombre inconsciente, o algo peor. El cuerpo, inerte, se le resbaló casi al momento de alzarlo y volvió a quedar estendido en el agua, boca abajo. A lo lejos, divisó al otro peón que se arrastraba como podía y se dirigió hacia él, abandonando muy a su pesar el cuerpo a su suerte. Asis reprimió las ganas de ponerse a gritar y a llorar de pura frustración. -Compañero, ¿ves alguna salida? -preguntó, intentando divisar algo él mismo en la distancia, manteniéndose frío, práctico. Así es como pretendía sobrevivir.

- Tiradas (2)

Motivo: Cognición

Tirada: 3d6

Dificultad: 5+

Resultado: 4(+3)=7, 2(+3)=5, 3(+3)=6 (Suma: 18)

Exitos: 3

Motivo: Acción

Tirada: 3d6

Dificultad: 5+

Resultado: 1(+1)=2, 1(+1)=2, 1(+1)=2 (Suma: 6)

Notas de juego

Tirada de Cognición para orientarme: superada con nota.

Tirada de acción para intentar llevar al otro tipo: tres unos.

Qué bien.

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10/06/2019, 19:49
Diana Steelwater

Cámara del tesoro

Pese a que Diana había estado muy ocupada documentando gráficamente toda la sala del tesoro había podido ver la tensión que existía entre la doctora y Dorian. La verdad es que aún estaba un poco resentida con Dorian a causa de que por lo visto su afición era romper valiosísimas estatuas, así que había intentado no cruzar palabra con él.

Pese a todo aquellos sonidos, aquellos gritos, como se comportaban los porteadores habían conseguido por fin helar su sangre. Así que con la luz de su casco encendida no cesaba de mirar en todas las direcciones como un ratoncillo asustado. La verdad es que todo su ser le gritaba que tenía que salir de allí cuanto antes. Además ¿donde estaban Asis y Samara? Deberían haberse juntado con ellos hacía ya rato.

Cuando la doctora empezó a irse Diana miró rápidamente a Dorian. -Con su permiso. Dijo antes de ir rápidamente detrás de la doctora aún con la cámara en mano más por no haber caído en guardarla que por otra cosa. No quería permanecer ni un segundo más en aquel sitio.

Notas de juego

Me pido segundo!

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10/06/2019, 22:20
Dorian Applesmith

Cámara del Tesoro.

Dorian era un hombre de fe. Creía en la aleatoriedad absoluta del universo y en qué ningún dios, fuerza espiritual o como quisiera llamarsele regia todo lo que les rodeaba. Pero debía reconocer que aquella tumba, aquella oscuridad y sobre todo, aquellos temerosos porteadores, le estaban poniendo de los nervios.

- ¿Pueden guardar la calma? - Dijo hastiado de aquella situación.

Si algo era cierto, es que estaba hasta el cuerno de piedras, arena, calor, egipcios y en general, con todo lo que tenía que ver con pirámides y ese tipo de mierdas. Sin duda alguna no cobraba demasiado... O si... Por eso estaba allí ni más ni menos.

Encendió de nuevo el mechero por tal de ver dos pasos por delante de su nariz. Achenloft y Steelwaterse habían colocado encarando la salida una detrás de otra y los estúpidos porteadores se peleaban entre ellos a empujones por seguir sus pasos.

Dorian Applesmith no se rebajaría a eso. Dejó que todos esos sucios y sudorosos egipcios se situarán tras las dos señoritas. Al fin y al cabo... ¿Qué más daba el orden en el que salieran de la tumba? Poco o muy poco. Pues... ¿Qué daño podía hacerles un montón de piedras viejas?

- ¡Venga, no se amontonen, si vamos a salir todos! - Resopló de nuevo abrumado. - Mierda de primates con ropa... - Susurró en referencia a los porteadores.

Notas de juego

Voy último!

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11/06/2019, 09:57
Samara

Entrada

Todo se había precipitado, literalmente. Rocas, paredes, suelo y destino. Vio con una angustia creciente como el hijo de su amigo se caía al vacío, sin que nadie pudiera hacer nada por él. Y no sólo él, pero para Samara el sufrimiento de Hamid era una herida profunda.

-¡Aguanta! ¡Hamid, por favor! ¡Aguanta!

No pudo ser. Quedaron ambos uno junto al otro, Hamid con la mochila de Asis entre sus manos, llorando. Samara rodeó con sus brazos al destrozado egipcio, y lo acunó como si se tratara de un niño. Las lágrimas de ambos, los dos curtidos y recios guías se mezclaron, en un silencio aplastante, con reverberaciones lejanas, de retumbos y ecos.

Finalmente la mujer se rehizo. A duras penas, a contra-voluntad, haciendo tripas corazón.

Alzó la cabeza y miró a su alrededor, con los ojos entrecerrados. Debían salir de allí, quedarse no era una opción. Inspiró profundamente, no podía perder los nervios, ahora ya no.

Su intuición la hizo decidirse por una de las dos bifurcaciones del pasillo, sin aparentar dudas. Hizo señas a los dos porteadores asustados que habían conseguido salvar la piel.

-Vamos. Por ahí. -Y luego con una dulzura inusitada en la mercenaria.- Vamos, Hamid. Le encontraremos, no tiene por qué haber muerto, no, no tiene por qué. 

- Tiradas (1)

Motivo: Cognición

Tirada: 2d6

Dificultad: 5+

Resultado: 4(+2)=6, 6(+2)=8 (Suma: 14)

Exitos: 2

Notas de juego

Sumo bono "calmada bajo presión".

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11/06/2019, 13:52
Guardián de la cripta

Entrada y laberinto

Le costó convencerlos, pero finalmente, tanto Hamid como los dos otros peones comenzaron a moverse. El corazón lo tenían apesadumbrado, de pronto, lo que parecía un viaje que llegaba a su fin se había convertido en tragedia y no contesto con eso, la situación no parecía mucho mejor para los que aun continuaban moviéndose. El jefe de los peones caminaba cabizbajo, aunque se había recompuesto un poco e intentaba aparentar firmeza. Pero Samara podía leer en las arrugas de sus pómulos que por dentro su amigo se encontraba especialmente mal. Tras de ellos, dos temblorosos hombres avanzaban dubitativos, moviendo frenéticamente la linterna como si intentaran con su luz espantar las sombras que se cernían sobre todos.

Samara no pudo por más que sorprenderse de como un lugar tan aparentemente simple y normal se había tornado en un laberinto de caminos que subían y bajaban. En ocasiones parecía imposible saber en que dirección estaban mirando o si estaban ascendiendo o descendiendo en la tierra. Los extraños jeroglíficos de las paredes parecían moverse a su alrededor como efecto de la luz y las sombras que danzaban al son de sus linternas.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Sala del templo

Tirada: 1d6

Resultado: 2

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11/06/2019, 15:30
Hamid Zulaiman

La Pasarela

Repentinamente, el suelo bajo Samara desapareció, quedando medio pie en el aire. Esta vez fue Hamid quien la sujeto.

- Cuidado Samara. Hay otro agujero –

Y el hombre señaló con su linterna a los pies de la mercenaria. El suelo de pronto terminaba abruptamente y se hundía en un túnel de negritud del que no se podía ver el final. El pasillo por el que caminaban se ensanchó en una sala cilíndrica de la que no podía verse ni el techo ni el final de este. Tan solo una pequeña pasarela estrecha permitía el paso a través del pozo, una pequeña porción de roca enclaustrada en apariencia a la pared como un puente entre la vida y una caída sin remedio. De la pared de la sala caían cascadas de arena que cubrían parte de la pasarela o se perdían en el vacío del fondo.

- ¿Qué hacemos? ¿Intentamos cruzar? ¿O volvemos sobre nuestros pasos? –

Su mirada se volvió hacia los dos hombres que seguían mirando para todos los lados, claramente asustados.

Notas de juego

SI quieres cruzar Samira, es un terreno difícil por la arena que cae. Tirada de acción 5. También puede dar marcha atrás.

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11/06/2019, 15:33
Guardián de la cripta

Cámara inundada, pasillos inundados

Tal vez por instinto, por humanidad o por no querer aceptar lo que seguramente le había ocurrido a aquel hombre, Asis intentó tirar de él para sacarlo del agua. Lo agarró fuerte por la manga e intentó tirar de él, pero no se movió. Era como si estuviera enganchado en algún sitio. Volvió a tirar con más fuerza y vio como la ropa se le rasgaba un poco a aquel hombre. Entonces notó que algo daba un tirón de aquel cuerpo en la otra dirección ¿Se lo había imaginado? Durante unos segundos, quedó en silencio sin hacer nada, temeroso de que algo ocurriera. El silencio le devolvió una sonrisa. Sin soltar el cadáver, intentó volver a tirar de él, pero de la misma manera, el cuerpo no se movió. Se arremangó dispuesto a tirar con todas sus fuerzas, se preparó para empujar…

.. y algo se lo arrancó de las manos y tiró del cuerpo hacia el fondo, hundiéndolo en las aguas para desaparecer de su vista. Impulsado por el miedo, se alejó nadando hacia la otra punta donde el otro peón, Ahmed, si no recordabas mal (El mismo que estaba golpeando Samara), también se arrastraba. Echó un último vistazo tras de sí, pero las aguas permanecían tranquilas, como si nada hubiera habido antes flotando en ellas.

Tras verificar que su compañero, aunque aterrado y rezando sin parar, se encontraba bien, se arrastraron con el agua por la cintura a través de la oscuridad. Muy pronto, el pasillo se bifurcó y poco a poco, lo que parecía un camino recto se volvió en una intrincada galería de túneles. El aire soplaba sobre sus cabezas y traía un extraño gemido que erizaba los pelos de la nuca.

Sus cuerpos temblaban, no sabían si por el miedo o por la temperatura del agua que estaba helada, pero sus cuerpos no podían parar de sacudirse. Sin embargo, sabían que debían avanzar, debían continuar. Si existía un camino hasta arriba, debían encontrarlo para reunirse con los demás.

Finalmente llegaron a un cruce de caminos distinto, a la izquierda, el mismo pasillo de piedra adornada con jeroglíficos se internaba en las sombras, pero a la derecha, la pared adornada terminaba abruptamente y era sustituida por roca viva que daba acceso a una cueva que, de nuevo se perdía en la nada. De pronto se miraron. Podían seguir por los pasillos de la tumba, pero desconocían si así podrían llegar arriba. Sin embargo, la roca natural le indicaba la posibilidad de una cueva subterránea y en ella, una salida. Ahmed miró a Asis dándole a entender que le dejaba decidir a él.

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11/06/2019, 15:34
Sarah Achenloft

Cámara funeraria

Lentamente, el grupo de la profesora fue ascendiendo en silencio por la escalera, con Sarah a la cabeza, seguida de Diana, los peones y finalmente Dorian en la retaguardia. Mientras avanzaban, el silencio se había apoderado del lugar, como una bestia que contiene la respiración antes del ataque. Solo las firmes pisadas de la profesora, combatían aquella siniestra quietud.

- Vamos, no se retrasen. No quiero accidentes –

A pesar de la situación, la mujer seguía conservando ese tono de autoridad que había movido a toda aquella gente hasta este lugar. Bajo el brazo, seguía llevando el Libro de los Muertos.

Y finalmente llegaron arriba y se sorprendieron al descubrir que no había nadie. El equipo que habían traído seguía por en medio, las mochilas de los peones apoyadas en la pared. Pero ni un alma se movía.

- Se habrán asustado y habrán salido corriendo al campamento. Supersticiosos. Vamos fuera, hay que tener una charla con Hamid y sus hombres. Claramente este comportamiento no es admisible –

Sin embargo, Diana no se movía, no podía. Su rostro estaba semi entornado en un rictus de incertidumbre y horror. Su linterna apuntaba al centro de la sala, donde el sarcófago yacía.

Un sarcófago que ahora, estaba vacío.

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11/06/2019, 16:44
Samara

La Pasarela

Cruzar era peligroso, muy peligroso. La arena que caía por las paredes se perdía en el abismo, y la pasarela por la que debían pasar era estrecha y de aspecto resbaladizo.

Por no añadir que nada indicaba de ningún modo que aquel era el camino. Si se equivocaban y el camino escogido daba a ninguna parte, deberían rehacer sus pasos sobre ese puente mortal.

No, no iba a jugársela, estando Hamid conmocionado y tembloroso. Y los otros dos hombres, cuyas linternas revoloteaban nerviosas.

-Vamos a retroceder. No sabemos qué hay al otro lado, puede que sea el camino a la salida, pero puede que no. Y cruzar es un riesgo demasiado grande. Retroceder quizá también, pero no quiero que nos juguemos el tipo si tenemos otra alternativa.

Notas de juego

Marcha atrás.