Partida Rol por web

[DM 06/20] Guardianes de la Noche

Escena I: Desde Rusia, con amor

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23/05/2020, 16:09
Heser

4.03 am. El télefono suena al lado de tu cabeza. No te despierta, no estás dormido. Hace tanto tiempo que no duermes bien que ya no recuerdas la última vez que te sentiste bien y descansado. La resaca no ayuda.

- Piotr. Es Heser. Ha vuelto a suceder, otro ataque. En el antiguo matadero. Quiero que eches un vistazo. Arinka se reunirá contigo allí. No tardes.

El sonido grave de la voz del Director de la Compañía de Luz te espabila de repente. No te da tiempo a responder nada más que con un gruñido. No hace falta más, si Heser pide algo, se le obedece. Nadie osaría replicar al líder de los Otros de la Luz.

De todas formas, ¿por qué te ha llamado a ti? No eres tan importante. O al menos, no lo eras hasta ahora. Igual Arinka puede darte más información cuando la veas.

No te hace especial ilusión, pero es mejor esto que quedarse viendo pasar las horas tirado en la cama. Aunque fuera hace frío, seguro que te despeja.

La noche aguarda.

Notas de juego

- El matadero está a unos 20 minutos en metro, pero a estas horas estará cerrado.

- Me gustaría que definieras tu relación con Arinka, una compañera Otro que, al igual que tú, trabaja en la Guardia de la Noche

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23/05/2020, 17:50
Piotr Vasili Shukshín

Cuando cuelgo el teléfono me quedo mirándolo con odio mientras respiro profundamente casi un minuto entero echándole la culpa de que mi sueño haya sido interrumpido. Como anoche. Y antes de anoche. Y... bueno, creo que desde hace muchos meses en los que me ha sido imposible conciliar el sueño con normalidad. La Compañía de la Luz hasta ahora, solo me ha encomendado tareas menores de documentación, inspección, comprobación y demás, pero jamás trabajo de campo. Me visto lo más rápido que puedo, un pantalón vaquero y una camiseta negra de manga larga, y me pongo gafas de sol.

Gafas de sol en plena noche le hacen a uno candidato privilegiado a recibir el precio al idiota de año. Claro que, normalmente, la gente no maneja miles de voltios que generan resplandores que pueden llegar a cegar, así que creo que me permitiré pasar por imbécil. Arinka me espera y no creo que lo haga con mucho agrado teniendo en cuenta la escasa simpatía que parece tenerme. Hace un par de meses, cuando me la presentaron, quise alardear de poder encendiendo y apagando algunos elementos de la habitación en la que nos encontramos. Cuando me acerqué a ella la electrocuté. Así, como suena. Y muy probablemente habría muerto si no hubiera estado Anatoliy para sanarla. Creí que esa vez lo tenía controlado, pero no es así. Nunca sé cuando es así.

Cojo mi moto para llegar, una Kawasaki Ninja 1.000 que ya tenía kilómetros de más cuando la compré. No le debe de quedar mucho tiempo para jubilarse, pero su imagen es espectacular y hace que tarde un cuarto de hora en lo que normalmente habrían sido veinte minutos en el Moskóvski metropolitén. Cuando llego, y tal y como me imaginaba, Arinka me está esperando a unos diez metros de la puerta del matadero con los brazos cruzados. Dejo la moto apoyada en el caballete y me acercó con una media sonrisa.

Buenas noches, Arinka —saludo sin saber cómo me va a recibir—. ¿Qué tal estás?

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24/05/2020, 03:39
Arinka Kuznetsova

Las altas paredes de ladrillo del edificio dan pena, se caen a pedazos y, a juzgar por los olores, el interior va a estar lleno de heces y detritus de los yonkis que lo frecuentan. Tal y como estaba la última vez que pasaste por aquí.

Es curioso pensar en el paso del tiempo, todavía recuerdas hace 10 o 15 años como era la zona, vibrante, llena de energía y de honrados rabochiye, camaradas trabajadores dedicados a sus tareas. Se decía que el Skotoboynya de la zona este era capaz de alimentar a medio Moscú: más de diez mil reses entraban cada día por sus puertas para ser destripadas, evisceradas y procesadas en latas y bandejas listas para su cómodo consumo.

No ves un alma alrededor cuando paras el motor de tu moto. La zona está mal iluminada y ya estás pensando en el puto frío que hace y la gracia que tiene el asunto a las tantas de la madrugada cuando una luz se desprende de las sombras que proyecta la puerta principal. Arinka se acerca a ti mientras apaga la cerilla con un suave movimiento de las manos. Sigue fumando esos toshchiy mentolados, su fragancia inunda el ambiente instantes antes de que su figura sea claramente visible a la luz de la tililante farola.

- Hace frío y llegas tarde - responde, un poco cortante. No sé que tienen de buenas, pero acabemos con esto rápido. Ya sabes como funciona, tú encuentras al tipo, yo hago lo mio y, con suerte, estaré de vuelta en mi cama para el desayuno.

Hace ademán de entrar por la puerta pero se para un segundo, se da la vuelta y te mira diciendo - Mejor ve tu primero. Y no te me acerques mucho, chispitas.

Se nota que la tienes en el bote.

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24/05/2020, 08:26
Piotr Vasili Shukshín

Hace tiempo, los líderes comunistas nos juraban que la decadencia occidental jamás nos alcanzaría y que la gloriosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas durarían eternamente. Es obvio que mintieron, quizá más por ignorancia que por malicia, y que nos hemos sumido en la decadencia de lleno. Heser habla en ocasiones de otra época, más feliz que esta, donde el dominio comunista del mundo era absoluto. Exagera, claro, pero ilusiona escucharle hablar de un tiempo donde todo era mejor.

Tranquila —le digo a Arinka—. Lo único peligroso ahora mismo son tus cigarrillos mentolados que, además de dañar tu salud, perjudican a tu imagen.

Me muevo entre la suciedad, la inmundicia y la basura del matadero, con algo de miedo a que algunas de las paredes se me caigan encima. No lo recordaba tan grande, al menos no desde fuera y a plena luz del día.

¿Has tenido alguna visión de esto ya? —pregunto con tono serio mientras sigo caminando entre los escombros y el olor a orina concentrada teniendo especial cuidado de no torcerme torpemente los tobillos.

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24/05/2020, 12:32
Arinka Kuznetsova

Tras el comentario sobre el tabaco, oyes un bufido a tus espaldas. Parece que Arinka no está de buen humor hoy, aunque nunca lo ha estado contigo. A pesar de todo, el perfume del cigarrillo, aunque no te agrada, no parece tan mala idea ante el hedor asalta tus fosas nasales. Tal y como habías anticipado, años de restos acumulados y cientos de litros de orina yonki no contribuyen a hacer la atmósfera más respirable.

- Sabes que no funciona así. Siempre hay algo, un effekt, un desencadenante. Por eso estamos aquí. - Arinka suena distraida, pero prosigue hablando. - Sugiero que nos separemos. Si Heser estaba en lo cierto, buscamos un cadaver reciente y entre toda esta der'mo puede estar en cualquier parte.

Entrais en un gran patio con garitas y cobertizos medio derruidos apoyados contra el muro, a la sombra de la mole imponente del matadero, a la que se accede a través de un derrumbe en una de las paredes. En ese momento, Arinka te mira y sonríe maliciosamente. - Que prefieres, ¿entrar o esperar fuera, príncipe de brillante armadura?

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25/05/2020, 08:54
Piotr Vasili Shukshín

Entré sin rechistar. Puede que yo no fuese santo de la devoción de Arinka, pero eso no significaba que el sentimiento fuera mutuo. Desde que la conocí me pareció muy atractiva al tiempo que marcadamente inteligente; demasiado para hacer caso a un patán como yo. Quizá hubiera tenido alguna oportunidad si no la hubiese electrocutado mortalmente, pero desgraciadamente esas cosas no las puedo controlar. Me quedo cargado de energía eléctrica cuando uso mi habilidad y nunca sé si estoy «descargado» del todo o aún soy peligroso.

Pensé que quizá podrías haber tenido ya alguna —dije mirando las paredes llenas de pintadas—. No te preocupes, tendrás tu ocasión dentro de momento. Cuando localice a nuestro objetivo.

Caminé entre la basura, mucha más de la que había fuera, tratando de recordar la razón por la que ser parte de La Guardia de la Noche se suponía que era glamuroso. Con poco éxito, claro está, en aquellas circunstancias. No solo por la búsqueda de un cadáver, algo de por sí bastante denigrante, sino porque dicha búsqueda se producía en un estercolero.

Gdye? —me pregunté a mí mismo, en susurros—. ¿Dónde estás?

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25/05/2020, 15:19
Arinka Kuznetsova

Ambos entrais en la inmesa mole que ha visto tiempos mejores. Tal y cómo sugirió, Arinka se separa de ti y empieza a remover la basura acumulada en las esquinas. Las salas son grandes y espaciosas, con un poco de imaginación se podría averiguar para que sirvieron en el pasado. Casi se puede oír el ruido del ganado mugiendo mientras muere en cadena y se convierte en entremeses para ricos.

Después de un rato largo buscando os volvéis a reunir al lado del boquete en el muro derruido. No habéis encontrado lo que buscabais pero si algunas cosas interesantes. Os poneis rápidamente al día: Hay unas escaleras metálicas un poco desvencijadas que suben a lo que aprecen ser las antiguas oficinas, una enorme compuerta de acero cerrada con un sistema de parecido a las escotillas de un barco, que probablemente conduce a las cámaras frigórificas y un gran boquete en el suelo donde en tiempos debió de haber un acceso al sótano.

- Bueno vaquero, esto parece estar limpio. No sé si merece la pena terminar de peinar el interior del edificio o salir al patio -. Arinka está a punto de decirte algo más con su acostumbrada amabilidad cuando oís unos ruidos metálicos fuera. Parece como si un montón de latas vacías se acabaran de caer de su pirámide impoluta en el supermercado, golpeando todo a su paso, sólo que claramente no puede ser el caso. - ¿Que yaytsa ha sido eso? ¿Crees que deberíamos ir a mirar?

- Tiradas (1)
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26/05/2020, 12:46
Piotr Vasili Shukshín

Me mantuve todo lo silencioso que pude e hice una serie de gestos a Arinka pidiéndola que hiciese lo mismo para intentar escuchar algo más. En el segundo siguiente no se escuchó absolutamente nada más, pero era obvio que alguien se había movido, quizá torpemente, y había derribado lo que parecían un montón de latas. Arqueé las cejas para llamar la atención de mi compañera, aunque era evidente que no me iba a ver en la oscuridad.

Por supuesto que tenemos que ir a mirar —le dije susurrando—. Sígueme...

Comencé a avanzar de la manera menos ruidosa que me fue posible en dirección al ruido escuchado. Pudiera ser que no se tratase de nada más que una rata de gran tamaño, algún borracho fuera de una zona menos arriesgada o de alguna persona sin hogar buscando un sitio para dormir, esto último demasiado habitual en la nueva Rusia. Fuera lo que fuese, no teníamos más remedio que comprobarlo.

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27/05/2020, 07:55
Guardián

Cuándo salis al patio de nuevo notaís como la claridad del nuevo día ilumina una escena por lo menos inquietante. Dos hombres, de aspecto desaliñado y sucio, ayudan a un tercero a levantarse del montón de planchas de uralita en el que se encuentra tirado. Uno de ellos, al veros aparecer, sonríe con la boca torcida.

- Vaya, vaya, tortolitos. ¿Os estabais escondiendo por culpa del amor? - Termina de levantar a su compañero y, como por arte de magia, saca una navaja de entre sus ropas, acercándose a vosotros. - Creo que la señorita aquí presente va a necesitar un hombre de verdad... Aunque creo que podríamos llegar a un acuerdo beneficioso para todos, ¿verdad?

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27/05/2020, 14:50
Piotr Vasili Shukshín

A pesar de la tensa situación en la que nos encontrábamos envueltos, me fijé en mi entorno si había algún elemento que pudiera ser considerado como conductor de la electricidad y con el que estuviese alguno de esos degenerados más o menos en contacto: una farola, un cable, una viga... cualquier objeto metálico me valdría. Mi idea era usar mis dones disimulando que era yo quien manipulaba la electricidad desde mi cuerpo hasta el enemigo que fuera.

Retrocede, Arinka —le pedí—. Por favor.

Si algo tenía meridianamente claro era que no iba a permitir, bajo ningún concepto, que ninguno de esos cerdos le pusiera la mano encima a Arinka. «Si tengo que llegar a las manos, tampoco me importa», pensé, «Estos mierdecillas no la tocan un pelo». Ya le había hecho daño yo en el pasado, muchísimo, letal, y aún no me lo había podido perdonar.

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28/05/2020, 06:46
Guardián

Aunque uno de los tres gañanes está claramente intoxicado, a punto de vomitar y medio arrastrándose por el suelo, los otros dos parecen estar en condiciones para suponer una amenaza.

- Pero mira como el gallo defiende a su gallina - el tipo de la navaja no parecía para nada impresionado por tu actuación. De hecho, continuó acercándose, secundado por sus dos compinches. - Si que debe de ser buena para que no quieras compartir a tú suka con nosotros.

Arinka te hizo caso y retrocedió por la arcada, quedándose en un discreto segundo plano. Conocedora de tus habilidades, te hizo notar los antiguos focos que iluminaban el patio, algunos de ellos sobre tu cabeza. Y bueno, el suelo estaba recubierto de porquería y detritus acumulados en el tiempo, con algunos cables y barras de construcción escondidos entre los deshechos.

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28/05/2020, 16:24
Piotr Vasili Shukshín

Me concentro hasta que noto la extraña sensación que recorre mi columna vertebral, señal inequívoca de que el don regresa a mí. O brota de mi interior. O como se quiera explicar. Imagino sendos rayos partiendo de las farolas sobre mi cabeza e impactando en el suelo siendo, al instante, llevados por los elementos más conductores que puedo sentir hasta los cuerpos de los tres peligrosos tipos suburbiales que pretendían divertirse a costa de Arinka. Es posible que la descarga sea mayor de lo pensado debido al profundo desagrado que me inunda cuando me imagino a mi agradable (con todos menos conmigo) compañera en manos de esos sviney.

¡Quiero que os vayáis de aquí! —grito—. ¡Este sitio es peligroso!

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29/05/2020, 00:22
Guardián

Cuando la sobrecarga eléctrica hace estallar los antiguos focos de vapor de sodio, puedes ver cómo las caras de los tres aspirantes a delincuentes cambian rápidamente de una lascivia poco disimulada a un terror más que evidente. Caen al suelo, gritando y llorando, en lo que te parece una eternidad por el estado en el que te encuentras pero que realmente son unos pocos segundos. Sin saber si es fruto de la geroin demasiado cortada o de varias noches sin dormir, se ayudan unos a otros mientras tratan de escapar de la zona lo más rápidamente posible, de una manera más bien patética.

Cuando recuperas el control de ti mismo, te das cuenta de que estás rodeado de basura quemada y humeante. No parece que hayas provocado un incendio esta vez, pero desde luego la instalación eléctrica del complejo tendría que ser renovada en su totalidad. Si a alguien le importara un carajo, claro.

Te das la vuelta, con un amago de sonrisilla socarrona en la boca, dispuesto a ver la cara de Arinka tras tu hazaña. Sin embargo, lo que ves a tu espalda te quita la tontería: tu compañera, pálida, caída en el suelo, con los ojos en blanco, espuma en la boca y las botas derretidas.

Parece que lo has velto a hacer, vaquero.

- Tiradas (1)

Notas de juego

lo que ha pasado afecta precisamente a uno de tus rasgos como personaje, el rasgo [4. Emocionalmente estoy destrozado, moralmente culpable] pasa de (3) a (2)

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29/05/2020, 22:55
Piotr Vasili Shukshín

Al girarme hacia Arinka deseo que el edificio en ruinas se me caiga encima y me destroce por completo. No podía dar crédito a lo que estaba viviendo otra vez. Otra vez, con la misma persona. Abrí los ojos como platos y noté cómo me ardían al llenarse de lágrimas que rápidamente corrieron por mis mejillas. Arinka, no. Arinka, otra vez, no. Me acerco a ella y pienso en cogerla en mis brazos y llevarla a alguna parte, pero no puedo correr el riesgo de electrocutarla de nuevo. Mi tacto es peligroso en estos momentos... o quizá no pero, ¿cómo arriesgarme a ello?

Salgo corriendo del antiguo matadero intentando buscar una cabina de teléfonos desde la que llamar al servicio de Urgencias para que recojan a Arinka y la lleven al hospital más cercano. Entonces reflexiono: si alguien puede llegar antes al lugar donde he cometido accidentalmente esa atrocidad y ayudarme de manera más efectiva es mi jefe, Heser. O alguien en quien confíe Heser y le envíe a socorrerme. Lo que sea que mi jefe piense. La Guardia de la Noche debería ser capaz de cuidar a los suyos. Tienen que salvarla como sea o me moriré allí mismo de angustia.

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30/05/2020, 07:55
Fyodor Lébedev

Llamas a Heser desde una cabina medio derruida, oxidada y apestosa. No parece muy contento cuando responde, pero... ¿cuándo está ese hombre contento?

Manda una ambulancia, que llega sorprendentemente rápido. Los paramédicos le aplican descargas controladas a Arinka mentras te muerdes las uñas de desesperación.

Afortunadamente, consiguen que vuelva a respirar, aunque cuando se la están llevando te parece ver una fea marca roja que recorre su cuerpo por el lateral izquierdo.

Desafortunadamente, la politsiya se ha personado en el lugar y lo ha estropeado todo. Estás ultimando los detalles con el agente Fyodor, un auténtico hijo de Moscú agradable y simpático, cuando su compañero se acerca.

- No vas a creer lo que acabamos de encontrar - le dice. Tenemos un código 058 en la esquina sureste.

Fyodor le mira como las vacas al tren, parece que ha comprendido lo mismo que tú del críptico mensaje.

El policia se acerca aún más y le susurra, aunque tú puedes oirlo - Un cadáver en aquella esquina del patio. El jefe ha dicho que te encargues tú. Te veo luego, cuando despaches a los pisakas de homicidios.

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31/05/2020, 18:29
Piotr Vasili Shukshín

Anika ya se encuentra bien, todo lo bien que podía estar, de camino al hospital que posteriormente averiguaría para ir a visitarla y asegurarme personalmente de que se encontraba mejor. Ahora había surgido la oportunidad de, cuando menos, ver el cadáver que habíamos ido a encontrar. Ahora podía acercarme al agente Lébedev y tratar de averiguar lo sucedido con ese muerti y si verdaderamente era el Otro que se suponía que había allí.

Lébedev, ¿qué es lo que ha sucedido? —le pregunto. Con independencia de su respuesta le voy a pedir que me permita acompañarle para echar un vistazo por mi cuenta sin contaminar la escena del crimen.

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31/05/2020, 22:56
Fyodor Lébedev

Lo siento Piotr, tengo que custodiar el cadáver hasta que homicidios se haga cargo - lo que dice Fyodor tiene sentido, al fin y al cabo es su trabajo. - No puedes pasar a verlo y mucho menos tocar nada. Pero toma, aquí tienes mi número de la oficina por si necesitas algo mas.

Estás decidiendo si mandar todo al carajo y empezar un incidente con el cuerpo cuando ves por el rabillo del ojo lo que parece un gran pájaro negro que desaparece en pleno vuelo. 

Eso sólo quiere decir que algo (o alguien) acaba de entrar en la penumbra. Justo encima del cadáver.

Que conveniente.

 

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01/06/2020, 08:31
Piotr Vasili Shukshín

Parecía evidente que no podía acercarme al cadáver sin provocar varios contratiempos. El primero con las autoridades policiales que, aunque estarían compradas como la mitad del cuerpo, este parecía ser un caso importante como para chantajearles. El segundo con agente del orden que parece agradable, el tal Lébedev, un profesional con muchos años de experiencia en la policía de Moscú. Por lo menos tenía su número de teléfono para poder contactar con él cuando tuviese más información sobre el caso, cosa que ya era per se un enorme favor. Algo era algo.

Pero estaba el paso a la Penumbra encima del cadáver. Se me ocurrió que quizá podría intentar entrar en la Penumbra desde un sitio un poco más apartado y tratar de seguir los pasos de quien fuera que se había escapado por ese lugar que no es un lugar.  Había escuchado historias lo suficientemente terribles como para plantearme si era una buena opción. En todo caso, si me decidía a hacerlo, no contaría con mucho más de un minuto antes de que el otro lado comenzara a dañarme, pero no se me ocurría nada más que tuviera utilidad real en ese momento.

Debía traspasar la Penumbra y estar muy pendiente del tiempo transcurrido.

Notas de juego

Intento entrar en la Penumbra a pesar del riesgo.

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01/06/2020, 10:20
Voron

Te alejas de Fyodor guardando su tarjeta, como si fueras a la salida del recinto. Sin embargo, en cuanto lo pierdes de vista, entras a la Penumbra.

Cómo siempre, la sensación de estar atravesando una burbuja de chicle viscoso te atrapa durante unos segundos. Después llega el hedor.

La Penumbra siempre huele mal, pero aquí es mucho peor.

Cientos de miles de animales sacrificados te miran desde las cuencas vacías de sus osamentas. Algunos todavía tienen trozos de carne putrefacta colgando a jirones de las astillas de hueso.

Los.muros totalmente derruidos del matadero te saludan, parece que el destino no tiene nada más que hacer en este sitio. Curiosamente, los faros de sodio están aparentemente intactos aunque sabes que en esta "dimensión" nunca ha existido la corriente eléctrica.

Unos pasos más allá ves una figura harapienta, los pelos oscuros largos ondeando con una brisa invisible a su espalda, las ropas lacias, negras y rotas.

El hombre se da la vuelta. Hola Piotr - dice una cara macilenta, pálida, enmarcada por un flequillo casero mal cortado. Es Voron, un Otro oscuro. Parece que está examinando algo en el suelo. - Me sorprende verte vivo. Sobre todo porque estás muerto. Ven y compruébalo tú mismo.

 

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01/06/2020, 10:33
Piotr Vasili Shukshín

La sensación que provoca la penumbra es como estar caminando en un lago de fango que fuera igual de denso que el aire. O al menos así me gusta definirlo, para intentar evitar la tentación de entrar. Los animales muertos, de alguna manera oscura, saludan mi entrada y me recuerdan que donde estoy no es un lugar para gente normal. Quizá por eso no seamos normales. Y mucho menos Voldor, un Otro cuyo aspecto es tan desagradable como zafio y tramposo su comportamiento. Pero eso que acaba de decir...

Yo también me alegro de verte, Voron —ironizo—. ¿Y dónde dices que está mi cuerpo muerto? —pregunto mientras me acerco a él con bastante precaución. Pese a la regla que impide la agresión mutua, no tengo razones para confiar en nadie que no pertenezca a los míos.