Partida Rol por web

- Que tranquilos están, muchachos - avisó Green de su presencia. - Algo grande, garrudo y lo bastante inteligente como para abrir puertas nos atacó en las escaleras. - Y con una pausa dramática añadió - A través de ellas.

- No quiero alarmar a nadie, pero creo que hemos encontrado a nuestro puma y no creo que esto - dijo blandiendo un candelabro - sea suficiente para pararlo.

- ¿Tuvieron ustedes más suerte que nosotros en desentrañar los misterios que nos rodean?

Marcus os propone subir por las escaleras de la cocina...

—Pues no mucha. De hecho hemos escuchado el ruido de alguien arrastrando un mueble sobre nuestras cabezas, en lo alto de esa escalera.— señaló hacia el hall de entrada —Y temiéndonos un ataque burdo pero efectivo estaba pensando en volver por donde ustedes subieron.

Se quedó un momento pensativo.

—¿Qué tipo de criatura puede ser? ¿Tenemos a nuestro hombre lobo?

Lamar se mantenía alerta, miraba a su alrededor constantemente. Estaba claro que la visión de aquella bestia en la oscuridad había alterado a Lamar.

-​​​​​​-Hombre lobo no sé, pero lo que tengo claro, señores, es que hay alguien en la casa. Y ese alguien vive en la oscuridad y come en cubiertos de plata... Todo me suena muy raro.

Asintió ante el sugerencia de Marcus de ir al segundo piso por las escaleras de la cocina. - Pero con cuidado... Podemos encontrarnos a aquella cosa. Dijo con tono siniestro.

- Iluminaré si hace falta, pero creo que alguien armado debería ir en cabeza. Y no me refiero a esto - dijo señalando el candelabro robado. - Ya he tenido suerte una vez, no quisiera enfrentarme a esas garras de nuevo.

- No pudimos ver a la criatura, pero si el folclore es verídidco, creo que podríamos descartar a hombres lobo y vampiros, por aquello de la plata. Aún creo que estamos delante de una broma macabra y de mal gusto, pero broma al fin y al cabo.

Aunque no sé que tipo de broma incluye destruir unas escaleras de roble americano...

Caid tenía la pistola en una mano y en la otra sostenía la foto del revés, leyendo su contenido, antes de levantar de nuevo la cabeza con aire sombrío:

- Me temo que este caso es mucho más siniestro de lo que imaginábamos. En esta foto, alguien que presupongo es el dueño de esta casa, escribe a su madre muerta sobre su boda con una señora cuyo nombre coincide con la de nuestro viudo. La carta está fechada de hace once meses, un mes después de la desaparición. Habla de que su primer marido la trataba mal, y que se marchó con el dueño de esta casa para casarse, y que nadie nunca encontraría a donde se han ido de luna de miel... - Hizo un silencio, incómodo.- Creo que no es mucho suponer que el maníaco que hizo esto la sacó del camino, y se casó con ella antes de matarla o matarse ambos. Qué cojones es esa cosa que vieron, no lo sé, pero de seguro que aquí ocurrió una tragedia demencial. Tomen. - Dijo pasando la foto.

Dicho esto, contestó a Green:

- Doc, no se preocupe por la potencia de fuego, entre el revolver, el fusil y mi Excrucio del 45, diría que podemos con lo que sea mientras sea solo uno. Me preocupa más el horror que contemplaremos una vez todas las piezas hayan caido en la mesa...

Instintivamente Marcus se ubicó detrás de Caid¹.

—No puedo creerme que el buen Jon maltratase a su mujer ¡la idolotraba!

Tras las descripciones hechas por sus compañeros el contable había optado por susurrar igual que lo hacía su buen amigo el detective.

Se encogió de hombros:

- Probablemente sea mentira. O si toooda esta paranoia sobre hombres lobo es cierta, quizás él la atase los dias de transformación por la seguridad de todos. A saber. - miró al resto.- ¿Tendemos una trampa a la trampa del mueble?

- Esta nota es de lo más escalofriante, si tenemos en cuenta que sabemos que la señora Withelock está muerta. Lamar hablo en voz baja, por eso de la presión de grupo.

- Vimos como el fantasma desaparecía en la ventana del piso de arriba, ¿cierto? Tal vez el cuerpo de la esposa de John se encuentre en ese lugar... Dijo con un escalofrío.

- A que te refieres con lo de la trampa, ¿Caid? Preguntó intrigado.

Caid señaló en dirección a donde había oido el ruido:

- Oí algo o alguien moviendo un mueble pesado en dirección a la barandilla de la escalera*, como si esperase a que pasásemos para lanzarnos un puñetero piano de cola encima. - Tragó saliva, notaba la boca algo seca.- Pues si el cadáver lleva un año arriba eso tiene que oler a distancia. Lo que me sigue intrigando es... ¿Porqué tres juegos de cubiertos de plata en la mesa? No consigo entenderlo.

- Creo que la solución a estos misterios se encontrará en el piso de arriba - Ronald no quería susurrar para no demostrar que la situación le superaba. - Siempre y cuando la cosa que nos atacó no vuelva, no creo que haya problemas en subir por las escaleras.

- Y el fantasma o lo que fuera quería claramente que lo siguiéramos arriba - añadió bajando un poco la voz.

- ¿Familia feliz? Contestó mientras se encogía levemente de hombros. - Si el tipo que escribió la carta, por lo que parece, es un perturbado, tal vez ponga la mesa para él y para la esposa y el hijo de Jonh... La simple idea asqueaba a Lamar.

- Lo que no me encaja es lo de la bestia rondando por la casa... 

- Subamos las escaleras para inspeccionar la planta de arriba... Tal vez se resuelvan así todas nuestras dudas. Concluyó.

—¿Alguien es capaz de ubicar la posición de la habitación desde la cual nos hizo señas el fantasma?

Marcus, al lado de Caid, intentaba ubicar cual de esas puertas podría llevarles al destino deseado. Se había puesto al lado del detective para poder ayudarle si algo se abalanzaba cuerpo a cuerpo a por ellos, confiando en que Lamar y Green, con la misma disposición, pudieran coordinarse de la misma forma.

Marcus por mucho que te pones a pensar no consigues orientarte, te encuentras desubicado.

- Si la vimos desde fuera, debería ser una de las habitaciones que dan a la fachada principal - susurró Green. - Probablemente sea una de las habitaciones principales, yo me inclinaría por la puerta grande.

Dr. Green te sucede igual que Marcus te encuentras desorientado.

Avanzando con el cuchillo de plata apuntando hacia abajo en la palma derecha, mientras apuntaba con la izquierda*, observó en lugar para intentar descubrir si había una de las opciones en las que pudiese observar pisadas o rastros que indicasen una dirección probable, aunque su intuición decía el Este.

- Diría que por el Este, la puerta pequeña, pero quiero ver si descubro alguna pista relevante que indique un camino. No hay ventanas... - Dijo esto último con total extrañeza.