Partida Rol por web

"Buenos amigos", solté una pequeña carcajada ante ese comentario. Eran personas que conocía, sí, y con las cuales había compartido, si, también, pero en mi camino al deber no podía contar con las amistades para hacer lo correcto, y muy pocas veces podía mantenerlas, las veces que la tenía. La única persona que quizás, podría considerar como mi amiga algún día sería Eve, y todo dependía de como se fueran dando las cosas a futuro.

Tome la hoja de papel que ella me extendió y la guarde muy bien en mis ropas, para que no se me perdiera. Tras eso le dije;

-La segunda inquisición es una amenaza para todos, tenlo por seguro. Me ocuparé de lo que me pides, y si es necesario, la eliminaré sin tapujos. -Dije, seriamente, mientras seguía mirando a mis alrededores, asegurando que nadie nos estuviera escuchando.

Los labios de la chica se curvan en la sonrisa de alguien que no está acostumbrado a hacerlo cuando le guiñas el ojo con complicidad. Exactamente igual que lo hacía Maxine cuando ocurrió lo de su madre.

Sus labios sonreían aunque sus ojos seguían cubiertos de melancolía.

Y de nuevo, su voz te hace volver de aquel tierno recuerdo en el que disfrutabas haciendo que se le escapara esa sonrisa dulce bajo el sol de noviembre.

- Courtney,

Levanta la jarra.

- Gracias.

Te piden un par de cervezas más al otro lado de la barra y mientras las tiras, observas como Juliet y Milady beben de unas copas junto a sus invitados. En el rincón más oscuro, Eduard vuelve a estar a solas con su habitual expresión adusta.

No puedes evitar escuchar una conversación interesante, mientras les estás cobrando a los dos chicos de las cervezas.

-pero si queremos ir, hay que decirselo ya.

-¿Ciento cincuenta? Eso es lo que te cuestan las entradas del Neverfest y son tres noches

-Tío, te juro que valdrá la pena. El Succubus siempre está lleno de famosos. Te digo que las entradas no están a la venta, se ve que les dieron 10 para toda la agencia y dos le tocaron a ella.

No es la primera ni la segunda vez que escuchas hablar de éste evento. Por lo que has oído, supones que es un festival de lujo o algo así. Hay muchas leyendas y habladurías a cerca del mismo: que lo organizan des de Hollywood, o que en realidad es todo un bulo comercial para hacer publicidad de Apple.

Con esos dos éxitos en la tirada puedes saber que lo de "príncipe" es el título de más alto nivel en la jerarquía de una ciudad de la Camarilla. El paralelismo a vuestros barones anarquistas, salvando las distancias.

En segundo lugar tienes entendido que históricamente Ciudad de México era el centro de operaciones del Sabbat a nivel mundial.

Sin embargo, es la primera vez que escuchas el nombre de Fiorenza Savona. 

Una sonrisa en la cara de Andrea desconcha parte del maquillaje en la comisura de sus labios cuando coges el documento.

Al mirar a tus alrededores, confirmas que nadie está lo suficientemente cerca de éste rincón como para haber escuchado la conversación a través del ruido y la música que suena de fondo. Eve, a la que dedicaste un pensamiento hace un momento, sirve cervezas a un lado y otro de la barra, mientras tus otras dos compañeras beben junto a sus invitados.

Cuando tu atención vuelve al lugar donde había estado la informadora nosferatu, ahora solo ves un puñado de sombras. Su desaparición puede resultar inquietante, pero lo cierto es que el ambiente es mucho más agradable ahora que no está.

Y pensando en lo agradable del entorno, te percatas que siempre has gravitado hacia este pub "La larga noche" como si fuera una especie de lugar cómodo o seguro. Aquí conociste a Juliet y a las demás. Quizás éste sitio tiene algún nexo de unión inconsciente con tu pasado. Tratas de pensar por un momento a qué te recuerda éste lugar.*

Suspiré con alivio al asegurarme que nadie escuchara la conversación. Hay que tener cuidado, sobre todo, en conversaciones y negociaciones como esta. Dediqué una mirada a Heavenpeace antes de volver a mirar a mis alrededores, mientras comenzaba a caminar hacia la barra.

Mientras caminaba, miraba este bar, y me traía recuerdos de una escena que viví hace un par de años, en un bar de Zaragosa, España. Lugar lujoso, de lo mejor que había. Muchos guardias y personas importantes. Uno de mis objetivos "importantes". Era un hijo de puta con mucho dinero, influencias y poder político, y sobre todo, la cabeza de una amplia red de pedofilia infantil. Había logrado colarme a través de la puerta de servicio, y sin mucho esfuerzo, me había hecho pasar por uno más de la fiesta. Llevaba mi pistola con silenciador, y lo había estado observando a lo largo de la noche. Cuando fue la hora propicia, y la fiesta estaba en su apogeo, había subido a la segunda planta del local, de donde tenía la vista a todo lo que allí pasaba.

Fue un tiro limpio. Directo a la cabeza. Hasta los guardias tardaron en darse cuenta del disparo. Para cuando comenzaron a oírse los gritos, ya había salido por la misma puerta que había entrado. Sonreía, contento por los gritos de horror de haber acabado con la cabeza de la red, ahora los niños podrían dormir en paz.

Si, debía ser eso. Habías mantenido un lugar parecido seguro de esos pedófilos hijos de puta y quizás esa misma sensación de seguridad era la que te transmitía "La Larga Noche"

Llegas a la barra sin problemas. Aunque hay gente sentada con sus cervezas conversando en frente, todavía se puede acceder a primera fila sin tener que dar empujones.

El calor que desprenden los humanos que se distribuyen a tu alrededor te recuerda vagamente al ansia que a pesar de estar bajo control por ahora, nunca termina de desaparecer del todo.

Mirando a los alrededores, me centraba poco a poco en el sonido de la música, y en una respiración calmada. Era la única forma de alejar el ansia constante que sentía, en aquella vida inmortal. Tenía un deber que importaba mucho más que mi vida, y esta maldición sobrenatural me daba la oportunidad de hacer lo correcto. Pasando a los primeros puestos, le hice una señal a Eve, para que se acercara;

-¿Como vas, Eve? ¿Una noche tranquila como cualquier otra, o tienes algo que hacer después de esto? -Pregunté, mirándola con curiosidad, mientras miraba como iba sirviendo al resto de los clientes.

- Una buena subasta - dijo con un sonrisa mientras se comía al muchacho con la mirada. Podía ver claramente en su mente cómo sería una larga sesión de sexo con el muchacho, bien bañada en sangre, quizás con otra muchacha y devorarles poco a poco literalmente a ambos, que se devorasen también entre ellos de cuando en cuando mientras la orgía del trío avanzaba. Notó cómo se le humedecía la entrepierna, las bragas empezaban a pegársele a las piernas.

Cuando le tiende la copa, se frota disimuladamente contra la superficie más cercana, una pata de la mesa. Bebe con deleite poniendo los ojos en blanco -maravilloso... deberíamos probar... más.

Así es: lujuria. La sangre que saboreáis es extremadamente dulce. Recuerda al néctar, es algo completamente distinto a lo que hayáis podido probar antes en cuanto a la intensidad de ese toque acaramelado. La textura y la calidez indican que la vitae es fresca, recién extraída del recipiente y además, cuando baja por vuestra garganta deja un rastro picante en el paladar. Como si hubiera algo más.*

Eric se retira unos centímetros espantado ante la insinuación de Milady, aunque trata de disimularlo. Busca la mirada de Linda, que sonríe de forma tranquilizadora.

- Madame Savona ha estado experimentando con distintos tipos de resonancias del humor sanguíneo. Y éste, en particular, posee algo aún más especial. Ese punto picado final, añade a las potentes sensaciones en boca un efecto duradero que llamamos: discrasia.

Estimamos que ese tipo de peculiaridades aparecen en un 0,33% de los recipientes, siempre que hayan recibido la estimulación adecuada y dispongan previamente de una cierta predisposición a ése carácter particular.

No podéis evitar hacer una aproximación de lo que eso significa y de cuántos descartes ha tenido que haber antes de encontrar al sujeto adecuado.

- ¿Y bien?

Es hora de tomar una decisión, pero la respuesta podría entrar fácilmente en conflicto con vuestras convicciones morales. Mientras que apoyar y dirigir la subasta tiene grandes beneficios en cuanto a fama, contactos y posición; hacerlo también implicaría fomentar el funcionamiento de esas granjas que se benefician de prácticas de lo más inhumanas, esclavizando y probablemente torturando a cientos de recipientes. Algo a tener en cuenta además, es que aceptar la propuesta también lleva implícita la prohibición de participar como pujador y eso significa no poder adquirir ni lastimar a ninguna de las piezas.

Nunca has tenido tratos personalmente con Fiorenza, pero sabes de sobra su historia y recorrido. No solo es una personalidad extremadamente poderosa en el mundo de los vástagos, si no que es una mujer audaz y hecha a sí misma. De otro modo no podría estar regentando el mayor dominio que históricamente perteneció al Sabbat: Ciudad de México.

—A ti —respondió.

La chica le había caído bien. Por otro lado, el asombroso parecido de Courtney con Maxine hizo que Eve sintiera una extraña necesidad de protegerla a toda costa. Quería saber más de ella, aunque ahora le reclamaban en el otro extremo de la barra. 

—Parece que me reclaman. A ver si coincidimos y hablamos más otro día, yo andaré por aquí. 

"¿Pero qué estoy haciendo? Seguro que se ha pensado que soy una rarita..."

-Discrasia...ciertamente es algo...maravilloso...-Juliet sentía oleadas de placer al enunciar cada palabra debido al efecto de aquella sangre, y le lanzó una mirada a Eric que podría haber intimidado hasta al mortal más intimidante (valga la redundancia). No solo le estaba desnudando con la mirada. Estaba degollandolo, drenando toda su sangre, imaginando como su corazón bombeaba litros y litros de ese precioso néctar que había despertado a una fiera dentro de ella. Era tal su lujuria, que habría sido capaz de desatar sus pasiones más primarias con las bestias más inmundas que podían existir.

Pero, al final, Juliet recuperó la compostura (o lo intentó, al menos), e intentó pensar con claridad, puesto que no era un asunto nimio lo que estaban tratando allí.-Ciertamente es una propuesta tanto interesante como suculenta, pero no es algo sobre lo que se pueda tomar una decisión a la ligera. Si nos disculpan un momento, lo consultaré con mi socia-Agarró a Milady del brazo y la dirigió a un lado de la barra donde no pudieran escucharlas.-Joder, como me ha puesto solo un poco de esa sangre. ¿Tú que opinas?

Tras terminar con su último encargo en la barra, Eve se acercó sonriente a Eduard.

—Justo iba a llamarte, pero te has adelantado. Hoy la verdad es que está todo bastante tranquilo por aquí. ¿Qué tal si salimos un segundo fuera? Me gustaría comentarte una cosa —dijo con una mirada pícara. También le vendría bien alejarse por un momento de los mortales, pero eso no podía decirlo en voz alta.

—Ven, es más fácil salir por la puerta trasera.

Una vez fuera, Eve miró a su alrededor para asegurarse de que estaban completamente solos. Había escuchado algo que podría interesarles mientras servía unas bebidas y no quería que nadie más se enterase.

—Tengo dos preguntas para ti, así que iré por partes. En primer lugar, ¿qué sabes sobre el Succubus night? —dijo casi en un susurro. —Hace un momento escuché a unos chicos hablar de ello y parece ser que pronto estarán en la ciudad. La verdad es que no tengo muy claro de qué va la cosa, solo los típicos rumores y que es bastante exclusivo, pero no estaría mal salir y cotillear un poco…

Eve arqueó una ceja, esperando una respuesta por parte de su compañero. Tras zanjar esto le haría la segunda pregunta. 

Me intereso lo que Eve me ofreció, por lo que presté especial atención a lo que me quería comentar. Ella era una mujer muy inteligente, y no perdería ningún segundo en vano escuchándola. Bajando del asiento y siguiéndola por atrás de la barra, mire a los alrededores, viendo si alguien más nos seguiría, y tras comprobar que nadie fuera a escuchar nuestras conversaciones, la seguí afuera de lugar. Tras escuchar su primera pregunta, mientras me acercaba a ella para escucharla lo suficiente la mire con una sonrisa, y solté una pequeña risa;

-¿Te refieres al succubus club? Si, algo he escuchado. Una especie de Eliseo móvil donde los toreador hacen grandes fiestas en cada lugar al que van, fuente de intrigas, traiciones y otras peores dicen, pero bueno, eso siempre pasa adonde sea que se encuentran los vampiros, ¿No? –Dije, mirándola con una sonrisa, para continuar escuchándola atentamente, para finalmente mirar a mis alrededores, y decirle – Estaré encantado de acompañarte, Eve. Siempre he sido muy curioso, puesto que de todas las tremere que he conocido en mi existencia, eres la más divertida de todas. Cuenta conmigo para lo que necesites. –Dije, mirándola con una sonrisa pícara, esperando escuchar que tenía en mente.

Esa sensación era realmente maravillosa. Increíble... jamás había sentido nada igual. Aún estaba en éstasis cuando la estúpida conseguidora se la llevó de un tirón. Pese a ello, no volvió inmediatamente a la realidad, quedó unos segundos con los ojos entrecerrados, notó cómo le caía una babilla por la comisura izquierda.

¡Joder se me hace la boca agua!

por fin pudo enfocar a su "socia", buen eufemismo para referirse a su instrumento para conseguir lo que quiere, y carraspeó antes de decir -No -dijo simplemente. Sabía que aquello de la subasta sería bueno para su carrera, meteórico, podía alcanzar sus planes de dominar la televisión siendo la estrella de un producto como aquel, pero por otro lado, en su lucha interior, primaba el placer inmediato, aunque fuese estúpido o poco racional, tenía que tener aquello.  ¡TENÍA QUE PUJAR!

¡BENDITA JODIDA DISCRASIA!

- Me pregunto- dijo en un  susurro a su compañera -si nosotras podríamos hacerlo... criar discrasios quiero decir.

Juliet no pudo evitar que la idea le rondase la cabeza. Tener su propia cosecha de aquel dulce líquido, estar en constante estado de éxtasis y de placer... Pero no podía dejar que las emociones (y sus instintos) nublaran su pensamiento. Tenía que pensar en su negocio y en su reputación ( y la posibilidad de aumentarla).

Ante la proposición de su "socia",por muy tentador que fuera, Juliet tuvo que plantarse. -No, es algo tentador. Pero no. Ya has oido a esa, solo hay un 0'33% de probabilidad de conseguir algo así. Es arriesgar mucho, y podemos perder más de lo que ganaríamos-.Juliet dirigió una mirada fugaz a Eric, bebiendoselo otra vez con la mirada.-Pero es que está tan bueno...

Se encoge de hombros

- Si esos estúpidos pueden... porqué nosotras no -dice muy bajito -tenemos que pujar por eso... oye estoy pensando. Quizás a través de tu empleada como intermediaria... si nosotras no podemos pujar como organizadoras, ella podría pujar y quedarnos con ese buenorro. Imagínate, podríamos desecarle lentamente y ya de paso... -echarle un buen polvo.