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[DM 23/04] Dragonlance - Thoradin

Capítulo I - El profeta de Reorx

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03/04/2023, 00:28
Dungeon Master

14 Hiddumont 433 AC

Gracias a las plegarias de Kylian, el cadáver de Gurmoil se ha mantenido fresco y relativamente bien conservado estos días, mientras terminabais de hacer inventario de su arrebatado tesoro.

Ailaserenth se ha pasado los dos últimos días leyendo un rollo de pergamino tras otro y reduciendo vuestras escasas reservas de vino para tener sus visiones sobre el funcionamiento de los distintos artefactos mágicos que habéis recuperado.

El estado mental de Ulfgar no ha mejorado demasiado desde vuestro encuentro con los entes extraplanarios que encontrasteis en la cueva del dragón. Ya no come y apenas duerme, pero eso no le ha impedido trabajar sin descanso; primero talando árboles con el hacha de guerra encantada y después instalándose en la herrería y usando la madera para fundir las monedas y transformarlas en lingotes grabados con el símbolo de Reorx: un martillo de forja.

Por lo que respecta a Klunurig y a Flechas de Muerte, ambos han estado de lo más entretenidos retomando el entrenamiento de sus respectivas mascotas.

Por todo ello, apenas habéis alejado la fortaleza voladora de las inmediaciones de la guarida del dragón. Afortunadamente, cualquier criatura que se ha acercado más de lo debido a vuestro hogar ha sido puesta en fuga por los disparos de los vigías elfos que montan guardia en la barbacana. Sin embargo, los cuatro muestran su alivio ahora que les comunicáis que estáis preparados para partir nuevamente.

El túnica blanca y Enrielle acaban de regresar de Shrentak por los caminos de la magia. Se han llevado con ellos el cuerpo sin vida del dragón y el gran cuadro que la vieja maga elfa os encargó recuperar para ella; y han vuelto con algunos componentes mágicos que os serán de utilidad en los próximos días, aunque sin hallar un remedio para la dolencia de Ulfgar.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Enrielle y Klunurig, podéis realizar una prueba de "trato con animales" que represente la última semana de entrenamiento de vuestras respectivas mascotas. Un éxito en la tirada representa que han aprendido un nuevo truco.

Considero que habéis vendido: cadáver del dragón, flauta del son, 3 zafiros negros y 5 ópalos.

Considero que habéis adquirido: pergamino de "desintegrar" (como recompensa por el dragón), 9 perlas blancas para identificar objetos, componentes materiales para fabricar la campana de alarma y alguna cosilla más.

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05/04/2023, 22:48
Enrielle "Flechas de Muerte"

De niña a Enrielle le habían contado leyendas acerca de los tesoros que guardaban algunos dragones, pero verlo por sí misma había resultado mucho más impresionante. Y mucho más trabajoso, que eso nunca lo contaban en las historias. Pero darse cuenta de las riquezas que habían conseguido compensaba con creces el esfuerzo. Esfuerzo que, quitando el transporte hasta la fortaleza, lo estaban llevando a cabo Ailaserenth y Ulfgar, a quienes agradecía enormemente su esfuerzo. Ya no albergaba dudas de que eran excelentes incorporaciones al extraordinario grupo que formaban.

Precisamente en aquel momento acababa de regresar de Shrentak por medio de la magia. Aunque reconocía que era práctico, a la joven siempre le resultaba desconcertante. La sensación de vértigo y, súbitamente, todo alrededor era diferente. Pero suponía que iría acostumbrándose...

-¿Creéis que nos ha quitado de verdad esa maldición, Ailaserenth? - preguntó al elfo, aún desconfiando de la bruja loca. - Parecía satisfecha, pero los dioses saben si era real o se ha guardado algo en la manga... 

En ese momento acudió a ella Bruma Gris, trotando alegremente. Enrielle agarró cariñosamente su enorme cabeza y sonrió. Tenía intención de retomar el adiestramiento ese mismo momento.

- Pues si ya está todo listo, voy a seguir entrenando a este grandullón. Creo que pronto conseguiré que nos lleve a mí y a Bugambilia. Es muy obediente.- comentó a Ailas. Luego miró alrededor, buscando a Klunurig. Debía andar por allí con su rinoceronte, haciendo esos grandes agujeros que Bruma Gris utilizaba para esconderse y retozar. - Habrá que avisar a Ulfgar de que no hemos encontrado una solución para lo suyo, aunque al menos no se ha transformado de nuevo en esa... lo que fuera.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lo quisiera confirmar, pero creo que enseño a Bruma Gris el truco Atrás. No tengo las reglas aquí pero creo que es mejor que Ven. ¿Hay algún truco más que se le pueda enseñar que no tenga? Busca o  algo así, en plan olfatear rastros? Eso sería molón también, pero en la ficha no aparece. No sé si es porque no se puede.

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05/04/2023, 23:26
Ailaserenth Sëlanar

Casi siento que todas las penalidades que hemos sufrido han merecido la pena cuando vuelvo a sentarme en el escritorio de mis aposentos en el torreón suroeste para analizar las esencias arcanas de cada artefacto descubierto en la guarida del dragón negro.

De todo el cuantioso botín que hemos hallado, nada me resulta tan gratificante como esta minuciosa labor de investigación. Y ni siquiera consiguen empañar la felicidad del momento el que el vino sea de una calidad dudosa o haber tenido que pedirle a Klunurig que se convirtiera en búho y me permitiera arrancarle un puñado de plumas de su cola como parte de los componentes del ritual de identificación.

Ninguno de los objetos mágicos resulta ser particularmente valioso por sí mismo. Apenas baratijas ridículas comparadas con la Dragonlance que tenemos en nuestro poder. Pero, aun así, no dudo en compartir mis descubrimientos con el resto de mis compañeros para que puedan darles el uso que consideren más oportuno.

Igualmente interesante me resulta la lectura de los rollos de pergamino descubiertos. La mitad de ellos son plegarias que rápidamente pongo a disposición de Kylian para su catalogación y archivo, pero la mitad restante son un interesante compendio de diagramas y conjuros arcanos que estoy deseando analizar con mayor detalle y transcribir en mi propio grimorio cuando tenga tiempo para ello. Uno en particular resulta tan extenso y complejo que mucho me temo que se encuentre más allá de mis actuales capacidades pero, lejos de desanimarme, me alienta a seguir esforzándome y aprendiendo hasta conseguir el talento necesario para comprenderlo y ejecutarlo algún día.

La labor es tan gratificante, que apenas me molesta el haber tenido que flexibilizar temporalmente mi rígida rutina. Aun así, cada día trato de contactar con el Cónclave para informarles de nuestros progresos y descubrimientos.

Mi mayor preocupación, solo compartida con la Señora de Wayreth, era regresar a Shrentak. La ciudad apenas se encuentra a dos días de vuelo de la guarida del dragón pero, después de lo ocurrido en nuestra última visita, entrar nuevamente a pie y con determinadas compañías se me antojaba una imprudencia.

Llegar a la torre de la venerable Maab a través de los caminos de la magia también entrañaba sus riesgos, por supuesto. Solo había visitado ese lugar en una ocasión y existía una posibilidad muy real de que la veterana túnica negra tuviera restringido el acceso a los viajeros que trataran de entrar por ese medio. O, peor aún, podía terminar extraviándome y apareciéndome con el cadáver del dragón en un sitio totalmente diferente y a muchas millas de distancia de mi destino deseado.

Por fortuna, tanto el viaje como la transacción comercial se han desarrollado de manera satisfactoria. Tanto la anciana Túnica Negra como nosotros hemos conseguido lo que queríamos y lo que piense hacer con los dragones muertos y El Recuerdo de Nuitari es algo que a mí no me compete. Por lo que a mí respecta, es suficiente con que la dama Coryn Brinefolk esté al tanto para que pueda actuar como considere mejor.

Ahora, recién regresado a la seguridad de mi dormitorio, solo puedo agradecer a lady Flechas de Muerte su inestimable compañía en este azaroso viaje. Sin ella, seguramente no me hubiera atrevido a presentarme yo solo ante la poderosa maga de Shrentak.

No podría asegurar que estemos libres de su maldición —le confieso a mi valiente compañera—. Pero entre los tesoros de los dragones hallé un conjuro capaz de anular los efectos de cualquier maleficio —le dedico una sonrisa impostada, tratando de transmitirle una confianza que yo mismo no siento—. No hay razón para angustiarse.

- Tiradas (2)

Notas de juego

El "+45" de mis tiradas era la dificultad, no el modificador. Perdón. Igual o menos que 45 (5%*NL), 2 éxitos. Por la fecha en la que nos atacó el dragón y en la que estamos, no creo que haya podido hacer muchos más intentos de "escudriñamiento". Y menos teniendo en cuenta todo el tiempo que se comen los conjuros de "identificar" y la lectura de pergaminos.

Mi objetivo para los próximos días es:
1) Identificar los bebedizos y ungüentos que hallamos en la guarida de los dragones
2) Transcribir en mi libro de hechizos los rollos de pergamino de "proyectil mágico", "romper encantamiento" y "runas explosivas".
3) Intentar curar a Ulfgar con un "romper encantamiento" (y de paso quitarnos la maldición a Enrielle y a mí). Dejo prueba de NL hecha, aunque ha sido una birria.
4) Fabricar nuestra campanilla de alarma y colgarla en el árbol que Klunurig plantó en el patio. La campanilla emulará un conjuro de "sonido fantasma" (NL 5), desencadenado por cualquiera situado a hasta 35' de ella y que la active con la palabra de mando "Alexa" seguida del tipo de sonido que quiera que emita. Por ejemplo: "Alexa, ruge como un león". El sonido durará hasta 30 segs (para escuchar la canción completa, hace falta suscripción a "Wayreth Music" xD)
5) Si no terminé de tunear mi dormitorio con conjuros de "elaborar" y "muro de piedra", lo terminaré. No sé cuánto me quedaba.

Conjuros preparados: To be defined...

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06/04/2023, 08:09
Kylian Brickstone

Los días tras su última incursión de muerte, transcurrían tranquilos y aburridos, como a Kylian solía gustarle antes de iniciar aquella vorágine de caos en la que se había convertido su vida al abandonar su querida biblioteca. 

Lo cierto es que ya no echaba de menos su vida anterior a todo aquello. Casi ni la recordaba. De hecho, ya no era ni la misma persona y tampoco tenía el mismo cuerpo. Ahora era mucho más pequeño, verdoso y femenino en la medida en que un goblin podía llegar a serle. 

Por suerte había podido hallar una biblioteca propia en aquella fortaleza voladora en la que viajaban por todo el continente en busca del equilibrio y en defensa de la necesaria neutralidad. Los libros y su devoción hacia Gilean eran lo único que quedaba del antiguo Kylian. 

Quizás debiera cambiar de nombre. - Se dijo a si mismo. - Ya no soy aquel joven rubio. Mi mente ha cambiado acorde a mi cuerpo. - Extrajo el dedo cercenado de Valev. Por suerte los dones divinos lo conservan como en el momento en que le fue amputado al cadáver de la única persona a la.que había amado. - Ya casi te he olvidado hasta a ti. Y si lograse devolverte a la vida. ¿Aceptarías mi nuevo ser? - Una lágrima se derramó por su mejilla. - ¿Te sigo queriendo o es únicamente en recuerdo de lo que re quise lo que conservo? - Tragó saliva. - ¿Por qué te quiero? No eres más que un rufián sin escrúpulos y no obstante... - Tomó aire. - No obstante has sido la única persona que me trató de esa manera que hacía que me derritiera... - Suspiró angustiado. - Ya casi ni recuerdo tu rostro...

Entre divagaciones melancólicas, oraciones hacia Gilean y su constante trabajo de catalogación y recatalogación, Kylian se decidió a tratar de descubrir cuánto pudiera de la afección que afectaba a Ulfgar. Necesitaban al clérigo de Reorx al cien por cien. Con aquella confusión que afectaba a su mente, su poder divino estaba muy mermado y si bien seguía siendo un miembro imprescindible de el Vendaval, era imperioso recuperarle. Igual hallaba la respuesta en sus libros. O puede que ni ellos tuvieran la solución. 

Pese a todas sus ocupaciones, también dedicó tiempo a estar con Lluvia y Jilhazhí. El guardián incansable de la bárbara seguía creciendo tanto en tamaño como en sabiduría y no obstante, pasaba demasiado tiempo junto al cuerpo inanimado de la que consideraba si madre. Se estaba perdiendo muchas cosas, aunque lo cierto es que al menos de esa manera no se exponía al peligro, ni exponía al grupo a éste debido a sus irreflexivas decisiones. 

...y le dio un mordisco a aquella jugosa manzana de color rojo reluciente. La anciana le miraba atenta y sonriente al ver cómoa joven de cabellos azabache masticaba la apetitosa fruta envenenada. Ella empezó a sentirse extraña, desorienta y falta de fuerzas. Sus párpados pesaban y un repentino sueño la embargó. Se sentó sobre un sillón bajo la atenta mirada de la bruja, quien ahora reveló su verdadera apariencia, mientras reía a carcajadas... El cuento que Kylian le contaba a Lluvia y al dragón latonado fue interrumpido por los sollozos de éste. - Sí Jilhazhí. Es un cuento muy triste...

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06/04/2023, 22:24
Ulfgar Eisbart

El estado mental del Yunque Poderoso de Reorx era penoso. Es decir, se comportaba como un enano cualquiera: afanándose con devoción casi religiosa en convertir todas aquellas monedas del tesoro de los dragones en lingotes de brillante metal precioso. El hacha de guerra enana que habían localizado en el tesoro, en vez de servir a un objetivo superior o aguardar plácidamente hasta el momento de ser devuelta a manos de la familia propietaria original, había servido para cortar árboles, manchándose de savia en vez de la sangre de sus enemigos. En otro momento el enano hubiera buscando sin duda una herramienta más humilde y adecuada, pero en su actual estado ni siquiera se preocupó demasiado de limpiarla. Era mágica, no se habría mellado, eso era lo importante...

Y si había disfrutado contando hasta la última moneda de cobre, más todavía iba a disfrutar con la elaboración de los lingotes. Su actividad a unos ojos no prevenidos parecería casi febril, comenzando pronto por la mañana y prolongándose hasta altas horas de la noche. Sólo paraba cuando se sentía agotado, cuando el esfuerzo sostenido superaba su capacidad de contener el dolor, lo que eran bastantes horas, muchas más de las que un simple humano podría permitirse. Y, a diferencia de anteriores ocasiones, no sentía sueño. De hecho, no sentía sueño ni hambre ni sed. Todo gracias al anillo de sustento. Bueno, todo no, la tozudez y ansia de ver el resultado de sus esfuerzos eran puramente suyos, tal vez también un claro rasgo enanil.

Reconocía, no obstante, que no se preocupaba lo suficiente por su estado mental. Bien sabía que no se estaba comportando como solía: No respetaba sus horarios, ni sus planes, a menudo improvisaba o tenía ideas locas que le interrumpían sus líneas de pensamiento. Cuando hablaban con él, no era raro que interrumpiera para dar su opinión, algo muy impropio de él. Las caras de extrañeza de sus compañeros de la fortaleza le dolían, le hacían sentir que algo no estaba bien dentro de él. ¿Volvería a ser de nuevo como antes? ¿Cuándo? ¿Haría falta magia poderosa para lograrlo? ¿Tenía dinero suficiente para pagar ese servicio? Tal vez al llegar a Thoradin podría pedir ayuda de un compañero de fe. En una ciudad enana con tanta entidad como aquella seguro que habría no sólo templo dedicado a Reorx, sino también sacerdotes con capacidad suficiente para librarle de su mal.

Pero el tema era que hacía tiempo que no era tan feliz. El Ulfgar de siempre era un tipo contenido, moderado, calmado, que medía sus palabras antes de abrir la boca. Parecía vivir en un miedo perpetuo a hacer las cosas mal o que alguien pensara algo incorrecto. El Ulfgar de ahora, en cambio, era desenfadado, espontáneo, bromeaba sin atender a tabús. No sentía el peso de una gran carga sobre sus hombros, ni siquiera se veía capaz de convocar más que los más limitados poderes de su dios. Y si se quitaba el ceño, casi ni eso. La magia proporcionada por su dios era, en comparación con sólo hacía unos días, insignificante. Era como si El Gran Forjador le hubiera retirado la palabra. No sentía Su Voz, Sus Instrucciones. Ulfgar era como si estuviera de vacaciones. Sí, un estado de descanso muy impropio para un enano como toca, cierto, pero muy relajado.

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06/04/2023, 22:43
Jilhazhí

—¿Sabes? He estado pensando sobre lo que me contaste de la enfermedad de ese enano nuevo que viaja con nosotros —comenta el pequeño dragón en una de las visitas que Kylian hace a los aposentos que comparte con la durmiente Lluvia Estelar—. A veces me recuerda un poquito a Thorwyn. ¿Le echas de menos? Yo sí, mucho. Nunca debimos ir a Wayreth. Solo nos han pasado cosas horribles desde que fuimos allí y empezamos a hacer caso a esos magos. No me gustan. No me gusta ninguno de ellos, empezando por ese elfo que se pasea por aquí como si el castillo fuera suyo.

»Le he prohibido que venga a ver a mamá. Aquí no es bienvenido. Él no la conoció y no tiene ningún derecho a venir a verla. Le he prometido que le quemaré las cejas y algo más si se acerca a sus cosas y creo que por eso se ha marchado al otro lado del castillo. Es mejor así, no me gustaba tenerle en el piso de arriba, arrastrando muebles de acá para allá. ¿A ti te gusta? Si los magos son tan poderosos, no sé por qué no salvaron a mamá. Los odio. Todo es culpa suya. Primero mataron a Thorwyn y luego nos llevaron a ese volcán espantoso.

El dragón de Latón vomita su aliento ardiente contra la vacía y ennegrecida chimenea. Parece que esta ha sido su manera de desahogar su frustración de forma frecuente a juzgar por las marcas renegridas en la piedra.

—Pero el enano no es ningún mago, ¿sabes? Le he observado trabajar en su arco gigante con sus propias manos y los magos no trabajan, eso lo dice todo el mundo. Así que, aunque sea amigo de los magos, no es uno de ellos. Y yo no puedo odiar a alguien que me recuerda tanto a Thorwyn. ¿Sabías que fabricó para mí este gorro mágico tan fabuloso? Yo me acuerdo todos los días. A veces me parece que haya pasado una eternidad desde que estuvimos en Kalaman, ¿a ti no?

»En fin, yo creo que si Thorwyn estuviera aquí ayudaría a ese enano enfermo. Él sí que era un buen mago y por eso lo mataron. Yo no quiero ser un mago y tampoco quiero que me maten, pero sí quiero ayudar. Creo que a Thorwyn y a mamá les gustaría que lo hiciera y se sentirían orgullosos. Así que, como ya te he dicho, he estado pensando. ¿Tú te acuerdas del castillo de Tantallon? Había unas sombras espantosas y una me tocó y me volví loco. ¿Lo recuerdas? Porque yo no podía recordar nada. Ni quién era, ni qué hacía allí, ni quiénes erais vosotros. ¡Ni siquiera me acordaba de mamá!

»Pero ella siempre estaba ahí para salvarnos y nos dio de beber a todos una curación milagrosa. Tú tienes que acordarte, seguro, yo te vi beberla también. Bueno, pues todavía queda algo de esa infusión sanadora guardada en su odre —añade, señalando al arcón cerrado que guarda las pertenencias de Lluvia Estelar—. Creo que deberías llevárselo al enano y decirle que, incluso dormida, mamá le va a curar.

Entrecierra sus ojillos draconianos y su voz infantil y despreocupada adquiere un tono ominoso y amenazante.

—No se te ocurra tocar nada más y devuelve el odre con el resto de su contenido en cuanto el enano haya bebido. No querría que un incendio accidental arrasase tu biblioteca hasta los cimientos y seguro que tú tampoco, ¿verdad que no?

Su actitud vuelve a ser tan jovial como siempre cuando finaliza con un alegre:

—Hasta pronto, tío Kylian. Estoy deseando escuchar el final de tu cuento. Nadie sabe contar historias como las cuentas tú.

Notas de juego

En el odre de la mística que-shu hay polvo del diamante negro de uno de los seres de sombras. Componente material suficiente para que alguien pueda lanzar hasta 7 conjuros de "restablecimiento".

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07/04/2023, 08:55
Kylian Brickstone

A veces le sorprendía que Jilhazhí fuera un ser tan inteligente y con una memoria tan prodigiosa. Sin duda, aquel pequeño dragón, estaba bastante más centrado que el mismo. La ley imperaba en él y aunque no fuera bonito decirlo y este no fuera a admitirlo fácilmente, lo que imperaba en el sacerdote era el caos. 

No es que eso fuera malo de por si. La naturaleza de cada uno era algo imposible de cambiar o al menos muy complicado y no obstante, para un sacerdote de la Neutralidad tampoco era una exigencia imperiosa. No si ese sacerdote era lo suficientemente hábil como para rodearse de agentes que equilibran sus carencias.

Allí está el equilibrio. - Le respondió Kylian al narrador omnisciente. - Y Jilhazhí está revelando su reverso tenebrosoⓇ. 

Por suerte, Kylian coincidía en la gran mayoría de los puntos que el ya no tan pequeño dragón latonado había descrito. Al fin y al cabo y aunque no necesitaba de su instrucción, muy posiblemente Kylian había influido de alguna manera en que aquel caótico ser reptiliano, se convirtiera en la criatura que se había convertido. 

Si te digo la verdad, a mí tampoco me gusta ese elfo. - Le respondió a la vez que le guiñaba un ojo a Jilhazhí. - Es demasiado impulsivo y que diga yo eso, es preocupante. Y es un prepotente, como la mayor parte de los de su raza. - Chasqueó su lengua de goblin. - Pero es necesario para la causa. Se unió a nosotros sin invitación y es un enviado de esos estúpidos magos. - Miró muy serio al dragón. - Sí, yo tampoco me fío de ellos. A veces hay que hacer cosas que uno no desea, para lograr su objetivo. La naturaleza del equilibrio es inescrutable. Yo sólo trato de interpretarla y de guiar a este disfuncional grupo de supervivientes, por la senda de la Neutralidad. 

Lo realmente importante era que Jilhazhí había logrado descubrir una posibile cura para Ulfgar. Ulfgar le gustaba más a Kylian que Ailaserenth. A decir verdad, no recordaba ni cómo se pronunciaba si estúpido nombre de elfo. Pero aquello no iba de amistad, sino deber y responsabilidad. El deber y la responsabilidad de recuperar el equilibrio y al igual que el elfo, el enano era una pieza fundamental para ello. Al menos hasta que muriera entre terrible sufrimiento y fuera sustituido por un nuevo agente de la Neutralidad. 

Le llevaré esto al maese enano y lo devolveré en cuanto haya recuperado la sabiduría perdida. - Declaró sus intenciones. - Palabra de goblin. - Sonrió y partió con el remedio en busca del clérigo de Reorx. 

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09/04/2023, 22:33
Dungeon Master

18 Hiddumont 433 AC

Los días siguen pasando mientras permanecéis aterrizados en el pantano, no muy lejos de la guarida de los dragones, decidiendo qué hacer ahora que sois ricos.

Desde que volvió de Shrentak con Enrielle y sus intentos de sanar a Ulfgar fracasaron, el mago elfo ha estado encerrado en sus remodelados aposentos, identificando pociones y transcribiendo conjuros en su libro de hechizos. Los demás apenas le habéis visto salir más que para comer o para realizar sus guardias nocturnas alrededor del castillo a lomos de Shilara.

Por el momento, las instrucciones de Wayreth para él son que se olvide de Maab por ahora y continúe centrando sus esfuerzos en manteneros a los demás con vida mientras continuáis con la búsqueda de las reliquias. Hace días que Solinari entró en fase menguante y los poderes del Túnica Blanca comienzan a resentirse sin la influencia de su dios, aun así, nada le ha impedido por el momento comenzar a trabajar en el dispositivo de alarma que él mismo ha diseñado.

El artilugio mágico promete ser de lo más útil cuando esté terminado, puesto que en estos días habéis avistado movimientos de dracs negros, draconianos y especialmente enfadados hombres-lagarto en las inmediaciones. Por fortuna para vosotros, todos ellos han tenido el buen juicio de alejarse de vuestras murallas al ser recibidos con disparos de advertencia en algunos casos y, en otros, por auténticos despliegues de poderes arcanos y divinos atraídos a este Plano de existencia con el único propósito de aniquilarlos.

Pero, salvo por estos encuentros esporádicos, podría decirse que estos días han sido unas pequeñas vacaciones para vuestro grupo. Para todos salvo, quizá, para Ulfgar.

Siguiendo el consejo de Jilhazhí, Kylian ha conseguido devolverle la cordura perdida al ingeniero enano pero eso no ha impedido que Ulfgar haya estado trabajando día y noche en la forja. Desde que se hizo con uno de los anillos mágicos hallados en el tesoro de Gurmoil, prácticamente no pisa sus espartanos aposentos y solo se acerca al comedor para charlar con vosotros mientras cenáis. La mayor parte del día se la pasa fundiendo monedas y transformándolas en macizos lingotes grabados, con los que todavía no habéis decidido qué hacer o dónde guardarlos. Por el momento, el laborioso enano los ha ido amontonando en cuidadosas pilas en el patio de armas, junto con el resto de vuestro botín.

- Tiradas (2)

Notas de juego

1) Identificar objetos mágicos pendientes: hecho (en el fondo común)
2) Transcribir pergaminos: hecho.
3) Intentar curar a Ulfgar con un "romper encantamiento": intento realizado, sin éxito.
4) Fabricar nuestra campanilla de alarma: empezando con ello, necesitas 5 días (materiales y PX ya descontados).
5) Tunear aposentos de Ailas: hecho.
6) Fundir monedas en lingotes: considero que Ulfgar puede fundir monedas por valor de 1000 pa/día (en el fondo común)


Bueno, pues cuando queráis ir a algún lado me decís a dónde y qué conjuros tenéis preparados ;)

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10/04/2023, 00:13
Klunurig Tzé

Klunurig se había pasado algún tiempo ausente. Aquello no era raro en él, pues solía encerrarse en su torreón a atender las plantas o aquel retorcido y venenoso árbol que había encontrado en el pantano, cuando no estaba intentando entrenar a Kifaru para que se convirtiese en un auténtico guerrero del vendaval-de-muerte. Pero siempre solía deambular de acá para allá, interrumpiendo alguna actividad con su inesperada presencia solo para volver a marcharse poco después. En los últimos días, sin embargo, estaba más retraído y taciturno que de costumbre. Puso especial énfasis en lograr que Kifaru entendiese cuando le pedía que atacase. Comprendió que, al no ser un depredador, debía acosarle y encerrarle en una esquina para provocar sus impulsos asesinos, y así lo hizo. Cuando por fin lo logró, casi se llevó una cornada brutal del rinoceronte. Pero parecía que aquello había servido de algo. ¿Sería la bestia digna de su predecesor, Makuwa Ambawi? Klunurig sospechaba que pronto lo averiguarían.

Aparte de casi ser destripado por su propia bestia, atraída a su vera por el poder de Krik'k lettz, Klunurig observaba furtivamente al druanti-metálico, acercándose silenciosamente al borde de su forja para mirarle fijamente durante largos periodos de tiempo. El bakali-enano buscaba algo en él, pero no sabía el qué. ¿Tal vez algo en lo que fijarse? No podía olvidar su breve conversación con Enrielle-flechamuerte. Ella le había confirmado que en realidad era un enano-barbudo, como sospechaba desde hacía algún tiempo. Pero, por más que él miraba al druanti-metálico Ulfgar, no conseguía identificarse con él. Klunurig observaba y observaba, sin siquiera darse cuenta de que otros le veían a él hacer lo propio...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Igual Enrielle puede sorprender a Klunurig mirando embelesado a Ulfgar xD.

Respecto al rumbo a seguir, me parece bien tanto ir a Thoradin (haciendo honor al nombre del capítulo) como dejar que el vuelo de una mariposa en Kalaman dictamine nuestro rumbo xD.

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10/04/2023, 11:56
Enrielle "Flechas de Muerte"

Para Enrielle aquellos días de calma habían sido un descanso bien merecido. Sin la necesidad de conducir el castillo volador había tenido mucho tiempo para dedicárselo a su lobo y también a seguir aleccionando a Bugambilia acerca de los principios de la Legión de Acero. Y sentía que había hecho muchos progresos con ambos, y especialmente con la kender. Por supuesto su estado de ánimo seguía siendo el mismo, pero tras la tristeza que empañaban siempre sus ojos creía empezar a ver un brillo de interés.

Mientras pensaba en aquello, la joven legionaria cruzaba el patio de armas en compañía de Bruma Gris. Su mirada se detuvo en el tesoro amontonado y la montaña creciente de lingotes de Ulfgar, apilados ordenadamente junto a la puerta de la herrería. Frunció el ceño. En todos esos días de holgazanear no se había parado a pensar donde guardar los tesoros que habían conseguido, pero ese no era su sitio. En especial los lienzos, que podrían estropearse si lloviese.

Suspirando se acercó, dispuesta a empezar a organizarlos para llevarlos a otra parte, cuando se dio cuenta de que entre unos toneles cercanos estaba escondido Klunurig. Se quedó mirándole extrañada, siguiendo con la mirada lo que el enano observaba con tanto embelesamiento. Ya lo había visto en otras ocasiones ahí y no le había hecho mucho caso pensando que eran sus cosas de druanti, pero al pararse a mirar finalmente lo comprendió.

Procastinando una vez más la organización de las riquezas comunes, Enrielle hizo una señal a su lobo, que se agazapó, y se acercó con él a hurtadillas. Pensó en hacer que Bruma Gris saltase sobre la espalda del enano para gastarle una broma, pero pensó a tiempo en que era mejor no hacerlo. Al verse sorprendido, Klunurig podría responder lanzándole un relámpago, una llamarada o los dioses sabían qué otra cosa del pantano y quedarse sin perro.

Se mordió el labio. Pensándolo bien, podría hacer lo mismo con ella, así que la muchacha optó por carraspear un poco y llamarlo con suavidad para que no hiciese nada raro.

—Eh, hola Klunurig. ¿Qué haces? — dijo acercándose a su espalda y poniéndole una mano en el hombro. Se la llenó de barro, pero no le importó. Desde allí ambos podían ver a Ulfgar en su tarea, sin prisa pero sin descanso. — Sí, es un enano como tú, pero él es mayor. — hizo una mueca. No tenía ni idea de sus edades, en realidad — O eso creo. ¿Sabes que hay muchas razas de enanos? Los hay como Ulfgar, que son los enanos que más he visto por Kalaman. Otros son como era el pobre Thorwyn, ¿lo recuerdas? Que era muy pálido y le molestaba el sol. Esos creo que se llaman theiwars. Y hay muchos más. — se giró para observarle — Tú... tú no sé exactamente de cuál eres. Supongo que no importa mucho. ¿Sabes que muchos de ellos viven bajo las montañas? Dicen que nacen con un pico bajo el brazo, y que aprenden a picar con él antes que a caminar. Ya lo puedes ver, les gusta mucho trabajar. Como a ti, en tu torreón con tus plantas. — le sonrió, mirándole significativamente. —¿Por qué no te acercas y hablas con él para que te cuente más cosas acerca de los enanos, ahora que se ha recuperado?

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10/04/2023, 19:56
Kylian Brickstone

A Kylian no le importaba demasiado el tesoro. No obstante, tampoco le hacía mucha ilusión tener que gastar todo aquello para comprar la estúpida reliquia a los estúpidos enanos de Thoradin. Deberían simplemente darles ese trasto, para que ellos pudieran hacer con éste lo debido. 

Estúpidos y codiciosos enanos... - La goblin chasqueó la lengua. - Sea como sea, hay que buscar un lugar para guardar todo el botín hasta que le demos uso. 

​​​​​​No le gustaba demasiado Ailas. No le había mentido al dragón latonado. Es más, Kylian estaba seguro de que si le hubiera mentido, éste lo hubiera sabido. Jilhazhí era un ser inteligente y pese a su corta edad, ya empezaba a superarles en muchos aspectos. Sin embargo, para algo como aquello, el elfo era quizás, junto a Ulfgar, el más indicado para tratar el tema. 

Tengo que hablar con ellos, maldita sea... - Murmuraba mientras se acercaba a la forja. Sin duda el enano acotado debía de estar allí. 

Y así fue. Localizó al barbudo trabajando con las monedas, los lingotes y las altas temperaturas. Sonrió al verlo. Estaba en su salsa. Se notaba que era un devoto de aquel arte tan alabada entre los de su especie. 

Ulfgar. - Llamó la atención del enano. - Debemos buscarle un lugar a todo ésto. - Le dijo. - Quiero consultarlo con el arcano y también con los demás. Bueno... - Se mantuvo pensativo. - Con Enrielle, no creo que a Klunurig le importe un rábano, pero... - Se mesó una inexistente barba. - ¿Crees que podríamos crear un sótano bajo la torre del homenaje? Podríamos esconder la trampilla debajo de la alfombra y quizás con alguna cerradura arcana o otra forma podríamos dificultar encontrar el tesoro. ¿Cómo lo ves? Tanto tú como yo podemos darle forma a la piedra con nuestros dones divinos. Si hay profundidad suficiente, no tendría que ser difícil...

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10/04/2023, 23:29
Klunurig Tzé

Klunurig dio un respingo cuando Enrielle-flechamuerte apareció por detrás de él, y sus dedos se movieron instintivamente hacia sus pantorrillas para iniciar una danza de muerte, pero en seguida se dio cuenta de quién era la que estaba allí, y se relajó.

- Huuumph. Hola, Enrielle-flechamuerte.

Escuchó como ido lo que la adepta del pantano le contaba, mirando hacia Ulfgar, como si intentase encajar aquellas palabras en lo que veían sus ojos.

- ¿Muchas razas? Humph... sí, recuerdo al druanti-barbudo Thorwyn. Aquellos druanti-asesinos dijeron que era muy sabio, y que estarían encantados de tenerle como uno de los suyos, y luego lo mataron. Huuumph. Estúpidos druanti-asesinos.

Su mente divagó, pensando en el extraño ser de piel lisa y orejas picudas que les acompañaba. ¿Porqué venía con ellos? Sin duda podía matar, y eso siempre era útil en el vendaval-de-muerte. Pero era amigo de los druanti-asesinos que habían matado al druanti-barbudo.

- Huuuumph... ¿porqué vivir bajo montañas? Es mucho mejor vivir en el pantano. ¿Qué hay en las montañas?

Klunurig nunca había entrado bajo una montaña, que él supiera. Pero igual había nacido en una. Su pantano estaba rodeado de lejanas montañas.

- Flechamuerte... ¿porqué nací yo en un pantano? Nunca conocí a otros bakali-enanos, ni a otros enanos-barbudos. ¿Cómo llegué hasta allí?

Entonces ella le animó a ir a hablar con el druanti-metálico, a hacerle preguntas. Pero Klunurig prefería observarle desde la distancia. Luego le haría preguntas.

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10/04/2023, 23:56
Ailaserenth Sëlanar

Más allá de las paredes de mis aposentos impera el caos y mis intentos de restaurar la fortaleza requieren cantidades ingentes de magia, tiempo y esfuerzo para llevarlos a cabo. Entre otras cosas, ese es uno de los motivos por los que no me satisface demasiado aventurarme fuera de mi dormitorio.

Que los tesoros estén tirados por ahí es algo que me desagrada, pero no más que seguir en este pantano infecto, expuestos a los ataques de quienes nos quieran mal y dando ocasión a los seguidores de Takhisis a hacerse con alguno de los artefactos que anhelan y que nosotros también deberíamos estar buscando.

Por el momento ya he reconstruido mis aposentos, securizado su acceso, creado el sistema de iluminación del patio e identificado todos los objetos mágicos obtenidos en el botín del dragón; sin recibir ningún beneficio económico por ninguna de estas notables labores. Actualmente me encuentro desarrollando un extraordinario mecanismo de alarma con un gran coste personal y por el que tampoco espero recibir nada a cambio.

Adecentar mi baño privado y adecuarlo a las comodidades que merezco es mi próximo proyecto. Por eso, desdeño por completo la priorización de una cámara subterránea para el tesoro cuando Kylian nos lo propone. Máxime cuando existen tantas dependencias desocupadas en la actualidad.

Por supuesto, los demás pueden hacer lo que consideren oportuno con su tiempo, pero la construcción de la balista se encuentra abandonada a medio terminar en favor de la fundición de metal. La reparación de la muralla oeste ha quedado postergada también y ahora me decepcionaría descubrir que el carácter de Ulfgar es tan voluble como para embarcarse en una cuarta iniciativa sin haber concluido ninguna de las anteriores.

La seguridad de la Dragonlance debería ser más importante para todos que la de cualquier cantidad de monedas y hasta el momento nadie se ha preocupado demasiado por ella, lo cual habla de manera muy elocuente de las prioridades de algunos. En cualquier caso, estoy más que dispuesto a ceder generosamente mi antiguo dormitorio en la última planta del torreón noreste como cámara del tesoro. Especialmente sabiendo que la encantada puerta de acceso únicamente se abre ante mí.

En cualquier caso, acarrear carretillas llenas de lingotes de oro escaleras arriba no es una tarea digna de elfos silvanesti y no tengo el menor interés en agraviar a mis compatriotas pidiéndoles que hagan tan cosa cuando yo mismo tampoco estoy dispuesto a hacerlo.

Notas de juego

Pues lo dicho, si no se me necesita, los próximos días seguiré trabajando en la campanilla de alarma. Mi rutina será la misma que anteriormente solo que fabricando el objeto mágico en lugar de pilotando el castillo. Por lo demás, seguiré comiendo a mis horas, haciendo guardias, tratando de comunicar con Wayreth diariamente, convocando sirvientes invisibles y espejismos arcanos...

Conjuros preparados:
- Nivel 0 [4+A/día. CD 16]: leer magiaA, cuchichear mensaje, luz, prestidigitación, sonido fantasma
- Nivel 1 [6+A/día. CD 17]: alarma, escudo, soportar los elementos, comprensión idiomáticaA, armadura de mago, sirviente invisible, proyectil mágico
- Nivel 2 [6+A/día. CD 18]: protección contra las flechas, ver lo invisibleA, imagen múltiple, invisibilidad, invisibilidad, invisibilidad, fuerza de toro
- Nivel 3 [4+A/día. CD 19]: acelerar, bola de fuego, clariaudiencia/clarividenciaA, esfera de invisibilidad, heroísmo
- Nivel 4 [3+A/día. CD 20]: escudriñamientoA, globo menor de invulnerabilidad, polimorfar, tentáculos negros
- Nivel 5 [2+A/día. CD 21]: cofre secreto, espejismo arcano, ojos fisgonesA

Los conjuros tachados son los que uso diariamente.

Si nadie tiene nada que objetar, me gustaría quedarme con la poción de "curar heridas graves" y de "fuerza de toro".

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11/04/2023, 11:15
Enrielle "Flechas de Muerte"

—Hay oro y piedras preciosas esperando a ser descubiertos y trabajados. — respondió Enrielle encogiéndose de hombros — Aunque creo que eso no te interesa demasiado... Bueno, está bien tener gustos diferentes. En cuanto a de dónde naciste, no lo sé, pero no creo que fuera en el pantano. No conociste ningún otro bakali-enano-barbudo porque no viven en el pantano. Tu madre debía ser enana, y tu padre también. Tal vez estaban viajando y te caíste al agua por accidente. ¿No me dijiste que Tzuga Chanti te pescó? Pudo ser cualquier cosa, y los dioses saben qué pasó realmente... — se quedó pensativa unos momentos hasta que sonrió a su caótico mentor en las nobles artes de invocar el poder del pantano — Tal vez, si algún día regresamos y tenemos tiempo, podamos investigar dónde naciste.*

Notas de juego

*¿He oído otra sidequest que aparta de un culazo a la misión principal? xD

Conjuros que preparo: colmillo mágico y resistir energía.

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11/04/2023, 17:09
Klunurig Tzé

Klunurig se quedó pensativo ante las palabras de Enrielle. ¿Arrojado al pantano? ¿Porqué? ¿Por quién? Las preguntas bullían en su primitiva mente. Los bakali no arrojaban a sus crías, si acaso las devoraban, si consideraban que eran demasiado débiles para sobrevivir. ¿Él era demasiado débil? Krik'k lettz tenía una opinión sobre aquello. ¿Devorarían los enanos a sus crías? ¿O sólo las arrojaban a los pantanos cuando no las querían?

- Huuuumph. Arrojar una cría al agua es un desperdicio. Salvo que quieras alimentar al pantano. ¿No se pueden alimentar las montañas como el pantano? ¿Hay vida dentro de ellas? ¿O sólo piedras de esas, y metales brillantes? He sembrado ese oro en mi torre, pero no crece, ni alimenta a nada. Solo se queda ahí, en el barro. ¿Para qué sirve ese oro? Si no crece, no da de comer, ni se convierte en un depredador, así que tampoco se come a nadie. Huuuuumph.

Desde luego que a él no le interesaba nada el oro ni las piedras. No se sentía muy enano, pero todo parecía indicar que lo era.

- Supongo que podríamos descubrirlo. ¿Está muy lejos de aquí mi pantano? Quizá me arrojaron los enanos que vivían en las montañas cercanas. Desde mi pantano se ven muchas, aunque los bakali creíamos que eran el fin del mundo.

 

Notas de juego

Dejo una respuesta pero cuando queráis entrar en acción, le damos. No he definido mis conjuros preparados porque entiendo que aún tenemos que elegir rumbo. En todo caso, dejaré una lista tentativa en mis Notas por ahora.

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11/04/2023, 22:02
Enrielle "Flechas de Muerte"

Enrielle arrugó la nariz. Todavía iban a tener que rebuscar en el Vergel de Klunurig todas las monedas que había desperdigado para poder pagar a los enanos de Thoradin.

—El dinero que has ido tirando sirve para cambiarlo por bienes y servicios. ¡Como este arco! O como las antorchas que ha puesto Ailaserenth. ¿Entiendes? En cuanto a lo que hay en las montañas, dicen que hay verdaderas ciudades bajo ellas, llenas de enanos. En cualquier caso, pronto lo veremos. Verás a tus congéneres por todas partes, y lo mejor es que no tendrás que demostrarles nada, y ellos no te mearán encima. — recalcó. No quería provocar una matanza en Thoradin también. Ya había tenido bastante.

En cualquier caso intentaría atarlo en corto, si es que tal cosa era posible con Klunurig.

Algún día lo haremos, pero ahora estamos muy pero que muy lejos de tu pantano. ¡Tanto que ni conocen al gusano negro Mohrlex, así que imagínate! De momento visitemos esa ciudad de enanos y luego vemos lo que hacemos, ¿vale?

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11/04/2023, 22:41
Klunurig Tzé

Klunurig asintió a las palabras de Enrielle-flechamuerte con un gruñido. Que no le measen estaba bien, así no tendría que matarlos a todos.

- Humph. Cambiar oro por cosas. No necesito cosas tampoco. ¿Es que los enanos no tienen a Krik'k lettz?

Gruñó. No, claro que no la tenían. La diosa solo vivía en el pantano.

- Está bien. Veremos enanos-barbudos y no nos mearemos unos a otros. Humph.

Dicho aquello, se dio la vuelta y comenzó a deambular de un lado a otro, pensativo.

Notas de juego

Por mi adelante. Dejo aquí mis conjuros preparados para el viaje:

- Nivel 0: [6/día. CD 15]: Curar heridas menores, Crear agua, Purificar comida y bebida, Detectar magia, Conocer la dirección, Luz.
- Nivel 1: [6/día. CD 16]: Curar heridas leves x2, Hablar con los animales, Hechizar animales, Flamear, Fuego feérico
- Nivel 2: [5/día. CD 17]: Piel robliza, Fuerza de toro, Gracia felina, Resistir energía, Esfera flamígera
- Nivel 3: [4/día. CD 18]: Colmillo mágico mayor, Protección contra la energía, Brotar de espinas, Transformar piedra
- Nivel 4: [3/día. CD 19]: Curar heridas graves, Descarga flamígera, Tormenta de hielo
- Nivel 5: [2/día. CD 20]: Transmutar barro en roca, Crecimiento animal

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11/04/2023, 23:10
Ulfgar Eisbart

El enano ingeniero estaba haciendo de todo menos ejercer de tal cosa. En esos momentos era el enano acuñador de metales preciosos. Era una actividad física agotadora a la par que gratificante. Y había constituído todo un bálsamo para su maltrecha mente durante aquellos días. El brebaje que le dieron, por supuesto, también tuvo que ver. Todo gracias a una inspirada conversación de Kylian con el sorprendente leoncito parlante que custodiaba el cuerpo de la bárbara... Aquel era un lugar sorprendente a varios niveles. Ulfgar, por supuesto, visitó a Jilhazhí aquella misma jornada para agradecerle su intervención y generosidad, y le prometió solemnemente que si algún día conseguía el poder suficiente para interceder por la vida de su "madre", lo haría sin dudarlo.

El trabajo intenso, no obstante, no podía apartarles de su objetivo: tenían un artefacto con el que hacerse en Thoradin. No se podía decir que ardiera de deseos de visitar la ciudad, pues intuía lo difícil que podían ponérseles las cosas allí, pero tampoco es que hubieran recorrido un camino de rosas para llegar hasta donde estaban. Así las cosas, Ulfgar, una vez obtenido el consentimiento del resto de integrantes de la fortaleza, cedió la Dragonlance que habitualmente custodiaba para asumir nuevamente su puesto como piloto. Debían avanzar, no podían permitirse demorarse más. Si alguien se hacía con el artefacto mientras ellos estaban todavía viajando habría que rastrearles y ahora al menos sabían dónde buscar. Cuando salieran de los salones enanos la cosa podía complicarse y mucho. Ansalon era un lugar muy grande y peligroso.

─He pensado que si dedico algunas oraciones a mi dios, podría hacer uno o dos cofres de piedra de tamaño suficiente para depositar los tesoros1. Quedaría sellado durante la noche, por ejemplo, sin cerradura alguna. Sólo un mago o un clérigo de cierto nivel podría abrirlo sin tener que destruirlo. Ni llevárselo con facilidad. Podríamos colocarlo en el torreón noreste, junto a la forja. Y tú podrías ir preparando un sótano en la sala oeste de la planta baja de esa torre, si te parece. Mis poderes clericales creo que son más limitados que los tuyos, sin duda sacarás mayor partido a tus rezos para ello...

Ulfgar continuó trabajando. Había bastantes miles de monedas de oro y tenerlas convertidas en cómodos lingotes de metal precioso haría su transacción mucho más rápida y fácil. Se aseguraba sistemáticamente de que no fallara un solo gramo en sus medidas. Cada lingote pesaba exactamente 20 libras y tenía unas medidas aproximadas de 15x7x7 centímetros2. Era un peso aceptable para transportarlo a mano, pero suficientemente pesado para alcanzar las 1.000 monedas de valor. Fácil de apilar, fácil de contar, fácil de intercambiar. Y con el sello de calidad de Reorx, nada menos.

Claro que aquella era la parte sencilla. Sólo era trabajo. Su mente seguía trabajando en su restauración: habiendo recuperado el sentido común, los conocimientos y cualidades mentales habituales, el Yunque Poderoso estaba extrañamente centrado, casi en éxtasis. El trabajo le liberaba, se sentía conectado a su dios y éste le había devuelto su favor. La carga, por supuesto, era mucho más pesada que antes, pero su capacidad de soportarla había crecido infinitamente más rápido que la carga en sí. Sentir el peso de la mirada de su dios no era ya un suplicio, era un motivo de orgullo.

Notas de juego

(1) con el Transformar Piedra, con mi nivel 8 de lanzador, puedo transformar 18 pies cúbicos de piedra, lo que da para 0,5 metros cúbicos, lo que viene siendo 1x1x0,5m de cubo o 1x0,7x0,7m, un cofrecillo de tamaño respetable. Podría tener una tapa que encajara a peso con un agujero en cada vértice al que se pudiera enganchar un candado (que de momento no tenemos, pero que podríamos comprar) y cada día tirar el Transformar Piedra para sellarlo por completo.

(2) Me ha dado por hacer unos cálculos y, suponiendo de media una densidad de acero, plata y cobre de 9g/cm3 (8, 10,5 y 9 respectivamente, en realidad, pero los he asimilado a 9 por comodidad) y sabiendo que cada moneda pesa 9g, eso nos sale que cada moneda ocupa 1cm3, es decir, que una libra (50monedas) ocuparían 50cm3. Si cada lingote fuera de 20 libras (9kg), estaríamos hablando de unos 15x8x8cm, aprox. Eso hace una conversión fácil de 1.000 monedas/lingote y 20 libras/lingote.

Hechizos preparados:

- Nivel 0: [6/día. CD 10 + 3 (SAB) +1 (ceño)]: Detectar magia, Leer magia, Detectar veneno, Orientación divina, Luz, Remendar
- Nivel 1: [5+D/día. CD 11 + 3 (SAB) +1 (ceño)]: Manos ardientes (D), Bendecir, Escudo de la fe, Quitar el miedo, Santuario, Comprensión idiomática
- Nivel 2: [4+D/día. CD 12 + 3 (SAB) +1 (ceño)]: Flamear (D), Cautivar, Fuerza de toro, Esplendor de águila, Resistencia de oso
- Nivel 3: [4+D/día. CD 13 + 3 (SAB) +1 (ceño)]: Disipar magia, Transformar piedra, Transformar piedra, Resistir energía (D), Vestidura mágica
- Nivel 4: [2+D/día. CD 14 + 3 (SAB) +1 (ceño)]: Muro de fuego (D), Arma mágica mayor, Poder divino, Adivinación
 

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11/04/2023, 23:25
Dungeon Master

20 Hiddumont 433 AC

Tras una semana acampados en tierra desde la muerte del dragón negro y el saqueo de su guarida, solo Ulfgar parece tener cierta prisa por poneros en camino, puesto que el resto tenéis otros quehaceres igualmente entretenidos. Lo suficiente al menos para no tener que preocuparos demasiado por el paso del tiempo: Ailaserenth grabando y encantando la campanilla de alarma, Enrielle entrenando a Bruma Gris, Kylian proyectando la excavación de una cámara secreta entre los cimientos de la torre del homenaje...

En cualquier caso, no tenéis por qué abandonarlos. Mientras uno de vosotros pilota, los demás podéis seguir dedicados a lo vuestro de modo que todos accedéis con mayor o menor entusiasmo a poner rumbo nuevamente hacia vuestro destino, tras haber pospuesto el viaje en más de diez días.

Y, aunque Klunurig se siente casi como en su propio hogar en el Gran Pantano de Onysablet, acaba convenciéndose de que puede ser interesante para él conocer cómo viven otros enanos en sus viviendas bajo la montaña en lugar de en chozas de barro en una ciénaga.

Os lleva casi dos días dejar atrás las tierras pantanosas e internaros en los dominios ogros del Yelmo de Blöde y, hasta el momento, el viaje ha transcurrido sin incidentes reseñables. Pero la noticia que le llega a Flechas de Muerte, a través de la piedra de recado que comparte de Sombrasilente, trastoca vuestras apacibles vacaciones.

La armada de Palanthas se ha hundido.

El mensaje es escueto pero de ser cierto supone un auténtico terremoto, puesto que se trata de una de las flotas más importantes de Ansalon. Y la metrópolis a la que pertenece no es solo el mayor puerto comercial del norte del continente, sino que es además la capital del Imperio Solámnico.

Kylian la conoce mejor que nadie, puesto que es su ciudad natal y allí se encuentra la Gran Biblioteca: el mayor compendio del saber escrito de todo Krynn y el más importante lugar de culto para todo seguidor de Gilean.

Sin su flota, la población está expuesta a ataques marítimos desde las Puertas de Paladine, algo que hasta la fecha se había considerado totalmente imposible. Por tierra y por mar, Palanthas siempre ha sido considerada prácticamente inexpugnable. Hasta ahora.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Todavía deben quedaros por delante otros cinco o seis días hasta llegar a Thoradin con el rodeo que estáis dando para no sobrevolar demasiado el reino montañoso de los ogros.

Por las fases lunares, Ailas sufre un -1 a su NL y a la CD para que sus enemigos superen sus conjuros.

La pequeña manita de gnomo señala a Palanthas. La larga, delgada y no muy varonil mano élfica señala a vuestra actual posición. La mano enana, rechoncha y peluda, señala a Thoradin.

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12/04/2023, 13:35
Enrielle "Flechas de Muerte"

Antes de comunicar el mensaje a sus compañeros del Vendaval de la Neutralidad, Enrielle se apresuró en enviar otro mensaje de vuelta pidiendo más datos. Tendrían, sin embargo, que esperar hasta mañana para tener respuesta.

Una vez convocado el grupo, reunidos en torno a la mesa del comedor con el mapa de Ansalon desplegado ante ellos, Enrielle se levantó de su asiento y dio unos golpes sobre el mapa con su largo y pálido dedo, allí donde Ulfgar había señalado.

—No podemos irnos sin esa maza maldita a estas alturas, pero no podemos permitirnos perder más tiempo del que hemos perdido ya. Tenemos que hacernos con esa maza y poner rumbo a Palanthas lo antes posible. — se sentó de nuevo y enterró una mano entre el frondoso pelaje de Bruma Gris, sentado obedientemente a su lado. — Una armada no se hunde por casualidad. Se dice que la mitad oriental del continente está en manos de fuerzas hostiles a los Imperios Solámnico y Ergothiano. Pueden estar preparando un ataque inminente.

En Thoradin puedo averiguar algo más, pero tenemos que tener cuidado. Hay caballeros de Neraka operando en la zona. Mi informante me indicó hace días que estaban cerrando un pacto con los ogros.