Partida Rol por web

Borzos estaba de un humor de perro, calado hasta los huesos y cansado cuando sus botas aterrizaron en el fango. El recio enano se colocó tras el carro y se preparó para empujar.

-Vamos a tener que empujar, amigos. Kroggar, podemos contar con la guía divina de Bargenta?

La situación se complicaba cada vez más, el terreno ya de por si difícil se hacía intransitable con la lluvia, estaban empapados y caía la noche, la cabra estaba agotada después de las emociones y apenas podía ya con el carro. Teníamos que salir de ahí cuanto antes, ni el carro ni nosotros estábamos a salvo en medio del camino. Toril saltó del carro y mientras su compañero empujaba agarro las riendas de Rim delante de ella y la fue tironeando al mismo tiempo que la animaba para que hiciera un esfuerzo más, aprovechando los empujones de Borzos.

Hay que salir de aquí, vamos cabra terca, vamos, solo es un poco de lluvia, ¿podéis ahí atrás? no se si esto está funcionando...

La lluvia estaba entre esas cosas que Kroggar no toleraba, así que su humor empeoró hasta tal punto que menos mal que sus compañeros no estaban especialmente habladores, porque Bargenta no lo quisiera, podrían haber acabado a golpes. Al final, el enano junto a sus compañeros se bajó del carro de un salto y sus botas se hundieron en el barro. Eso fue la gota que calmó el vaso.

—¡LLUVIA!—gritó furioso mientras comenzaba a darle patadas al barro—¡MALDITA Y ASQUERROSA LLUVIA! ¿PORR QUÉ RRAYOS CONSTRRUIMOS UNA AVANZADA EN UN LUGARR AL QUE PODAMOS ACCEDERR BAJO TIERRA? ¡SOMOS ENANOS! ¡SOMOS HIJOS DE LA MONTAÑA! ¡NO SOMOS VULGARRES HUMANOS O MALOLIENTES ELFOS!

Lo único que le faltaba era agarrar su hacha y liarse a golpes con lo que fuera. Si hubiera soltado toda esa furia ante los kolbds cada golpe los hubiera reducido a pedazos. Por suerte su exabrupto fue suficiente como para que se calmase lo justo, se notaba que llevaba un rato rumiando todo eso. El enano fue hacia atrás  junto a Borzos para ayudarle a empujar el carro.

—No hay orración que tenga prreparrada que pueda ayudarrnos—dijo malhumorado.

Sin añadir nada más el enano empezó a empujar el carro volcando toda su frustración en la acción.

Rim lo intentaba, pero por más esfuerzo que le ponía era inútil, el carro no se movía. Rápidamente el grupo se organizó coordinado como una única entidad. El duro entrenamiento en Khâzad Felek brillaba en aquella escena. Los tres enanos coordinados tardaron apenas unos segundos en sacar el carro.

Un fuerte crugido del terreno, junto con el estruendo de un golpe del metal del carro lograron hacer que pudiera seguir hacia delante.

Parece que al fin conseguimos seguir adelante, pero las condiciones no mejoran así que Toril se queda caminando delante de Rim y tironeando de ella de vez en cuando, así además alivia algo de peso del carromato. No deja de echar vistazos continuamente con la esperanza de ver la fortaleza cerca.

Borzos no volvió a subir al carro, si no que se quedó detrás, empujando para ayudar a Rim

Kroggar se quedó en la retaguardia junto al bárbaro, en cualquier momento el carro podía volverse a quedar atascado y tenían que estar preparados para ayudar a Nim. Auténtico trabajo en equipo entre los enanos y un noble animal como era la cabra.

Los tres enanos se reorganizaron como si fueran uno solo. No tardasteis en retomar el ritmo y al poco tiempo estabais en la cima del pico, en frente de la gran torre. Se trataba de una construcción enana poco común, y fácilmente diferenciable de cualquier puesto de vigilancia élfico o humano. Una construcción pensada para ser puesta en funcionamiento rápido, no para perdurar en el tiempo.

De unos 20 metros de altura, en su cima se hallaba una peculiar cúpula reforzada con metal y piedra. Las plantas de la zona habían empezado a apropiarse de la cara externa del lugar, lo que la confería de cierto halo antiguo ó dejado. Pudisteis diferenciar del mismo modo una construcción de madera anexada a la misma, posiblemente unos establos, y a uno de los lados, más retirado un pozo. Era muy posible que dada la localización de la avanzada, esta hubiera sido escogida por tener alguna clase de acuífero en su interior, lo que explicaría su extraña localización, y el por qué de construirlo sobre la roca y no en el interior de esta, más allá de conseguir una posición elevada de vigilancia.

Al aproximaros los gritos de los hermanos que poblaban el lugar hicieron acto de presencia. Comunicaban vuestra llegada a sus superiores, había movimiento en su interior y parecía que comenzaban a reorganizarse para estar alerta conforme avanzabais, tal y como marcaba el protocolo de actuación en estos casos. Cuando os situasteis suficientemente cerca del lugar, pudisteis diferenciar una pequeña cabeza que asomaba de una de las terrazas de la torre. No podíais diferenciar su rostro debido al yelmo y a la poblada barba, perfectamente podría ser hermana o hermano.

- ¡¿Quién va!? – gritó desde las alturas con un tono sordo, debido al ruido del viento y la lluvia.

¡Enanos de Khâzad Felek!, traemos los barriles brea en nombre Barvabronce. Llegamos empapados y hemos sido atacados, ¡abrid las puertas diantres!

Toril no se sentía demasiado cómodo al no estar familiarizado con los usos y costumbres de las milicias enanas, eso le avergonzaba en cierto modo, así que después de soltar lo primero que se le ocurrió, pensando más que nada en encontrar refugio y el calor de alguna hoguera, se calló para no meter más su pata de enano y que sus compañeros tomaran la voz cantante.

Krogar se quedó cruzado de brazos esperando respuesta. Toril ya había dicho lo que había que decir. No iba a repetir sus palabras, así que el sacerdote de Bargenta se quedó esperando a que abrieran las puertas.

El guardia de la terraza entró para avisar al resto. Volvieron a escucharse gritos en su interior y enanos que se organizaban. Al poco las puertas se abrieron de par en par y pudísteis entrar a refugio seguro al fin después de varias horas de tortura.

La parte baja de la torre tenía una entrada propia de una fortaleza. El carro entero con la cabra gigante cabía en su interior sin problemas, cosa que no solía ocurrir en otras construcciones del mismo tono. A vuestra nariz llegó el olor a leña, y la calidez de un buen refugio.
El ambiente era bastante silencioso, en contra de lo que habíais escuchado desde el exterior, lo que os daba a pensar que los gritos para reorganizarse no eran lo normal allí. Era en cierta medida inquietante.

Un mozo de cuadras se adelantó con rapidez al resto, ocupándose de Rim, quitándole las riendas y llevándola comida. Rápidamente se percató de las heridas que tenía en el hocico.

-¿Qué diantres ha pasado? - dijo sorprendido al ver que el animal tenía el hueso del hocico visiblemente hinchado por la falta de cuidados después del golpe y este empezaba a curar por sí solo.

Mientras el mozo se encargaba de vuestro animal de carga, un enano bajito y robusto se acercaba a vuestra posición. Llamaba la atención por estar visiblemente calvo, lo cual no solía ser muy común salvo que fuera por voluntad, pero intentaba solventarlo mediante un peinado bastante ridículo. En contra de lo que Kroggar pudiera hacer, a este hermano le daba verdadera vergüenza el no tener pelo.

En la zurda llevaba dos o tres hojas y en la diestra, un carboncillo con el que poder escribir.

- Os estábamos esperando. ¿Pasaréis aquí la noche o marcharéis de forma inmediata? Es para ir haciendo hueco. - dijo sin más con una amplia sonrisa. Parecía bastante simpático en contra de lo que cabría esperar. - ¿Quién lleva el albarán? - concluyó mirándoos los unos a los otros esperando para acabar con el papeleo de una vez.

Borzos se sintió renacer cuando entraron por fin en la torre y tuvo de nuevo un techo de piedra sobre la cabeza. La torre le pareció en aquel momento más maravillosa que cualquier palacio enano bajo tierra. Un mozo les preguntó por la cabra y el bárbaro le contestó simplemente.

-Unos asquerosos kobolds le pegaron una pedrada. Ahora sus huesos descansan en la montaña.

Entonces apareció un tipo bastante ridículo y Borzos tuvo que contener una risilla. Afortunadamente, hacía ya rato que no bebía porque, de normal, le hubiera hecho algún comentario hiriente con toda seguridad.

-¿Has visto como está el tiempo ahí fuera? Pasaremos la noche, sí. El albarán lo lleva Kroggar. Es ése, el de frente despejada.

Finalmente, no había podido resistirse a tirar una puya.

Toril contuvo la carcajada ante la chanza de Borzos, Kroggar aún no parecía de buen humor a causa de la lluvia. Seguro que una hoguera y algo de cerveza ayudarían.

Claro que pasaremos aquí la noche, la cabra ha llegado muy fatigada, y ya que estamos, que hay de la hospitalidad enana, un trago para mi amigo- señalaba al ofuscado Kroggar- y un fuego para nuestros empapados huesos serían un final perfecto para nuestro viaje.

El joven enano frunció el ceño al escuchar a Borzos contar sobre el ataque al grupo. Apretó fuerte los puños y entrecerró los ojos.

- Malditos hijos de orca... estoy deseando salir de aquí para reventarles la cabeza. - cogió las riendas de Rim con fuerza, pero sin tirar del animal para no lastimarlo. - ¡Podría empuñar un hacha como el mejor! - dijo haciéndose valer ante su jefe con la esperanza de que este le instara a acompañar al grupo.

El jefe de cuadra decidió ignorar por completo al joven enano, y rió ante las chanzas del grupo sobre Kroggar y su alopecia. Tal vez riera pero estaba claro que el estaba en una situación muy similar, de hecho la risa se notaba exagerada y en cierta medida falsa.

- Bueno... pues necesito que me firméis aquí, y me deis vuestros papeles para firmar - dijo afable acercándose a Kroggar - Podéis subir a los pisos superiores, si queréis cerveza la tendréis. ¡Es básicamente lo único que tenemos! JAJAJAJA. Tenemos un fuego encendido arriba para que os calentéis. - concluyó esperando a que el sacerdote terminara con la burocracia.

Este último comentario había sido extraño, y de la misma manera que su risa para disimular su calva había sonado falsa, esta última también lo había sonado.

Sintiéndose visiblemente ignorado, decidió simplemente desatar a Rim. Se la llevó con cuidado al exterior, para dejarla en los establos. Por el camino iba refunfuñando frustrado por tener que seguir con sus tareas. Parecía que no erais los únicos que teníais que pasar por esas fases de absurdo adiestramiento hasta situaros en una posición más estable.

¿Qué le pasaba  aquel tipo? la camaradería estaba muy bien, pero la soledad en las montañas había enseñado a Toril adesconfiar hasta de su sombra...

Parece que el jefe de avanzada está ocultando alguna clase de información. Deben de tener algún problema en aquél lugar que no ha sabido gestionar debidamente como su lider, probablemente relacionado con suministros. Muestra cierto nivel de baja confianza en sí mismo, que oculta bajo un velo de humor, cortesía y camaradería.

La forma que tiene de comportarse hace que empieces a intentar relacionar a vuestro en cargo con aquél factor. Quizá tiene algo que ver o quizá no. Simplemente tu cerebro está intentando rellenar huecos de información por algo que parece realmente sospechoso.