Partida Rol por web

[DM03/21] Roma no paga traidores

El encargo - Escena de juego

Cargando editor
26/03/2021, 22:08
Duilio Eligio Septimo Fabio

La noche era su aliada, en algún momento subiera su objetivo. Pero si no, siempre tenían el carro como otra opción. Desenvaino su arma, para no tener que hacerlo luego, busco un lugar donde fuera difícil verlo, y se dispuso a esperar.

Aprovechando aquellos momentos para repasar su vida y sus decisiones. Y siempre llegaba a la misma conclusión, que no debía haber entrado en el ejercito. No habría perdido tanto, incluso de sí mismo.

De cuando en cuanto movía las piernas para desentumecerlas, y seguir esperando. En algún momento alguien vendría, y con suerte seria a quién debía asesinar.

Le debía mucho a su amigo, pero estaba convencido de que esta muerte solo traería desgracias a su familia, aunque Duilio no viviría para verlo. EN su mente el seria sacrificado como peón para congraciarse con el padre del joven. Pero había hecho una promesa, y la cumpliría fuera como fuera.

Notas de juego

Espero lo que haya que esperar. Pero salgo antes de que amanezca, como si es por la ventana. 

Cargando editor
27/03/2021, 00:18
Assim Bomani

Assim llegó a la supuesta alcoba del Dominus de la casa, el Patricio. Era una habitación sobria. Por no tener no tenía ni una cama como tal. Un simple jergón, eso si, limpio y cuidado.

Vio un Arcón, el cual intentó inspeccionar sin removerlo. Solo abrirlo, y por último dio una ojeada por la ventana. Quería saber a donde daba, que altura tenía, que esperaba no fuera mucha porque se hallaba en la planta baja. Valoró si era suficientemente ancha para que el pudiera escabullirse por ese lugar.

Por último buscó un lugar donde protegerse de miradas indiscretas, y que no le pudieran ver tan solo al entrar en la estancia.

Buscó un cordel o tira de cuero flexible para mirar de asfixiar a su víctima, sin que esta pudiera gritar.

Dado que era negro, con la poca iluminación del lugar esperaba pasar desapercibido, incluso, apagó algún Cirio de los varios que habían, a fin de producir más sombras que le beneficiaran.

Se encomendó a los Dioses, y esperó pacientemente. Total era otro romano, un pueblo que, en lugar de liberarle, le mantuvo esclavo con promesas que aun no habían llegado... 

Esperó pacientemente la llegada del hombre fuerte de la casa. Confiaba en que Apio les ayudaría para que el plan funcionase, y obviamente, esperaba que Duilio cumpliera su parte...

 

Cargando editor
27/03/2021, 10:57
Magister Dominus

Al mirar en el arcón, viste una túnica, un par de broches, unas sandalias y varios cinturones de un material suave. Éstos serían perfectos, a falta de hilos finos y resistentes, para dar muerte asfixiante a cualquiera. La ventana, una vez la ojeaste, estaba casi a ras del suelo (tan sólo tenías que salir por ésta para llegar al suelo, la cual permitía tu tamaño).

Y tal que así, tras apagar alguna vela, esperaste paciente con el cinturón en la mano, en el lugar más propicio para hacerlo: detrás de la puerta. La escasez de decoración no dejaba mucho lugar para sopesar opciones.

Cargando editor
27/03/2021, 10:58
Giacomo

* * *

Una media hora después, tras sentarte unos minutos y levantarte ante los ruidos que venían de fuera, notaste que se abrió una puerta fuera, aún dentro de la domus. Luego se abrió la de la habitación. Un tipo con melea rubia (la cual viste por el reflejo que salía de fuera) y con casi la treintena apareció allí. Cerró la puerta de espaldas, y se fue directo a donde había un cirio junto a un rincón, dispuesto a cogerlo para iluminar mejor el aposento. Mientras lo hacía se iba quitando el broche de su túnica, y lo hacía torpemente, como si el vino le tuviera dominado, aunque no del todo.

Notas de juego

Si lo crees necesario, haz las tiradas que creas convenientes ;)

Cargando editor
27/03/2021, 10:58
Magister Dominus

Una vez con el gladio desenvainado, esperaste los suficiente como para cumplir tu objetivo. La ventana daba a la parte trasera de la hacienda, y no es que fuera una altura considerable, pero habría que caer de una forma grácil para no hacerse daño. Mientras reflexionabas sobre tu vida (a veces siempre lo hacemos en los momentos más inesperados), alguien abrió la puerta. Para tu sorpresa, no era el prefecto Scabo, sino alguien muy distinto. Una mujer alta, con cabellos alborotados y una gran belleza, apareció allí dentro. Viste un instante su rostro gracias a la luz que entró en el exterior cuando la puerta se abrió para que ella accediera.

Cargando editor
27/03/2021, 10:59
Mujer

La mujer de ojos verdes no te vio a tí, sino que al entrar dejó entornada la puerta y, de frente al jergón y de espaldas a tí y a la entrada, comenzó a desnudarse. Enseguida se metió en la cama y se arropó con las mantas de piel, y quedó recostada de espaldas a tí, con su pelo extendido sobre el almohadón de plumas...

Cargando editor
27/03/2021, 10:59
Lucio Emilio Scabo

Segundos después la puerta entornada volvió a abrirse. Ahora sí, era Lucio Emilio Scabo. Aún portaba su casco de legionario, pues lo había llevado todo el tiempo en el banquete (tal debía ser su soberbia y determinación en presencia de sus hombres). Estaba algo afectado por la bebida, pues pareció desequilbrarse un poco mientras se retiraba aquella protección. Luego, de espaldas de nuevo a tí, comenzó a quitarse las armaduras... Ésto no pareció ser tan fácil.

Notas de juego

Si lo crees necesario, haz las tiradas que creas convenientes ;)

Cargando editor
27/03/2021, 15:01
Assim Bomani

Assim se tensó, cogió aire y lo aguantó para mantener el pulso. Se percató de que la puerta se cerrara y de que el rubio que acababa de entrar fuera quien Apio le había indicado. Ya los había visto en el comedor sentados uno junto al otro, al patricio y al prefecto, así que no le sería difícil darse cuenta de que era el objetivo. 

El ataque debía de ser rápido, y el momento propicio. justo cuando el domine tendría sus torpes manos ocupadas sacándose la túnica, con todos sus pliegues... Justo en ese momento, se pondría a su espalda y pasando el cinturón por delante de su cuello, empezaría a apretar, sin dejar que saliera su voz pidiendo auxilio... Si era necesario le propinaría un rodillazo en los riñones a fin de dejar sin aire al romano.

Naturalmente, si la cosa se complicaba, la opción del uso de sus púgios era la salida más rápida, pero si podía parecer una muerte natural, tanto mejor... Y la sangre no permitía eso... Luego provocar un vómito y que pareciera que se había ahogado en sus propios restos, dejándolo tumbado boca abajo, en su jergón, aparentaría que la muerte fue un accidente por beber desmesuradamente... (no sería ni el primero ni el último, que con sus excesos encontraba una muerte prematura, lo había visto más de una vez). 

Si esto les daba al menos tiempo para salir de la zona, antes de que un galeno pudiera hacer un estudio más pertinente del cuerpo, y defender que había sido asesinado, ya le valía. estaba seguro que su compañero, no iba a ser tan delicado...

- Tiradas (5)

Notas de juego

Hago una tirada de Subterfugio y otra de ataque. Entiendo que el primero voy de 0 por mi +1 por skill y -1 por armadura liviana.

No tiro iniciativa pues entiendo que tengo la vez por sorpresa. Al ser un ataque por la espalda, no se si tengo bonificaciones de algún tipo, así que no lo pongo pero ya lo tendrás en cuenta tu, en la suma final. Del mismo modo no pongo dificultad, que habitualmente es 11, pero igual prefieres bajarla, no se. Yo de hecho se donde está en todo momento, y el no tiene ni idea de que estoy allí (aun), y además está ebrio perdido. Sus sentidos deben estar embotados (o eso espero).

Tirada de Daño hago una a modo de generalizar el tiempo que aguanta el hombre... Si te parece bien.

Nota: Cuando el tio caiga desmayado por falta de aire, le acabaré ahogando con un cojín en la cara, para evitar dejar marcas tan pronunciadas en su cuello.

Resultados: Los ataques he de sumar +3, no +2, sorry. Es uno más en cada ataque (una mierda igualmente). No se si el +2 de fuerza se suma aquí o no, (eso no esta contado). 

Bueno, con esas tiradas espero que puedas componer un resultado, y ya leeremos lo que pasa... 

A partir de aquí será una masacre hasta morir...

Cargando editor
27/03/2021, 15:49
Duilio Eligio Septimo Fabio

Otro contratiempo, aunque este era predecible. La mujer seria una esclava, y no podía estar seguro de si estaba allí por voluntad propia o no. Pero no podía contar con qué todos reaccionaran en aquella villa como Apio.

Cerro los ojos mientras se desnudaba, y luego movió la hoja para que no refulgiera ante el brillo de las velas.

Al momento entro su objetivo, el casco lo delataba, no había error posible. Sus músculos se tensaron imaginando el golpe para decapitarlo, mientras Duilio decidida si aquella persona seria un hombre durante horas, o caería rendido a las primeras de cambio.

Parecía más bien lo segundo. La verdadera duda era si ella terminaría la noche en el jergón o tendría oportunidad de escapar de allí. No lo tenia del todo claro, y ya habían muerto muchas personas por el ascenso de aquel melindroso Scabo.

Se mantuvo quieto en su lugar, y entrecerró los ojos, no le placía ver lo que venia a continuación, pero esperaba dejar que la mujer no viera un episodio de horror en el que iba a tornarse aquella noche en unos minutos.

Notas de juego

Pues que se desahogue y se quede frito, a ver si la compinche se marcha. Si no, en cuento este K.O él, la saco y la paso a cuchillo. Y si grita, pues ya se vera....

Cargando editor
28/03/2021, 10:25
Magister Dominus

Lucio Emilio Scabo entró allí y dejaste que se quitara las prendas de legionario. Lo último que se retiró fue el casco, y la mujer no se dio la vuelta para contemplarle (¿sería por miedo, respeto, o por costumbre?). El caso es viste al prefecto desnudo, y enseguida se introdujo en el jergón. Tu intención era aguardar a que las fuerzas del soldado se evaporasen cuanto antes y poder atacar.

En pocos segundo, y pese a que cerraste los ojos, los dos comenzaron a retozar... Por tu parte, el hecho de estar allí quieto, en una habitación tan poco armada y decorada, parecería un motivo suficiente como para descubrirte en caso de no actuar con sorpresa inmediata... Sin embargo, te la jugaste, y esperaste a que ambos hubieran perdido sus fuerzas para actuar.

Por suerte, ninguno de ellos debió verte al estar tan pendiente el uno del otro, y aquello tal vez sería la perdición para el prefecto, pues ambos quedaron dormidos tras el juego de movimientos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pues no has pasado la tirada de subterfugio para ocultarte mientras están allí (como ya digo, no es un lugar muy grande y no había sitio donde esconderse una vez estuvieran dentro); sin embargo, ellos tampoco han superado la de alerta (se trata de la mecánica de "Sorpresa"). Por ello, considero un error garrafal suyo, por lo que puedes narrar tus intenciones, sean las que sean, para ambos pnj's. 

Cargando editor
28/03/2021, 10:35
Magister Dominus

Cuando lo creíste oportuno (justo en el momento que comenzaba a desvestirse), pasaste el lazo por delante del rostro del patricio, y enseguida tiraste hacia tí. Comenzaste a asfixiarlo con aquella prenda, evitando así que soltara cualquier expresión de auxilio. En pocos segundos, mientras se llevaba las manos al cuello infructuosamente, le golpeaste con la rodilla en el torso y justo después el tipo yació desmayado, pues su cuerpo dejó de hacer fuerza sobre sí y cayó redondo. Acto seguido lo tumbaste en la cama y el almohadón hizo el resto (haciendo presión sobre su rostro...).

Notas de juego

Bueno, la tirada de Subterfugio, después de estar tanto tiempo ahí, sería innecesaria (la pasarías sin problema). Y realmente las de ataque también. Por eso te comenté que si creías necesario tirar, pues que lo hicieras (ya que a mí me parecía que, según habías narrado tus intenciones, todo iría redondo). Asi que consigues sin problema tu objetivo. Dime ahora qué haces (todo está en silencio).

Cargando editor
28/03/2021, 14:04
Assim Bomani

Assim montó la escena para que pareciera una muerte casual... Le sacó la túnica en parte, y lo dispuso encima de su jergón boca abajo, de forma que aparentara una muerte por asfixia natural. Posiblemente un galeno igual podría averiguar algo más, pero eso llevaría cierto tiempo, tiempo que el nubio precisaba para alejarse de la zona.

Ahora la cuestión era marchar de allí, de la misma forma que llegó, en silencio. Preparado para esperar a su compañero, si éste hacía bien las cosas. No pensaba en reunirse con él, en el piso de arriba, pues a mas movimientos, más fácil era que los localizaran.

Saldría por la ventana tras otear al frente y a los lados, cerciorándose de que no había nadie cerca... En cualquier caso buscaría un lugar donde esperar escondido, cara a eliminar a los 2 guardias del puente, si estos regresaran por que alguien diera la alarma...

Antes de salir de la alcoba, dejó el cinturón en el arcón. Examinó si alguna pertenencia era lo suficiente anodina como para que si se la vieran, no pudieran relacionarlo con el fallecido. Caso de monedas sería un buen botín. Las joyas muchas veces eran demasiado llamativas y era mejor evitar problemas... a veces incluso solían llevar las iniciales de sus dueños.

Por ultimo solo dejó 1 cirio encendido, como si el Domine, las hubiera apagado para recogerse en un sueño reparador.

Tras salir por la ventana, decidió rodear la casa, por el lado de arriba (la zona que estaba dominada por el Domus del Señor, hasta los almacenes), hasta llegar a la Pars Frumentaria. A aquellas horas, los almacenes deberían ser un remanso de paz sin gente merodeando, y podría esperar allí un rato, atento a si Duilio o Apio aparecían.

En cualquier caso, antes de que saliera el sol, el Nubio desaparecería del lugar bajando por el rio un buen trecho, dejando que la corriente lo llevara hacia abajo, hasta una distancia prudencial, en donde saldría para rehacer el camino hasta donde se detuvieron la primera vez, y vieron a los dos legionarios de guardia en el puente.

 

Notas de juego

Dado que está recién muerto, le presiono el abdomen, estando el boca abajo, de cara a que vomite parte de lo ingerido, sobre el jergón. La idea es que parezca que se ha asfixiado en su propio vómito.

Lo jodido es que no hemos quedado en nada de como re-encontrarnos o donde... Así que lo suyo es esperar, pero no al punto de que pueda ser cazado.

Si alguien le para o le detiene por el camino, dirá que es un hombre que pertenece a su Señor, y que este le envió ha dar un mensaje y que está de vuelta a la casa. 

Cargando editor
28/03/2021, 14:50
Duilio Eligio Septimo Fabio

Aquello había durado demasiado, pero el enemigo había quedado rendido. El enemigo, que eufemismo para darse ánimos ante un asesinato frio y calculado contra un hombre que jamás había movido un dedo para hacerle algún mal.

Pero las promesas eran para cumplirlas, o morir en el intento. Morir. Ojala….

Duilio se desplazo sin miedo por la sala gladius en mano, y giro el cuerpo del hombre para dejar el cuello a la vista, y lo atravesó de un tajo rápido y potente. Sesgando la vida del hombre, al que sujetaba por los hombros para que sus estertores no hicieran excesivo ruido.

No quería que la mujer estuviera allí, un grito de terror podría alertar a toda la villa. Pero era el momento, estaba cumplido su objetivo. Ya nadie, hombre o dios, podría salvar a aquel desgraciado.

Espero aguantando la respiración y mirando con barbara crudeza la escena, hasta asegurarse que el ultimo hálito de vida abandonaba aquel cuerpo.

Notas de juego

Bueno, fallar la de percepción por estar "retozando" es un clasico de la vida. 
Mato al hombre, y si la mujer se despierta, pues F para mi, pero no pienso tocarla. 

Cargando editor
28/03/2021, 21:50
Magister Dominus

Tras escenificar la supuesta muerte del patricio, te llevaste como botín algunas monedas que el propio cadáver ocultaba bajo sus ropas. No te detuviste a contarlas al momento, sino que preferiste salir por la ventana que daba directamente fuera de la hacienda. Tras traspasar la ventana, pisaste el terreno exterior y bordeaste aquel conjunto arquitectónico en dirección este, bordeándola, yendo hacia la pars frumentaria. De momento no escuchaste ruidos de chillidos o combates (pues se supone que todo debía ser sigiloso). Se escuchaba a lo lejos, en el peristilum, el final de banquete, que poco a poco decaía.

Notas de juego

Bueno, como ves no sucede demasiado más allá de tu escape (limpio). Quedas a la espera en pos de converger la narración con tu compañero. En breves te digo algo.

Cargando editor
28/03/2021, 21:52
Mujer

Notaste el filo cortando tendones y huesos al atravesar el cuello. El tipo abrió los ojos pero no pudo articular palabra, ni tan siquiera respirar una última vez. Murió allí mismo, casi al instante en que sacaste de nuevo el filo del gladio tirando de él. Acto seguido la mujer despertó (pues estaba tumbada a vuestro lado). Te miró, miró la gran espada ensangrentada y gritó...o más bien trató de gritar...

Notas de juego

Te dejo que lances una tirada de 1d20 + bonus DES (-1 por tu armadura), pero con Ventaja, además. La intención es, si quieres, taparle la boca a la mujer con la mano para evitar que grite.

Cargando editor
29/03/2021, 13:19
Duilio Eligio Septimo Fabio

Duilio uso la mano, la que aun no estaba manchada de sangre para tapar la boca de la mujer como había echo hacia unas horas con Apio.

- La muerte a cobrado esta noche las víctimas que reclamaba. Tu vida, no esta en esa lista. Lo entiendes verdad. Voy a soltarte, y voy a marcharme, cuando hayan pasado cien latidos desde que me has dejado de ver puedes gritar, si es que quieres, pero no antes.-

Duilio no espero confirmación de la mujer, ella sabia lo que se jugaba así que su mano dejo de tapar su boca, y sin mirarla más, se dio la vuelta y enfilo escaleras abajo.

Era el momento de escapar de allí, con Assim a ser posible. Solo esperaba que no se hubiera demorado en su parte del pago al esclavo, pues la noche poco a poco terminaría y era mejor estar todo lo lejos que pudiera.

Además, 100 latidos de una mujer asustada duraban menos que los de un luchador….

- Tiradas (1)

Notas de juego

Se me paso poner lo de ventaja, pero creo, que con ese exito me hubiera echo falta otra tirada la verdad. 

Cargando editor
29/03/2021, 13:50
Assim Bomani

Notas de juego

Yo no debería estar etiquetado. No se lo que ha ocurrido o no debería jejeje

Cargando editor
29/03/2021, 15:05
Duilio Eligio Septimo Fabio

Notas de juego

Me suena que no te etiquete, pero cosas del directo. Lo quito y listo. 
Un beso guapo!

 

Cargando editor
29/03/2021, 15:40
Magister Dominus

La mujer asintió enseguida, aún sintiendo sobre su rostro y labios tu mano caliente. Ésta pareció ser lista en el sentido de saber muy bien qué le convenía. Cuando retiraste la mano no dijo nada, sólo quedó mirando al cadáver ensangrentado del prefecto Scabo, y justo aprovechaste para salir de allí. Primero miraste por el acceso por donde habías venido, y allí no había nadie. Ojeaste escaleras abajo pero tampoco había movimiento en los arcos del peristilum y éste. Bajaste los escalones y ojeaste las mesas del banquete: vacías. Junto a ellas quedaron taburetes y asientos, y sobre las mesas platos, jarras, vasos, cestos con fruta y restos de comida y cubiertos... el banquete habría finalizado un rato antes (tal vez en el tiempo en que esperaste a tu víctima y el tiempo del retoce amoroso... Asi que, sin más preámbulo, desandaste los pasos por donde habíais acudido hasta allí agachados, siguiendo antes a Apio.

Sin embargo, no accediste a la pars rústica, lugar donde debían estar descansando los trabajadores y siervos de la hacienda, sino que saliste por la puerta principal de la estructura (tal vez la menos esperada) atravesando el estrecho vestibulum que le precedía.

Una vez fuera, esperaste a Assim, pero algo te decía que no debías quedarte quieto (sobre todo tras cometer un crimen de tamañas dimensiones). El caso es que bordeaste la hacienda, primero hacia la derecha, y luego por el mismo lugar en que Apio salió huyendo, un buen rato antes, de vosotros.

Cargando editor
29/03/2021, 15:41
Magister Dominus

Finalmente os encontrásteis en el exterior, concretamente en la zona noroeste de la misma. Ninguno de vosotros había quedado con el otro qué hacer una vez cumplido el objetivo, pero quisieron los dioses o la casualidad haceros encontraros justo allí.

Cada uno había logrado su objetivo, según os contáteis brevemente, y ahora la noche os cubría el rostro, las prendas y las armaduras. El rumor del río se antojaba cerca y tal vez era el mejor momento para escapar. Justo entonces comenzaron a escucharse gritos dentro de la hacienda. Era lo suficientemente grandes y numerosos como para que cualquier que estuviera dentro se alertara, pero vosotros estábais ya fuera. Los dos soldados del puente se giraron, y luego corrieron al interior de la hacienda. Tal vez pudiérais cruzar el río de nuevo (en dirección contraria a la vez anterior) o bien atravesar el puente de piedra, pues ya no había vigilancia alguna. De Apio no había ni rastro (debía seguir dentro).

Notas de juego

Podéis postear para ambos. Os habéis encontrado por casualidad afuera. Con vuestra siguiente intervención, decidme en notas o dentro de la narración si tratáis de volver a Roma, y a casa de Tiberio con el encargo cumplido (puesto que así añadiría el post final o casi final).