Partida Rol por web

Crassus observó a la criatura que había al fondo del callejón. El monstruo era aterrador por sí mismo, pero además le hacía ser consciente de su propia insignificancia y de la de todo en cuanto creía. Temblando, y con los ojos y la boca abiertos de par en par, balbució una plegaria al Emperador. 

La abominación llegó hasta vosotros. Marcio seguía vomitando bilis y la mente de Crassus no era capaz de asimilar tal abominación.
El mutante se centro en los dos que podían causar problemas, sobre todo en Xazhum, que le hirió con su pistola. Está claro que a esa mole le da igual no esquivar o parar vuestros golpes, por lo que opta por acabar con vosotros dos cuanto antes. Las babas salen escupidas de su asquerosa boca al gritar mientras alza su garrote enorme para aplastar a la salvaje. De la misma manera utiliza el cadáver de su amigo para golpear a Xazhum, pero es muy lento y falla ambos ataques.

La fuerza del bruto supera lo explicable. Oís crujir y romperse los huesos del mutante cadáver al impactar contra el suelo, donde antes se encontraba Xaz. Después de verlo, solo una idea pasa por vuestra mente, un solo golpe bastará para acabar con vosotros.

Estaban muy jodidos. Los que de presumía que tenían que ser los más aguerridos del grupo, se habían cargado por la pata baja y sólo Grunda parecía con intención de luchar para vivir.

- ¡Creo que tendremos que deshacernos de esta cosa entre tú y yo! - Le dijo justo antes de accionar el gatillo y disparar contra el cuerpo de aquella mole. Acto seguido trató de rajarles con el cuchillo, pero su piel estaba demasiado dura.

Xazhum ejecuta su siguiente ataque. Disparar y acuchillar, facil. Cuando acciona el gatillo un ¡click! Te hace perder la confianza y tu cuchillada falla. Te has quedado sin balas en el peor momento.

Por segunda vez, y habiendo esquivado a duras penas un garrote del tamaño de un árbol, con púas como cuchillos carniceros, Grunda disparó su arma contra "eso". Cruzó una mirada fugaz con Xazhum, quien también estaba combatiendo. No dijo nada, pero ambos sabían que sólo tenían una mínima oportunidad de seguir con vida después de eso.

Los otros dos estaban en algún sitio, incapaces de reaccionar, pero no les miró. Tampoco a la pequeña, esperaba con todas las fuerzas de su corazón que se hubiera puesto "a salvo", ni que fuera entrando de nuevo en la taberna. 

Pero no podían rendirse, ni hablar.

Intentó concentrarse y mandarle a lo que tuviera por cerebro ese mutante una oleada de dolor. No, nada. Quizá estaba vacío...

La bala disparada por Grunda iba dirigida habilmente hacia el pecho del mutante, buscando un pulmon o cualquier otro punto vital. Sin embargo, en un movimiento de sorprendente rapidez interpone el cadaver. La bala atraviesa la carne y astilla el hueso del muerto. Como un molinillo, el mutis hace un movimiento de barrido con ambos brazos, ocupando casi la totalidad del callejon y pillando a Xazhum desprevenido.

Xahum vio como aquel muerto se abalanzaba contra él sin voluntad propia, pues era el grotesco mutante gigante quien lo utilizaba como garrote. El granuja se lanzó al suelo y rodó por tal de esquivar el ataque. Un golpe como ese podría acabar fácilmente con él, pero estuvo rápido. En lo que se refería a sobrevivir, Xazhum era un experto.

La bala iba bien dirigida, y hubiera hecho daño... si no fuera porque la jodida mole interpuso el cuerpo sin vida de uno de sus secuaces a modo de escudo. E inmediatamente inició un paso de baile mortal con el cadáver que casi aplasta a Xazhum. El ágil granuja lo esquivó por los pelos, pero había quedado expuesto.

Grunda tenía aún cuatro balas en su revólver. Así que lo intentó de nuevo, un balazo y luego otro. Pero ninguno de ellos llegó siquiera a rozar a esa bestia inmensa.

Xazhum decidió hacer lo único que creía que podía resultar efectivo en ese momento. Dejó caer su pistola, al fin y al cabo ya estaba descargada. Hizo lo mismo con el cuchillo. No podía matar a aquella bestia con un arma blanca. Y entonces agarró su fusil y no se lo pensó demasiado...

Apretó el disparador y comenzaron a salir balas una detrás de otra, acompañadas de un sonido atronador. Igual tendría que haberse detenido a pensar, pues ni una sola de aquellas balas impactó contra su objetivo.

- Joder... - Dijo simplemente mirando a Grunda con desolación en los ojos.