Partida Rol por web

[DM06/21] Cor et ignis (Aquelarre & SWAE)

Personajes no jugadores

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31/05/2021, 21:37
Director

Braulio y Manuela: Matrimonio que se hizo cargo de Clara.

Clara "la fornecida". Hija del obispo de Cartagena Damián de Acedo.

Calírroe:  Madre biológica de Clara

Hugo. Caballero de la orden de Calatrava.

Andrés, Arón y Juana. Andrés es el hombre a quien habían encomendado la atalaya. Es manco, aunque no se sabe si por una herida o como castigo por furtivo.

Mujer y marido, Zerilo y Agnes fueron los primeros en aparecer mostrándose Agnes entusiasmada con la presencia de Antón de Calatayud hasta el punto no poder reprimir las lágrimas por tan feliz acontecimiento. - Lo oyes Zerilo, vamos a tener un párroco entre nosotros. Ahora mi hermana no se negará a reunirse con nosotros y con ella vendrán sus hijos, sus cuñados y los hijos de sus cuñados. Podrán dejar la tierra de Baudolino y librarse para siempre de su penoso vasallaje. Hicimos bien en aventurarnos y venir Zerilo, hicimos bien- Se abrazó con gran felicidad a su marido y luego se dirigió a Antón para besar sus nudillos cual si besase los anillos de un obispo.- Gracias páter por venir. Gracias, gracias.

Atraída por el bullicio, no tardó en aparecer Gabriela, que andaba cerca recogiendo bayas y frutos del bosque no lejos de la aldea. Había enviudado hacía menos de un año y harta de un pretendiente insolente que agobiaba aún estando de luto, había seguido la estela de Agnes y Zerilo. Debido al duelo que aún sentía por su perdido Marcial, Gabriela hablaba menos que poco.

Ya de anochecida aparecieron Severo(R.I.P.), Hilaria y Ximén con conejos y perdices para llenar la panza de todos. Pensaban traer caza para tres o cuatro días, aunque con los nuevos comensales y el apetito estimulado por tener algo que celebrar y vino con que acompañar, la caza solo duró un día. Eran jóvenes y vivaces, si bien no eran hermanos, se notaba que estaban emparentados. Como explicó Andrés al grupo, estos jóvenes asilvestrados ya rondaban por la sierra antes que llegase ninguno, solo que les debió gustar el asentamiento y sus visitas se hicieron frecuentes hasta el punto de construir aquí una casas.

Othmán (R.I.P.), Fátima y Ahmed. Tras varias  algaradas castellanas en tierra de Granada, su señor feudal estaba reclutando hombres para devolver el golpe con una poderosa incursión hacia Córdoba. Othmán había sido un fiero guerrero en su juventud y sería reclutado con certeza. Desertar tenía pena de horca. Pero ahora que Othmán tenia un hijo y esperaba otro, no quería dejarles huérfanos así que decidió huir hacia Valencia, lejos de la frontera, dentro de un reino cristiano donde nadie le buscaría ni reconocería. En una ciudad comercial y con cierta tolerancia con los musulmanes. Por eso cruzaban la sierra tan avanzado el otoño. Fueron atacados por una manada inusualmente grande de lobos y tuvieron que ser rescatados por los pjs. Othmán murió en el ataque. Severo murió también a manos de los lobos.

Carlos de Boadilla, esposo de Ñeves. Leer historia en notas.

[Imagen pendiente] Dionisu (Caitanu de Cangas de Onís). Goliardo que pasa el invierno en la aldea y planea visitar la biblioteca de Granada, quien sabe si acompañado de Antón. Leer historia en notas.


PNJs que no están en la Aldea

Diego García de Padilla. Maestre de la orden de Calatrava. https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Garc%C3%ADa_de...

Orduño Montes. Caballero de la orden de Calatrava presente en Lorca. Trató de defender a Santiago Ramírez en el juicio.

Notas de juego

Carlos de Boadilla

En uno de los días que Ñeves se encontraba dando una vuelta por la cercana sierra, oteando las inmediaciones por si alguien aparecía escuchó el sonido de unos pasos arrastrándose, desenvainó su espada y con cautela fue dirigiéndose hacia el lugar. Más lo que allí encontró no lo esperaba la joven sirvienta.

Un hombre un poco mayor que ella ataviado con una cota de mallas se encontraba apoyado sobre su espada, el filo de ésta estaba cubierto de la sangre de sus enemigos caídos. Unos 5 o 6 moros yacían muertos a sus pies, su pecho subía y bajaba a consecuencia del cansancio y su cuerpo presentaba diversas heridas y laceraciones.

Los ojos de él se toparon con los de ella durante unos segundos pues uno de los moros que parecía muerto se alzó para atacar al hombre pero Ñeves vio el movimiento antes de que éste se produjera por lo que fue con su espada para terminar con la vida de aquel moro y salvar la del guerrero que ante ella había aparecido.

El cuerpo del hombre cayó ligeramente y Ñeves se apresuró a ayudarlo, convenciéndole que la acompañara a la aldea, que allí podría descansar y curar sus heridas.

Y así fue como apareció Ñeves, cargando con aquel hombretón de poco más de 1,95 metros de altura que presentaba heridas de batalla y el cansancio de un soldado.

Su nombre era Carlos de Boadilla y se trataba del último y único superviviente de una unidad de avanzadilla que había sido emboscada por los moriscos. 

Una vez en la aldea los días y las semanas fueron pasando, Ñeves fue la encargada de cuidar de sus heridas y del hombre, escribiendo este una nota a su señor indicándole dónde se encontraba y las nuevas que habían descubierto antes de ser emboscados.

En aquellos días la cercanía que Carlos y Ñeves mostraban iba en aumento, como si los cuidados de la mujer que había empuñado una espada y matado a aquel moro ante sus ojos  hubieran ablandado el corazón de un hombre que no creía regresar con vida y ahora la sonrisa y la compañía de aquella joven sirvienta volvía a animar su alma.

Era evidente que ambos estaban enamorados y aún así Carlos tuvo que regresar junto con su señor para lograr el permiso para asentarse en la Aldea y aquella noche la despedida de ambos amantes fue mágica y aunque el corazón de Ñeves se encogió ante la idea de que Carlos jamás regresara, un mes después apareció de nuevo en la Aldea, pidiendo la mano de la sirvienta y desposándose con ella en una íntima y sencilla ceremonia en donde únicamente estuvieron los más allegados.

Ahora la aldea contaba con un nuevo guerrero y un nuevo matrimonio.


Caitanu de Cangas de Onís (Dionisu)

Aunque estaba preocupado de ser el sustento espiritual para la aldea, a Antón no se le había olvidado su propósito inicial de encontrar a la compañía de poetas goliardos que debían andar en algún lugar de la región. Le preguntó por ello a la madre mora, por si había visto en su caminar algo así, también a Ximén e Hilaria, quienes solían dar largos paseos de exploración y debían conocer bien la región, y él mismo se permitía ligeras excursiones con la excusa de cazar conejos y otras presas menores, por ver si tenía la suerte de encontrarlos. En su cabeza, mientras tanto, imaginaba los versos que presentaría a aquellos poetas si tenía la fortuna de verlos y unirse a ellos. Un día, andaba por los bosques cercanos en estos devaneos:

Aprilis tempore, florem de arbore carpe, puella!1 No, no, no, muy obvio y rudimentario, poco sonoro —ensayaba murmurando mientras paseaba en solitario por los alrededores de la aldea—. O Amarylli, quam sub fago lenis recubas2… No, no, no, demasiado evidente el vínculo con la écloga virgiliana. Pede solum percute, poculum vino perfunde!3 Jajaja, ¡eso es, perfecto, perfecto! Optime dixisti, amice Anton!4 Qué sonoridad, qué ritmo, qué simetría tan picarona.

Al terminar de hacerlo, sin embargo, escuchó una voz junto a él:

Ansí que os gustan les rimes asonantes. Senciellu, pero efectivu, anque yo hubiera preferido mayor simetría y hubiera puesto el acusativu solum al comienzu’l versu, pa coincidir con poculum nel segundo periodu. —Antón miró sorprendido a la procedencia de aquella voz y vio, tumbado bajo un árbol, a un hombre de aspecto desgreñado, junto al cual reposaba un zurrón y un caramillo—. Soy Caitanu de Cangas de Onís, anque podéis llamarme Dionisu, que ye’l xeniu que alimenta los mios versos.

¡Un goliardo!

Frater goliarde! —exclamó Antón feliz—. Non sabéis la alegría que me da encontraros, frater Dionisu. Yo soy Antón de Calatayud y tengo versos apretados en la cabeza, tan prietos tan prietos que ya me fan doler la mollera. ¿Por qué no venís conmigo a la aldea cercana y nos regaláis unos poemas y unos sones de vuestro caramillo? Podremos a cambio ofreceros algo de carne de conejo, leche y otras vianditas. Deseo enormemente ser uno de vos y unirme a vuestra compañía, pero tengo ahora entre manos el cuidado de una nueva comunidad cristiana y espero que no os sea pesado acompañarnos un tiempo, al menos hasta que deje a estas buenas almas bien encaminadas.

Aquel Dionisu no parecía aproblemado con la propuesta de Antón y decidió unirse al monje, más con el deseo de un buen pedazo de carne que por otra cosa, pero nunca estaba de más tener un público para sus versos y canciones.

Y de este modo, Antón encontró un compañero con el cual, durante sus ratos libres, intercambiaba poemas, ideas literarias y nuevos enfoques, y soñaba con ser un goliardo más en cuanto aquella comunidad pudiera prescindir de su ayuda. Ya encontrarían algún buen reemplazo para él, que curas no faltaban en las Hispanias.

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27/06/2021, 16:56
Director

Fraternitas Vera Lucis

Atributos: Agilidad d6, Astucia d6, Espíritu d6, Fuerza d6, Vigor d6.
Habilidades: Atletismo d6, Conocimientos Generales d6, Disparar d6, Intimidar d6, Notar d6, Pelear d8, Persuadir d6, Sigilo d4.
Paso: 6; Parada: 6; Dureza: 7(2).
Ventajas: Soldado.
Equipo: Espadas largas, armaduras de cuero reforzado

 

Antón Núñez de la Barbuda

  PNJ Comodín 3 heridas 3 bennies (2+1 de suerte)

Atributos: Agilidad d6, Astucia d6, Espíritu d8, Fuerza d6, Vigor d6.
Habilidades: Atletismo d6, Conocimientos Generales d6, Disparar d6, Intimidar d8, Notar d6, Pelear d8(+1), Persuadir d8, Sigilo d6.
Paso: 6; Parada: 7; Dureza: 7(2).
Ventajas:  Mando, Suerte, Arma distintiva ( Noite sen estrelas )
Equipo: armadura de cuero reforzado