Partida Rol por web

[DM06/21] Cor et ignis (Aquelarre & SWAE)

Escena principal

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30/06/2021, 17:04
Rául

Rául había pagado caro su imprudencia anterior, y ahora estaba en muy mala situación. De hecho lo veía muy negro para salir de aquello con vida. Sólo le consolaba que Clara había podido escapar. O eso creía. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Absorbo una herida del primer ataque y me quedo con dos. Esos tres bennies gastados del turno anterior me dolieron. 

No me desaturdo. No puedo hacer nada más. 

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30/06/2021, 18:14
Antón de Calatayud

La primera saeta de Antón había ido tan desencaminada que ni llamó la atención su presencia. Así pues, decidió aproximarse ligeramente para tener un tiro mejor. Se aproximó tras un arbusto y observó la escena entre el abad y Lope. El caballero no parecía atravesar buen trance y el abad le estaba dando la oportunidad de rendirse. Si algo había conocido durante ese tiempo a Lope, bien sabía Antón que el caballero no iba a rendirse.

«Deponed las armas, dice el hijo de Satanás… Ahora veréis armas», pensó mientras levantaba su ballesta apuntando al demonio con hábito.

La flecha salió con buen tino. Aunque no acertó de pleno al abad, llegó a golpearle. Eso daría algo de tiempo a Lope para su asalto. Antón había actuado con mucho sigilo y todavía parecía haber pasado desapercibido.

- Tiradas (2)

Notas de juego

No tengo muy claro cómo describir un aturdimiento sin herida con una flecha, así que lo dejo un poco abierto.

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02/07/2021, 16:10
Director

Notas de juego

Le toca a Lope.

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02/07/2021, 16:56
Lope Martínez de Alpuente

La furia y la impotencia nublaban la vista de Lope. El virote de ballesta que pasó rozando al abad le provocó un espasmo de sorpresa que, unido a la defensa cerrada del abad, le impidió lograr algo más que acosar al monje con sus medios tajos y sus estocadas sin criterio.

De aquí uno de los dos va a salir con los pies por delante, hipócrita asesino. Y voto a Dios y al Diablo que no voy a ser yo.

Pero lo cierto es que cada vez estaba menos seguro de lo que estaba haciendo. No podía concebir que un monje enclenque pudiera mantenerle a raya durante tanto tiempo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Es demencial... Ni con el +2 de ataque salvaje... Ni gastando un beni... No sé ni cómo describir la escena...

Siento no haber escrito ayer. Tuve follón gordo en casa y no estaba de humor... Sorry again.

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03/07/2021, 11:11
Antón Núñez de la Barbuda

El abad se vio sorprendido por la saeta del monje. ¿Cuántos tiradores había?¿A qué distancia estaban? Tan astuto y sigiloso había sido Antón de Calatayud que podía estar en cualquier parte. El abad sólo sabía que la saeta había sido disparada desde muy cerca. ¿Les estarían disparando los propios aldeanos por la espalda?

- ¡Tiradores!. Reagrupaos formad un círculo.

Y así los demás fraternitas se agruparon junto al abad para cubrirle la espalda, atentos a cualquier otro disparo. 

- Tiradas (4)

Notas de juego

Antón de Calatayud tiene -2 a sigilo la próxima vez y además es una tirada enfrentada a la habilidad de notar de los fraternitas y del abad.

Turno 4:

https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/2...

El abad gana la iniciativa, pero decide actuar el último para ver si descubre al tirador. Actuáis vosotros primero.

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03/07/2021, 11:52
Antón de Calatayud

El tiro de Antón no había salido desencaminado, pero no había logrado herir al abad y, además, había puesto en guardia a los demonios con hábito. Era difícil que tras el próximo disparo pudiera pasar desapercibido, pero ya no había vuelta atrás. Se encomendó a todos los santos que pudo recordar en esos segundos, antes de volver a disparar otro virote mientras en su cabeza resonaba un «Kyrie eleison» que era casi un «Requiem aeternam dona mihi, Domine». ¿Por qué diablos había vuelto a la aldea en lugar de seguir hacia Granada? Antón se estaba poniendo nervioso y aquello no ayudaba a su sigilo... Disparó con el corazón en la mano y el alma en un puño. «Que Dios se apiade de nuestras almas», pensó.

- Tiradas (5)

Notas de juego

He consumido todos mis benis como un idiota, pues difícilmente con un 3 va a seguir oculto el monje... A ver si la repetición del daño sirve de algo... 

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03/07/2021, 13:25
Rául

Rául se logró quitar el entumecimiento, pero aunque ahora se podía defender un poco mejor no quitaba que estuviese contra aquellos fraternitas. Que por mal que le pesase eran buenos luchadores, seguramente mejor que él.

Su hacha trató de acertar a uno de ellos, pero sin éxito pese a estar con la guardia baja. La herida del costado le restaba mobilidad. Sólo era cuestión de tiempo que le sobrepasaran.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me logro desaturdir sin gastar el bennie, lo cual está bien. Pero no me la juego al ataque salvaje, que debería haberlo hecho. Su vulnerable anula mis heridas y por eso tiro normal.

 

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05/07/2021, 13:34
Lope Martínez de Alpuente

El maldito clérigo, raudo y astuto como una comadreja, formó piña con sus esbirros dejando a Lope con muy pocas posibilidades reales de atacarle. Amagó un par de veces, sin mucha convicción, probando si el abad había bajado un poco la guardia al centrarse en buscar al tirador; pero no era el caso.

Que Dios bendiga al hermano Antón y a su ballesta...; pero que santa Lucía guíe mejor sus virotes, porque mi mano no acierta a destripar a este hideputa...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nada, no hay manera, compañeros...

Me he tomado la libertad de interpretar que Lope ni siquiera llega a poder lanzar el ataque...

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05/07/2021, 20:35
Antón Núñez de la Barbuda

- Otro disparo. ¿De dónde ha salido? Maldita sea. Acabad con Lope, yo me encargo del herido y de encontrar al tirador. 

Los tres atacaron salvajemente. Los fraternitas sin mucho tino, el abad hizo una finta para colocarse a la espalda de Rául y abrirle un tajo desde el homóplato hasta el glúteo; un tajo largo pero, gracias a la armadura, demasiado superficial como para ser fatal. 

- Tú, tira el hacha ahora mismo si no quieres morir. 

- Tiradas (4)

Notas de juego

No ven a Antón de Calatayud. 

Me faltó sumar el +1 de atacantes múltiples contra Lope, pero fallan igual. 

Todos los pnjs están vulnerables, tienen -2 a su parada. 

Turno 5 Joker para Rául. Todos ganáis un beni. 

 

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05/07/2021, 22:12
Rául

Rául recibió el embite del Abad sin poder hacer nada para evitarlo. Se había centrado tanto en los soldados de cura cabrón que no se esperaba aquella reacción. La espada le hizo un feo tajo y sólo su fortaleza fruto de mucho trabajo físico a lo largo de su vida logró que no fuese peor.
Mareado como estaba apenas escuchaba al abad, más bien no le entendía del todo. Sólo que se rindiera, pero rendirse significaba que podrían ir a por Clara. Y eso no podía permitirlo.
Rául sabía que no era rival para aquel hombre. Si alguien podía derrotarlo era Lope, pero este estaba ocupado con los fraternitas. El leñador sabía lo que tenía que hacer, aunque pereciese en el intento.

Escupiendo sangre al suelo, para que quedase claro lo que pensaba de la oferta de rendición, Rául alzó el hacha como un poseso abalanzandose contra ambos hombres. Tanto sorprendió el acto a la gente que no pudieron hacer nada salvo recibir el hachazo. El arma decapitó a ambos hombres. Pero aquello se había llevado todo lo que le quedaba a Rául.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Vale. Cuando recibí la herida tenía un Bennie. Trato de absorber, fallo y me quedo con 3 heridas.
En el turno del Joker trato de desaturdirme, se me olvida sumar el bono del Joker pero fallo igualmente. Gasto el Bennie que acabo de conseguir en desaturdirme. Y luego hago dos ataques salvajes a cada uno de los fraternitas.
Que los bonos están mal porque debería ser un +1, no un +3. -3 heridas-2 por acción múltiple= -5. +2 Salvaje+2Joker+2Vulnerable=+6. Con lo que voy con +1.
El primer ataque va sin aumento, pero aún quitandole el 3 que saca de aumento son 4 heridas en lugar de 5, Muere.
El segundo ataque sigue yendo con aumento. Con lo que son las 5 heridas que se come. Y con eso le doy un +1 a Lope este asalto y ya al siguiente me muero. XDDD

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05/07/2021, 22:42
Antón de Calatayud

Antón vio la escena de combate que se sucedía. Vio el brutal hachazo de aquel leñador, Rául, que decapitó a dos de los veralucinos. No sabía si admirarse de la habilidad de aquel hombre de campo o si temblar de horror por lo barbárico de la escena. También tuvo tiempo de ver al abad atacarlo por la espalda y abrirle un tajo.

Él había logrado pasar desapercibido a los inquisitivos ojos del abad, por un milagro que debía ser obra de algún loco santo del cielo que ni siquiera figuraba en el santoral, quizá incluso su difunto padre. «Pater, dios te tenga en su gloria, por los siglos de los siglos», pensó el monje agradecido. «Guía ahora mi saeta, padre querido», dijo mientras volvía a disparar contra aquel abad.

El virote salió con buena fortuna.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Uso el beni que había recuperado y vuelvo a quedar en 0 benis.

No sé si la tirada de sigilo lleva modificador de -2 esta vez, pero supongo que no porque el abad está inmerso en el combate.

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06/07/2021, 06:19
Lope Martínez de Alpuente

Lope vio la maniobra del abad pero no le dio tiempo a evitar que descargara un tajo sobre la espalda de Raúl. En cambio este, a pesar de las heridas, se las apañó para decapitar a los dos veralucinos que pretendían atacar al caballero villano, quien vio su oportunidad de resarcirse de todos los errores que había arrastrado a lo largo de la refriega.

—Si te gusta atacar por la espalda, por la espalda será, malnacido —le gritó al clérigo al tiempo que hundía su hoja en el riñón derecho—. Anda, ve a darle cuentas a Satanás de tu gran fracaso hoy aquí —añadió retorciendo la espada mientras la sacaba de la carne.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Al fin una buena tirada... gracias a los modificadores de ataque salvaje y el bono que me da Raúl.

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06/07/2021, 09:21
Director

La prepotencia del abad se transformó en sorpresa e incredulidad. 

​​​​​​-¿Cómo... ? Es... imposible... 

Malherido y solo, quedó a merced de sus enemigos. 

- Tiradas (4)

Notas de juego

A pesar de gastar todos los benis, se queda con 2 heridas. El abad está solo y derrotado. Podéis hacer con él lo que queráis. 

Con este combate termina la aventura a falta de que digáis que hacéis con el abad y escribáis un post de epílogo. Aunque ojo, el abad tiene amigos que sabían a donde se dirigía y para qué. En l aldea todos han visto lo sucedido y antes o después llegará a oídos de los fraternitas. Tenedlo en cuenta al escribir los epílogos. 

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06/07/2021, 14:35
Rául

Después de aquel último sobreesfuerzo a Rául no le quedaba nada más en su interior. Por lo que cayó al suelo agotado y bastante malherido. Pero asombrosamente vivo. La verdad es que no se lo esperaba.

Por el leñador mataría a aquel hombre directamente para que no tuvieran que preocuparse por él en un futuro, pues tenía pinta de ser de los vengativos. Pero aquella no era su aldea, ni siqueira vivía allí. Así que dejó la decisión final a manos de Lope. Después de todo era el marido de Clara y creía que a pesar de lo sucedido haría lo mejor para su esposa. Y aquello ya le iba bien.
Tosió sangre y se puso boca arriba para ver el cielo mientras esperaba los acontecimientos.

Lo he hecho Calírroe. La he protegido como no pude protegerte a tí. Tú hija está a salvo.

Y después se desmayó. Para cuando se despertó todo había terminado ya de una manera u otra.

Notas de juego

Pues yo me desmayo para dejarle la patata caliente a Lope. XDDD

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06/07/2021, 17:51
Antón de Calatayud

Desde su escondite, casi como un voyeur vicioso, Antón vio el rabioso poderío de Lope. El monje suspiró de admiración ante aquella belleza de las artes bélicas y a sus mientes acudieron los versos finales de la Eneida, en los cuales el pío Eneas ensartaba religiosamente al enemigo Turno. Sus labios los pronunciaron en un murmullo con la misma piedad que si recitara sus preces matutinas:

Hoc dicens ferrum adverso sub pectore condit / fervidus; ast illi solvuntur frigore membra / vitaque cum gemitu fugit indignata sub umbras. —Y a continuación, saliendo de su escondite, gritó a voz viva una traducción—. ¡Y en ansí diciendo, le hunde el ferro bajo el pecho / con el corazón encendido! ¡Y los miembros a aquel se le aflojaron gélidos / y la vida con un gemido huyó indignada al país de las sombras! ¡Dios bendiga al santo varón don Lope Martínez de Alpuente, quien con su pío hierro ha restablecido el orden divino en la tierra al dar herida al peor enemigo de Dios y de su santa Iglesia: el fanático!

Tras haber emitido esas improvisadas plegarias, Antón no esperó la resolución de lo que Lope quisiera hacer, sino que tras darle su bendición y la del cielo, le susurró:

Lo que don Lope desate en la tierra, quedará desatado en el cielo. Vuestra decisión respecto de este abad, sea cual sea, está bendecida por Dios; y yo, por si vuestra alma está atribulada, os doy en nombre de Dios la absolución de todos vuestros pecados. Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris, et Filii et Spiritus Sancti. Amen. Id con Dios, hermano Lope.

Y, tras decir estas palabras, Antón dio media vuelta y se volvió a perder en los bosques, donde lo esperaba Diunisu.

Frater —le dijo—. Granata nos exspecta. Eamus. Qui exaudi orationem nostram hodie nos servavit.*

Y así, aquellos dos varones desaparecieron en la espesura y se fueron a Granada para bucear en la biblioteca del emir.

Años después, en las librerías castellanas aparecieron dos volúmenes bajo el seudónimo de Apollo Bilbilensis, uno en latín titulado De paganorum moribus** y otro en castellano titulado Las hazañas de don Lope, Ñeves y el leñador Rául. El primero hablaba de costumbres y ritos de los pueblos paganos y de una tal Calírroe, mujer sabia y anciana entregada con devoción a las buenas artes de la medicina. El segundo hablaba de un caballero de gran corazón y mejor espada, de una mujer de rostro angelical y cabeza coronada de nieve y de un leñador de simpleza campechana y espíritu aguerrido, cuyas aventuras sucedieron entre las sierras de Cazorla.

Algunos dirán que son cuentos para niños, fantasías irreales, sueños de personajes que por un momento creyeron ser otras almas. Pero tres o cuatro personas, en sus casas, al escuchar aquellas historias, sonreirían felices de saber que, aunque hubiera sido un sueño, fue un hermoso sueño que mereció la pena haber dormido.

~ FIN DE ANTÓN DE CALATAYUD ~

Notas de juego

*Que quiere decir: «Hermano, Granada nos espera. Vamos. Quien escucha nuestras plegarias hoy nos ha salvado».

**Apollo Bilbilensis: Apolo de Calatayud.

De paganorum moribus: Sobre las costumbres de los paganos.

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07/07/2021, 06:42
Lope Martínez de Alpuente

La sed de sangre desapareció cuando el cuerpo del abad, irreconocible a causa de la miríada de cortes y estocadas producicas por la ira sanguinaria de Lope, dejó de moverse. El caballero miró en derredor, sin ver más que la victoria pírrica del que vence pero no convence, pues aquellas miradas de los aldeanos lo decían todo: aquello se sabría muy pronto en toda la región y luego en la Andalucía y más tarde por toda Castilla y sin duda también en Aragón.

Cualquier sueño de la ansiada gloria terrenal que enfebrecía a Lope terminó por esfumarse en aquel momento. Había condenado su nombre y su apellido, pero había vengado a Santiago y había protegido a su mujer y a su vástago. No le quedaba más remedio que abandonar aquella aldea, aquellas tierras y probar suerte en Granada, lejos de la larga y poderosa mano de la Iglesia, donde los nazaríes sabrían apreciar su talento con la espada y, sin duda, las artes extrañas de Clara.

No estaba seguro de que Ñeves y Carlos se unieran a él, pero sí de que su padre no lo haría. La testarudez del venerable médico le impediría dejar su casa y a sus pacientes, algunos de ellos influyentes que, si Dios era lo suficientemente misericordioso, le guardarían de las represalias hacia su hijo pecador.

Limpió la espada en el único trozo del hábito del abad que no estaba tinto en sangre, enfundó, agarró a Rául por los hombros y pidió a los leñadores que le ayudaran a colocarle en el lecho. Él no poseía el talento de su progenitor para restañar heridas, pero algo sabía de cortes y puñaladas. Mientras cosía daba instrucciones a todo el mundo: los padres adoptivos de Clara testificarían en contra de Lope, hablando pestes de él para salvar sus escasos años de vida, Hilaria y Ximén tendrían que marchar también y buscar el amparo de la orden de Calatrava según la carta que Lope había de redactar para don Diego García de Padilla en la que explicaba su venganza contra el asesino del fráter Santiago; del resto dispuso como pudo.

Agotado, herido y llevando a Rául se reunió con su esposa y con Ñeves en la cueva de Calírroe que ahora, por vez primera era capaz de contemplar con otros ojos, más abiertos y tristes a la vez.

Mi señora —se dirigió cariñosamente a Clara arrodillándose ante ella y besando sus manos como hacía mucho que no las besaba—. Vuestro maltratador yace muerto, justa ha sido la venganza cobrada sobre él y sus secuaces y yo regreso a vos para no tener que separarnos nunca jamás, hasta que nos llegue la hora de rendir cuentas a Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

Notas de juego

Pues ahí quedó. Espero que Lope y su descendencia puedan llegar algún día a leer el cuento del buen monje Antón de Calatayud, que trisquen por Sierra Nevada con Rául y que aprendan prudencia y discreción con la eficiente Ñeves.

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07/07/2021, 13:01
Ñeves

Ñeves había permanecido junto a Clara, ambas a la espera de lo que pudiera acontecer en la aldea y siempre con su espada en la mano por si todo fallaba y debía defender a su amiga. Pero, afortunadamente eso nunca llegó y tras pasadas unas horas que se habían alargado demasiado las figuras conocidas que se acercaron hasta la cueva lograron que la tensión del cuerpo de Ñeves desapareciera.

En cuanto vio aparecer a su esposo envainó la espada y fue hacia él para abrazarlo y comprobar que no se encontraba demasiado herido.

Carlos tomó a su esposa con sus fuertes brazos, elevándola mientras la pegaba a él y después se fundían en un afectuoso y cálido beso. 

Aunque Ñeves deseaba permanecer junto a su amiga Clara sabía que Granada no era un lugar para ella y su esposo, principalmente porque sabía que aquella ciudad no estaba hecha para una mujer directa como ella y su aspecto llamaría demasiado la atención. Además, su esposo había combatido contra los árabes y seguramente algunos podrían reconocerlo y su vida no sería la mejor...

Finalmente el matrimonio decidió ir hacia las montañas Vascas pues Ñeves conocía allí a algunos viejos amigos de su padre y Carlos tenía un hermano viviendo en aquellas tierras por lo que ambos podrían criar a sus hijos en un lugar alejado de aquellas guerras, un lugar en donde comenzar una nueva vida... 

Ñeves se despidió de su amiga, deseándole lo mejor y prometiéndose verse mínimo una vez al año así como intercambiar correspondencia para seguir manteniéndose al día y junto a su esposo y aquellos que decidieron acompañarlos para marchar hacia tierras vascas en busca de una nueva oportunidad de vivir en paz.

Y así fue como en aquellas lejanas tierras se establecieron Carlos y Ñeves y pocos meses después de su llegada llegaría a su vida el primero de sus hijos. Una vida cargada de afecto, lealtad y fortaleza pues si algo transmitieron a su familia fue el que jamás se dejaran amedrentar por nadie y que, ante todo, fueran fieles a sus creencias y amistades.