Partida Rol por web

Irvin se encogió de hombros, cogió el número que había escrito el pantallitas y miró a Evans. 

- Tiene razón. Debemos encontrar una furgoneta y aparcarla cerca de la embajada, en posición de salida. - miró a la puerta - Ropa diversa. También. - hizo un gesto con la cabeza mientras se acercaba a la puerta para que Sophie le acompañara. - Vamos, dejémosle trabajar - comentó y fue echando la mano al bolsillo para sacar un cigarro. En cuanto salieran por la puerta del hotel se lo encendería. La situación le estaba agobiando un poco. 

Irvin salió de la habitación. Tenían que encontrar una furgoneta. Era vita.

Capta el mensaje de que le estaban estorbando a Andrew, así que hace lo mismo que el otro agente de campo y va hacia la puerta, después de haber memorizado el número que el informático les había facilitado.

Camina con paso ligero junto a Vinro mientras revisa su teléfono móvil. Ningun mensaje de la Agencia, pues muy bien.

-¿Crees que puedes conseguir una furgoneta? Yo intentaré conseguir los uniformes básicos de empleados, tiene que haber una tienda de ropa laboral en esta ciudad. -voy buscando en google "ropa laboral, tiendas cerca de mi".- lo difícil será que la furgoneta esté serigrafiada o que se pueda parecer a algo de una empresa de lo que sea. Mira a ver qué consigues y luego diselo al friki, estaré esperando para hacerme con ropa adecuada para ese vehículo.

Andrew tenia ya por fin la habitación para el solo, estaba bien tener compañeros y alguien con quien hablar y tal, pero lo cierto es que jugaban a contestar preguntas de respuestas que aun no tenían.

Primer paso, saber si había o no un catering contratado para aquella velada. Si no lo había, no había uniforma qué comprar.

- Bien, red de redes, abre tus puertas una vez mas.-

Dijo mientras tecleaba en una de las múltiples pantallas, centrándose esta vez en una única tarea. Primero saco un listado de las empresas con licencia oficial para eventos en edificios públicos, luego, las que mejor valoración tenían, y realizo una búsqueda en cada una para ver si alguna tenia un contrato para aquella noche.

Esa era la parte mas complicada, porque o bien lo podían colgar en redes sociales, dándose publicidad, o por el contrario podían mantenerlo en secreto a instancias del cliente.

Ese era el momento de revisar las cuentas de email de los supervisores y dueños de las compañías, siempre había directrices de ultimo momento para clientes como un embajador. Y eso terminaría pasando por un email que alguno de esos simples mortales consideraba seguro. 

- Perfecto - dijo Vinro. 

Los caminos les separaron. Cada uno por su cuenta sería clave para una parte del plan... y la agencia todavía no había respondido.

Irvin sopesó sus opciones. La primera que le venía a la cabeza era robar una furgoneta de un parking o de un establecimiento de alquiler. Luego también sopesó pagar a alguien para que la alquilara. 

- Mmmmmh - musitó para si mismo. No estaba convencido de que fuera lo suficientemente hábil para robar una así que sacó de su cartera una de las identidades falsas para la misión y se puso una gorra. Sacó el móvil y alquiló una furgoneta a cuenta de esa identidad falsa en un punto relativamente cercano. Una vez se hubo completado echó a correr para recoger la furgoneta.

Bien, en lo que una araña de búsquedas masiva creada por mí termina de filtrar emails corporativos, es el momento de pasar a otro plano de la investigación.

La seguridad.

Normalmente la seguridad de las embajadas corría a cargo del ejercito o órgano policial mas relevante del país de origen, pero nunca se sabia.

Había que revisar un histórico de brechas de seguridad en embajadas de Colombia, para luego depurar el código y comparar lineas con la embajada en la que teníamos que operar esta vez.

Lo normal era que problemas de seguridad o muy graves, o poco graves se filtraran en las noticias de prensa especializada de manera fugaz en artículos cortos y difíciles de seguir, a menos que tuvieras un sistema para ello.

Y Andrew Mayan tenia un sistema. Así que sin apenas parpadear y sonriendo como quien acaba de ganar un premio de lotería, uso un programa con el nombre de PaperBoyZ.

Ese genial programa revisaba campos de interés en noticias de periódicos serios de prensa escrita que previamente se habían digitalizado en una base de datos de… que le gustaba autocomplacerse recordando lo maravillosa que era su carrera y sus ideas.

Pero ahora había que filtrar, asociados, seguridad, fallo, incidente, dignatario, Colombia, embajada, familia, destacado, nuevo,.. y alguna más que no le venia a la cabeza. Esas eran las palabras clave, a ver qué daba de si ese programa.

La ventilación del portátil empezaba a ser insuficiente, y se movió para abrir la ventana y dejar qu entrara algo de aire fresco, joder y qué fresco. 

No parecía que el tema del catering fuera lo suficientemente relevante como para que hubiera instrucciones escritas al respecto y ninguna empresa había recibido autorización para publicar un encargo de esa envergadura en su página web. Ahí te quedabas en blanco: no había nombre de la empresa, ni confirmación de fuera a haber una.

Por otro lado habías conseguido fotografías del embajador y su familia, tenía esposa y dos hijas mayorcitas. La prensa rosa había reflejado que una de ellas se relacionaba posiblemente con uno de los miembros del equipo de seguridad de la embajada, que al parecer se había encargado a una empresa de seguridad privada tras un incidente diplomático que había obligado a los Colombianos a retirar a sus propios efectivos armados según reflejaban notas en otra publicación sobre bolsa y economía.  Tenías el nombre de la empresa: KMC Security.

Llegas hasta el vehículo que has alquilado, una muy común furgoneta grande y blanca con un cartel publicitario en la parte trasera con el numero de la empresa de alquiler. Tienes las llaves en mano. ¿Y ahora...que?

Evans pone rumbo a la tienda que google le marca. Está un poco lejos y no hay tiempo que perder así que levanta la mano acercándose a la via y para un taxi.

-Lléveme a la calle Frogner, numero 34, por favor.- pide educadamente

El taxi te lleva hasta la tienda que buscas, sigue abierta.

Parecía que nada de comida para una recepción, quizás no fuera un evento social, sino uno político, y era probable que la embajada tuviera servicio de cocina interno, y que el grupo de asistentes no fuera a ser muy grande.

Una puerta cerrada, una ventana abierta.

Y ahí tenia información de la que tirar, así que la hija rebelde de papa estaba sosteniendo una aventura con uno de los chicos de seguridad, genial.

Veamos a ver si puedo vulnerar la seguridad de KMC Security y ver de cuántos empleados disponen.

Si, lista de trabajadores. Si descargar direcciones fiscales y digitales de los miembros de la empresa. Si, lista de trabajos, ohhh, si lista de cuentas.

Si si si, aquello era una mina de información.

Ahora había que buscar una debilidad, alguien a quien chantajear, o dejar fuera de juego para poder introducir a nuestros agentes de campo. Una sustitución de ultima hora. Eso podría valer para colarnos en la zona de seguridad.
 

Evans paga la carrera del taxi y baja a la acera. Como por acto reflejo mira a ambos lados de la calle, comprobando que no hay peligro ¿Porque iba a haberlo? Pero era ya una manía que era difícil de quitar. Localiza la tienda de ropa y se dirige al interior.

-Hola, quisiera adquirir unos uniformes de trabajo.

Irvin se monta en la furgoneta y saca el móvil. Desde él consigue la foto de cualquier empresa de mantenimiento y lo manda imprimir en vinilo. Recoge el rollo en la tienda, lo mete en la furgoneta y se dirige al hotel pero aparca un par de manzanas alejado de él. 
 

Coge el teléfono y marca el número del friki.

- Tengo la furgoneta, llamaba mucho la atención así que ha comprado una pegatina para ponerle. He aparcado relativamente cerca del hotel. Os mando la ubicación. Voy andando al punto de encuentro? T

La empresa de seguridad había sido sin duda la que os iba a abrir las puertas de la embajada: lista de invitados, lista de trabajadores, detalles sobre el evento, información bastante completa sobre Alberto Jiménez...

Al final se había resuelto el misterio de forma inesperada, se trataba de una recepción a la que asistirían representantes de un buen puñado de empresas que estarían relacionadas con un nuevo programa de atención a inmigrantes que les facilitaría su inclusión en la sociedad del país. No te debería ser muy difícil añadir una empresa más y un par de identificaciones nuevas para tus agentes. Si no tuvieras éxito tendrían que apropiarse de otras identidades y asegurarse de que los auténticos no aparecieran por allí o ...pensar en otra cosa.

Alberto Jiménez era un expresidiario que empezó a trabajar en la empresa de seguridad gracias a una subvención para incorporación al mercado laboral de personas en riesgo de exclusión, vaya un tipo al que sin lugar a dudas le encantaría tener en su familia al buen embajador... Por su historial puede que llegara a ser un desafío para los agentes enfrentarse a él ¿Sería mejor obligarle a colaborar?

La chica tras el mostrador te atiende amable

- Claro, ¿Que clase de uniforme? ¿Talla? - queriendo averiguar qué podía ofrecer

Piensa un momento en las tallas que podían tener sus compañeros.

-Necesitaria tres monos de color gris con multibolsillos. También tres juegos de pantalón y chaquetilla blanco de limpiadores y otros tres de camarero, negro y camisa de cocina blanca. Las tallas serían una grande de caballero, otra que sea la siguiente más pequeña de caballero y otra de mujer.

- Bingo-

Dijo el informático, tenia lo que necesitaba. Ahora era cuestión de añadir una nueva empresa.
Market Free International S.L.

Una pequeña empresa en desarrollo que ayudaba a la gente a integrarse en el mercado laboral, ofreciendo trabajos artesanales a los inmigrantes.

La Directora Eva Green, y el filántropo Aleman, Klaus Müller, principal accionista de la empresa estaban intentando crear enlaces para su empresa.

Y oh, interesante, acaban de ser invitados a la recepción del embajador. Solo había que darle al clic.

Ahora tocaba redactar un manifiesto para nuestros agentes de campo para que conocieran la misión.  Tras 10 minutos de trabajo extra, tenía lo que necesitaba.

Enviar. Si.

-Oh, un mensaje de mister falto de simpatía. Una furgoneta. Perfecto, son precisamente mi segundo hogar.-

Andrew recogió sus pertenencias y salió de la habitación del hotel. 

Tras casi cincuenta minutos el técnico salió del hotel, y se refresco con la brisa de la calle. Cuando trabajaba se daba cuenta de que era incapaz de ver o notar el mundo.

Empezó a caminar sonriendo a todo el mundo, mientras miraba una dirección el el móvil, sin duda era el clásico turista que estaba por primera vez en aquella ciudad.