Partida Rol por web

sabes que son mas fuertes que los humanos, beben sangre, y tienen pocas debilidades, pero no sabes cuales

sin pensarlo dos veces, el kislevita y Anika sacan sus armas y cargan sobre los zombies, pero el nigromante se queda sorprendido "¿pero que...?, me cago en sigmar, primero los imbeciles del noble y ahora estos malnacidos" dice el hombre en riekpiels, "atacad", ordena a sus no-muertos servidores antes de intentar huir

-Eso ha sido muy temerario Anika.- La hechicera ya estaba invocando los vientos de la magia para poder luchar en condiciones en aquél pasadizo. Si le hubiera dado algo más de tiempo tendría preparada la luz y ahora estaría lanzando un misil mágico al nigromante. Anawelle miró de reojo a la joven, ignorante de la ventaja que habían perdido.

La humana alzó su espada y esta comenzó a brillar iluminando la zona de combate y preparándose para recibirles. Si hubieran sido skavens normales tal vez habrían huído ante esa demostración, pero los muertos no tenían voluntad propia.

Al ver a Anika disparar, sonreí. Esa niña era un caso, pero me caía muy bien. En cierto modo era impulsiva, carente de disciplina, incosciente... La verdad es que tenía matices de matador.

La maga prepara sus truquitos mágicos, mientras que yo me preparo para el ataque de esos zombies. Adopto una pose defensiva que me permita después dar un bien golpe.

-"No tengáis miedo muchach@s".

Después de ver cómo Anika lanzó el ataque, una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Viveka. "Vaya niña", pensó mientras apuntaba con su flecha y arco al zombi que estaba más próximo. Pero no tuvo tanta suerte y la flecha pegó en la pared.

apoyando a las flechas de las chicas, Hanna lanza un pedrusco que esta cerca de impactar sobre el nigromante, aunque este consigue esquivarlo, por su parte, el kislevita intenta darle a uno de los zombies, pero falla, dando caso de que los skaven zombies le respondan lanzandos varios cortes contra el kislevita, a la par que el enano carga y se pone a la defensiva, intentando buscar una falla en la defensa de los zombies, aunque son solo uno hace un pequeño corte al matador, por otro lado, las flechas fallan sus objetivos, y la hechicera lanza un hechizo sobre la espada haciendo que se ilumine, algo que habría resultado útil si no fuera porque la zona ya esta bien iluminada.

-¡Hay que detener al nigromante!- Dijo mientras buscaba un hueco por donde perseguirle sin entrar en combate con los zombis. -Si muere los zombis morirán también.-

Era su única posibilidad. Acabar con el nigromante acabaría con esta ola de crímenes sin sentido y podría volver a casa con algo que enseñar a sus maestros. La habían confiado esa misión y llegaría hasta el final.

- ¡Machacad machacas!- animó a Finbogasson y Dimitri antes de tenderle la mano a Viveka- ¿Cazamos al nigromante? ¿Sipi?

Estando todos los zombies trabados en combate Anika ansiaba correr hacia donde el nigromante había huído, si había una posibilidad de acabar con todo aquello matando a aquel tipo raro ella quería colaborar, verlo ocurrir y llevarse muchos cumplidos de sus amistades.

Dos asquerosos zombies se me echaron encima pero los estaba esperando. Uno llegó a rozarme aunque sólo me hizo unos rasguños sin importancia. Las chicas estaban intentando acabar con el nigromante mientras Dimitri y yo nos encargábamos de los subalternos. Sería una ardua tarea, había unos cuantos revividos...

-"¡Venid escoria, tengo acero para todos!"

Dimitri fue ferozmente atacado, pero decidío que si atacaba o debía caer en este suelo impío, se llevaría a unos cuantos, por lo que alzó su haca contra una de las criaturas y propino un fuerte corte lateral, con la voluntad de cortarlo en dos!

-Morirás canalla- dijo en un susurro entre dientes, sus palabras estaban dirigidas al mago que no escuchaba las mismas.

Anawelle intentó zafarse del combate rodeándolo para perseguir al nigromante que los controlaba. Pero la parte física nunca había sido el fuerte de la hechicera.

Viveka entendió lo que dijo Anawelle sobre vencer al nigromante para acabar con las otras criaturas. En el momento en que Anika le hizo la pregunta, le tomó la mano para darle un tirón y comenzar a correr, intentando esquivar a aquellos zombies, aprovechando su lentitud y torpeza, con la esperanza de no perder de vista a aquella criatura y poder enfrentarlo.

- Descuida, Anawelle, procuraremos alcanzarle -le dijo a la maga cuando vio que no lograba hacerse hueco entre tanto zombi, sus ojos todavía fascinados con la magia de su espada en llamas.

De la mano de Viveka dio cuatro brincos para llegar al otro lado pero algo le hizo soltarse y su corazón se hundió en su pecho, quedando sólo ella. Entendiendo que era crucial el acabar con el nigromante para salvarles le lanzó un beso con la punta de los dedos a su jefa y rompió a correr como una gacela.

- No te decepcionaré -prometió antes de alejarse.

el enano, nada mas recibir los rasguños de los esqueletos lanza un ataque sobre uno de ellos partiendo su craneo en dos, pero antes de poder sacar su arma del cuerpo, el otro zombie le mete con su pico en el brazo, por otro lado, uno de los cadaveres reanimados skaven no debía de tener bien colocada la cabeza en el cuerpo o murio por un fuerte cuchillada allí, ya que el segundo pedrusco de la halfing le arranca la cabeza dejando caer el cadaver esta vez sin ningún rastro de vida o no vida, a la par que el kislevita le hace una clara herida que sería mortal para cualquier ser vivo a otro skaven, pero este sobrevive y lanza un tajo sobre el kislevita.

por otro lado, las chicas intenta perseguir al nigromante, pero solo Anika, acostumbrada a correr, sobre todo perseguida por la guardia de la ciudad por donde pasa, consigue interceptarlo, "mal nacida, quita de enmedío sucía ramera" le dice el nigromante mientras saca su daga y se lo intenta clavar a la ladrona.

- ¡Ajajáaa!- le vociferó al nigromante cuando la fortuna quiso que pudiese parar en el último momento su daga con ayuda de la suya y su espada nueva- Quédate donde estás y verás que es mejor rodearse de amigos que de muertos.

Trató entonces de apresarle pero al ir a pasarle el brazo por la cintura el villano se le escabulló, mucho más delgado de lo que esperaba que fuera; entonces probó a atosigarle con tajos al aire para retenerle pero no parecía estar dándosele demasiado bien.

- ¡Está aquí pero se me escaquea! -gritó a sus compañeros.

En el momento en que Anika se fue corriendo hacia el nigromantenigromante, Viveka sintió una opresión en el pecho, pues no quería dejar ir a su amiga sola, no quería que pasara lo mismo de la otra vez donde casi la matan. Sin embargo, tenía que confiar en ella, no podía sólo quedarse preocupada por lo que pudiera pasarle, tenía que ayudarla en lo que pudiera. Con arco en mano, se desplazó lo más que pudo de los zombies que estaban cerca para poder disparar. Soltó una flecha que le pasó cerca a uno de ellos, pero el movimiento no le ayudaba a tener mejor puntería.

Había despachado a uno de los dos zombis de un certero hachazo, ahora le tocaba el turno al otro. Esperaba deshacerme rápido de ellos para ir en pos del nigromante y destruirle, siempre que mis compañeros no corrieran grave peligro. Este zombi en especial tenía una mueca rara en la cara, parecía que se estaba riendo de mí. Le iba a borrar esa retorzida sonrisa de un buen golpe...