La recuperación de la princesa Sildara
Sildara entró en la sala con deslizar seguro y elegante, con su cola trazando amplias curvas en el suelo y la etérea tela de sus ropas de gran calidad, hechas para ser usadas bajo el agua ondeaba a su alrededor. A pesar de salir del corredor inundado, estaban casi secas, ya que el agua tan solo resbalaba por ellas sin empaparlas. Miró a Shae, la bestia tocada por la mutación, y a su tortuga gigante, que se alzaba sobre sus patas gruesas como columnas. Sin detener su movimiento hacia Thespia, dedicó a ambos una leve inclinación de cabeza de respeto, para luego mirar a los ojos de Shae y sostener un segundo su terrible mirada.
-Saludos, Expedicionario Shae. Tu pronta respuesta a la invocación te honra.
Shae aguardó a que Sildara hablase con él, momento en el cual la aberración miró a través de ella y sus ropajes para identificar de lejos las muestras de un terrible ataque. Como extraño gesto de empatía le mostró las cicatrices de su propio cuerpo para terminar liberando aire en un resoplido.
La bestia Shae seguía viva tras los ataques que provocaron aquellas heridas, la princesa Sildara seguía viva tras los ataques que provocaron aquellas heridas, ambas eran buenas noticias para su hueste liderada por Thespia.
La recuperación de la princesa Sildara y preparación para la llegada de Lady Vashj
En el momento en la Hidromántica Thespia y la Princesa Sildara se vieron se pudo apreciar como esta última terminaba de apretar su sello real contra un estuche de huesos, el símbolo de la corona de Nazjatar dibujándose con poder arcano sobre la superficie durante un instante hasta quedar marcada y apagarse ligeramente.
-Hidromántica, tenemos que hablar sobre asuntos importantes. Como sabes, no deseo más que el éxito de esta empresa, y te ayudaré en ella, todo lo que pueda. Cuando llegue Lady Vashj, te aconsejo que retires a todos los murlocs de su vista y que la atiendan solo nagas. Vashj estuvo hace milenios en la cámara real en la que comenzó nuestra raza, por lo que deberemos inclinarnos ante ella. Además, tengo algo que decirle, algo importante. Antes de hacerlo, me gustaría pedirte que me presentaras, que le dijeras cómo llegué, cómo de herida he estado estos días. Cuenta todo lo que has visto, pero no mientas en ningún caso, o lo sabrá. Entonces intervendré yo. ¿Harás eso por mí, honorable Hidromántica?
Sigo con la mirada la llegada de Sildara, no esperaba menos de ella. Sabía que no me dejaría sola, aunque no se bien si es por lealtad, curiosidad, o ambas. Hay algo que flota entre nosotras, ese vacío que es esa noche en la que volvió en ese estado. Yo no le he preguntado nada, cada uno tiene sus secretos, yo tengo los míos y no quiero que nadie urge en ellos. Sin embargo espero que cuando esté preparada me diga lo que pasó.
Intento que mi sonrisa sea sincera y no pensar en lo que NO me ha dicho, si no en todo lo que SI me ha dicho todo este tiempo, al menos se ha ganado el derecho de ser un poco reservada en un asunto. Pero he de advertirle que repetir esas... situaciones, me pone en un compromiso porque está bajo mi tutela y una señora que no sabe lo que pasa bajo su arrecife es pasto para los peces.
-Cada vez te pareces más a Palzigun, cuidado esto, cuidado aquello. Eso es bueno, no quiero que me mal interpretes, pues la familia tiende a parecerse, pero estate tranquila, sabré cómo hablar a Vashj- le dedido una sonrisa tranquilizadora, pues claramente está muy nerviosa- los murlocs se quedan- no hay más que hablar- le hablaré sobre lo que te ocurrió, no he mentido a mi amiga de la infancia en 10.000 años no pretendía hacerlo hoy- a lo mejor le había obviado algunos detalles amorosos, pero eso fue hace mucho tiempo.
Me dirigo a los demás Nagas- todos tenéis permiso para hablar cuando la prudencia os lo indique, seréis presentados como mi guardia y protegida y confío tanto en vosotros que os pretendo enfrentar en un combate amistoso contra su guardia-les hace un guiño-macháquenlos.
Quedaría poco para que llegasen los invitados, por lo que tenía que organizar a los murloc, "ussstedesss han de essstar en formación o me asssegurare de que hagán una visssita a losss aposssentosss de Ssshae" les digo a los murlocs para metierles algo de miedo en el cuerpo antes de ponerme a organizarlos de manera efectiva.
Las intervenciones anteriores de la bestia Shae dieron peso a las palabras del mirmidón y pronto los murlocs formaban tal y como él quería, detrás de la abominación para que no les temblasen las extremidades frenta a desconocidos.
Esta presentación y conversación es una mera formalidad y podemos llevarla por chat o te la confío entera a ti.
Los puntos importantes son:
Quienes quieran añadir algo más, de último minuto a las escenas de:
Todavía podéis. Es sólo en La recepción que tenéis dos opciones:
¿Por que la oscuridad des una bendicion para los nagas? luego de esto respondo.
No lo es, en absoluto. Sin embargo para ti podría serlo, porque es un regalo o una prueba de parte de tu reina (esta es tu decisión personal), y para la Naga que se encuentra ayudándote en este instante parece serlo por razones que todavía no te son claras, ya que no sabes quién es, no os habéis presentado la una a la otra y desafortunadamente no sacaste la tirada de Historia para adivinar quién era solo por la voz.
Lo que sí que te queda en claro es que parece que le has caído en gracia y que desea ayudarte.
quedaría poco para que llegasen los invitados, por lo que tenía que organizar a los murloc, "ussstedesss han de essstar en formación o me asssegurare de que hagán una visssita a losss aposssentosss de Ssshae" les digo a los murlocs para metiendoles algo de miedo en el cuerpo antes de ponerme a organizarlos de manera efectiva.
Motivo: intimidar
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+2)=17
Antes que llegara mi buena amiga Lady Vashj saludo a Sildara y le indico que se coloque en su sitio, cerca mía, para la recepción.
-Cada vez te pareces más a Palzigun, cuiddado esto, cuidado aquello. Eso es bueno, no quiero que me mal interpretes, pues la familia tiende a parecerse, pero estate tranquila, sabre como hablar a Vashj- le dedido una sonrisa tranquilizadora, pues claramente está muy nerviosa- los murlocks se quedan- no hay más que hablar- le hablaré sobre lo que te ocurrió, no he mentido a mi amiga de la infancia en 10.000 años no pretendía hacerlo hoy- a lo mejor le había obviado algunos detalles amorosos, pero eso fue hace mucho tiempo. Me dirigo a los demás Nagas- todos tenéis permiso para hablar cuando la prudencia os lo indique, seréis presentados como mi guardia y protegida y confío tanto en vosotros que os pretendo enfrentar en un combate amistoso contra su guardia-les hace un guiño-macháquenlos.
Con esto dicho se coloca en posición para la llegada de Lady Vashj.
Master esta noche cuando vuelva de trabajar posteo si no podemos chatear.
Al no ver su rostro, trato de alcanzarle con las manos, buscando alivio en el contacto de sus manos con este y la mismo tiempo dijo -Humilde tus actos y bendito es tu accionar, pero en la negrura me ha bendecido la diosa por la cual vivo-
Una lagrima recorrió su mejilla -Es su deseo que este asi y que su voluntad se haga-
Luego de esto y cayendo en cuenta de algo le pregunta -¿Quien eres y por que me ayudais?-
La recepción.
Hay dolores que las nuevas generaciones no entendían, por mucho que leyesen sobre ello, por más que escuchasen a sus mayores; jamás alcanzarían a comprender el sufrimiento que producía el volver a ver un rostro querido distorsionado por la bendición que les permitió reconstruir su imperio sumergido.
Aquella fue la quemazón que destrozaba a la señora de Simazul, llamas que la consumían y que sólo ahogadas en deseos inmediatos podría apagar, todo porque por un momento creyó verla como había sido al cruzar las puertas - la ayudante de cámara de la reina, Lady Vashj.
La sensación debió ser mutua pues la señora de Colmillo Retorcido también quedó prendada del rostro de su amiga de la infancia, detenida en el tiempo y forzándose a enterrar el pasado - y a la voz radiante de la Corte Eterna, Hidromántica Thespia.
Aquel hechizo duró tan solo un instante que tanto la hueste de Simazul como el séquito de Colmillo Torcido pudieron atribuir a una señal de respeto o una petición formal para entrar en palacio. Con los preparativos en orden y los platos a salvo, la recepción estaba lista para dar comienzo con la bienvenida de la anfitriona.
Thespia pensó en una recepción protocolaria y distinguida pero no pudo evitarlo, bajo de la tarima y se dirigió hacia su amiga, no veía ni su escolta, o guardias, por un momento a sus ojos allí estaba Vashj como había sido. Casi parecía que fuera a abrazarla pero se detuvo delante de ella. Todavía tenía algo de sentido común, ignorando la ambrosía que era perderse en los recuerdos.
- Lady Vashj - saludó tras dedicarle una sentida reverencia.a aproximación de la Hidromántica
Thespia atragantó de sentimiento a la ayudante de cámara de la reina Azshara, quien bajó la mirada para ganar un instante de discreción con el que recuperar el aliento. Había pasado demasiado tiempo, años, y siempre ocurría así. Eternidades mortales que las separaban para luego encontrarse una vez más. Siempre se prometía que no dejaría que pasase tanto tiempo pero...
- Hidromántica Thespia- le contestó.
- Me alegro de veros mi señora, bienvenida a mi humilde morada, por favor seguidme- la acompaño hasta el estrado superior donde hay una mesa auxiliar para servirle una copa y un montón de cojines de muchas formas y colores.- estás imponente -le susurro cuando la acompaño del brazo.
- Luces como nunca y este lugar es la viva imagen del hogar que describías en los jardines del Palacio Eterno- susurró de vuelta mientras le seguía- A veces cuesta encontrar palabras con las que expresar la alegría que siento al verte, más aún cuando todavía rememoro las veces en que lo cantaste mejor de lo que yo jamás pudiera haberlo formulado- pareció mirar hacia la puerta un momento-. El deber... ¿Consientes la entrada y desafío de mi séquito?
-El sentimiento es mutuo, este lugar es más espléndido contigo aquí, no te voy a perdonar que sólo vengas para asuntos tan formales, en cuanto a lo del canto, mi garganta se ha deformado con esta...- me quedo pensando un momento- evolución- digo satisfecha- pero todavía puedo alcanzar algunas notas. Sigo su mirada hacia la puerta- adelante, por favor.
-¡Crisillar, Srekhada, Kizzergiet! Entrad y bajad la mirada, se nos recibe como familia -sonrió perversamente para añadir- Buscad quien os muestre los dientes y habréis encontrado vuestro oponente en la arena.
Un enorme mirmidón con tridente, una naga con piel esmeralda y un Bocadragón de colmillos pronunciado accedieron, inclinaron la cabeza y procedieron a 'relacionarse' con el resto.
Sildara se había presentado con ropas dignas de la corte, pero tampoco inadecuadas para el combate. Llevaba un amplio vestido de seda hidrófoba, que se mantenía seca como si nunca hubiera estado en el agua. La pieza principal estaba compuesta de tela vaporosa, con pequeñas secciones que se agitaban tras ella cuando se movía, como si aún siguiera en el agua y fuesen las ondas que iba dejando a su paso. El vestido cubría los brazos hasta las muñecas, pero dejaba al descubierto los hombros. Llegaba hasta la mitad del viente aproximadamente, mostrando el inicio de la cola escamada con toda claridad. Nadie de la corte real se avergonzaba del cambio, y aquella prenda lo mostraba, sin intentar esconder ni por asomo el punto en el que su anatomía dejaba de ser humanoide. Por fortuna le había dado tiempo a cuidar un poco sus escamas, y su cola lucía brillante como si estuviera hecha de gemas marinas. No le había dado tiempo a asearse tanto como le habría gustado, pero donde no había llegado el cuidado mundano, llegaba la magia. Su poder hacía que siempre estuviera rodeada de una muy suave brisa, lo justo como para que sus ropas se agitaran.
No tenía adornos en la cabeza, lo que era en sí una declaración. Su falta de tiaras o velos indicaba que no los necesitaba, y sus ojos brillantes destacaban más en un rostro sin adornar. Al cuello llevaba un collar amplio, de tendón de ballena abisal engarzado en oro, que terminaba en un cristal grande, con vaga forma de rombo, latiendo con una suave luz azulada. En su espalda había una mochila que se ajustaba perfectamente a su cuerpo sin estorbar sus movimientos, de hecho, casi no se veía entre los vuelos de la ropa. Ahora mismo estaba vacía, pero solía llevarla siempre para acostumbrarse a su presencia.
Con su bastón en una mano, hecho de un material negro, tan oscuro que se bebía la luz a su alrededor, retorcido y rematado en una piedra azul, avanzó haciendo amplias ondas en el suelo. En cuanto Lady Vashj entró, le dedicó una elegante inclinación, abriendo sus cuatro brazos mientras se doblaba.
-Mi Lady Vashj -saludó, formal- Es un honor estar en tu presencia.
Tras ello observó con atención (pero sin que se notara, podía oír a sus tutores diciéndole que no mirara fijamente) a la pareja. Fingiendo un interés moderado en su encuentro, en lugar del gran interés que tenía, vio cómo se hablaban y se intercambiaban cumplidos. Sus gestos eran, tal vez, ligeramente superiores a los que había imaginado. ¿Habían sido más que amigas... en algún momento? Lo parecía, pero tampoco convenía sacar conclusiones apresuradas. Trató de escuchar qué más decían, pero no estaba muy acostumbrada a la extraña forma en la que los sonidos se transmitían fuera del agua y no oyó nada.
Se giró para observar a su séquito, y de pronto el cofre que llevaba en una de sus manos pesó más. Tenía que entregárselo a Lady Vashj, y una parte de ella le gritaba que corriera a su encuentro y que se lo diera de una vez. Apretó los labios, conteniéndose. Aquello no podía hacerse así, había que hacerlo bien. Primero Thespia hablaría a Vashj de ella, y luego ella se lo presentaría. Era urgente, pero iba a tener que esperar. Y si quería que Vashj la tomara en serio, iba a haber que demostrarle que no tenía miedo a la acción, y que no le importaba el riesgo. Meterse en una lucha en la arena no era para ella, ella era la que tenía que estar en el palco aplaudiendo educadamente, pero no iba a haber más remedio.
Contuvo un suspiro. Combatir fuera del agua no era lo que más le gustaba: la electricidad se transmitía peor y el hielo tenía menos efecto. Pero eso no podía frenarla. Guardó el cofre en la mochila, no se atrevía a dejarlo por ahí para que cualquiera pudiera abrirlo.
Avanzó con amplias ondas hacia el centro de la sala, y saludó con una inclinación de cabeza leve a las dos nagas que habían entrado. Uno era un enorme mirmidón, pero esperaba que la bestia Shae fuese capaz de poder con él sin muchos problemas. Palzigun podría encargarse de aquel bocadragón, lo que le dejaba a la otra naga a Sildara. El cuerpo a cuerpo no era su fuerte, así que probablemente tratara de mantener las distancias y alejarse de los filos de aquellas armas.
-Si es vuestro deseo -dijo- Aceptamos gustosos vuestro desafío, y nos mediremos en la arena, para la gloria y el esparcimiento de nuestras honorable invitada y nuestra generosa anfitriona.
Motivo: Historia con ventaja
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 16(+4)=20 (Exito)
Motivo: Historia con ventaja
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 8(+4)=12 (Exito)
Motivo: Percepción con desventaja
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 12 (Exito)
Motivo: Percepción con desventaja
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 5 (Fracaso)
20 en la de historia y fallo en la de percepción.
Posteo cuando me digas para qué era lo de Historia y qué averiguo xD
Con su bastón en una mano, hecho de un material negro, tan oscuro que se bebía la luz a su alrededor, retorcido y rematado en una piedra azul, avanzó haciendo amplias ondas en el suelo. En cuanto Lady Vashj entró, le dedicó una elegante inclinación, abriendo sus cuatro brazos mientras se doblaba.
-Mi Lady Vashj -saludó, formal- Es un honor estar en tu presencia.
La líder de Colmillo Torcido dedicó un instante a apreciar lo delicado del gesto y cortés en el trato, aquella sangre azul había sido hervida bajo años de estricto tutelaje; cuánto de aquel fuego había sido cosa de Thespia era algo que le intrigaba.
Con una sonrisa que apenas dejó asomar sus colmillos Lady Vashj le devolvió el saludo.
- Pronto sabré si en verdad el honor es mutuo, princesa-continuó en su camino del brazo de la Hidromántica Thespia-, o sólo mío.
me mantengo callado mientras la Thespia habla con Lady Vashj, comprobando que los murlocs mantiene la formación, algo que parece que incluso ante el bocadragon de Vashj, pero lo que no me hacía ninguna gracia era el descomunal mirmidon de nuestra invitada, el cual se creía el mejor, quería demostrarle que se equivocaba, pero debía de quedarme en mi posición a la espera de que terminen de hablar ambas señoras.
Shae no comprende un apice de la situacion. No sabe de que estan hablando, pero hay algo que si entiende, la agresividad y la actitud de combate.
Sinceramente preocupado ante la beligerancia desplega conecta su mente a Kizzergiet...
Muerte...
Obediencia...
Muerte...
Provocacion...
Superioridad...
Shae limpia su mente para asi enviarle un mensaje claro e inequívoco a la bestia.
NO
Error
sométete
Si la respuesta de la bestia sigue siendo agresiva Shae se lanzara al ataque sin pensar.
Si por el contrario existe un apaciguamiento, Shae buscara las ordenes y la claridad de thespia.Que quiere mi señora de mi en esta situación? En caso de que intervenga alguna naga de su bando de forma apaciguadora esperara, armas en ristre a ver como se desarrolla la situación
Motivo: tirada de historia
Tirada: 2d20
Dificultad: 10+
Resultado: 13(+1)=14, 1(+1)=2 (Suma: 16)
Exitos: 1
Los ojos de Crisillar se abren con un chispazo de reconocimiento ante Sildara.
Sonriendo de oreja a oreja señaló hacia ella y con voz grave pronunció su amenaza:
- Princesa Sildara, sabed que os enfrentáis a Crisillar ¡El maremoto! ¡Raaaargh! -rugió en su dirección- Cuando os hayamos vencido os arrebataré esas hermosas vestimentas para que Srekhada aprenda a vestir con algo que no pinche mis dedos ¡Juarrr-jajajajá!
Relamiéndose aguardó la respuesta por parte de la hueste de Simazul, una vez más contrayendo su cuerpo para exponer su ridículo amasijo de músculos con los que demostrar su superior fortaleza a los enclenques que tenía delante.
Motivo: Historia
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+2)=18