Partida Rol por web

Alexis se incorporó y estiró su cuerpo cuando Samantha sugirió ir a dar una vuelta por el bosque - Definitivamente me vendría bien estirar las patas - dijo con una sonrisa lobuna, y luego se acercó al grupo aunque manteniéndose en la periferia. Nunca se había sentido bien estando en el centro de atención de nadie y si bien se sentía cómodo con sus compañeros, con algunos más que con otros, aún no podía cruzar la barrera de iniciar conversaciones.

Cuando Sam le preguntó acerca de Cass y las furias la miró enarcando una ceja - Las Furias Negras son todas mujeres, Garou feministas extremas, los machos sólo servimos para que se reproduzcan y si te transformas ni para eso... ah, y es mi prima - aclaró con una sonrisa, aunque había resultado claro por el tono que el tema le causaba bastante resentimiento.

MAÑANA DÍA 2. PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. EN ALGUN LUGAR DEL BOSQUE. 

La noche había pasado, pero Boris no había conseguido conciliar el sueño. Aun no entendía muchas cosas, de echo, estaba más confundido que de costumbre.

Los adultos del claro, parecían unos locos sectarios o algo así. Y aunque sabía que no podían estar equivocados, su falta de respuestas directas, a las 100 o mil preguntas que tenia el chico en la cabeza solo conseguían mantenerlo terriblemente frustrado.

Se puso en pie, y dejo atrás el saco de dormir cutre, y se dio un paseo, que no hizo sino subirle la tensión. Necesitaba hablar con alguien, o terminaría gritándole al primero que pasara.

Rafael, al menos a ese chico lo conocía, no es que fueran íntimos, pero sabia quien era. Y confiaba en él, era del equipo.

Se acerco a dónde estaba, bajo el árbol grande con las raíces en las que uno podía sentarse.

- Oye, Rafael, necesito hablar contigo tío. Estoy volviéndome loco, y si no me centro, voy a terminar a hostias con el capitán pollo frito o con la chalada que no para de hablarnos como si fuéramos princesitas de cuento.-

Se dio cuenta de que le había abordado y ni siquiera había esperado a que el chico contestara, haciendo lo que le venia en gana, pero no podía frenar, necesitaba sacárselo de la cabeza. 

Rafael seguía meditabundo por la zona, escuchaba y al mismo tiempo digería lo que les ocurría como podía. ¿Eran como los monstruos que se habían comido a su familia? Aquello no era un consuelo, desde luego. La cháchara de los demás le resbalaba y su humor no se le contagiaba. 

Solo el ultimo comentario de Alexis le llamó la atención.

- ¿Por eso deben adoptarte los hijos de Gaia?- Preguntó Rafael - Pues vaya mierda.... lo siento, si uno puede estar con su familia deberia estar con su familia... - Negó con la cabeza.

Apareció Cassandra por el claro, mirando con seriedad a su primo.

- Si no conoces nada sobre nuestra tribu no deberías llenarle la cabeza con tonterías a los cachorros... Especialmente si no quieres avergonzarnos a todas... 

Rafael había tenido hacia un tiempo un accidente¹, su familia se habia perdido en el bosque y había sido devorada por una manada de Lobos(a Rafael le habían encontrado los guardabosques, sus padres y hermano fueron enterrados y las habladurías corrieron por el instituto como la espuma, Rafael nunca había hablado de ello, sacar el tema solo instaba a Rafael a guardar silencio, un obstinado silencio y una mirada que decía que daba igual que se dijera, no quería hablar de ello), a partir de entonces se había vuelto muy irregular en su asistencia a clase y aunque seguía en el equipo se saltaba algunos entrenamientos(sobre todo al principio) y había discutido con el entrenador en un par de ocasiones, por ello, como consecuencia había pasado de ser titular a suplente.

Su carácter se había amargado algo. Aunque de vez en cuando era capaz de dejar salir al viejo Rafael, cada vez más, conforme el tiempo dejaba sanar aquella herida²

Cuando Boris se le acercó Rafael le sonrió un tanto ausente.

- Hey Boris. Colmillo plateado. Capitan del equipo. Menuda mierda, eh? - Le dijo como si esto solo fuera un mal trago y bromeando muy levemente.

Escuchó lo que le dijo el grandullón.

- No deberías hablar de ellos así. Recuerda que el coronel patochada casi pierde la mano por una graciosada a destiempo. Ese tío que freno a la loba alfa no parece estar por aquí para frenarles. Si tu no te lo quieres tomar en serio, no lo hagas, pero ellos si lo vana hacer.- Sugirió chocando el puño con el de Boris a modo de saludo cuando se acercó. - No esperaba encontrar a nadie conocido aquí, la verdad, en parte es un alivio. - Dijo sonriendo al escuchar las referencias a malas pulgas y a devora hombres.

Asintió ante la pregunta de Rafael y agradeció que sus razgos lobunos no reflejaran el dolor que le provocaba su afirmación posterior - Si, es una mierda, pero es lo que hay y toca seguir adelante... - bufó, o gruñó, no quedó claro, el aire escapó por su hocico en un tono bajo, y miró al piso como si hubiera algo interesante en la hierba - ellas se lo pierden. - dijo justo antes de que Cassandra apareciera para reconvenirlo.

La miró serio, con ganas de contestarle algo borde, de dejar salir toda la furia que le causaba el que lo descartaran como a un perro sarnoso. Sin embargo conocía su lugar, no estaban en casa, no volvería a su casa nunca y no podría hablar nunca más con su prima y sus tías de igual a igual. Aqui era un cachorro y ella era su maestra, su superior, y le debía respeto de acuerdo a la Letanía, bajó la mirada y volvió a sentarse, las ganas de salir a pasear se habían esfumado. - Corrígeme entonces. - fue todo lo que salió de su hocico.

Cristy iba a contestar a Samantha, de hecho ya se estaba levantando de un salto para quitarse el polvo o la hierba pegada de la ropa cuando Cassandra hizo su aparición y ocurrió el "duelo" entre ella y el chico grandote. Había escuchado las quejas de Alexis sin opinar al respecto pues todo eso parecía que le quedaba grande, como aquella vez que estuvo en Irlanda y le explicaron algunas tradiciones que su familia tenía. Le parecían raras pero no sé atrevía ni mucho menos a juzgarlas, tan solo esperaba sentarse y aprender de ellas. Pues en este caso lo mismo.

Permaneció quieta esperando el resultado del conflicto.

Suspiró algo hastiada.

- No me dejas otra... Somos la encarnación viviente de la ira de las mujeres. Somos las hijas de Luna en su aspecto de Artemisa, la Cazadora. Nuestros orígenes están  en Grecia y Asia Menor, donde fuimos designadas como defensoras del Kaos. Allí donde hayan historias de mujeres que toman las armas por honor, venganza o lazos familiares, mora el espíritu de las Furias... Somos casi exclusivamente mujeres, salvo algunos machos Metis. Cualquier cachorro humano o lobo de una Furia que sea un hombre lobo varón es enviado en adopción a otra Tribu... ¿Por qué? Porque Pegaso, nuestro Tótem tribal, no acepta a estos Garou... - Miró a su primo - No podemos aceptarte en la tribu sin enfurecer a nuestros espíritus... Aunque algunas Furias nunca olvidarán ni perdonarán, otras estamos dispuestas a aceptar a hombres como compañeros, ayudantes, amantes o iguales, aunque nunca más que iguales... Las Furias aspiramos a mantener nuestra palabra, a permanecer en pie en lugar de arrodillarnos, a proteger y regocijarnos en los lugares salvajes y a luchar hasta nuestro último aliento para hacer del mundo un lugar mejor... Participamos en la lucha contra la esclavitud moderna, el tráfico sexual, los abusos y otras ofensas que son demasiado persistentes. Cuidamos de nuestra parentela y mantenemos a los machos parentela cerca de nuestros núcleos, otorgándoles un lugar junto a nosotras... Pero a aquellos machos que nacen garou, los damos en adopción a otras tribus como una forma de mantener conexiones y uniones con ellas, acogiendo y adoptando también a aquellas hembras que quieran dejar a sus tribus... Además, velamos y cuidamos por la descendencia de dichos machos, asegurándonos de que si en algún momento tienen hijas, ya sean garou o no, tendrán las puertas abiertas a nuestros túmulos... - Miró de nuevo a su primo - Y aunque no pertenezcas a nuestra tribu, llevas nuestro apellido, un apellido que designa tu profunda herencia garou y tu unión para con nosotras... No puedo obligarte a cambiar tu percepción pues conozco tu dolor... Lo único que quiero que sepas es que las puertas de nuestro hogar, tu hogar, estarán abiertas siempre a ti y a tu familia, aunque no puedas quedarte con nosotras...

Se levantó para marcharse del lugar. 

MAÑANA DÍA 2. PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. EN ALGUN LUGAR DEL BOSQUE. 

Boris cocho el puño y se dejo caer al suelo. Parecía meditar las palabras de su compañero. Él pensaba lo mismo, era un alivio ver a una cara conocida.

Pero seguía frustrado, tenían que poner toda su atencion para intentar entender que quería la secta de marras. No terminaba de entender porque estaban allí.

Y sobre todo porque su madre estaba desacuerdo con aquella payasada del bosque, si sabían algo. Si podían explicarlo, porque no podían simplemente explicarlo. Qué demonios le pasaba.

Llevaba callado unos cuentos minutos, y se dio cuenta de que tenia los puños cerrados de nuevo, con los nudillos blancos, y el cuerpo engarrotado. Llevaba desde el incidente así.

Levanto los ojos para mirar a Rafael, y se acordó de lo que le había pasado al pobre. Al pobre, eso llevaba pensando todo aquel tiempo, y ahora entendía que seguramente habían pasado por algo parecido. Pero su madre había vuelto, no como el, que se había quedado solo. Muy solo.

El tipo seguia entero. Mas entero de lo que estaba él. Y su mente viajo otra vez a la noche anterior, y volvió a tensarse.

- Serán lo que sean, pero son peligrosos, y sobre todo, son los peores explicando algo que he visto nunca. Yo solo quiero saber que soy, qué es lo que llevo dentro. Soy algún tipo de monstruo. Estamos malditos. Porque se empeñan en explicarme mierdas que no entiendo, cuando ni siquiera nadie me ha dicho aun que es lo que cojones me pasa.

No es que no sienta…. conexión al estar aquí. Es que tengo preguntas. Preguntas que son sencillas. Preguntas que con Galliard, Colmillo Pleteado, no se responden. Y eso me pone de muy mala hostia todo el tiempo.- 

Adam se quedó cruzado de brazos con una expresión algo curiosa y se limitó a observar el espectáculo. «Aquí hay un follón familiar... pero vamos, más grande que mis pelotas», reflexionó. Y sus gónadas no eran precisamente pequeñas... o eso opinaba él. 

En cualquier caso, no tenía vela en ese entierro y obviamente no se metió, ni siquiera dejó escapar uno de sus comentarios mordaces. Debía aprender a reconocer el momento de hacer bromas y todo eso... o aquello le había dicho Malas Pulgas.

Suspiró por lo bajo y esperó a ver si las "excursionistas" se ponían en marcha.

Por primera vez desde que pasara todo Cachorrito escuchó con atención, sin dejar que el rechazo fuera el sentimiento que filtrara sus oidos. Había escuchado esas palabras antes y estaba de acuerdo con la lucha que debía ser librada, la había mamado de pequeño y la entendía, y estaba dispuesto a hacerla suya. Sin embargo se había anulado al escuchar que los machos debían ser entregado a otras tribus, que no formaría parte de eso, había entendido que lo echaban de la familia y no entendía las razones... hasta ahora.

Seguía doliendo, seguía siendo un rechazo en regla, pero podía aceptar los motivos, o al menos comenzar a entenderlos, pero lo que realmente le sacó una sonrisa fue saber que no dejaba de ser parte de la familia, que no tenía que dejar de ver a su madre, que podría volver a hablar con su prima y con sus tías. Eso para él era más importante que la Tribu Garou a la que pertenciera, porque ellas eran su pequeña tribu, su clan, su familia.

Cuando Cassandra se levantó el se acercó y se sentó frente a ella, apoyando una pata en su pierna, y la miró a los ojos - Gracias - fue la única palabra que salió de sus fauces, pero en sus ojos ella pudo ver una disculpa y la adoración que le profesaba su primo. Duró un momento, no era lugar para ser familia, pero fué suficiente para que Cachorrito se sintiera nuevamente en casa. Bajó la pata al piso y se apartó para que Cassandra pudiera irse si era lo que quería hacer.

Sonrío casi de manera maternal.

- Anda, ve con tus nuevos compañeros y compañeras... Ellos y ellas son ahora tu familia también... 

Le hizo un gesto para que fuera con el resto, pues conocía lo difícil que podía ser para él y debía aprender a ser y sentir lo que era ahora... 

Alexis asintió y tras darle un cariñoso cabezaso en el muslo a Cass, dió media vuelta y se acercó al trote al resto del grupo

- Bueno ¿vamos? - dijo en un tono evidentemente alegre - ¿Les molesta si voy así? no tengo ganas de vestirme. - el brillo en la mirada que le dedicó a Cristy, Sam y Adam era divertido, aunque el tono de su voz lo hacía sonar como una pregunta seria.

- Claro "cachorrito" aceptamos barco como animal acuático - tal y como yo lo veía, la Cassandra formaba parte de una tribu bastante talibán ¿el feminismo llevado a la naturaleza lobuna? lo que había que escuchar, estaba claro que esta "nueva sociedad" tenía de todo, como un universo paralelo - oye, hablando de tribus ¿qué fama tienen las demás? - si las furias negras eran las feministas, me entraba la curiosidad por el arquetipo de las demás tribus - ¿cuál es la más fuerte y la más astuta? ¿la más animada...? - quizás así fuera capaz de distinguirlas unas de otras.

Había detalles que discutiría de la exposición hecha y del discurso de Cassandra, pero eso no haría sentir mejor a Alex, suponía. Qué consideradas, algunas de ellas(que no todas, segun decía Cassandra), estar dispuestas a aceptarlos como iguales, les daban como un favor algo que debía ser un derecho fundamental de toda persona, independientemenet de su condición de nacimiento(ya fuera nacionalidad, etnia o genero). Pero cuando las cosas se pusieran feas o hubiera que escoger entre dos personas... pues la elección, desde su prisma debía ser bien sencilla. Así no podía existir justicia alguna.

Quizá ahí estaba el quid de la cuestión, no eran personas, sino monstruos, y la moralidad de los humanos no debía aplicarseles del mismo modo, ni a ellos, ni a las situaciones donde iban a encontrarse. Y desde luego, el mundo no tenía por que ser justo, esto solo era un ejemplo más de ello. Pero por no acrecentar el dolor de su compañero de ¿iniciación? dejo pasar el debate.

Siguiendo con la pregunta de Sam sobre otras tribus se limitó a decir.
- Yo no sé mucho de tribus, apenas conozco la mía- Para seguir dirigiendose a Alex- Pero los hijos de Gaia, que conozco, me han acogido cuando no me quedaba a nadie y se han esforzado en hacerme sentir que tenía una familia, a pesar de mi mismo...- Se acercó a alexis y le empujó con la cabeza de forma cariñosa. - Me alegra tenerte como compañero de tribu. Y tu sigues teniendo familia, como acaban de decir. Así que cuando quedes hasta el culo de mi o de los demás siempre tendras con quien ir a rajar de todos nosotros. - 

Carraspeó por que disculparse siempre era difícil.

-Siento si antes he hablado con la sensibilidad en el culo. - Añadió

La joven se estiró pasando las manos por encima de su nuca, con lo que arqueó la espalda un poco hacia atrás y varias de sus articulaciones crujieron a la vez, y Cristy puso cierta cara de satisfacción al oirlo. Una vez hecho esto, como si fuera una manía, dio otro par de saltos sobre un pie y sobre otro, como si se preparase para salir corriendo. Los demás ya habían visto como hacía eso de vez en cuando, parecía una forma en que la canadiense sacaba tensión, una manía cogida de practicar deporte sin duda:

Había tomado unos instantes en reflexionar sobre la historia de Cassandra, todo aquello del propósito de las Furias Negras...le parecía una auténtica pasada, una historia que había conmovido su corazón y ello le hizo preguntarse si otras tribus tendrían misiones parecidas...sus pensamientos conectaron con las palabras de Samantha y se la quedó mirando, como si la rubia pudiera leer su mente.

-Yo no tengo ni idea...espero que alguien me explique lo que significa ser de los Fianna...pero esa palabra parece irlandesa ¿no? Desde luego no es algo que espero oír de boca de un neoyorkino. -deja pasar unos minutos pensativa.- ¡oye! ahora que lo pienso...mi forma de lobo si tiene el pelaje rojizo ¿no? Entonces...¿si soy pelirroja? ¡Bua ya verás cuando se lo cuente a mi abuela!

Rafael rió con sarcasmo cuando Boris dijo que eran los peores profesores que había.

- Hay formas mas rápidas de aprender, pero seguro que menos agradables, ten paciencia. - Dijo con amabilidad - Aunque si, todo es desordenado y parece que hemos llegado a mitad de curso y todos en el equipo ya se saben el libro de jugadas y al nuestro le faltan páginas. - Reconoció llevandolo a un territorio común y familiar para ambos.

- En resumen, sí, somos monstruos(si monstruo es no ser humanos), pero los humanos también son monstruos a su manera. Así que supongo que sino miramos en la naturaleza monstruosa del asunto, somos algo diferente y tenemos que averiguar de que somos capaces, desde lo más sublime a lo más perverso y luego encontrar nuestro camino, sea cual sea.- De eso debía ir todo esto por que joder, de no ser eso si que estaba perdido de verdad.

Luego miró a su colega.

- Ya... yo tampoco se que será eso del pajero plateado...- Dijo de cachondeo, pero se aseguro de decirlo en voz baja, sabedor del agudo oido que tenían en su forma de lobo.

- ¿Desde cuando lo sabes...? Quiero decir: lo de que no eres humano.

MAÑANA DÍA 2. PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA. EN ALGUN LUGAR DEL BOSQUE. 

Cómo era posible que Rafael fuera tan terriblemente adulto. Cada palabra que decía le caía encima a Boris como una losa, o como un cubo de agua helada.

Pero aunque no entendió ni la mitad de la cháchara de su compañero agradeció sus palabras, y le calmo. Le daba sentido y contexto a todo lo que el linebacker tenia en su cabeza.

- Pajero plateado, que bueno tio.-

Dijo sonriendo sincero, llevaba, tiempo sin sonreír de verdad. Suponía que aun no estaba preparado.  Y la siguiente pregunta le devolvió de golpe a su realidad.

- Hoy es, jueves, viernes, no sé, desde este fin de semana pasado.- Guardo silencio un minuto y cuándo parecía que no iba a decir más siguió hablando.

- Creo que mi madre es una de ellos, de los sectarios del túmulo, bueno, o de otro túmulo. Siempre ha vivido fuera, nunca pasaba tiempo con nosotros, con el viejo y conmigo. Y joder, yo lo odia por dejarse mangonear por ella. Pero lleva un mes y medio en casa, y creo que sabia que esto iba a pasar.

Es posible que siempre haya sido así. Un paleto plateado. Me estoy volviendo loco de verdad. Pero al menos me tranquiliza verte tan sereno.-

Y ahí lo dejo, mientras se tumbaba en el suelo mirando el árbol que estaba sobre ellos, dándoles sombras.

Un pequeño silencio se instalo en el bosque, y de repente Boris, más tranquilo, más aliviado, giro su cabeza a Rafael.

- Hacemos abdominales, el día esta estupendo para hacer ejercicio.-

Estaba claro que seguía frustrado y dolido. Pero había dado el primer paso para intentar entender lo que ocurría, al menos sin explotar por dentro. 

La cosa era que Boris había salido en forma de lobo la segunda mañana. Había salido a recorrer el bosque. Y llevaba al menos una hora sin dar señales de vida.

Justo cuando el grupo principal de gente joven tenia pensado salir a dar un paseo escucharon una respiración pesada y unos pasos. Las hojas de un arbusto cercano se agitaron y zas.

Boris apareció corriendo como si llevara un balón en la mano. Iba como se había marchado, con su “pelaje” natural. 

Se paro en mitad de aquel claro y fue corriendo en circulo mientras bajas el ritmo y tomaba aliento.

- Uff, que… pasa… da. He tar, uff, dado una enter…nidad en llegar. Parece que corro mucho, ufff, mucho menos como homínido.- 

Viendo que había algunos que se marchaban, hizo un gesto con la mano como preguntando qué pasaba.  Y luego se doblo por la mitad para tomar aire. Y volvió a poner una pose que sencillamente era producto de sus muchas horas entrenando. 

- ¿Nos vamos a otro sitio?.-

Cuando Boris le dijo que hacía apenas unos días comprendió su excepticismo.

- Joder, pues lo llevas mejor de lo que lo llevé yo, la verdad - Admitió con cierta admiración. - Yo he tenido ... - Enmudeció un instante - He tenido meses para asimilar todo lo que ocurrió. Y me han ayudado, la verdad. Y no solo la gente con quien vivo ahora, sino el equipo. De hecho, algunas de esas palabras me las han dicho a mi primero, no soy tan original ¿Recuerdas lo que me costó pedir salir a Kelly? Joder entonces también todo lo que le dije era un mix de los consejos que me habíais dado entre todos.- Le empujó el hombro de un modo cariñoso(el equipo le había ayudado a ver en un moemtno dado que no todo lo que conocía había quedado atrás en el olvido) - Aunque halla tenido malos momentos, al final me he dado cuenta de que hay gente a mi alrededor y que no estoy solo. No me dejais solo ni siquiera en una noche tan rara como esta.- 

Pero lo que dijo Boris de los abdominales le hizo gracia.

-¿Abdominales, en serio? - Dijo asombrado. - ¿Puedes convertirte en lobo y no quieres averiguar cuanto puedes correr de ese modo?... - Luego asintió - Peso menos que tu, sabes que te voy a triturar ¿Que se lleva el ganador? Dime que me vas a dar cuanto te gane.