Partida Rol por web

Estamos en el momento final, a penas tenemos tiempo para pensar nuestra siguiente acción, porque existe la posibilidad de que la siguiente acción ni siquiera exista, intento lanzar un conjuro pero con mis agarrotadas manos es cada vez más dificil controlar los vientos de la magia, mientras tanto intento utilizar mi espada para evitar dejar huecos en mi defensa.

- ¡Marius, prioridad el nigromante, sin el no habrá muertos de los que preocuparse! - grito al mercenario.

había un solo hueco para poder llegar hacía el nigromante, y sin dudar un solo momento, salto y abordo el otro barco para ayudar en el combate e ir en contra del nigromante.

Eldillor no podía hacer mucho más. Las fuerzas no le daban para saltar, esquivar a todos los no muertos y llegar a abordar el barco enemigo. Pero teniendo una clara visión del nigromante si que podría, ahora que no estaba rodeado de muertos, clavarle una flecha en el corazón.

El elfo subió por la escala para tener una mejor visión del nigromante.

Con una tremenda carga Marius golpea a uno de los norses muertos que flanquean a Kargun hundiéndole el mangual en su cabeza. Pero el no muerto tenía un vínculo fuerte con el nigromante negándose a caer.

Mordrak también estaba cansado y su concentración lo notaba. Los vientos del aethyr parecían no querer responderle y moldearse a su voluntad.

Luis abordó el barco e intentó una maniobra de ataque, pero el combate ya duraba demasiado y sus músculos estaban cansados. Al igual que Buri, maltrecho, pero consiguió abordar el cosachador de almas para ajustarle las cuentas al brujo.

El elfo seguía subiendo por la jarcia hacia la cafia del barco, donde el puesto de vigía, preparado para utilizar su arco desde allí.

EL nigromante gesticuló unas palabras mientras os acercábais y retiró su capucha. Su cara era la propia muerte, una calavera sin nada más debajo de aquélla tela. Ni piel, ni carne, nada.

-Necios.- Sus palabras sonaron huecas recorriendo un escalafrío vuestra espina dorsal.

Marius se quedó paralizado ante lo que acababa de suceder. Ver el rostro de la misma muerte frente a si, le heló la sangre. Nunca antes se había quedado petrificado ante una amenaza, pero en aquel momento, no pudo reaccionar de otra forma. 

- ¿Que...? - Dijo paralizado. - ¡No puede... No puede ser!

Buri resolló del cansancio una vez se halló en la cubierta del Cosechador de Almas. El barco parecía representar toda la maligna austeridad que necesitaba su maestro sin perder la suficiente funcionalidad como para no hundirse en medio del agua. Sus compañeros forcejeaban contra guerreros resucitados antes de llegar al nigromante que se quitó la capucha y sembró la semilla del temor en los corazones de quienes se le oponían. Incluso Marius había abandonado la ofensiva ante la espantosa visión del estado que poseía el rostro del nigromante.

El enano no se detuvo ni un segundo ante la revelación de su enemigo final. No se dejaría caer en hechizos para decaer la moral tan fácilmente; Kargun seguía peleando de frente y se hallaría en serios problemas si no lograba destrabarse de aquellos dos guerreros norses. Modrak y Marius podían decir lo mismo, menos podrían hacer si sus extremidades no respondían a la hora de defender un ataque... El rompescudos suspiró antes de tantear el peso de su escudo y hacha.

La hora de la siega había empezado, y él no iba a ser el que caería.

El elfo se encontraba bajo mucha tensión... tenia su flecha preparada, por lo que apunto para realizar el disparo, mas sentia que todo iria mal. Un presagio traía su estómago que hacia dudar de sus acciones.

Pudo observar ligeramente la accion del nigromante... 

Ante mi se muestra el verdadero rostro del nigromante, la misma muerte es la que veo frente a mis ojos, por mi cuerpo un escalofrío me recorre, pero no es momento de dudar, así que sin atisbo de miedo en mi rostro hago un rápido movimiento con la espada golpeando al norse al cual a su vez Buri estaba atacando, mientras mi otra mano apunta hacia el norse, pero ni rastro de magia

- Gracias - digo al enano mientras atacamos al unisono al zombie -¡Pero recuerda, MUERTE AL NIGROMANTE!!-  grito al enano con un tono de odio y asco hacia el nigromante.

el nigromante intentaba asustarnos, pero después de todo lo que había vivido desde que había dejado mi amada Estalia, pocas cosas me iban a dar miedo, "preparaos para morir, bastardo" le grito a mi rival antes de atacar

-Toma esta descerebrado.- El enano machacó la mandíbula del no muerto con el mango de su hacha destrozándola.

La lucha continuaba. Los milicianos en el Wellen Brecher y los mercenarios en el Cosechador de Almas. Todo parecía llegar a su fin, o le daban muerte o se convertirían en uno más de sus títeres.

Buri y Mordrak acometieron al norse terminando con su no vida mientras Luis tajaba a uno de los que estaban atacando a matador. Este desvió su hacha intentando partir la cabeza del estaliano, pero esquivó el golpe sin problema. Kargun, aún a pesar de sus heridas seguía luchando y moviéndose con agilidad evitando el ataque del otro norse.

Marius se encontraba en shock. Había peleado contra hombres bestia, chamanes y orcos, pero tener a la muerte delante, a la misma muerte...

El nigromante valoró la situación. Aquél que parecía más peligroso era sin duda el enano matador. Pronunciando palabras que dañaban el oído humano se abalanzó sobre Kargun posando su mano sobre él. Un dolor intenso recorrió el cuerpo de Kargun mientras veía como su carne se convertía en polvo allí donde el nigromante le había tocado. Ni siquiera la armadura le protegíó de la brujería. 

Al elfo no le iba muy bien. La falta de fuerzas había echo que no sujetara muy bien el arco y este ecapara de sus manos perdiendo la flecha y cayéndose el arco a la cubierta. Maldijo en Eltharin y en Reikspiel desde lo alto de la cofia.  

Marius seguía en shock. Sus piernas no se movían, sus brazos estaban paralizados, su mente no reaccionaba. Por primera vez en su vida se había visto del todo superado ante una situación de combate. No siquiera pensaba ens vergüenza que sentiría tras el combate por haber dejado en la estacada a sus compañeros. Si es que lo contaban claro...

Sonrió mientras maldecía... observo sus opciones y decidió tomar acción. Agarro una cuerda próxima a el y desenvainando su espada, procedió a cortar la misma de un tajo.

Sin mas, el elfo se lanzaba contra el barco y caía justo en el conflicto contra el nigromante.

Al llegar dijo -Siento la ausencia- tenia su espada curva pronta y lista para defenderse.

- ¡Cargale enano! - digo a Buri mientras me abalanzo a por el ultimo no muerto que protege al nigromante con mi espada en la mano. Por desgracia no consigo acertar el golpe, en ese momento vuelvo a lanzar mi ya "clásico" dardo, pero por mi interior un frío escalofrio me recorre quedandome durante unos instantes aturdido y confuso - ¡Por favorrrr Mariuss, reaccio...! -  grito al mercenario en un tono extraño y mareandome y parando antes de terminar la frase.