Partida Rol por web

El elfo estaba satisfecho con la interacción que se habia dado a inicios de la mañana, mas quedaba intreigado por aquel enano... no evitaba sentir curiosidad de que habrá pasado para que este eligiera el camino a la muerte. Al igual que Marius, Eldillor no via honor en una muerte sin sentido, si en sacrificios, aventuras y muchos otros objetivos que pueden llevar al mismo fin... pero morir por morir en un combate, a esto no le encontraba sentido.

Es por ello que sus ojos se desviaron a su otro compañero, el cual parecia estar casi mudo... no hablaba casi nada. Cuando le dieron su desayuno procuro terminarlo rapidamente para indagar mas sobre aquel silencioso enano, mas el destino una vez mas dio un revuelo a sus planes al escuchar al sacerdote.

Se encogio de hombros y paso a buscar sus armas, quedandose con la lanza y el escudo prontos para la accion y posandose al lado de Luis que estaba mas próximo -¿Estimado, le parece si nos ayudamos esta vez?- dijo mientras se ponia el yelmo y miraba al humano sombrio llamado Mordark -Compañero venga que juntos nos protegeremos mejor- indicó y de reojo ubico a los demas que estban en las proximidades -Veamos que nos depara el futuro.

El vino especiado sirvió para calentar el estómago tras el frío matutino. Los comensales devoraban sin piedad sus platos de comida antes de dirigirse a sus labores diarias en el navío. Si el cocinero escuchó alguno de los ruegos por más comida, no pareció demostrarlo. A pesar de las perdidas sufridas, todavía se contaba la comida como si no se hubiese desaparecido nadie de la embarcación.

El grito de alarma de uno de los vigias alarmó a toda la tripulación en cuestión de instantes. Y el leve sonido de la lluvia sobre la madera y el raspar de las mopas sobre la cubierta había sido reemplazado por el de un centenar de pies corriendo en todas las direcciones como una colonia de hormigas asustadas. Todos los tripulantes corrieron a buscar sus armas y hacerse un hueco para poder divisar lo que parecía ser una embarcación nórdica acercándose sobre las frías aguas. Los hombres de armas del Wellen Brecher juraban venganza, escupían desafíos y se preparaban para un inminente combate y con razón. El Imperio era famoso por su gran efectividad a la hora de devolver los golpes que recibía y este era el ejemplo más claro de ello.

Buri se levantó de su asiento y fue a buscar sus armas, no pecaría de descuidado ante una posible amenaza. Y empezó a subir las escaleras cortas para llegar a la cubierta mientras que se colocaba un casco alado. Caminó a través de los hombres de la tripulación con una mirada ceñuda que más bien parecía estar en otro lugar y se colocó a un lado de Kargun para poder observar con más claridad lo que se avecinaba.

El desayuno no es mejor ni más abundante que otros días, pero la verdad es que he empezado ha cogerle el gusto a esta comida, aunque la calidad del vino se la tienen que mirar, aún me queda una botella, pero esa mejor para un momento especial. Tras desayunar de forma ligera me dirijo a la cubierta del barco, por alguna razón mirar hacia el infinito desde la proa me hace sentir mejor. 

-Todos a cubierta. Preparaos para el combate.-

La tranquila voz del sacerdote resuena por todo el lugar, parece que en este barco no vamos a tener ni un misero día tranquilo.

Desenfundo mi espada y me situo junto al elfo, al parecer este ser no tiene nada en contra de mi profesión - Bien, vamos a hacer que se arrepientan - en ese momento comienzo a mover mi mano libre y con un sutíl movimiento ante nosotros se forman varias luces de un color verdoso que se situan en la cubierta del otro barco creando un escenario suficientemente luminoso como para poder apuntar a lo que se quiere disparar al menos.

estaban dando las ordenes de irnos a la cubierta para combatir, por lo que sin dudar un solo momento, saco mi estoque y mi gain mauche para el combate, iba ha hacer pagar a esos norteños todo lo que había sufrido en aquel maldito trozo de madera flotante gracias a su invasión.