Partida Rol por web

mientras continua la pelea, suena un poderoso cuerno y se escucha los sonido de cargas, el bestigor, al darse cuenta del engaño que ha sufrido, intenta volver, pero el enano estaba detrás y con un placaje, lo tira y le hable la cabeza con su hacha, por su parte, los brays se dan cuenta de su situación, el que esta rodeado por los seguidores de ulric y el perro, recibe varios cortes y un mordisco de archie que rápidamente se lo quita de encima, y al darse cuenta de su situación y su imposibilidad de escapar, decide atacar y vender cara su piel, pero sus heridas no le permiten golpear, pero el rival de alexis tiene la suerte de la falta de entrenamiento de este, el cual se tropieza y cae, pero este, al darse cuenta de que esta ya solo, decide poner patas en polvorosa y dejar vivo al sirviente.

Al pararte un momento y ver el campo de batalla, te das cuenta de que la situación no es tan precaria como parecía, ya que hay el grueso del ejercito ha conseguido formar y esta equipado combatiendo contra los hombres bestia dirigidos por un gran minotauro de pelaje negro como la noche, pero no hay rastro de ningún chaman, el sonido de las tronpetas hace que sean la carga de caballería de la orden, así como herrelueros, lo que ha conseguido poner en un gran aprieto a la horda de hombres bestias, y se puede distinguir al maestre y el circulo interior de la orden que van directos a por el minotauro, por lo que parcía que pese a ser un poco capullo, el maestre, ha tomado nota de vuestro aviso y se ha preparado para este ataque nocturno.

por vuestra zona, te das cuenta de que es mas caotica, ya que las variopintas tropas combaten como pueden a un grupo de hombres bestias que parece que quería hacer un ataque por la retaguardia, y parece que un herreluero es el que esta dirigiendo a la desorganizada tropa por evitar un ataque por la retaguardia alidada, y los soldados no parecen haber tenido tanto tiempo para equiparse, por lo que están en camisones, si no completamente desnudos, solo con sus armas y escudo a mano.

El bray tenía al iniciado de rodillas y a su merced. Quizá dudó al verse completamente rodeado. Quizá Ulric se había apiadado y le había pedido a Ranald algo de ayuda para su adorador. La cuestión es que el bray falló y con ello su opción de encontrar un hueco y escapar.
Hraldan aprovechó ese desliz del hombre bestia, y usando toda la fuerza de sus piernas, se levantó elevando bruscamente su martillo, que impactó en su oponente y terminó de destrozar al maltrecho bray.
Compañeros, es hora de reagruparnos y buscar un paso seguro para llegar hasta ese maldito chamán. Hartmann, ¿Estás bien? el iniciado se acercó y le tendió la mano al sirviente.

El bestigor se giró con extrañeza cuando los cuernos de los humanos indicaban la carga... pero ya era demasiado tarde para él pues mi corpachón ya llevaba la inercia de una carga en toda regla, impactando contra él con violencia y derribándolo.

Una vez lo tuve a mi merced alcé el hacha con saña y empecé a golpearle con violencia

-¡¿A mí me querías matar!?- ¡chaf! (hachazo) -¡¿Te querías escapar?! - ¡chaf! (hachazo) - ¡¿Y luego has vuelto a por más!?- ¡chaf! (hachazo)- ¡¡Pues a un enano no se le intenta matar y luego se intenta huir!!¡¡¡PORQUE NO... - ¡chaf! (hachazo)- ...NOS GUSTA... - ¡chaf! (hachazo) -...CORRER!!! - ¡chaf, chaf, chaf! (hachazo, hachazo, hachazo)

Me levanté de encima del cadáver del bestigor, dejando a mis pies un cuerpo con el cráneo destrozado, mientras jadeaba por el súbito arranque de furia, limpiándome la sangre del rostro con la manga antes de hacer lo mismo con el arma en el pelaje de la criatura

Miré entonces alrededor, observando la situación que había derivado en batalla campal, haciendo que buscara con la mirada al resto de mis compañeros

¡¿Qué!? Esa cabra crecidita me ha cabreado... - dije a modo de explicación cuando llegué junto a ellos cubierto de sesos de bestigor -¿Vamos en busca de ese chamán o tengo que destrozar a alguno de esos seres asquerosos más?

Ludwig mira con desprecio al único bray que queda en pie, el que se enfrentaba a Alexis y ahora huye. No tan deprisa cuadrúpedo, piensa. Y carga hacia él con rabia. Con más rabia que acierto, de hecho, ya que en su carga  contra btropieza hocacon  rayuna piedra que le desequilibra. Choca con el bray huidizo sin causarle daño más allá de un ligero moratón. El bicho se escapa de Ludwig mientras esté es levanta. Vuelve aquí comedor de nabos, que tengo algo apetitoso para ti!!

con la huida del hombre bestía que falta, os tomáis un momento de calma, y véis el campo de batalla, por vuestra parte, el caotico grupo que se a formado junto a vosotros para poder vencer a un grupo de hombres bestias supiran tranquilos, y los que tienen opción se ponen sus armaduras, ya que por las prisas no se habían equipado con mas de lo minimo, y se empiezan a separar los heridos de los muertos, por otra parte, en lo que es claramente el frente principal, los hombres bestias corren despavoridos, y la causa es que uno de los jitenes de la carga de caballería, que parecen haber llegado por su retaguardía, ha matado a un minotauro, que suponéis que dirige la hueste de hombres bestias, por lo que la batalla se ha acabado de momento y a comenzado la persecución, lo que os sorprende es que estos si estan equipados correctamente, como si hubieran dormido con las armaduras, aunque parecía que al llegar al linde del bosque, a varios metros del campamento, la persecución se para, ya que los mandos consideran demasiado peligroso entrar en territorio de los hombres bestias en un completo desorden y heridos, por lo que os tomáis vuestro tiempo para descansar y desayunar algo, mientras véis a un jinete que se os acerca.

el maestre llega con la cabeza del minotauro a un lado del caballo, y la armadura con abolladuras, "es bueno saber que estáis bien, desayunar, pronto marcharemos sobre el castillo, dejad que las hermanas de Shallya os echen un vistazo; el chaman que os comente estaba antes de que partiera con la caballería hacia su retaguardia, pero parece que ha dejado a su lugarteniente al cargo" dice dando una patada a la cabeza recién cortada, "recordar el lugar que os marque en el mapa, mientras nosotros combatimos, necesitamos que os coléis y lo matéis, ya vi lo que ese ser puede hacer, y es mas astuto que un zorro, no dudo que este ataque que hemos conseguido parar gracias a vuestro aviso, pueda ser parte de algún plan que ha ideado"

Menos daba una piedra. Por lo menos el noble caballero había usado el seso y se había pertrechado, el y sus tropas, sin avisar a nadie, para que el asalto fuese "más"creible.

-Gracias mi señor.- Dijo ana mientras se inclinaba. -Estaremos preparados para hacer nuestro trabajo.-

El iniciado quedó sorprendido por lo que había ocurrido. La caballería parecía haber estado preparada antes del combate y tuvieron tiempo de cabalgar y coger a las bestias por la retaguardia. ¿Ya estaban preparados se hubiera producido o no este ataque? ¿O sabían del inminente ataque y habían usado al resto como cebo? ...
No era momento de tener pensamientos truculentos. Tras tragar de vuelta un ascenso de bilis estomacal, Hraldan se los quitó de la cabeza, asintió al Gran Maestre con pocas palabras y se dirigió hacia el puesto de las hermanas de Shaylla para ver si podían proporcionarle algún ungüento que calmaran sus heridas. El middenlandés había recibido varios golpes tanto la tarde anterior como esta mañana, y con el añadido del pésimo alcohol ingerido se sentía bastante mal.
Tras las curas recibidas, el iniciado se apartaría a realizar sus rezos matutinos e implorar por buena fortuna en la próxima misión. Hraldan sabía que Ulric no atendería esas plegarias, pero entendía que era una forma de comunicar a su deidad los pasos que iba dando y el peligro al que se iba exponiendo.
Si tuviera tiempo antes de partir, el iniciado buscaría la forma de lavarse un poco y limpiar su equipo de sangre y barro. Y por último y si el estómago se lo permitiese, pillaría algo para desayunar.

La batalla había concluido ante la brutal carga de la caballería, que aguardaba el momento propicio para revelar su estratagema meticulosamente calculada. Habíamos sido la carne de cañón, sin lugar a dudas, junto a muchos de los hombres de aquel infeliz que sólo quería recuperar la gloria perdida... habíamos sido empleados como señuelo, y seguramente el resto de los heridos en el primer encontronazo habían sido también mercenarios y reclutas ajenos a su orden

Miré al jinete con cierto rencor y el ceño fruncido, no pudiendo mantener la boca cerrada cuando se "alegró" de vernos bien

Ya, seguro- espeté sin tapujos - Tal vez de haber sabido de antemano que seríamos el señuelo habríamos podido obrar mejor y no habría tantas bajas- añadí ceñudo

Los humanos no tenían nada que ver con los enanos; un dawi jamás sacrificaría a los suyos para algo así

- Mataremos a ese chamán, hemos dado nuestra palabra...- añadí dándole la espalda al maestre dirigiéndome a mi tienda a descansar y comer algo mientras murmuraba entre dientes molesto

Poco a poco Ludwig recuperó la calma. La mirada desenfocada y sanguinolenta que soltaba chispas va remitiendo, y poco a poco volvió a su frío color anterior. Pero todos lo habíais visto obrar en combate. Si cuando estaba fuera de combate no se comportara como un noble estirado, diriais que procedía de las capas bajas de Middenheim y pertenecía a las espadas de Ulric. Ciertamente seria un buen recluta para la unidad. 

Tras el combate Ludwig se sentó en un barreño volcado junto a Archie. Sus espaldas estaban un poco caidas tras el esfuerzo. Se miró las manos llenas de sangre. pensó que tendria que limpiarse antes de seguir con la misión, ya que sino le podrian oler.  

Miró su escudo. Estaba sorprendentemente limpio. Claro que al no haberlo usado durante su frenesí asesino (que bien que sentaba esa sensacion de poder...) tampoco habia tenido mucha ocasión de estropearse. 

Entendió el discurso del maestre, aunque no lo compartía. Uno no desperdidica recursos si se puede evtiar. Una victoria barata es mejor que una costosa, y en esta batalla habian sacrificado más guerreros de los necesarios. Aunque noble, su desgracia (temporal) habia hecho que Ludwig hubiera aprendido a considerar qure el resto del mundo no era necesariamente escoria. Eran sirvientes y claramente de una calaña inferior a la de los pura sangre como él, pero tambien eran personas. Claramente el gran maestro no habia aprendido esa importante lección aun. tendria que hacerselo ver cuando dirigiera la Orden. Incluso un cacho de roca sedimentaria como Urgan podia ver eso, asi que alguien de noble cuna tenia que ser cpaaz de verlo tambien. Por contra, no entendia como la bruja ahora se mostraba lamebotas. Seria el desequilibrio causado por lidiar con el Caos en su mente a todas horas. Brujos. 

La batalla estaba a punto de terminar. De hecho, casi termina hasta con su vida. En un pésimo movimiento el humano caería quedando a merced de un hombre bestia que tras tener el hacha levantado perdonaría la vida del pobre sirviente que intentaba recuperar la verticalidad, sin éxito.

Sigmar parecía haberlo protegido, ¿O acaso fue Ranald? Después, una vez recuperada su dignidad si es que tenía alguna, se dirigió hacia el resto, bastante dolido sin mediar palabra y con cara de pocos amigos.

Su cara se puso aún peor cuando se enteró de la "magnífica" estrategia ideada por los que mandan. No le extrañaba que sobraran armaduras, carne para la picadora era lo que faltaba. Mientras ellos cargaban en sus fantásticos caballos de guerra el resto hacían de cebo.

Asintió a lo que dijo el enano, limpió su espada y comprobó su escudo. Estaba entero. Y eso no era poco.

Tras un fugaz y escueto desayuno, el que revisen vuestras heridas, el ejercito se pone en marcha, avanzando con cierto cuidado para evitar emboscadas, para vuestras sorpresa, no hay ninguna emboscada de camino al castillo, lo cual os pone la carne de gallina, si estaban dejando el camino libre hacía el castillo, o es que estaban mas faltos de tropas de lo que parecía o tenían un ultimo as en la manga, pero al poco de llegar al castillo os separáis del resto del ejercito y mientras buscáis por el camino que os marco.

Cuando por fin oís el sonido de la batalla, llegáis a la salida que os marco y mientras el enemigo esta ocupado con el ejercito, entráis sin muchos problemas, pero para vuestra sorpresa, acabáis en lo que debió de ser la mazmorra del castillo, ahora reconvertido en un almacén de comida, entre lo cual podéis descubrir que parte de esa "comida" son los cuerpos de los otros grupos de exploradores que partieron el día anterior y habíais oido que no han regresado, ahora sabíais donde estan.

Avanzaban demasiado fácil, algo tenía que estar pasando. Dado que iban a infiltrarse en una fortaleza derruida, le pareció buena idea llevar la lámpara de seguridad y un trozo de tela para taparla rápidamente en caso de que hubiera que mantener el sigilo y poder cambiar entre luz y oscuridad rápidamente.

Antes de separarse del grupo grande se acercaría al resto y les susurraría:

- Avisadme si tengo que apagar la luz, la encenderé dentro si es que hay oscuridad. Si escucho cualquier cosa la cubro y ya está. Es una lampara de seguridad, malo será que cause problemas.

Entrarían, y de repente... Lo que podría ser su destino de cara.

Un olor asqueroso, humanos troceados o apilados de cualquier manera. Era carne fresca y ensangrentada. Casi al momento taparía la lámpara y se pegaría a la pared, muerto de miedo buscando en la oscuridad la calma que había perdido al ver el destino de compañeros de armas...

Vamos a morir...

Tras las curas de las hermanas, los rezos y el desayuno, Hraldan se sentía recuperado físicamente. Mentalmente, había quedado algo tocado. Mientras se arreglaba para partir, volvió a pensar en la estratagema del Gran Maestre de mostrarlos como carne de cañón. Y cuando se reunió con el grupo, notó que los compañeros pensaban de la misma forma. Sus caras eran muy largas. Intentó animarlos con la mirada y gestos de bendición, y durante el camino estuvo murmurando salmos.
Siguiendo los pasos de sus compañeros, Hraldan se internó en un pasadizo húmedo y lúgubre. A ratos iba revisando el mapa que habían esbozado con el Gran Maestre, ayudándose de la luz que emitía la lámpara del sirviente.
De repente notó que la luz se movía primero de forma brusca, y luego con un ligero y repetitivo balanceo. - Hartmann, ¿qué ocurre, qué pa... aahh..?- La escena que se presentaba delante dejó al iniciado petrificado. Tras el susto inicial, el apabullante hedor hizo que los intestinos rechazaran el desayuno y nuevamente el joven estudioso se vio forzado a echarlo todo.
Se recompuso con el sabor ácido de la bilis, y mientras se colocaba el escudo y agarraba el martillo intentó escudriñar la sala en la que se encontraban.

Los hombres bestia no atacaban al ejército durante su marcha, algo inusual debido a que son afines a los bosques y atrincherarse no era una gran baza para ganar. Sin embargo algo la decía que no sería tan fácil recuperar el castillo.

Anduvieron por un rato, hasta encontrar la entrada, antes en las mazmorras, ahora un almacén de comida... humana. Anawelle retrocedió ante la visión. Los cuerpos ensangrentados, mutilados o colgados como si fueran bestias eran caras conocidas. Los exploradores del día anterior. Ese hubiera sido el destino que les habría aguardado si hubieran fracasado en el combate. 

La impresión de aquella escena hizo que se le revolvieran las tripas y la papilla que Hraldan dejó en el suelo no contribuyó en absoluto. Ana pasó de largo sin querer mirar, ya había visto los ojos de inexpresivos de uno de los exploradores y no deseaba ver más.

Ah, una sala llena de carne. Estaban en una despensa. Buen lugar para entrar ocultos. Ludwig pensó eso hasta que las acciones de sus compañeros le hicieron fijarse en el entorno. El asco le hizo tembklar un poco la srodillas, pero consiguió mantener su posado impasible tirando de puras agallas. Tambien se tragó de nuevo el vómito que le subia por la garganta. Un noble debía mostrarse regio en todo momento. La muerte era algo habitual y no debía permitir que le afectara. Archie, sit! le dijo a su fiel perro cuando este empezó a olisquear la sangre en busca de un bocado de carne fresca. 

Miremos si podemos sacar algo util de aqui y sigamos. No es lugar para quedarse. 

Tras esto enmpieza a entonar bajito un salmo funerario de Morr bien conocido en el imperio con posado serio.

El avance a través de los bosques es cauto y temeroso, algo normal a tenor de quién era el enemigo, pero del todo inútil dado que nada ni nadie nos salió al paso durante el trayecto, lo que nos hizo sospechar que allí había una mente astuta o temerosa, y apostaba más por lo primera opción

Cuando el combate finalmente se inició en las proximidades del castillo nos escabullimos empleando el pasadizo oculto, lo que nos llevó a un apestoso agujero que ahora hacía las veces de despensa... noté la sangre helarse en mis venas ante la atrocidad allí mostrada de forma tan flagrante, imaginándome a aquellos pobres infelices siendo devorados por las bestias... lo que hizo que algo dentro de mí diera un pequeño paso hacia la perdición

Apreté los dientes evitando así denotar la horrible sensación que aquel dantesco espectáculo me provocaba y proseguí junto al resto hasta que, súbitamente, pateé sin darme cuenta un trozo de metal que tintineo levemente; al bajar la vista encontré un yelmo que parecía en bastante buen estado. Alzándolo con curiosidad le di una vuelta en mi mano y, viendo que no tenía desperfecto alguno, lo coloqué en mi testa notando que encajaba como un guante.*

Tras ello, y viendo que el lugar sería estrecho y con pocas opciones para reaccionar ante un ataque procedente de cualquier recoveco o esquina, embracé el escudo y así con firmeza el hacha... que vinieran, veríamos si eran capaces de pasar por encima de mí y devorarme

Me planté frente a la salida de aquella apestosa sala e intenté escuchar algo, por si podía localizar algún enemigo relativamente cercano sin escuchar más que los jadeos del chucho de Ludwig y mi propia respiración; miré al resto por encima del hombro, sin moverme un ápice, y aguardé a que estuvieran listos para proseguir en la búsqueda del chamán

Tras reponeros de lo que ha sido ver los restos esparcidos y los cuerpos de otros seres humanos, investigáis en busca de la salida, pero antes, tanto el iniciado de Ulric y el sirviente, se dan cuenta de que la edificación de lo que debía ser las mazmorras originales, encuentran una gigantesca cavidad, donde se puede encontrar que ha sido excavado mas reciente y de manera mas fácil de distinguir ahora que lo sabíais, sobre todo por los intento de columnas que puede que sea intencionado o no, pueden caer, algo que no hace falta saber arquitectura para saber que eso tarde o temprano, se vendrá abajo, sobre todo por los gritos de la batalla de arriba, aunque parecía que todavía vuestros aliados no han entrado todavía mucho en el castillo, pero igualmente donde estáis descubrís que tienen unos símbolos extraños, que rápidamente Anawelle reconoce como si toda la cavidad fuera un gran altar del caos, y puede que el ejercito aliado fuera el sacrificio, por lo que tendríais que acabar con el chaman antes de que pueda llevar su malefico plan.