Partida Rol por web

Tal y como dijo, Teresa es capaz de deshacerse de la afluencia de clientes con unas pocas palabras bien escogidas, apelando a una severa indisposición repentina que la obliga a cerrar sus puertas mucho antes de lo acostumbrado. Aún se las ingenia para servir encargos para llevar a aquellos que lo solicitan mientras hace esperar al Doctor y sus acompañantes unos cuantos y largos minutos.

Finalmente, con el local vacio, Teresa cuelga el cartel de cerrado y se apoya contra la barra.

De acuerdo, ¿por dónde debería empezar?

Creo que tu sabes porque estamos aqui...que tal si empiezas por ahi?.

Teresa suspira.

Supongo que lo mejor será que os lo cuente todo...

La mujer se pone cómoda y comienza su relato. Ella es Teresa Monroe, un miembro del grupo Torchwood. En 1944 algo impactó contra el puerto de Arrowdown, algo que se enterró a si mismo bajo tierra en el puerto. La Marina esperaba encontrarse con algún tipo de bomba. Cerró el puerto y lo drenaron. Pero lo que encontraron en él se asemejaba más a una achicharrada y destrozada, ¿cafetera? Fue entonces cuando Torchwood se involucró y descubrió que el objeto era, en realidad, un alien. Apenas estaba vivo, pero empleaba energía temporal para conservarse a sí mismo. Torchwood mató al mutante del interior, un Dalek y, temerosos de que el flujo temporal se volviera a activar, lo enterraron de nuevo bajo cemento, bajo el suelo del puerto.

En 1980 comenzaron a darse irregularidades temporales en Arrowdown y Torchwood asignó a dos agentes para que lo mantuviera bajo contról y, pronto, la grieta temporal se calmó. Torchwood relajo su vigilancia, construyó un pequeño centro de monitorización y puso a una joven pareja al cargo mientras empleaba sus fondos en cualquier otra parte.

Esos jovenes agentes no eran sino ella misma y su marido, Alan Monroe, que quedaron como únicos agentes al cargo de la Operación Guardianes del Tiempo.

Un día, algo se agitó de nuevo y el manipulador de la grieta volvió a la vida. Comenzaron a experimentar y se dieron cuenta de que los restos de energía latentes se habían despertado. Lo único que podían hacer era regresar al centro de Londres e informar de las anomalías.

Pero de camino, fueron golpeados por un conductor borracha. Alan murió en el accidente y Teresa misma pasó seis meses en el hospital, recuperándose. Pidió que se le reasignara la misión y, cuando le preguntaron por qué deseaba volver a un puesto en el que nunca ocurría nada, confesó que, tras lo ocurrido, queria un lugar tranquilo donde relajarse. Pero la verdad era muy diferente.

Amplió la bodega y continuó experimentando con la manipulación del tiempo, envolviendo en él todo el edificio y empleándolo para uso personal.

Tuvo quince años para aprender a manejarlo y eso hizo. En 1991 consiguió localizar y controlar pequeños rizos de tiempo de manera que la comida nunca envejeciera. En 1998 apareció un ático que nunca estuvo allí, con un estanque de un líquido imposiblemente oscuro. En el 2003 encontró de pronto una foto de Alan junto a su cama, mostrándole sonriente y con más años de los que tenía al morir.

En el 2005 llegaron los Autons y el tiempo dejó de tener significado en Arrowdown. Un pedazo de Consciencia Nastene había encontrado la grieta y había sido atraida por ella a la Tierra. Se instaló la feria en la colina y las muertes comenzaron casi inmediatamente. Teresa hizo lo único que podía: luchó. Sostuvo la ciudad en un rizo continuo de tiempo donde todas las tardes el ataque comenzaba y todas las noches se revertía. Arrowdown llevaba viviendo el mismo día mucho, muchísimo tiempo.

Por falta de recursos solo podía mentener esa guerra de contención... Y sin su marido al lado.

Termina y cierra los ojos, perdida en el dolor de la larga lucha sin final.

El Doctor escuchó sorprendido y a la vez preocupado el relato de Teresa. Y todo eso había comenzado con un Dalek. Era increíble pero seguían ingeniándoselas para aparecer y generar problemas. Al menos ese Dalek ya no generaría ninguno más. A pesar de la preocupación, sonrió a Teresa cuando ella terminó.

_Has hecho lo que podías hacer y lo has hecho bien. Pero me gustaría saber más cosas. ¿Por qué Torchwood no te envió ayuda cuando la grieta se reactivó? ¿No pensaban hacer nada al respecto ni pusieron nadie a cargo de la Operación mientras tú estuviste internada? ¿Y respecto a los ataques, siempre se desarrollan exactamente de la misma manera o presentan variaciones? Los autons ya estaban camino hacia aquí, por eso no quise dejar salir a Lirith ni a nadie. Y por último, Rory y yo nos metimos en el tren fantasma, yo sentí la Conciencia Nestene allí pero no pude llegar a ella. ¿Sabes cómo hacerlo?

Eran muchas preguntas porque para combatir esa amenaza se necesitaban muchas respuestas.

A ver, quiero saber la posición de mi personaje a estas alturas.

 ¿Se quien es el doctor? Como miembro de una agencia de viajeros del tiempo.

Lo mismo con la conciencia nestene (como jugador no se lo que es pero si fue una brecha importante en el tiempo quizá como historia ha sido un tema a tratar)

 ¿Y los autons son cybermen u otra cosa?

El Doctor: el ser agente del tiempo no te da información sobre El Doctor, asi que no, no sabes quien es a parte de lo que has estado viendo hasta ahora.

La conciencia Nastene: de esta sabes más. Sabes que es una criatura hecha de algo similar al plástico líquido, con una capacidad psíquica impresionante y que es capaz, mediante esa energía psíquica, de animalas las cosas de plástico. Los autons son sus esbirros: maniquíes de plástico que adoptan diversas formas.

-Maldición, esto es un problema serio-
 
 William desvelo su pequeño saltador de muñeca intentando ver si ya funcionaba para detectar la complejidad de la anomalía temporal y como repararla.

-¿Que saben de los autons y de las herramientas contemporáneas para detenerlos?
 

Doctor seria posible recalibrar el mecanismo de tiempo de modo que solo afectase a la consciencia Nestene y los autons de tal modo que queden paralizados en el tiempo o ralentizados al infinito para que la vida de esta zona vuelva a la normalidad mientras ellos quedan congelados?.

¡Pero que carajo! todos en la sala parecían saber más que yo sobre lo que estaba pasando. Casi me costaba seguir el hilo de la conversación. ¿Torchwood? ¿Aliens en forma de cafetera? ¿Grietas temporales?

Lo que si había entendido era que esta mujer había perdido a su marido.

Señora Monroe, se que puede sonar extraño que me preocupe por otras cosas cuando toda la población va a ser masacrada una noche más. Pero... ¿no ha probado a retroceder hasta el día de la muerte de su marido y evitar su muerte? Quizás él pudiese hacer algo al respecto.

Realmente eso es lo que hubiese hecho ella de haber podido. Le caía bien Teresa, intentaría hacer lo que fuese para ayudarla. Ya pediría explicaciones más tarde. ¿Autons, Namastenes...?

Comenzaba a dolerle la cabeza...

William escucha las propuestas de Rory y de Lirith negando al instante.

-No puede ser, esta situación es a causa de jugar con la linea temporal, hay que arreglar el problema y dejar que la historia siga su curso natural.
 

_¿Quién lo hubiera dicho? Un agente del tiempo aquí, y diciendo cosas sensatas. ¡Doble sorpresa!

Pero... y sí la muerte del marido de Teresa es producto de esas interferencias temporales producidas por... este... el alien cafetera.

¿No podríamos retroceder comprobarlo y arreglarlo?

Aqui todo el mundo sabía mucho más de lo que decía. Todos menos Teresa y yo misma.

-Vaya, y usted doctor parece saber demasiado y yo muy poco de usted.
No Lirith, cambiar el pasado solo causaría mas problemas.
 

Yo no entendía nada de lo que estaba pasando. Al contrario que ellos que parecían dominar la situación. Sin embargo yo sabía de algo que ellos parecían ignorar, los sentimientos humanos.

Me acerqué a La señora Monroe y apoyé mis manos en ella. Teresa. Es posible que la muerte de su marido se produjese por una grieta temporal de esas?

¿Poner a alguien durante mi convalecencia?- Teresa se encoge de hombros- La energía en sí era muy poquita cosa. Antes de que aprendiera a controlarla la única consecuencia era la aparición espotánea de objetos de otra época. Nada de verdadero interés o peligro. Supongo que prefirieron dedicarse a asuntos más importantes.

Intervino entonces Rory, probocando que la frente surcada de arrugas de la mujer se arrigase más.

No he conseguido esa precisión todavía, y no estoy segura de que pueda hacerse. Lo úncio que logré para salvar a la población fue congelarla en un dia eterno. Del mismo modo- se vuelve hacia la chica- no sirve para viajar en el tiempo, solo para crear pequeños rizos temporales. Si funcionara de esa forma ya habría viajado al pasado para advertir de los peligros a mi yo y su marido pasados. Apenas recuerdo nada del accidente- confiesa tras una pausa.

A lo que le sigue otra, algo más amplia, más reflexiba.

Señor, ¿su nombre era W.H?- inquiere al joven apuesto- Dejar que la historia siga su curos significa condenar a esta gente a la muerte. Lo he visto. Lo revivo una y otra vez. - en esta ocasión su voz va cargada de rechazo- Si hay algo, lo que sea, que me permita salvarles, que me permita librarme de la Consciencia Nastene, lo haré sin dudarlo.

Suspira antes de volverse de nuevo hacia el Doctor.

No sé cómo acceder a la Consciencia, pero si es cierto que los autons se acercaban ya tenemos que prepararnos. No tardarán en llegar.

Inmediatamente, incluso antes de terminar de hablar, Teresa se ha colocado detrás del mostrador y saca un rifle de asalto.

_¿Prepararnos de qué manera? -consultó el Doctor al tiempo que empujaba el caño del rifle hacia arriba, de manera que apuntara al techo-.

Teresa había respondido casi todas las cuestiones presentadas por el grupo menos una, la que quizás fuera más importante para poder diagramar un plan.

_¿Eso realmente ayudará? Por más disparos que les des, ellos siempre vuelven al otro día, que en realidad es el mismo día, pero no tenemos tiempo para ponernos a filosofar sobre ello. Deberemos pensar en algo mejor. No me has respondido algo. ¿Todos los días aquí son iguales? Quiero decir, ¿siempre viene la misma gente, y siempre llegan los Autons a la misma hora, y son idénticos los ataques y defensas, y así, o presentan variaciones?

Siempre es igual, doctor. Y siempre tengo que estar preparada. Si el rizo temporal existe es gracias a mí y a mis cuidados diarios a la máquina que los controla. Si algo me pasara no quedaría nadie para realizar esos cuidados y no existirían los rizos. Las muertes que ocurrieran hoy seguirian siendo muertes mañana, precisamente porque habría un mañana.

Afuera, los primeros gritos de agonía henden el aire, acompañados del característico zumbido de las armas de los autos. Los gritos se convierten en aullidos y, en pocos segundos, todos los habitantes de Arrowdown se encuentran corriendo por sus vidas. Las criaturas creadas de plástico no hacen distinción entre hombres o mujeres, niños o ancianos, animales, objetos. Disparan contra todo lo que ven sin detenerse a considerar los daños.

Una larga hilera de esos seres puede verse desde las ventanas alineándose sobre la colina, junto a la playa, donde está hubicada la feria. Como uno solo, avanzan paso a paso hacia el centro del pueblo. Es más, avanzan con un objetivo fijo y, curiosamente, ese objetivo parece ser el bar.

Teresa se carga la escopeta al hombro y corre escaleras abajo hacia la bodega donde alberga los ordenadores.

Tiene razón, Doctor, no importa cuanto les disaparemos, siempre volverán, pero no estaré indefensa mientras intento manipular el tiempo otra vez.

Hay unos preciosos segundos de tecleo, seguido de otros aún más preciados de silencio. De pronto, la voz de Teresa llega a través de las escaleras.

¡Algo va mal! Algo está interferiendo con la energía de la máquina. No puedo conseguir fuerza suficiente como para ponerla en funcionamiento.

Las palabras de Teresa echaron a pique los planes del Dr. Si el día volvía a comenzar pero ellos ya conocían con antemano los movimientos del enemigo contaban con una importante ventaja estratégica, podían acabar con los autons incluso antes de que éstos despertaran. Pero ya nada de esto servía si no podían hacer funcionar la máquina en primer lugar. El Doctor entonces se lanzó tras Teresa.

_¿Alguna vez había ocurrido algo así?

Con ayuda de su destornillador, el Doctor revisó el aparato buscando cuál era la falla. ¿Tendría la TARDIS algo que ver, o sería otra cosa?

-Vaya, eso si que es un contratiempo. ¿Habrá tenido algo que ver nuestra presencia aquí? ¿Como fue que fuimos arrastrados a este limbo temporal en primer lugar?

¡Mierda joder! Ahora estábamos metidos en una jodida guerra. Ni si quiera era una guerra, era una puta masacre y parecía que nos encontrábamos en el ojo del huracán.

¡Teresa! -grito intentando llamar su atención, de seguro el Doctor sabrá qué hacer -¿tienes más de estas? -añado señalando el rifle de asalto. Bueno, quizá algo más... ¿manejable? No quería romperme mi preciosa manicura. 

Si esto salía mal, quizá pudiese negociar algo con el jefe de los Autons estos. Me sentía como dentro de la peli esta de robots gigantes.