Partida Rol por web

Los tábanos se lanzaban sobre mí sin tregua, y yo sin poder golpear siquiera uno. La situación me fastidiaba cada vez más al ver que mis compañeros lograban vencer uno a uno a los bichos que me rodeaban.

Cansado de vérmelas constantemente así, tiré mi escudo al suelo y, tomando con ambas manos la maza, me lancé hacia el insecto que tenía al frente.

Alisterel carga otra flecha y dispara, pero el arco largo es lento de cargar lo que hace que sus movimientos sean precipitados y aunque su tiro no es malo, sigue sin impactar.

Eadar y Hador no tienen mejor fortuna que Alisterel, el bicho es ágil y esquiva sus respectivos golpes.

Ted, que se da cuenta que el tábano se prepara para huir se precipita en su ataque y le lanza hacia delante en un intento desesperado por alcanzarlo antes de que huya, pero su espada se le escapa de las manos, estará este turno y el siguiente intentando recuperar su arma.

Angainor que incomprensiblemente suelta su escudo, se lanza desenfrenado a atacar al tábano que tiene en frente, pero su golpe sigue sin alcanzar a la ágil criatura.

Los tábanos gigantes 1 y 5 viéndose en inferioridad salen huyendo a gran velocidad, desapareciendo en pocos segundos de la visión. Pero el tábano 7 aprovecha la oportunidad de que el enano se encuentra ahora más desprotegido y alcanza a darle un mordisco en el cuello haciéndole bastante daño

Intento recuperar el arma agachándome y palpando el suelo mientras miro al tábano por si acaso, debido a eso no logro acertar a agarrar de nuevo el arma.

- Mierda... - mascullo cabreado

-¡Quédate quieto!-

De haber podido, Hador habría fruncido el ceño aún más, pero su frente ya estaba arrugada al máximo. Los dientes apretados, como un perro gruñendo, y su hacha cortando el aire inútilmente. La sabandija era ágil como para esquivar su filo y atacar al enano, que seguía recibiendo mordiscos. Pero el rohir no pretendía dejarla viva, ni escapar como sus "compañeros".

Disculpa, ¿Había un penalizador por cargar y disparar en el mismo turno verdad? Si es así, ¿Cuánto es?

El arco largo tiene -35 al disparar si cargas en el mismo turno

Observando que los tábanos se retiran y que el enano está herido pero no de gravedad y puede mantenerse sin problemas, salgo corriendo tras el animal. Puede ser de gran ayuda y no habíamos conseguido retenerlo para perderlo tan prontamente.

Cuando veo que sólo queda un tábano, me muevo para obtener un buen ángulo de tiro, cargo una flecha en el arco largo y apunto al insecto, sin embargo, no disparo, sino que espero un poco, concentrándome y apuntando para que, si alguien no lo mataba antes, mi disparo fuera certero.

"- ¡Aahh!- resonó el grito al lanzar el golpe, aunque el insecto había logrado retirarse ya".

Di un paso adelante para frenarme de golpe. Lancé una bocanada de aire, el cansancio motivado por las heridas comenzaba a sentirse en mi cuerpo. Mi respiración se mostraba agitada y entrecortada, tanto por los golpes como por el enojo que recorría cual hervor toda mi sangre.

Me erguí para ver cómo los tábanos que se posaban frente a mí escapaban. Y al momento, un dolor en mi cuello. Otro grito, aunque apagado, se dejó escapar entre mis labios. Apoyé una de las rodillas en el suelo y llevé la mano a la herida.

"- ¿Or, Grumbaki?... ¡Nai!- grité con mi ira escapando a borbotones".

Me levanté con una funesta mueca en mi rostro. Lancé la maza al suelo y comencé a golpear una mano con la palma de la otra.

"- Ahora si que estoy enojado- susurré mientras me dirigía a golpear al bicho".

El último tábano al saberse sólo también sale huyendo a toda velocidad, pero justo cuando está en el límite del alcance Hador lanza su caballo hacia delante a la vez que ataca con su hacha, por fin el rohirrim consigue golpear en su objetivo que cae al suelo muerto.

Eadar que salió corriendo a por el poney no tarda ni dos minutos en dar con él, por suerte no se había alejado mucho.

Ted recupera su arma, Alisterel y Angainor no necesitan de sus ataques pues ya no quedan más enemigos.

Es hora de hacer balance, curaciones y de proseguir el viaje.

Recojo mi espada y miro a mis compañeros al tiempo que les pregunto:

- ¿Algún herido de verdad?...o sólo con el orgullo tocado como en mi caso...mira que caerme la espada delante de un tábano...mi padre se echaría unas buenas risas tras ver esto...

Sonrío ya que los veo a todos de una pieza, la verdad es que para ser insectos han sido bastante tocapelotas. La pregunta es ¿es una raza propia de este sitio o los ha enviado alguien? 

En una extraña reacción, el tábano restante atinó a huir de su asalto. Desgraciadamente para la sabandija, un rohir enfurecido estaba empeñado en acabar con su insignificante vida. El caballo relinchó al recibir una espoleada furiosa y casi cargó contra el insecto. El guerrero descargó su hacha con furia, pegándole con tal fuerza que se quedó clavada en su objetivo. Hador sacudió su arma un par de veces hasta que el tábano cayó al suelo con un golpe seco.

-¿Te encuentras bien Angainor? Esas sabandijas eran numerosas- comentó, mientras desmontaba su corcel para acercarse al enano. -Malditos insectos escurridizos... ¿Tienes algo para curarte eso?- preguntó, señalando los varios mordiscones que había sufrido.

El golpe partió el aire en dos... sólo el aire. Hador había sido lo suficientemente hábil como para acabar en un abrir y cerrar de ojos con el insecto restante.

Me erguí en el lugar y comencé a mirar para todos lados, tratando de percibir si había otros bichos cerca de nosotros. Pero al parecer el peligro se había disipado con el enjambre que logramos vencer.

Sacudí un poco mis pertrechos y llevé mi mochila al suelo. Metí la mano dentro del bolso y extraje la cantimplora que contenía la infusión con las thurl. Bebí un gran sorbo y, cerrando el recipiente, lo guardé nuevamente.

Al momento, reparé en el rohirrim que se acercaba a mí...

"- Soy como la roca, eso no ha sido nada- contesté únicamente, con bastante enojo".

Di media vuelta y, colocándome la mochila otra vez, me dirigí a tomar el mazo y el escudo del suelo.

Hador asintió, conociendo de antemano la respuesta de su compañero enano. Si bien hace momentos estaba hecho una furia, ahora parecía que jamás había estado enzarzado en un combate. Tenía el mismo porte de tranquilidad que tenía normalmente, aun a segundos de haberse enojado como pocas veces. Colgó su hacha del cinturón y miró hacia el camino por donde habían venido.

-¿Eadar ha ido detrás del pony?- inquirió. -Iré a ayudarlo. Nunca se sabe que podemos encontrar en estos caminos-

Una vez más, montó su caballo con soltura y espoleó hasta ganar cierta velocidad. Siguió el camino que habían seguido en sentido contrario, en busca de las figuras de su compañero y el animal.

Ok, preparo otro brebaje y lo tomo a tope... directamente lo hago, así no me pongo a entorpecer la narrativa de mis compañeros.

Bueno... serían 6 puntos... algo es algo :P.

EDIT RESPONDIENDO AL SIGUIENTE MENSAJE: Ok, lo roleo. Era para no molestar a los demás. Salute ^^.