Partida Rol por web

Dos realidades

Días de verano

Cargando editor
10/11/2013, 23:15
Director

Pataleas en el aire, pero actuar en condiciones en ese estado no es nada fácil.
Pero de golpe, te ves estrepitosamente en el suelo. Estás en el suelo, al igual que el que te sostenía en el aire. Sobre él, está Seiber, que ha acudido en tu ayuda.

Te tiende una mano para que te levantes y blande su espada una vez más.

- ¿Lista?

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/11/2013, 23:21
Yumiko

Me siento estúpida al verme pataleando sin sentido.
Pero de pronto me veo en el suelo, y veo a Seiber que me está ayudando. Eso me anima, me hace saber que puedo hacer algo.

Asiento con una sonrisa y saco mi espada para comenzar a luchar.
Sigo temblando por el miedo, pero intento serenarme poco a poco.

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/11/2013, 23:30
Director

Ambas lanzáis sendos ataques que no llegan a ninguna parte, pero que sirven de advertencia. Pero ellos sí responden. En especial, hacia Seiber.
Uno de ellos le atraviesa el hombro de un a fondo de su espada.

Ella grita de dolor y casi suelta su arma.

- Tiradas (3)
Cargando editor
10/11/2013, 23:35
Yumiko

¿Dolor? Mierda...

Al ver que hieren a Seiber me enfado y decido atacar con todas mis fuerzas. Lanzo mi ataque con furia, esperando devolverle el dolor que le están causando ella, tanto físico como mental.
Sobre todo el hecho de que la retengan aquí.

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/11/2013, 23:42
Director

El que ha herido a Seiber parece reírse victorioso, feliz por haber logrado el dolor de ella. Pero tú acabarás con todo eso. En diagonal, lanzas tu hoja para cortarle desde la cara hasta su brazo, deshaciendo ese fondo.

Por desgracia, eso te ha dejado en una desventaja, y un ataque llega a tu costado, provocandote mucho dolor.

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/11/2013, 23:44
Yumiko

Al igual que nuestro enemigo, no puedo evitar sonreír cuando hago daño a ese imbécil.
Pero también me hieren, e intento resistir el dolor como puedo.

Me sereno de nuevo para lanzar un nuevo ataque, sintiendo ese dolor tan real.
Pero no pienso fallar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

-5PG

Cargando editor
11/11/2013, 16:02
Director

Ambas estáis inclinadas por el dolor, dadas las heridas que estáis sufriendo.
Pero os alzáis, espalda con espalda, para comenzar a resistir los ataques que os lanzan. Giráis en conjunto para resistir y apoyar vuestros esfuerzos. Pronto hay varios enemigos ya en el suelo. Malheridos, desconectados, huidos...

Gritan de cobardes y siguen atacando, con ferocidad.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Primera de Seiber, segunda de enemigo
-5PG

Cargando editor
11/11/2013, 16:08
Yumiko

Sigo atacando sin parar, sintiéndome mucho más fuerte y capaz al ver a enemigos caer, huir, desconectarse y gritar acobardados.
Ya quedan pocos, afortunadamente. Tal vez podamos sobrevivir. Pero uno me ataca de nuevo, y me deja con menos de la mitad de mi vida.

Intento estabilizarme para atacar de nuevo, pero ese golpe tan fuerte me ha aturdido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

-10PG

Cargando editor
11/11/2013, 16:15
Seiber

Tu victoria te da fuerza. Al igual que le pasa a Seiber. Te mira durante un segundo, y se sucede una pausa, donde amigos y enemigos os observáis con cautela, calibrando fuerzas.
Ella respira con fuerza, con dificultad. Su nivel de vida es bajo, pues ha recibido la mayoría del daño al ser de mayor nivel.

No sabes lo que pasará si muere en aquel momento, atrapada como está.

- Tienes que salir de aquí. Ahora es tu oportunidad.

Cargando editor
11/11/2013, 16:21
Yumiko

La pelea continúa, y siento que nuestras fuerzas se están debilitando. Sobre todo Seiber, que está a punto de morir.
No sé lo que ocurrirá si muere aquí...

Pero no quiero comprobarlo

-Ni hablar.

Vuelvo a lanzar otro ataque a nuestros enemigos para evitar que terminen que la vida de Seiber. Me pongo por delante de ella si hace falta y recibo los impactos que puedan llegar a ella.
Será mi posible ruina, pero al menos no dejaré que la maten.

- Tiradas (1)
Cargando editor
11/11/2013, 16:30
Director

Tú te lanzas para romper la armadura de uno de tus enemigos. Su casco se parte en dos, después de tu ataque. Seiber, sin poder razonar contigo, se lanza también al ataque.
Logra hacer retroceder a uno, pero sin acabar con él.

El único que queda libre, se lanza a por ti, y te ataca, haciendote algo daño y mermando tus pocas fuerzas. El enemigo de Seiber parece amedrentado, sin atreverse a atacar.

- Tiradas (4)

Notas de juego

-6PG

Cargando editor
11/11/2013, 16:35
Yumiko

Podemos hacer que uno retroceda, pero parece que esto no tiene fin.
Seiber sigue luchando a mi lado, y su enemigo no consigue darle. Pero el mío sí. Observo asustada como mis puntos descienden, dejándome a punto de morir.

Miro al que me ha dañado, y aunque me duela bastante el nuevo golpe, intento atacarle como puedo.
Siento mucho miedo, pues... no sé lo que ocurrirá cuando acabe este ataque.

- Tiradas (1)
Cargando editor
11/11/2013, 16:42
Director

Seiber acaba con uno de sus enemigos, pero acaba con la espada clavada en el suelo y la rodilla en tierra. Parece estar al borde del desmayo.
Escupe algo de sangre y se queda allí, recuperando el aliento.

Tu enemigo te abate, al igual que tú a él. Ambos os retiráis. Solo quedáis vosotros dos. Respirando de forma descontrolada, al borde de la destrucción. Y tú, mareada y sangrante, o al menos así te sientes. Estás al límite, literalmente.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Penalizadores -4 al ataque
1 pg restante

Cargando editor
11/11/2013, 16:58
Yumiko

Ella ya no puede luchar más, y solo queda un enemigo.
Tengo la esperanza de que tal vez pueda derrotarlo. Pero a un punto de vida... lo veo difícil.

Lucho con mis últimas fuerzas. Por lo menos le haré daño, lo dejaré malherido con este último ataque.
Cuando ya le he dado y le he herido, miro a Seiber durante unos segundos, y giro de nuevo la cara hacia el enemigo.
Tal vez me mate, sí.
Lo miro a los ojos, para que comprenda que aunque pierda en esta ocasión, jamás me rendiré.

- Tiradas (1)
Cargando editor
11/11/2013, 17:04
Director

Os acercáis los dos con vuestro último aliento.
Y atacáis a la vez. Vuestras armas no se cruzan, por lo que impactan. Él grita de puro dolor. Le has atravesado el hombro de forma profusa hacia el cuerpo, y pierde toda fuerza en ese miembro.

Cae de rodillas, con la mirada perdida, derrotado. Pero su arma ha quedado incrustada en tu vientre. Comienzas a ver como tu cuerpo se deshace en mil pedazos de cristal brillante, poco a poco. Nunca te han derrotado. Por lo que la sensación es terriblemente realista.
Ves a Seiber que te mira con verdadero horror, con los ojos bañados en lágrimas. Te toma de la mano antes de que se desvanezca.
Tu dolor se aleja poco a poco, al igual que toda otra sensación.

Y todo se vuelve oscuro.

- Tiradas (1)