Partida Rol por web

Kando se había retirado a lamerse las heridas pero bastó que Alexei estuviese en apuros para que volviese a la carga. Por desgracia, los colmillos del mabari se encontraron con la armadura del ogro.

El ogro no parecía entender el lenguaje Común así que se limitó a soltarle un "espumoso" rugido en la cara a Alexei mientras lo estrujaba de nuevo con sus enormes manazas. La armadura volvió a crujir aunque por suerte, los gritos de Gabrielle volvieron a llamarle la atención y, quizá, el hecho de que estuviese haciendo gestos bruscos debió resultarle una especie de desafío.

Sea como fuere, aquello os vino bien puesto que arrojó a Alexei al suelo y se volvió hacia la maga golpeando el terreno con los puños. Agachó la enorme testa cornuda y embistió haciendo temblar la cueva entera a su paso.

Me he equivocado con la descripción de esta tirada: "Ogro (Daño Alexei)" Es en realidad la tirada de ATAQUE.

Y se me ha olvidado restarle el -4 de penalizador que tiene por estar atrapando a Alexei pero aun así le da.  La tirada que muestra el daño que le hace con el estrujón es, en efecto "Ogro (Daño)" y son 12 puntos.

—¡Alexei!—Lynn se mordió el labio inferior cuando vio al guerrero salir botando por los suelos como si fuese una pelota. No obstante, el estruendo de la embestida de la criatura contra Gabrielle la hizo directamente palidecer—. ¡GABBY!

En esta ocasiónn por suerte, no ocurriría dos veces lo mismo. Gabrielle saltó a un lado en el último momento y la violenta cornada se estampó contra el muro de piedra con un sonoro estruendo. El ogro rugió furioso y zarandeó la testa incapaz de sacarla de allí, se había quedado atrapado en el muro así que la clériga aprovechó para tensar el arco y dispararle una flecha que impactó de lleno en uno de los ya sangrantes costados.

Estampado contra la pared, el ogro permanece dos turnos antes de poder liberarse y tiene -4 a la CA. Tal y como están las cosas (y después de que Lynn lo haya dejado en 50 puntos de daño) le quedan 10 de vida, cantidad que podéis bajarle perfectamente en dos turnos de modo que vamos a resumir el combate: Interpretadlo vosotros mismos.

Todos: 200 PX

Gabrielle, subes de nivel. Actualiza tu ficha.

Sin mirar a Alexei por lo apremiante de la situación, Gabrielle lanzó un proyectil con el extremo de su bastón. Lo hizo oscilar y disparó un segundo proyectil con el otro extremo. Gruñó y estrelló la contera contra el suelo, enviando una tercera oleada de poder pegada al suelo. Los proyectiles de energía surcaron la habitación y chocaron con violencia contra el cuerpo del ogro.

Gabby se limpió la frente de tierra, que se había quedado adherida por el sudor de su frente. Suspiró de alivio y cuando se cercioró de que el ogro no se movía, se acercó a Alexei.

—Déjame que cuide tus heridas.

No he especificado si lo mataba yo con la andanada de proyectiles por si quería darle Nox también. Si él prefiere interpretar que se queda jodido por las heridas, pues me lo cargo yo.

Y nada, curo a este hombre hasta dejarlo sano.

-Joder...-Susurro entre dientes al caer. Acto seguido intento levantarme para acabar con el ogro, pero no puedo moverme. Estoy peor de lo que esperaba.

-Acabad con el.-Alcanzo a decir entre jadeos.-Y si no lo habeis hecho ya registrad la sala. Podria haber mas cosas. Cosas no muertas que hay que volver a matar.

«Y si nos molestamos en ser un poquito optimistas, hasta "cosas vivas"» oíste gruñir a Astucia «Como ese señor del fondo... »

Resopló y de algún modo sentiste dos cosas: que estaba frustrado por no poder apenas ayudar y que su atención se centraba en ti.

«¿Estás bien?»

Con esos 8 de mana que te quedan, tírame los conjuros que desees de curación para ver dónde dejas a Alexei. Si aun así no es suficiente (o si quieres curar también al perro) tienes la opción de gastar un uso de Revigorizar y emplear el mana que quieras en más hechizos de curación.

—Brrf... —refunfuñó Belgar—. Habéis llegado a rematarlo antes porque tenéis más rango. ¡Pero que conste que ya era mío!

—Antes que de los muertos deberíamos preocuparnos de los vivos —observó la maga, que tras tantas experncias estaba dejando de ser tan bisoña—. ¿Está bien, señor?

Mientras aguardaba y atendía la respuesta del hombre que estaba al fondo de la cueva, Gabrielle se acercó a Alexei e hizo unos pases mágicos que hizo que el aire vibrase con una luz dorada. Era una luz hermosa, que vencía la oscuridad de aquel sitio abandonado de la mano del Hacedor. Gabby no se detuvo, sino que entonces lanzó un encantamiento y las heridas de Alexei empezaron a cerrarse a una velocidad pasmosa.

La maga se acercó al mabari y le lanzó un hechizo de cura más sencillo, y después pareció lanzarse un tercer conjuro, distinto, sobre si misma.

Utilizo 1 uso diario de Impulso Sagrado para maximizar un regenerar (5 de maná) para Alexei. Se cura 15 puntos de daño por asalto durante 4 asaltos, así que lo dejo nuevo. Al perro le tiro un sanar normal y corriente (3 de maná), sin impulsarlo y le curo 12 puntos de daño para dejarlo también a tope.

«Como una rosa» contestó Gabby.

Aun sentía a su hechizo de curación trabajar en su interior soldando los huesos, pero estaba mucho mejor. A decir verdad, se sentía más fuerte. Tal vez fuera la euforia de haber recuperado la presencia de su espíritu, o tal vez fuera verdad que sus aventuras le habían agudizado el ingenio, pero se sentía más hábil con sus hechizos.

Se atrevió a hacer en público aquel sencillo ritual que había estado practicando en privado todo este tiempo ¡y le había salido a la primera y a la perfección!

«¿Has visto eso? Es la primera vez que me sale del tirón y a la primera.»

«Sí, como una rosa. Verás mañana las agujetas... »

Supiste de algún modo que sonreía cómicamente. Era como si al cerciorarse de que te encontrabas bien se sintiera menos tenso.

«Reto superado» añadió cuando le contaste tu logro «Quiero decir, estás vinculada a un inimitable e induplicable servidor, ¿acaso dudabas ser del tipo de persona que no supera retos?»

Soltó una risita.

-No se como has hecho eso, pero me alegro de que lo hayas hecho.-Digo con cierto agradecimiento tensando el cuerpo para comprobar que apenas si me duele nada. -Ese bicho era duro de pelar, ¿Eh?

Dicho esto, busco con la mirada al tipo del fondo de la sala, el que acaba de mencionar Gabrielle.

-Deduzco entonces que es cosa vuestra lo de las tres criaturas muertas que nos encontramos en la puerta de la cueva. ¿Es asi, compañeros?

Gabrielle recibió su justa recompensa por curar a Kando: un alegre lenguetazo que le dejó la cara llena de babas de perro.

Lynn por su parte no parecía tan feliz puesto que lo primero que hizo en cuanto el ogro dejó de moverse fué correr inmediatamente al lado de la maga, como si aún no se le hubiese pasado el susto de verla salir por los aires tras aquel horrible testarazo.

—¡Gabby! ¿Estás bien?

El hombre que se acurrucaba hecho un ovillo contra la pared del fondo tan solo alumbrada por la antorcha (seguramente de Belgar) resultó ser un tipo delgaducho y vestido con ropas de plebeyo.

Cuando levantó ligeramente la cara de entre los brazos para explorar el motivo de que el fragor de la lucha hubiese terminado, mostró dos asustados ojos castaños, hundidos en un rostro barbilla afilada y cubierta por una perilla. Tenía el cabello algo largo, ondulado y con un aspecto un poco desaliñado pero más bien debido a los rigores de las circunstancias del interior de aquella cueva.

—¿Está... Est-tá muerta del todo esa cosa?—tartamudeó tragando saliva—. Hacedor, ¿habéis... ? ¿Quienes sois?

-Hijo de....-Digo alzando mi alfanjón y cruzando la sala hasta donde está el hombre. En cuanto llego junto a él le agarro la pechera de la ropa y tiro de él hacia el resto del grupo colocándole mi alfanjón debajo del cuello.

-Este hijo de mil padres nos lo encontramos a la entrada de la cueva Sion y yo. Fingía ser perseguido por dos criaturas a las que despachamos y luego, cuando tuvo un segundo, nos atacó por la espalda. A mi me empujó a una corriente de agua que me trajo hasta aquí. Puede que Sion esté muerto y es por confiar en el.

Dicho esto, lo dejo caer al suelo y coloco mi espada sobre el para que no se mueva.-Deberíamos matarlo, o al menos llevarlo atado para que no nos haga lo mismo.

Gabby le sonrió a Alexei.

—Mi especialidad es la sanación —le confesó al guerrero—. Y no te preocupes Lynn, estoy perfectamente. Aunque quizá mañana tenga agujetas.

Pero tuvo que ahogar un grito de sorpresa cuando Alexei se abalanzó sobre aquel hombre. Lo siguió por la estancia, con preocupación. Esperó a que se explicara, con ademán inquisitivo.

«Astucia, ¿ves algún rastro de posesión en este hombre?»

—¡No! ¡NO!—chilló el hombre aterrorizado cuando por un momento creyó que Alexei iba a cortarle la cabeza. Cuando el guerrero lo tiró al suelo, se la cubrió con las manos y gimió haciéndose un ovillo—. ¡Por favor, no me hagáis daño, yo no he hecho nada!¡N-n-no sé de qué me hablas! ¡No te he visto en mi vida!

—¡Por Andraste, ALEXEI!—se horrorizó Lynn.

—¿Fingía? Mira tú por donde, yo me lo encontré siendo perseguido por esa cosa que acabamos de matar y los cuatro cagarros de nug no-muertos esos—comentó Belgar mientras se colgaba su enorme hacha a la espalda. Para él aquel tipo de reacciones parecían ser algo que estaba acostumbrado a ver. Más que nada porque ni se inmutó—. Aunque la verdad es que no me divertía tanto desde hace semanas. En Lothering no me dejaban destripar a nadie.

«¿Todos vuestros espadachines son así de paranoicos? Llego a ser un Espíritu de la Misericordia y creo que a estas alturas tendría ataques de ansiedad» dijo Astucia con algo que no sabías si era ironía o sorpresa estupefacta «No tengo ni idea de qué clase de tipo será pero es un "tipo", es decir, ni está poseído ni es un demonio disfrazado»