Partida Rol por web

Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

24. El Paso de Brecilia

Cargando editor
12/11/2015, 14:08
Ayla

—¿"Gabby"?—Ayla parpadeó—. ¿Tú eres Gabrielle? ¿LA Gabrielle?

La miró concienzudamente de arriba abajo, de hecho, hasta entornó los ojos de forma analítica. Tras casi cinco segundos de silencio terminó por resoplar. Señaló a Lynn con el pulgar y comentó en tono monocorde:

—Por cómo habla esta de ti casi pensaba que ibas por ahí emitiendo un halo de luz celestial.

Cargando editor
12/11/2015, 14:18
Asthan

«Tiene gracia que lo mencione. Hace un rato era justo lo que estabas haciendo...» escuchaste el anecdótico comentario de Astucia en tu cabeza.

Cargando editor
12/11/2015, 14:19
Lynn

—¡Ayla!

Cargando editor
12/11/2015, 14:24
Ayla

Es cierto—respondió la apóstata alzando la barbilla como si no hubiese más que discutir en aquel asunto—. ¿Y esperas que me crea que pecholata sólo ha mandado a otra maga y a una clériga detrás de mí? ¿Desde cuándo no manda a su jauría de templarios? A Greagoir le encanta mandar a su jauría de templarios.

Lynn emitió algo a medio camino entre un suspiro y un gemido desesperado ante la inquebrantable desconfianza hacia el resto del mundo por parte de su amiga. No obstante, Ayla volvió a centrar su atención en Gabrielle de nuevo con expresión analítica.

Bien. Te voy a responder aunque sólo sea por tomarte la molestia de oir mi versión—dijo, para visible alivio de la clériga que incluso miró al cielo como si le estuviese dando las gracias al Hacedor—. La pregunta es... ¿Te vas a creer mi versión? ¿Se la va a creer tu amigo el simpático?

Suspiró no sin cierta resignación, volvió a secarse el sudor de la frente y se pellizcó el puente de la nariz durante un instante como si intentara centrar sus pensamientos. Le estaba costando incluso mantenerse sentada pero por nada del mundo parecía querer volver a tumbarse.

Yo no provoqué esa explosión, fue el demonio. Me está persiguiendo y no puedo evitar que lo haga, simplemente aparece. Y no tengo forma de controlar ni saber cuándo lo hace—dijo. Luego masculló casi con rabia:—. ¡Le dije un montón de veces a la maldita anciana que tenía que irme! Pero se empeñaba en no dejarme ir, ¡nunca quise que muriera gente!

Cargando editor
12/11/2015, 15:57
Sarkee Hierroardiente

—¡Y qué mas!—resopló Sarkee haciendo un gesto exagerado con los brazos.

Cargando editor
12/11/2015, 15:57
Ayla

Ayla le lanzó una mirada incendiaria a la enana, parpadeando al reconocer su rostro. Sin embargo, fué la última pregunta de Gabrielle la que la hizo enarcar visiblemente una ceja. De hecho tardó varios segundos en contestar.

No huí del Círculo. ¡No soy una de esas imbéciles cuyo concepto de "libertad" es pasarse la vida corriendo y perseguida a todas horas por los templarios! Es... —pareció titubear en aquel momento pero finalmente se cruzó de brazos y decidió soltar el resto de la frase de golpe:—. Descubrí a alguien planeando algo muy gordo, ¿vale? No quería hacer oidos sordos. Pero para eso tenía que salir.

En ese momento cayó en la cuenta de algo y el ceño fruncido se sustituyó rápidamente por una expresión de urgencia.

—¡Mi bastón!—jadeó buscando a ambos lados—. ¿Dónde está mi bastón?

Cargando editor
12/11/2015, 17:24
Gabrielle

—¿Qué es eso tan gordo que descubriste, Ayla? ¿Quién lo estaba planeando? ¿Y por qué no se lo dijiste a simplemente a Irving? —incidió Gabrielle, tras comprobar que no le había dicho nada que no sospechara ya, y dejando que fuera Trasus quien respondiera a lo del bastón.

¿Tendría que ver todo aquello con los de Fritz?

Cargando editor
12/11/2015, 17:59
Cedric

Al principio, Ayla había reaccionado de la peor forma posible. En presencia de una audiencia como aquella, el silencio era admisión de culpa. Ayla veía enemigos en todas partes. Esperaba hostilidad de todos hasta el punto de que no se esforzaba lo más mínimo en evitarla. La provocaba, incluso. Cedric era quizá el único sin darse cuenta de que en eso la chica se le parecía. Desde luego, Bethel lo había notado. 

Afortunadamente, algunas respuestas llegaron, y Cedric pareció visiblemente aliviado. Era lo que había sospechado: el demonio causaba las explosiones y Ayla tenía que ver con ellas solo porque el demonio la perseguía.

—El bastón está a salvo— dijo simplemente Cedric, preguntándose si las manos del individuo harapiento merecían tal afirmación. Suponía que sería difícil centrar la atención de la pelirroja antes de calmarla con respecto al bastón. No es que una respuesta así de vaga fuera a satisfacerla, pero tendría que valer.

Descubrí a alguien planeando algo muy gordo.

Bethel había dicho que Ayla portaba una carga demasiado pesada para ella sola. Cedric sabía bien que la muchacha no había terminado de dar explicaciones. Ni de lejos. Por el momento, sin embargo, las preguntas de Gabriele parecían las más importantes.

—Cuéntanoslo. Podemos ayudar.

Al menos él lo haría. Al fin estaba claro lo que Bethel le había pedido.

Cargando editor
14/11/2015, 16:54
Trasus

Trasus era un firme creyente en la responsabilidad personal. Había dejado muy atrás esos tiempos en los que echaba tupidas cortinas entre lo que pensaba hacer y las consecuencias que pudiera tener. Estaba convencido de que era preferible no hacer a lamentar haberlo hecho. Quien dijo que era lo que se había dejado por hacer lo que más arrepentimiento causaba al echar la vista atrás, nunca se había despertado colgando del pináculo de la catedral de Val Royeaux por los pantalones. Aún seguiría allí, si no hubiera sido por ese amable jorobado acróbata.

—Que sea la verdad no te exime de culpa —sentenció—. Eres consciente de que te persigue un demonio que mata y destruye sin escrúpulos, y no te detienes a resolver el problema antes de que haga daño a nadie más. Sigues huyendo, compartiendo tu problema con todo el desafortunado que se cruza en tu camino.

La reacción de la muchacha pelirroja disipó cualquier duda que hubiera podido tener sobre la importancia de la pieza que había robado a la expedición. No respondió, pero tampoco se molestó en esconder el bastón que tenía sobre el regazo.

—De cualquier modo, no es por eso por lo que me he unido a la alegre comitiva en lugar de usar letras de crédito para alquilar un carruaje con el que regresar a Val Royeaux, acompañado por un barril de brandy —prosiguió, antes de añadir sus propias preguntas a las formuladas por Gabrielle—. ¿Cómo supiste de la expedición? ¿Y qué sabes de lo que te llevaste? O, en aras de la claridad de exposición, cuéntanos toda la historia, desde el principio, no como si fuera un poema épico, sino como las notas ordenadas de la observación de un fenómeno o suceso.

Cargando editor
14/11/2015, 16:58
Ayla

Ayla hizo un gesto extraño con la cara, como si realmente le pareciera lo más raro del mundo que alguien quisiera oirla o directamente decir que podía ayudarla.

No me acuerdo cómo se llama... Sólo sé que es un Encantador Superior—respondió finalmente, aunque saltaba a la vista que aun no tenía muy claro si realmente no le estábais tomando el pelo—. Fue pura casualidad; después de pasar la Angustia querían asignarme un grupo de estudio con un tutor, pero ni yo quería uno ni había muchos disponibles. Al final me asignaron a uno que acababa de perder a un aprendiz y tenía una plaza, creo que me dijeron que se había esfumado, fugado, ¡o yo qué se! Tampoco es que le suela prestar mucha atención a lo que me dicen los templarios.

»Pero cuando iba a llamar al estudio oí dos voces dentro. Y me... puse a escuchar detrás de la puerta. Una de ellas hablaba de forma muy rara y sonaba lúgubre como un demonio del Velo. No pude escuchar mucho y entonces un chico abrió la puerta y se topó conmigo en las narices; le dije que acababa de llegar, que era la nueva alumna y que estaba a punto de llamar. Él se lo creyó y se presentó, pero el otro mago que estaba sentado dentro, no. O al menos por la mirada que me lanzó. No podía ir y soltarle eso a Irving sin más motivo que una impresión mía así que...

Entonces Trasus intervino y la expresión de la apóstata volvió a lo ceñudo.

¿Si pudiera deshacerme de Rhagos tan facilmente no crees que lo habría hecho ya, genio?—respondió como quien se ve obligada a recalcar lo obvio—. ¡No fuí a Nordale por voluntad propia! ¡Quería irme de allí antes de que apareciese! ¿Qué iba a hacer? ¿Cargarme a la Reverenda Madre para que me dejara salir?

Tendió una palma hacia arriba en un explícito gesto.

—Os lo contaré todo desde el principio si es lo que queréis—suspiró. E insistió como si le hubiesen quitado un brazo o algo así y lo quisiera de vuelta:—. Pero de... devuélveme mi bastón.

Cargando editor
14/11/2015, 19:41
Alexei

No—dijo el rubio inflexible—. Ahora mismo no necesitas el bastón para nada. Hay muchas huecos en tu historia todavía ¿Por qué fuiste a Refugio? ¿Qué asuntos te llevaron a casa de los Copper? ¿Simplemente estas huyendo o en tu "huida" hay una ruta prefijada?

Cargando editor
14/11/2015, 20:48
Ayla

¿Tú que sabrás lo que necesito?—gruñó la maga—. De hecho lo correcto sería decir que sois vosotros los que necesitais que lo tenga.

Se encogió de hombros cruzando los brazos como si se fuera a poner a esperar a algo.

—Pero si prefieres que espere a que saltemos todos por los aires sólo porque necesitas demostrar tu hombría, me parece genial.

Cargando editor
16/11/2015, 23:35
Trasus

El demonio de la cólera tenía nombre, y Ayla lo conocía. Era asombroso que la criatura fuera capaz de algo más que gritar necedades simplonas. Puede que la actitud de la muchacha fuera lo que explicaba su capacidad de conversar con el demonio. Ambos se comunicaban por medio de reproches inconexos.

—Alain tampoco podía librarse de la sífilis, y eso no le concedía derecho a extenderla… —replicó, estremeciéndose al recordar el cadáver estratégicamente quemado que habían encontrado en un callejón.

La maga seguía empeñada en recuperar el bastón. Por sus palabras, bien podía haberse tragado un paquete de gaatlock y la supuesta magia del bastón era lo único que impedía que se inflamara.

—¿Cómo impide el bastón que “saltemos todos por los aires”? ¿Tiene algo que ver con la reliquia que sustrajiste?

Cargando editor
17/11/2015, 12:29
Ayla

Ayla puso los ojos en blanco como si no le interesara dar explicaciones para niños sobre algo que consideraba tan simple como la diferencia entre blanco y negro. O igual es que ni sabía ni le importaba quien era el tal Alain.

No obstante, la pregunta no la ignoró.

—¿No tienes la menor idea de lo que tienes en las manos, ¿verdad?—dijo riendo sin ganas—. Sí, tiene que ver con la reliquia. O con el "mecanismo de defensa" que posee si prefieres llamarlo así; una vez roto el sello y sacada de donde fue escondida, esa reliquia consume mana, es decir, necesita una fuente de energía mágica cercana de la que drenar. Es un proceso lento pero es vital que la tenga.

»Esa fuente es insustituible y en este caso soy yo porque soy la que lo cogió. Si pasa demasiado tiempo alejado de la fuente y consume el mana que tenga almacenado, explota. Y por "explota" quiero decir que puede hasta hacer un agujero bien gordo en el Velo.

Volvió a insistir con la mano tendida.

—No tengo problema en terminar de contaros el asunto del Círculo, por qué sé esto o qué es ese cacharro. Pero me gustaría hacerlo sin la presión añadida de poder convertirme en polvo en cualquier momento—añadió—. Hacedor, ¡sois siete y un perro! Yo soy sólo una y estoy para el arrastre. Creo que es evidente que estoy en inferioridad numérica.

Cargando editor
17/11/2015, 13:25
Gabrielle
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
17/11/2015, 14:05
Narrador

Has escuchado hablar de conjuros que pueden hacer ese tipo de cosas, como el de grabar unas runas sobre un objeto o lugar que si son leídas por alguien no autorizado, explotan. No es extraño que haya otros métodos aparte de la lectura de runas para provocar una explosión pero desde luego uno tan complejo como el que Ayla describe sólo puede haber sido creado por un mago muy poderoso.

Lo único que te llama más la atención que eso es la magnitud de la explosión; los métodos que tú conoces servirían para dañar a un ladrón o a alguien no bienvenido, como mucho pueden volar una habitación. Pero en el Círculo desde luego no enseñan conjuros de abjuración tan potentes como para romper el Velo.

Detectar Magia: Encuentras un aura muy potente de abjuración que te sobrecoge hasta el punto de pensar que es bastante posible lo del agujero.

Cargando editor
18/11/2015, 22:18
Cedric

Cedric miró a Trasus ante la petición de Ayla. Tal vez se encogiera de hombros físicamente o no, pero su mirada hacía pensar en hombros a la altura de las orejas y un resoplido de indiferencia como extra. Resultaba difícil saber qué creer y que no, aunque darle el bastón no tenía por qué ser un problema. Como la chica había dicho, ellos eran siete. Siete si se contaba al artista pordiosero, y Cedric no veía por qué alguien haría tal cosa, pero el caso es que eran capaces de manejarla.

Y, fantástica como era su historia, la chica sabía algo sobre volar por los aires. Era inocente de las muertes (o al menos lo era a los ojos de Cedric) pero los problemas de confianza de la chica prometían dar varios dolores de cabeza. Por si sirviera de algo para que le dieran el maldito bastón, Cedric habló.

—Lo de Nordale es verdad. Estaba en la capilla solo porque no tenía fuerzas para moverse, y aun así solo pensaba en marcharse.

Y si nos hubiera contado lo que cuenta ahora tal vez la hubiéramos dejado, moribunda o no. Pero Cedric no lograba autoconvencerse: aunque la historia no hubiera sido demasiado absurda para creérsela, Bethel hubiera intentado ayudarla hasta el final. Si alguien tenía la culpa, ese era Cedric. Él la llevo a la capilla cuando cayó inconsciente apenas salida de la Espesura.

Cargando editor
19/11/2015, 00:32
Trasus

Trasus no mostró el menor indicio de preocupación ante la advertencia de Ayla. Fallecer en el interior de una conflagración arcana no parecía un destino tan terrible. No era el que él hubiera elegido, de tener la capacidad de decidir sobre su encuentro con la muerte, pero no era así. Al contrario, la posibilidad de que todo aquello fuera cierto le otorgaba cierto empoderamiento a la acción de sujetar el bastón entre sus manos.

También podía lanzar lejos el bastón, olvidarse de todo aquello y regresar a Val Royeaux. No eran su competencia, ni de particular interés para él, los asuntos del Velo.

—Un método un tanto extremo, en mi opinión —replicó, dándole vueltas entre los dedos—. Suponiendo que digas la verdad, debería existir alguna forma de sellarla de nuevo, a menos que... A propósito, ¿qué es exactamente la cabeza de bastón y cuál es su función?

Aparte de explosionar y desgarrar el Velo, aparentemente.

Cargando editor
19/11/2015, 12:33
Gabrielle

—Trasus, dale la cabeza del bastón, por favor —le pidió Gabrielle.

La maga bisoña que de bisoña empezaba a tener poco había estado pensando sobre las palabras de Ayla. Y para confirmar sus sospechas, había lanzado un conjuro de detectar magia sobre el objeto que Trasus tenía entre las manos. 

Miró a Ayla.

—Funciona como un conjuro de runas explosivas, ¿no? Sólo que se alimenta de la magia del...

Se detuvo. ¿Del incauto? ¿Del ladrón? Ayla era ambas cosas, pero no creía que le gustara que se lo dijeran a la cara.

—... portador. Y si se separa de él explota. He comprobado que el aura de abjuración es formidable, pero no alcanzo a comprender por qué querría nadie crear una explosión que rasgara el Velo. Quizá puedas arrojar algo de luz sobre ello indicándonos qué sabes del bastón y para qué lo querías.

Alzó ambas cejas.

—Y por cierto, conozco al aprendiz del Círculo del que hablaste. Se llama Fritz. Quedó atrapado en el Velo, pero según me informaron, ha sido capaz de escapar y según las últimas noticias que tengo viene con Wynne a nuestro encuentro. Creo que el asunto tiene algo que ver con ese demonio del que hablas. ¿Qué más puedes decirme sobre ello?

Cargando editor
19/11/2015, 17:25
Ayla

—Al fin alguien que usa la cabeza para algo más que para llevar el pelo... —refunfuñó Ayla después de que Gabrielle instara a Trasus a que le devolviera el bastón.

En cuanto lo cogió, visteis que éste emitía un fulgor azul muy tenue justo donde lo había tocado que apenas duró un segundo y la hizo sufrir un pequeño escalofrío.