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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

5. Un Camino Peligroso

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13/12/2011, 01:59
Nolan

¡NO!—interrumpió Nolan cogiendo los dos hombros del herrero e inclinándose sobre él—. ¡No me jodas, viejo! No salimos del puto infierno de Ostagar vivos como para que ahora nos quedemos en el camino por un puñado de gruñidos de mierda! ¡Has podido con mucho más!

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13/12/2011, 02:06
Vartan

¡Nolan!—apremió Vartan cambiando la presa que tenía en tu bota por una en el brazo de su hombre de armas. Y aquello le costó unas cuantas toses más entre agónicas bocanadas de aire—. Ella es mi mayor te... tesoro. Es... todo lo que... me queda y tú eres el ún... nico a quien se la confiaría. P... Prométeme que cuidarás de Balaena...

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13/12/2011, 02:14
Nolan

¡Podrás hacerlo tú mismo!—respondió Nolan con un deje de desesperación en la voz que casi se la hacía temblar y que daba a entender que no sentía ni la mitad de seguridad de lo que manifestaban sus palabras—. ¡Saldrás de esta, joder!

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13/12/2011, 02:18
Vartan

¡Prométemelo!

Vartan apretó aún más fuerte el brazo de Nolan y ésa vez el orlesiano no respondió. Sólo tragó saliva. Impotente. Incapaz de hacer nada, ni si quiera de tratar de seguir intentando convencerse a sí mismo de lo que en el fondo sabía que era inminente. Finalmente, tras varios segundos de indecisión, apretó mucho la mandíbula y asintió de forma rápida.

Sólo entonces el herrero pareció relajarse. Sus ojos cada vez más vidriosos se posaron en ti, y asintió como recobrando el hilo de lo que habías dicho antes.

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13/12/2011, 13:09
Balaena

¡NO! ¡No puedes!—gimió Balaena, incapaz de contener por más tiempo los sollozos y abrazándose al cuerpo de su padre—. ¡La Ruina se llevó a madre, no puedes dejarme sola tú también! ¡Y menos así!

Nolan miraba la escena sin saber qué hacer. O qué decir.

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13/12/2011, 21:02
Sion

Aquel viejo herrero tenía dignidad incluso en sus últimos momentos. Había gente que venía trayendo alegría y se marchaba con la cabeza bien alta. Era lamentable que una vida así se perdiera por un acto tan cobarde. Sion se limitó a permanecer callado hasta que el silencio le otorgo el permiso. Iba a matar a un buen hombre para ahorrarle sufrimientos, pero lo iba a matar, otro amargo recuerdo que lo perseguiría de por vida.

Las viejas del pueblo decían que el hombre era el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, condenado a repetir una y otra vez los mismos errores. No podía estar más de acuerdo con ese refranero popular. Solo podía odiarse a si mismo por aferrarse a la vida de esa manera, el pícaro era un don nadie, su familia seguramente lo daría por muerto en Ostagar, no tenía mujer ni hijos, su muerte no hubiera traído el mismo dolor que acarreaba esta.

Giró su arma con un lento movimiento de muñeca, dejando la punta hacia abajo. Sabía como hacerlo, una estocada rápida y profunda en la parte izquierda del pecho, directa al corazón. Apagaba en el acto cualquier sufrimiento y lo veía una muerte menos dramática que un degüello. Pero no era una escena agradable y nadie, salvo el piadoso asesino debería portar un recuerdo así.

- No deberíais ver esto, creo que no es merecedor de ser el último recuerdo por mucho dolor que vaya a aliviar. -

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14/12/2011, 11:36
Balaena

¡Nadie va a sacrificar a mi padre como si fuera un perro con rabia!—espetó Balaena que se estrechaba contra el cuerpo de Vartan en ademán protector—. ¡Y menos un desconocido!

Balaena: Rivalidad (+10)

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14/12/2011, 14:35
Nolan

Nolan finalmente levantó la vista y miró a la muchacha aunque habló con suavidad.

Un desconocido que ha arriesgado el pellejo a mi lado.

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14/12/2011, 14:36
Balaena

¡Pero un desconocido!—sollozó la muchacha, desbordada por la desesperación—. ¿Cómo puedes precisamente hablar así?

Nolan desvió la vista avergonzado por algo implícito en aquella frase y no dijo nada.

Entonces Balaena se mordió el labio y se acurrucó más contra su padre. Por el gesto mortificado de su cara, era como si una parte de ella necesitara descargar su impotencia contra alguien pero otra sintiera remordimientos porque en el fondo sabía que nadie tenía la culpa de que hubiese ocurrido aquello.

Tal vez el dolor del momento, la frialdad con la que actuabas, el miedo atroz que todavía sentía tras el ataque o simplemente todo a la vez la hacían cerrarse en banda.

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14/12/2011, 17:39
Sion

Otra huérfana de la Ruina. No había nada sagrado para ella, había sembrado la miseria por Ferelden asegurándose de remover bien la herida para que las cicatrices nunca se olvidaran. Esa pobre muchacha no era más que otra víctima inocente.

- Tu padre está ahora en manos del Hacedor, se va tras luchar como un hombre y asegurarse de que otro hombre bueno cuidará de su hija. No pretendó sacrificar a nadie, solo ahorrarle una agonía innecesaria que el ya me ha concedido el permiso para evitarle ese mal lance.

No se merece marchar, no te mereces perderlo, pero ya no podemos hacer nada por eso. El último acto de misericordia que podemos tener con él es ahorrarle sufrimiento. Mejor que un desconocido cargue con esa culpa a que Nolan y tú os manchéis las manos.

Pero eres su hija y puedes decidir. Sea cual sea la elección la respetaré. -

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15/12/2011, 01:51
Balaena

Balaena cogió aire y se te quedó mirando con el músculo de la mandíbula tenso, obligándose a contener los sollozos. No te miraba con odio pero "desolación absoluta" era un término que se quedaba corto para expresar lo que reflejaban aquellos ojos arrasados por las lágrimas.

Te sostuvo la mirada durante unos largos segundos pero finalmente dos lágrimones le rodaron por las mejillas y terminó hundiendo los hombros y bajando la cabeza, sabía que tenías razón y no podía seguir ignorándolo. Tu actitud ahora había tenido mejor resultado pero aquello por desgracia no le quitaba crudeza a la situación.

......

Besó otra vez la mano de Vartan que tenía entre las suyas cerrando con fuerza los ojos. El herrero aprovechó para acariciarle débilmente la barbilla con las escasas fuerzas que le quedaban. Cosa que hizo que la muchacha abriese los ojos de nuevo y lo mirase.

Nolan: Amistad (+5)

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15/12/2011, 02:06
Nolan

Yo lo haréinterrumpió Nolan inesperadamente acercándose un poco y posando una mano sobre tu hombro.

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15/12/2011, 11:07
Vartan

Vartan trató de hablar de nuevo.

Nolan... no tienes que c...

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15/12/2011, 11:10
Nolan

No, tiene razón—insistió el orlesiano refiriéndose a las palabras de Balaena—. Él no tiene por qué cargar con esto. Tú y yo llevamos salvando el pellejo juntos desde mucho antes de que comenzara esta mierda de Ruina, todos los malos tragos que pueda pasar por ti son pocos. Te debo demasiado, viejo, lo sabes. Ya que no he podido protegerte al menos déjame hacer esto.

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15/12/2011, 18:58
Narrador

Vartan trató de sonreírle a su amigo como si estuviera conforme, luego sólo tuvo ojos para su hija que, pese a que ahora se había apartado de encima, continuaba junto a él estrechándole la mano, sacudida por los temblores sin dejar de emitir gemidos ahogados.

Nolan sacó su propia daga del cinto y te asintió como pidiéndote sitio, luego ocupó su lugar junto al herrero y miró a Balaena.

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15/12/2011, 18:59
Nolan

—Si tienes que odiar a alguien por esto, ódiame a mí, no a Sion, ni a ti misma.

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15/12/2011, 19:00
Balaena

La muchacha levantó la vista con toda la dignidad que pudo, pues tenía el rostro encharcado por las lágrimas.

Mi odio siempre ha sido y será para los engendros tenebrosos—respondió con un susurro de voz que sonó gélido, roto, desolado.

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15/12/2011, 21:22
Nolan

Nolan habría sonreído si hubiera podido, pero el rostro del orlesiano en aquel momento no expresaba nada, sólo mantenía el gesto tenso de quien está acostumbrado a aguantar el tipo estoicamente sea cual sea la situación.

Un "gracias por todo" fue lo único que vocalizó sin emitir sonido alguno antes de terminar con la miseria de Vartan de una forma rápida, indolora y limpia con la hoja de la daga en su corazón. La infección de la Ruina no haría presa en él. Sin duda había sido lo mejor dentro de la tragedia.

Balaena finalmente se dobló sobre si misma y rompió a llorar amargamente cubriéndose el rostro con las manos, arrodillada junto al cuerpo sin vida de su padre. Nolan no se atrevió a intentar consolarla pero tras unos interminables segundos de silencio sin saber qué hacer, se levantó y con un rugido de cólera le arreó una patada tan tremebunda al cráneo del Chillido que habías matado que el crujido del hueso al partirse sonó como un trueno en medio del silencio.

De hecho, la criatura salió rodando a varios metros.

Aun de pie en el sitio, el hombre de armas de Vartan se llevó las manos al rostro y peinó hacia atrás el corto cabello rubio, apretando fuertemente las palmas contra la cabeza.

En cuanto arrastremos el soporte, ¿puedes poner tú la rueda, Sion?—masculló finalmente—. Necesito las dos manos para cavar...

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17/12/2011, 00:38
Narrador

Los siguientes minutos sucedieron en el más absoluto y mortal silencio. Nolan logró convencer a Balaena para que se metiese dentro del carromato y descansara un poco aunque sospechabas que lo que terminó declinando la balanza era más el dolor que los argumentos del orlesiano porque la muchacha cojeaba al caminar y se aferraba el costado. Aparte de aquello, estaba inconsolable. Terminó llorando hasta la extenuación, acurrucada en una manta de viaje y sumida en un agotado e inquieto sueño.

Nolan por su parte se adentró un poco más en la llanura, hacía pendiente y estaban bastante cerca de la orilla del lago Calenhad. Buscó sin descanso hasta hallar un árbol y allí comenzó a cavar una fosa con sus propias manos, a veces se ayudaba de la espada para desincrustar piedras pues no tenía ni si quiera una pala pero, terco como una mula, no cesó en su empeño hasta que le hubo dado a Vartan un lugar en el que reposar.

Al viejo le gustaba venir a pescar en el lago cuando tenía tiempo—había dicho—. Siempre andaba diciendo que lo primero que haría cuando la Ruína terminase sería pescar una trucha del tamaño del un Archidemonio para celebrarlo.

Ambos habíais colocado el soporte de la balista para sostener la carreta y no tuviste problema en poner la rueda tras sacar la barra de hierro del suelo, la cual descubriste que, en efecto, no era otra cosa que una de las lanzas de aquellos engendros.

Os habían tendido una emboscada.

La tarea os llevó sus buenos tres cuartos de hora y el cielo había comenzado a oscurecerse, tanto por unos ominosos nubarrones como por el avance del sol. Finalmente, reunidos ambos junto al carromato y con los caballos más tranquilos, Nolan se peinaba el cabello una y otra vez hacia atrás, andando en inquietos círculos.

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17/12/2011, 21:56
Nolan

Vamos a tener que hacer una parada—dijo—. Es demasiado tarde como para llegar a Lothering antes de que termine el día y es de locos deambular por los caminos de noche.

Soltó un hondo suspiro y finalmente se detuvo llevándose ambas manos al rostro y dejándolas caer.

Deberíamos parar en la posada que hay en la orilla junto a la Torre del Círculo. Es lo que nos queda más cerca —añadió—. A-Además, quiero intentar ver si consigo que algún mago le eche un vistazo a Balaena. No sé si tiene algo roto o si sólo es un golpe o... ¡Joder, no soy médico!

Resopló con frustración y miró al cielo, a ti te recordaba a un padre primerizo que estuviera desbordado por la impaciencia y los nervios a la puerta de la habitación donde su mujer estuviera dando a luz. El caso era que lo que sentía el orlesiano distaba mucho de aquello, acababa de hacer una promesa y al parecer pensaba que ésta ya estaba peligrando.

Lo siento, Sion—dijo finalmente, pues aquello evidentemente retrasaría tu viaje—. Siento que te hayas visto envuelto en toda esta mierda. No sé... No sé qué hacer ahora, joder...