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Dragonlance - Reconquistando Silvanesti

Capítulo II

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29/10/2019, 23:54
Lithiniel

La druida completó satisfecha las compras y se dispuso a buscar un lugar donde descansar, había sido un día muy largo y sin duda merecía un catre más blando que el duro suelo para variar. No obstante, la voz de Gwyn quebró dichas ensoñaciones, dejándole claro a Lithiniel una vez más que el rechoncho elfo era incapaz de estar callado y sin cabrear a nadie, por lo que le dijo a Tareth en tono abatido:

-Es Gwindrahir, te habla desde el otro anillo, el que tenía él, para eso funciona, si quieres responderle no es necesario que hables, puedes hacerlo sólo pensando el mensaje, o al menos eso tenía entendido, así que no le des mucha importancia, si te lo quitas creo que parará... -concluyó esperando que aquella posibilidad tranquilizase al tuerto pues aguantar al explorador debía ser peor que muchas torturas.

Tras ello continuaron esperando que no hubiese muchas más interrupciones...

Notas de juego

Por cierto, ahora que lo pienso, en el juicio únicamente nos juzgan a Gwyn y a mi, ¿no? XD, somos los únicos que quedamos del fénix azul y por ende los únicos que desobedecimos las órdenes, a Ashe y a Zeveruth no los pueden juzgar, por nada ¿cierto?

Por cierto, ¿puedo comprar ingredientes para pociones en las que pueda meter hechizos de curar heridas leves? así aprovecho este día de trabajo y voy creando cosas útiles. Si no son muy caros cogería varios ingredientes para hacer pociones similares en los días siguientes.

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30/10/2019, 11:16
Tareth el Tuerto

Eso está bien, si. - Dijo entonces el tuerto. - Muy útil. ¿Él me oye? - Le preguntó a Lithiniel y sin esperar respuesta le habló al anillo. - ¿Bien tu celda? ¿Es cómoda? - Hizo una pausa y se rascó la barbilla. - ¿Te dan comida? Yo todavía no he comido. Eso está mal, si... muy mal. 

A Tareth le resultaba extraño que hubieran encerrado al gordito y que conservara su equipo. Tareth estuvo arrestado en el pasado. Más de una vez. Lo recordaba bien. Y con recordar bien, se refería a que había estado bien. Cama y comida caliente. No le dejaron conservar sus cosas, pero cuando le liberaron se las devolvieron. No fue un mal trance, aunque tenía que pedir permiso para ir al baño. Eso estaba mal.

- Una vez me lo hice encima. - Le contó al anillo. - Llamé y llamé y llamé. No me abrieron, no. No me contestaron, no. Llamé muchas veces, si. Pero nada... y Al final me lo hice encima. Era incómodo, mucho si... Sobre todo cuando se enfrío. Al principio estaba calentito, si. Casi agradable, si. Pero luego... - Suspiró. - Era invierno. Hacía frío, mucho frío. Y se enfrío y tenía frío. ¿Sabes?

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30/10/2019, 19:39
Director

Te dispones a echar tu siesta cuando te llega la voz del tuerto al otro lado del anillo:

Muy rico, si. Muy rico. ¿Quieres? No... Los anillos no comen. ¿Si? Estofado, si. Tiene patata. Tiene zanahoria. Tiene carne. ¿De conejo? No lo sé, no. Pero esta rica. Tiene piñones. Me gustan los piñones, si. Muy nutritivos, si. Salen de las piñas ¿Sabes? Por eso se llaman piñones... Creo. Son sabrosos, son buenos, si. Muy buenos para cocinar con carne o pescado. Dan sabor, si. ¿Son crujientes? No lo son, no. Son blanditos, si. Muy buenos, si. ¿Tienes nombre? Yo te buscaré uno. Anillito, Nillo, Nillito. No... Muy evidente, si. ¿Tiene un nombre? Les preguntó. Debería tenerlo, si...

Luego escuchas la voz de Lithiniel:

-Es Gwindrahir, te habla desde el otro anillo, el que tenía él, para eso funciona, si quieres responderle no es necesario que hables, puedes hacerlo sólo pensando el mensaje, o al menos eso tenía entendido, así que no le des mucha importancia, si te lo quitas creo que parará...

El tuerto de nuevo:

Eso está bien, si. Muy útil. ¿Él me oye? ¿Bien tu celda? ¿Es cómoda? ¿Te dan comida? Yo todavía no he comido. Eso está mal, si... muy mal. 

Una vez me lo hice encima.  Llamé y llamé y llamé. No me abrieron, no. No me contestaron, no. Llamé muchas veces, si. Pero nada... y Al final me lo hice encima. Era incómodo, mucho si... Sobre todo cuando se enfrío. Al principio estaba calentito, si. Casi agradable, si. Pero luego... Era invierno. Hacía frío, mucho frío. Y se enfrío y tenía frío. ¿Sabes?

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30/10/2019, 20:13
Zeverúth

Parecía que Matheri lo había escuchado y lo que le exaltaba había sido quitado de en medio... momentáneamente. La maldita voz de Gwyn se oía de nuevo por ese anillo comunicador, muy a pesar del monje. Soltó un resoplido, intentando fingir que no escuchaba nada de lo que esa maldita joya decía. Ni siquiera unos barrotes eran capaces de contener a ese maldito elfo, aunque había que admitir que su tenacidad para molestar era algo digno de admirar. 

Se sentía contento por las palabras que el tribunal había tenido con él, en especial las de la capitana del campamento E'li, que le habían hecho esbozar una sonrisa y sentirse honrado por poseer tal rareza, un arma que significaba mucho para él, y lo que era mejor, el reconocimiento por ello.

Habían dado una vuelta bastante agradable por allí, comprando y vendiendo cosas, y a decir verdad había algunas cosas que Zeveruth deseaba comprar, ya que había visto y consideraba que eran necesarias: cuerda de seda, una muda de viajero, raciones, piedra de afilar, un garfio de escalada, pedernal y acero y aceite... No sabía cual sería su siguiente destino, ni a qué grupo sería destinado, pero si se parecían a estos compañeros más le valía tener lo necesario para valerse por sí mismo sin depender de nadie o perecería en el intento. 

En la posada se sentó al lado de Ashe, sin hacerle caso a Lithiniel, e intentando ignorar el monólogo de Tareth de como se orinó encima. Pidió algo para comer, conversando con la semielfa sobre las curiosidades que habían visto. Una conversación banal, y aunque intentaba no dirigirse a Lithiniel, tampoco la excluía de la conversación si ella quería opinar sobre algo. Quería dejarle claro que él no era una persona rencorosa y elitista, todo lo contrario a lo que ella desprendía.

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30/10/2019, 21:19
Director

Mientras conversáis con el anillo, Zeverúth ultima sus compras y ponéis rumbo a la posada más cercana. A Lithiniel todavía le ha sobrado una cantidad respetable de acero después de vender la piedra preciosa irda y el resto no habéis decidido todavía qué hacer con el dinero que tenéis. Una buena comida y un alojamiento acogedor parecen buenas formas de comenzar a gastarlo.

Descubrís un local particularmente concurrido llamado El Descanso de la Espada y decidís entrar en él con la esperanza de que el motivo de su bullicio sea la calidad del servicio.

Un grupo de músicos tocan en un lado mientras las camareras van de acá para allá con bandejas rebosantes de jarras de cerveza espumosa y platos de aspecto suculento.

Parece que habéis llegado al lugar idóneo pero desgraciadamente no tenéis donde sentaros. Os estáis planteando volver por donde habéis venido cuando alguien os llama con grandes voces invitándoos a compartir su mesa.

Tardáis un momento en reconocerlo como uno de los jueces de la Protectoría ante los que habéis comparecido hace un rato. Está acompañado de un grupo de baja graduación y a todos ellos los despacha sin miramientos para que os dejen sus sitios a vosotros.

—¡Qué afortunada coincidencia encontraros precisamente aquí! —os saluda, haciendo gestos con sus manos enguantadas para que os acerquéis—. Venid, sentaos, por favor. Menuda historia la vuestra, no os imagináis qué caras hemos puesto todos cuando hemos leído vuestro informe sobre esa fortaleza extraplanaria llena de magia, no-muertos, goblins y draconianos. Confieso que no es una historia fácil de creer y que el lugar haya sido oportunamente destruido no ayuda precisamente a que podamos corroborar la veracidad de vuestras afirmaciones pero desde luego es el relato más original que he escuchado jamás.

Notas de juego

Compras de Zeverúth actualizadas.

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31/10/2019, 19:36
Tareth el Tuerto

La posada tenía buena pinta y el estómago de Tareth rugía con fuerza. Ya había perdido la esperanza de poder sentarse, que no de comer caliente, pues aunque tuviera que hacerlo en la barra o de pie, iba a pedir algo de comer, cuando uno de los magistrados que juzgó al grupo de elfos al que le habían enviado a buscar, les invitó a sentarse a su lado. Tareth estaba satisfecho con aquella invitación, comer sentado era algo que valoraba bastante.

Lo que no acababa de entender era la actitud de ese tipo. Habían sido muy severos con sus nuevos amigos y ahora parecía hasta emocionado por poder compartir la mesa con ellos. Al parecer le había gustado la historia que habían contado, de la cual Tareth sabía más bien poco, pues no había preguntado. Quizás ese fuera uno de sus mayores fallos. No sentía demasiada curiosidad por nada y menos por historias de otros. Eso no le convertía precisamente en un buen agente kiriath, sino en todo lo contrario, aunque también era cierto que el tuerto tenía otras cualidades. 

¿Se come bien aquí? -  Le preguntó al juez. - Tengo hambre, si. - Nada más decir aquello se percató de lo inapropiado de interrumpir con aquella pregunta en un momento como aquel y guardó silencio. Aunque sólo lo hizo un instante antes de volver a abrir su bocaza. - Si todo lo que dicen haber hecho, lo han hecho llevándose tan mal como se llevan, si se llevasen bien serían... - Sonrió pero no acabó la frase. - ¡Podrían espantar a la pesadilla ellos solos, si, ellos solos! - Y soltó una innecesaria carcajada.

Notas de juego

Puedo vender mi rubí por 1.000 po?

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31/10/2019, 20:43
Gwyndrahir
Sólo para el director

- Así que te has cagado encima cuando estuviste encerrado, que cosa mas asquerosa, eres un perrito sucio, muy sucio. No se cómo vas a comer con las mismas manos con las que te rascaste las nalgas, me has quitado el apetito -

Gwyn contestó el mensaje, estaba aburrido, el tuerto malvado había logrado darle hambre hablando de comida, esperaba al menos poder quitarle el apetito a ese desgraciado. El anillo no estaba siendo de mucha utilidad, primero lo usaba la druida, que le gritaba todo el tiempo, y ahora lo usaba el perro de Lareth, que hablaba incoherencias, y si bien se entretenía más con él, también se volvía molesto estar escuchándolo diciendo incoherencias, así que se sacó el anillo y lo guardó en el bolsillo oculto dónde guardaba el símbolo de su deidad. Ese dios le había pedido infiltrarse entre los kirath, y lo estaba haciendo, aunque las cosas no estaban saliendo del todo bien.

Morgion, ya estoy en el campamento como me indicaste. La buena noticia es que la pesadilla se extiende, la mala, que los kirath han enloquecido. Puedes ayudarme a darle su merecido al mal llevado del comandante? A cambio puedo corromper lo que tu quieras.

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01/11/2019, 16:06
Zeverúth

El monje se sentó de buen grado en la mesa, mientras miraba con el semblante serio a la par que escuchaba las dudas del juez. 

- Yo no volvería allí ni loco, pero por desgracia no nos lo hemos inventado, de allí fue de donde sacamos nuestras armas - dijo señalando el arco de Ashe, su propio soris, o la capa de Lithiniel. Había miles de historias que le podrían contar, pero no sabía por cual empezar. ¿Cuando encontraron a Ecthelion hecho sopa? ¿cuando fueron matando uno a uno a todos los nigromantes? ¿la historia de las niñas no-muertas tal vez? no sabía si aquellos relatos serían correctos para la hora de la comida, pero tenían tantos pequeños y morbosos detalles que estaba seguro de que este elfo deseaba escucharlos, al igual que querría oírlos él si no los hubiera vivido. Todo conocimiento es necesario para aprender, sobre todo de los errores de los demás, y aquella odisea había sido una secuencia de errores de la que debían estar orgullosos de haber salido con vida. Se preparó una historia para amenizar la mesa.

Por poco no salimos con vida de muchos encuentros que tuvimos... había uno en especial, fue contra un nigromante que se hacía llamar Elen-dal... cuerpo y cara podridos, intentaba negociar con nosotros mientras se llevaba a uno de nuestros compañeros preso, a Kento - especificó, mientras retomaba el relato - pues estaba llevándoselo levitando, porque era capaz de hacer levitar a los cuerpos, y yo en cuanto escuché los gritos de mi compañero, viendo que el nigromante no cesaba, me lancé al ataque para salvarlo, y... - miró a Lithiniel  - sigue tú, Lithiniel, quizás te acuerdes mejor de lo que ocurrió después - dijo mordazmente

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01/11/2019, 18:47
Director

Una voz susurrante te contesta desde las sombras que la lámpara no es capaz de iluminar.

La Pesadilla no se extiende, mi pequeño siervo, obstaculizada por las acciones de tus irritantes compañeros. Al contrario, se retrae hacia el corazón de Silvanesti, donde todavía permanece poderosa al amparo de las oscuras fuerzas que habitan esa región.

»Hay allí un artefacto, un objeto que algún día te mandaré recuperar para que se lo entregues a alguien. A cambio, tendrás tu oportunidad de hacer caer a ese comandante de los kirath que tan injustamente te ha tratado. A tu grupo se le encomendará una misión muy pronto, si consigues que se cumpla a toda costa, Lareth Thlörendil será destituido con oprobio y otro ocupará su lugar.

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01/11/2019, 22:46
Director

—Se come bien —le confirma el oficial a Tareth con una actitud un tanto condescendiente—, posiblemente el mejor local donde mejor se come de todo Rocío Matinal, si no, yo no estaría aquí.

»No quiero ofender, amigo —continúa, dirigiendo su atención hacia Zeverúth e interrumpiéndolo antes de que la conversación degenere en una nueva discusión entre vosotros—, pero llevo todo el día escuchando vuestras batallitas y realmente no me interesa lo más mínimo seguir oyéndolas. Seguro que sois unos grandes héroes pero como narradores dejáis muchísimo que desear.

»Perdonadme si os he hecho creer que me alegraba de veros porque así tendría el placer de escucharos. Nada más lejos de la realidad. Me alegro de veros porque eso me da la oportunidad de hablar con vosotros sin levantar sospechas. En un sitio como éste, lleno de distracciones de todo tipo, nadie va a prestar atención a lo que tengo que contaros.

Guarda silencio un momento, mientras la camarera se acerca a tomaros nota y vuelve a hablar cuando la muchacha se aleja.

—Lo primero que tenéis que saber es que el tribunal está bastante dividido respecto de qué hacer con vosotros. Vuestros oficiales directos piensan que deberíais ser expulsados con deshonor en tanto que otros creemos que sois auténticos patriotas con un enorme potencial para salvar Silvanesti. Lo único que está fuera de toda cuestión es la absoluta falta de idoneidad para ser condecorados por vuestros actos. Un grupo como vosotros no puede ser referente de nada, ¿me entendéis, verdad? Entre todos reunís muchos de los peores valores y vicios de nuestra sociedad enferma y no podéis ser el espejo en el que se miren nuestras tropas. ¿Os imagináis qué ejemplo les estaríais dando?

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02/11/2019, 12:52
Tareth el Tuerto

Tareth estaba casi seguro de que aquel tipo iba a proponerles algo. Algo fuera de toda oficialidad y que sin duda podía detonar en una nueva escalada de desobediencia a las órdenes directas y traición. Cualquier otra persona con dos dedos de frente, al percibir aquello se habría alejado de forma disimulada, para no meterse en problemas. Sin embargo, Tareth sonrió.

Si... Muy cierto, si. - Intervino el tuerto. - Puedo corroborar todas esas impresiones suyas oficial... Si. - Se le quedó mirando un momento con su único ojo abierto de par en par. - Los he sufrido, si. Malos compañeros, muy malos si. Juntos funcionan aunque no deberían. Buena baza son, si. Buena baza... - Afirmó mientras meneaba la cabeza de la misma manera. - Propóngales algo y lo harán. A su manera, pero si... Lo harán...

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02/11/2019, 13:35
Lithiniel

Lithiniel se permitió sonreír cuando su superior le cerró la boca en un instante, las intenciones del monje habían quedado más que claras para la elfa, y aunque ella no había hecho nada para empezar otra discusión, sí que había quedado clara qué tipo de persona era Zeveruth, por si aún le quedaba alguna duda...

Tras ello, y después de escuchar la intervención de Tareth, sobre la cual no podía estar más de acuerdo dijo con cierta solemnidad hacia el juez:

-Señor, hablo al menos por mi cuando digo que en ningún momento el motivo de mis acciones fue conseguir reconocimiento o gloria, el saber de hacer lo correcto es suficiente para mi; por lo que en lo que a mi respecta, no me supone ningún problema el que ni si quiera me mencionen en las crónicas, hemos ayudado contra la Pesadilla y eso es lo que importa, es más, Tareth tiene razón, por lo que parece, y según deduzco por el asombro que hemos generado, no tienen a muchos como nosotros, por lo que si no cree que lo acontecido en Tirinataal, envíenos a una misión casi imposible y compruebe según el resultado si lo narrado es cierto o no -dijo en tono neutro, segura de sí misma, como como si aquello no fuera con ella; podía parecer arrogante, pero la arrogancia implica sobrevalorarse y ese no era el caso.

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02/11/2019, 13:19
Gwyndrahir
Sólo para el director

La respuesta llegó rápido, una voz provino de las sombras, una que había conocido hacía poco y con la cual Gwyn había hecho un pacto para salvar Silvanesti. Lo primero que escuchó hizo que su ceño se contrajera de inmediato, Tareth mintió también con eso, la pesadilla no ha avanzado nada! Tarde se dio cuenta de que ese tuerto mal nacido era un descerebrado mentiroso, gracias a él ahora estaba en prisión y había pasado un informe erróneo a esa deidad sombría. Gwyn iba a disculparse, pero Morgion continuó hablando y él sabía su lugar en esa conversación, así que guardó silencio.

Su plegaria había sido escuchada, y la propuesta era interesante, Gwyn sentía que le pedían muy poco a cambio de una gran satisfacción. Ya había visto a la momia retorcerse en agonía hasta desaparecer, ese había sido el momento más feliz con ese grupo y ese éxtasis no le podía ser arrebatado por ningún monje asesino y traicionero. La idea de ver al orgullos Comandante con lágrimas en los ojos mientras suplica que se le de una oportunidad que nunca recibirá, era placentera de sólo pensarla.

- Sí, Maestro, eso haré - 

Gwyn no tenía muy claro cómo dirigirse a una deidad, desconocía los protocolos y las formas, así que se mantuvo recostado en los cojines sin moverse. Su eminecia, su gloriosa presencia... palabras que el rechoncho elfo nunca había pronunciado venían a su mente, y se iban rápido, pues ninguna le sonaba bien. Aún sin respetar las formas quería decirle algo a ese poderoso amigo que lo acompañaba en las buenas y en las malas por igual.

- Gracias por haberme concedido la oportunidad de revivir a Drielae y verla nuevamente, su piel era suave, su cabello dorado, su semblante pacífico, era tan bonita. Pero luego, la vi morir, la vi descomponerse ante mis ojos, deshacerse en instantes hasta ser hueso, y luego polvo. Lo que hubiese llevado un milenio sucedió frente a mí en apenas un momento, y gracias a eso entendí la fuerza de la corrupción, su perseverancia, su contundencia, su inevitabilidad, su paciencia, su paz y su libertad. Antes veía con una mirada muy corta a la corrupción, pensando que debía luchar contra ella, pero mil años de sabiduría pasaron ante mis ojos y me enseñaron que el resultado final es una pacífica libertad, inalcanzable de otro modo. Ahora la abrazo con la misma convicción que usted, Morgion. -

Gwyn se mostraba reflexivo, aquello había sido un profundo aprendizaje y quería compartirlo con su dios. Hasta que algo regresó a su mente.

- Por eso quiero esa mano putrefacta colgando de mi cuello, la maldita Ashe me la robó, puede creerlo? Pero es mía, y la quiero, para que todos vean que llevo la corrupción a la vista con convicción! Todos serán testigos que mi corazón estará siendo acariciado por la mano de una elfa muerta hace ya mucho tiempo, cómo lo haría mi Drielae. Morgion, muestreme el camino para llevar con orgullo el símbolo de su mensaje a esos ignorantes - 

Gwyn comenzaba a obsesionarse con esa mano, con Ashe, con el monje, con Tareth, con el Comandante, con Alhana, con la corrupción, y mientras pensaba en ello la comodidad de los cojines lo invitaba a quedarse dormido.  

 

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02/11/2019, 14:45
Ashe

—¿Expulsados con deshonor? —pregunta la exploradora entre horrorizada e indignada—. Del comandante Thlörendil podría esperármelo, ¿pero de la capitana Takmarin? No me lo puedo creer después de todo lo que hemos sufrido, de todos los valientes que han dado su vida... La destrucción de Tirintaal es lo mejor que le ha podido ocurrir a Silvanesti desde la guerra, hemos frustrado los intereses en la región no de una sino de dos fuerzas enemigas.

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02/11/2019, 14:51
Director

—Esa es una forma de verlo —replica el oficial con calma—. Otros piensan que si vuestro relato sobre la ciudadela extraplanaria irda es verídico, entonces habéis destruido el emplazamiento del que podía ser un asentamiento clave para nosotros desde el que llevar a cabo la reconquista de nuestra patria.

»En cualquier caso, no tiene sentido lamentarse por lo que no puede ser. Los magos tendrán que ocuparse de eso y ver si su recuperación es viable en algún momento. Hasta entonces, tenemos os asuntos más importantes que atender.

»Ahora mismo existe una gran preocupación entre todos los oficiales militares, incluidos los de los kirath, por el modo en que se está llevando a cabo la reconquista. Los burócratas de las otras Casas, que componen el Sinthal-Elish, están envenenando la mente de la reina Alhana Starbreeze afirmando que la situación en Silvanesti no es tan mala como la pintan los militares. Están ignorando los informes de los kirath acusándoos de exagerar la situación y presionando para que dé comienzo la repatriación desde Ergoth. El Alto Mando, encabezado por el General Konnal, teme que si los silvanestis regresan demasiado pronto a su hogar, se perderá un número importante de vidas elfas.

»Yo personalmente os he recomendado ante el general Konnal para llevar a cabo una misión de la máxima discreción e importancia para toda la nación por vuestra probada valía. Solo un número muy reducido conocen la existencia de dicha misión y si finalmente os comprometéis a llevarla a cabo, debéis prometerme que no la comentaréis con nadie más.

»Confiamos en vuestras capacidades, pero hay dudas más que razonables sobre vuestra disposición para trabajar en equipo en pro de Silvanesti. Es por ello que existe un interés especial en que tú sigas con ellos Tareth, hasta ahora parece que lo has hecho bien evitando que se maten los unos a los otros.

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02/11/2019, 16:45
Tareth el Tuerto

- ¿Hice yo eso? - Le preguntó al oficial. - Si... Puede que si... ¡Eso hice, evité que se mataran!

No lo había pensado hasta el momento, de hecho no solía pensar demasiado en nada que no fuera estrictamente necesario u ordenado por un superior, pero el el oficial podía estar en lo cierto. Había tratado de llevar al grupo hasta Rocío Matinal, pero se había separado. Al final todos habían llegado al destino indicado y de haber ido juntos, quizás hubiera llegado la sangre al río. Puede que a eso se refieriera el oficial.

Usted ordene y nosotros cumpliremos. - Dijo entonces el tuerto. - Los métodos de esta gente no serán los más ortodoxos, no... Pero son efectivos, si...

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02/11/2019, 18:32
Director

—Eres atrevido, Gwyndrahir, y conoces las palabras que me complacen y te convierten en un orgullo entre mis campeones —te reconoce la voz susurrante con satisfacción—. Mereces tener cuanto desees y tienes los recursos para hacerte con ello. Encontrarás lo que buscas en una tiendecita llamada Los Rayos de Solinari. Pronto serás libre y podrás conseguir cuanto te propongas. Solo recuerda: pronto tus incautos compañeros vendrán a ti con una nueva tarea, ayúdales a realizarla sin fallos y arrastrarás a ese comandante de los kirath a su perdición.

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02/11/2019, 19:48
Director

—Y eso es precisamente lo que necesitamos, eficacia —confirma el oficial de la Protectoría antes de proceder a revelaros la misión—. Como seguramente os hayáis dado cuenta a estas alturas, llevar a cabo la reconquista de Silvanesti no es una tarea sencilla ni barata. El ejército tiene que comer, vestirse, armarse, disponer del equipo necesario para enfrentarse a la Pesadilla, tener a su disposición remedios medicinales que los salven cuando son heridos o caen gravemente enfermos...

»Para todo ello, es necesario que el Sinthal-Elish acceda a la aprobación de un impuesto especial con el cual financiar los gastos de la guerra y poder preparar y equipar mejor a los combatientes con el fin de minimizar el número de bajas. Y para que este presupuesto se apruebe, es necesario que los nobles sean conscientes de lo peligrosa que resulta la Pesadilla.

»Planean enviar una delegación de observadores supuestamente independientes para evaluar la situación en Silvanesti y tratar de llegar hasta la capital, Silvanost, escoltados por un grupo armado de la Protectoría.

»Los informes de los kirath más veteranos revelan la existencia de fuerzas insuperables establecidas en Silvanost, incluida la presencia de varios dragones verdes adultos. E incluso si la delegación diplomática lograra llegar hasta allí, tememos que ninguno conseguiría salir con vida e informar de lo sucedido.

»El alto mando piensa que la aniquilación de la embajada sin duda impondría el sentido común a los nobles del Sinthal-Elish pero quieren evitar a toda costa que los diplomáticos y sus escoltas mueran. Sin embargo, negarse a permitir la entrada en la Pesadilla a los enviados de las Casas solo serviría para posponer indefinidamente la aprobación de los presupuestos militares.

»Un grupo muy reducido y muy selecto de la Inteligencia de la Protectoría ha definido una delicada misión para conseguir la financiación de la reconquista sin que hayan de perderse las vidas de los delegados y de su escolta armada.

»Es necesario que una compañía de valientes intercepte la expedición de camino a Silvanost y la mantenga retenida por su propia seguridad el tiempo suficiente como para que el Sinthal-Elish se convenza de la necesidad de aprobar la partida de gastos extraordinaria.

»Por el bien y la seguridad de la misión, el alto mando no desea conocer los detalles acerca de cómo y dónde se llevaría a cabo dicha detención pero, dadas las circunstancias, puedo aseguraros que seríamos flexibles en cuanto al uso de métodos no demasiado ortodoxos.

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02/11/2019, 19:50
Gwyndrahir
Sólo para el director

Los ojos de Gwyn se entrecerraban, más por la comodidad que por el cansancio en sí mismo, pero sus oídos seguían escuchando esa voz que provenía de las sombras. Gwyndrahir... un orgullo entre mis campeones... Al rechoncho elfo le llamaba la atención que los dos que lo habían tratado por ese nombre y con sumo respeto, había sido un túnica negra, nigromante y no muerto, y el dios de la decadencia y la corrupción, en otro tiempo les hubiera temido a ambos o los habría tenido por seres malvados, pero ambos eran justos, hablaban con la verdad y se interesaban por él, virtudes que ninguno de los elfos que lo rodeaban poseía.

Los Rayos de Solinari... a esa altura no sabía si lo que sucedía era cierto, si estaba soñando despierto o si estaba alucinando. Poco a poco fue perdiendo la consciencia, sentía que flotaba sobre las plumas de los cojines y volaba hacia algún paraíso imaginario con un sólo propósito en mente... arrastraré a Lareth a su perdición... 

Notas de juego

Un placer este dialogo divino XD.

Gwyn se duerme hasta nuevo aviso, soñando con elfos decapitados ;)

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02/11/2019, 23:30
Zeverúth

Era la segunda vez que el monje mostraba abiertamente alegría y le cerraban la boca en el acto, por lo que tal como la abrió para comenzar a hablar, la cerró y escuchó, con semblante tranquilo, cómo si nada hubiera pasado, la propuesta del oficial.

Los estaban reduciendo a viles mercenarios, y sin duda se lo habían buscado. Su actitud deplorable los había llevado al escalafón más bajo que se podía alcanzar, y de allí dudaba que alguno pudiera salir, pero si así ayudaba a vencer a la Pesadilla... Poco le importaba entonces.

Un par de vagos sentimientos cruzaron por su mente, pero los eliminó de inmediato. Ese era el problema, los sentimientos habían embriagado su cuerpo y su mente, y no le dejaban pensar con claridad. Debía eliminar ese odio, esa acritud hacia sus compañeros, amén de otros sentimientos que tampoco le hacían ningún bien. Todo estaba pendiente, pero debía zanjarlo antes de partir de nuevo hacia su nueva misión.

Por mi parte no habrá ningún problema - respondió con naturalidad al juez, como si este no le hubiera dado el corte de su vida antes - tenemos un objetivo común, y por el bien de nuestro pueblo colaboraré con mis compañeros para conseguirlo. 

Ya había enterrado el hacha de guerra, ahora quedaba ver la respuesta de los demás.