Partida Rol por web

-De acuerdo, muchas gracias. Espero haberlo entendido bien.- Bueno, pues allá vamos. Introduzco el texto con las palabras que necesito. Hago varias pruebas de ensayo-error y vuelvo a releer el artículo entero del estudio que realizaron en la Universidad de Berlín. No descubro ninguna información extra que me ayude a esclarecer más detalles sobre el asunto que me preocupa. Encuentro la página web de la Universidad y compruebo las formas de contactar con ellos.  Se puede contactar por mail (modo que no puedo utilizar porque no dispongo de una cuenta y no me veo con ganas de hacerlo), también se puede contactar por FAX (podría ser una opción) y se puede telefonear al campus para que te deriven con el departamento adecuado. Creo que lo más efectivo y rápido será hacer una llamada telefónica para consultar el tema con alguien que haya estado directamente implicado en el estudio que han realizado. Anoto el telefono en un papelito para poder llamar.

Meto mi mano en el bolsillo y cuento las monedas que tengo. Creo que serán suficientes para realizar una llamada. Me levanto y me dirijo a la cabina con el número anotado en un papelito. Lo marco y espero que alguien me conteste desde el otro lado mientras observo a los 2 chicos jóvenes que han entrado en el local. 

Benjamín era consciente de que aun estaba soñando, pero por primera vez parecía que era capaz de reaccionar, con fuerza sostiene el arma, parecía que sería capaz de moverse, de controlar su cuerpo, fue cuando dio un paso hacia delante que se dio cuenta que podía, tal vez su fuerza de voluntad, o puede que fuera la desesperación, pero sentía que era capaz de controlar su cuerpo, frente a él, la chica yacía muerta y el hombre le mira mientras dice con un tono tranquilo, como si realmente no sucediera nada anormal:

- Chico no pongas esa cara, todos sabíamos que esto terminaría así, no es la primera vez que pasa, ya lo sabes

La chica se movía manteniendo a sus atacantes a cierta distancia, ellos parecían realmente molestos con la situación, uno de ellos da un paso hacia delante, pero el movimiento de la chica hace que de un paso atrás, finalmente uno de ellos dice:

- Tío, yo paso... paso de que esa loca me dé con una lanza o algo

Los otros parecen asentir y finalmente dicen:

- Tu guarrilla, te tendremos vigilada y como hables de esto con alguien nos aseguraremos que sufras mucho.

Los tipos empiezan a alejar mientras Aileen puede ver ahora mejor el arma, en ella hay unos símbolos gravados, por lo que ve tienen que ser en chino aunque no está segura de ello ( tirada de idiomas dif 14)

El hombre sonríe y dice:

- De hecho lo que queremos es lo contrario... queremos salvar a esa chica, llevamos mucho tiempo intentándolo pero nunca lo hemos conseguido y por eso buscamos a los portadores de las armas, para poder hablar con ellos y convencerles de que hay que salvar a esa chica inocente

El hombre mira muy serio a Takeshi como evaluándole.

El hacha de mueve con furia hacia el cuerpo de la primera de las mujeres, el golpe suena con fuerza, pero algo extraño sucede, el cuerpo inerte de la mujer no sangra, en lugar de ello se desvanece, como si se tratara de una ilusión, pero eso no distrae a Henry, rápidamente dirige su ataque hacia la ya casi incorporada segunda mujer, en esta ocasión sucede lo mismo quedándose solo en la habitación, es entonces cuando escucha de nuevo la voz, pero esta vez el hacha empieza a brillar como siguiendo el ritmo de las palabras:

- Muy bien... lo has hecho muy bien... me has usado para poder acabar con ellas... ahora es cuando te mereces una recompensa verdad? deja libre tus deseos, verdad que te apetece dejarte llevar por la lujuria?

Era cierto Henry se sentía cada vez mas excitado, como si aquello le hubiese supuesto llegar a un estado similar al orgasmo, la voz vuelve a hablar:

- Ese extraño sueño, yo puedo hablarte sobre él, pero necesito tener más poder para tener más fuerza, y creo que sabes ya como hacer que tenga más poder

Ante las palabras de Luna la chica asiente, se notaba que estaba preocupada por lo que pasaba, pero no dijo mucho mas, mira a su alrededor y dice:

- No se... yo no he visto a nadie.

Entonces Luna puede ver algo, el rostro de la chica refleja un terror increíble, miraba hacia el fondo como si viese algo mas detrás de ella, por puro instinto Luna mira pero no ve nada, aun asi la chica mira aterrorizada mientras tartamudea algo en japonés realmente asustada.

- Iya, iya, nigeru... Iya, watashi wa tebanashimasu...

Durante un tiempo Morten le da vueltas al artículo y busca información en internet, realmente no hay nada que le llama mucho la atención mas allá de lo que ya ha averiguado, muchas tonterías y cuentos extraños de gente que seguramente se lo hayan inventado, pero nada que le pueda servir realmente de utilidad, cuando decide finalmente dirigirse al teléfono para llamar a la universidad. Suenan algunos tonos y poco después una voz de mujer suena:

- Si, buenos días, aquí la universidad de medicina de Berlín dígame?

Todo esto era un sueño, lo sabía, pero estaba rabioso. Quería hundir su hacha en el cráneo de aquél tipo, ver como se le salian los sesos...

Respiró un par de veces más y su mente analítica le delvolvió algo de cordura. Siempre había sido un mero espectador del asesinato. Ahora podía moverse. Ver el rostro de la chica, ¿cómo sería?. Ignorando al tipo que tenía al frente se acercó a la chica muerta que, como siempre, yacía en el centro del grupo en el cual reconoció otra cara, la de la chica de la visión...

Algo que ni ve asusta a esa chica,... después de tantas cosas raras, y si ella es en realidad "la condenada" por algo, ya nada sorprende demasiado a Luna, se pone en pie con calma y se acerca a Megumi, se interpone entre ella y lo que sea que mire y se agacha - aun no he aprendido japonés, y no me importaría, pero está claro que sabes mucho más "quizás" de lo que puedes decirme, tranquila, no tienes que decirme nada que te ponga en peligro, yo no veo lo que sea que ves tu, ¿pero sabes? Te voy a ayudar y si para ello tengo que luchar contra lo que no veo, lo haré,... - no hablaba fuerte, sabía que lo que fuera que asustaba a la chica le oiría igual, giró su cabeza hacia donde miraba la muchacha, amenazando ¿al vacío? con su mirada, dio un leve puñetazo al aire, no con fuerza o decidido, solo como "fuera mosquito", o quien golpea de broma, más no pretendía dañar a algo que ni veía, solo esperaba transmitir un mensaje de "a pesar de no veros no caminaré para atrás" - no se si lo que sea que ves sabe español, pero si no conocen el idioma, dile de mi parte que no me gusta que amenacen a nadie sin un motivo muy justificado, y que no son nadie para decidir por ti, por otro lado, puede ser difícil, pero deja que te ayude ¿vale? Mostremos al mundo que nosotros mismos decidimos lo que queremos hacer...

Mi corazón aún latía con fuerza, notaba mi cuerpo excitado y tembloroso. Oía esa voz... y miraba fijamente como brillaba el hacha. ¿sería posible que el arma me estuviese hablando? ¿que locura era esta? pero sus palabras eran ciertas y me calaban dentro. Realmente sentía la necesidad de desatar esa lujuriosa y primitiva necesidad que me invadía.

Miré la hora, aun quedaba bastante para el amanecer, me daría tiempo.. me encaminé al baño, dejando el hacha en el lavabo, me desvestí, dispuesto a meterme en la ducha y aliviar ese estado que me invadía. Comencé a tocarme, la erección no tardó en aparecer, pero... no era eso lo que quería en ese momento, era otra cosa...

Salí de la ducha y cogí una maquina de afeitar desechable, volví a la ducha y me empapé los genitales, los cuales me afeité con cuidado. Luego salí, me sequé y volví a ponerme la misma ropa oscura que llevaba. Se me notaba la erección con ese pantalón, pero de noche, nadie lo vería. Cogí tan sólo las llaves de mi casa y mi portal, un billete de 50€ y me puse los guantes de cuero, anchos, junto a una braga que me cubría el rostro.

Salí nuevamente a correr, acercándome a la zona de las putas. Tal y como estaba de excitado iba a disfrutar más de una buena mamada que de otra cosa. Siendo las horas que eran, sabía que sería dificil encontrar alguna y más aún con la temperatura que hacía. Pero tuve suerte. Un coche se detuvo y del mismo descendió una joven, seguramente acababa de terminar su trabajo con el cliente. Esperé a que el coche se alejase para abordarla.

¿Cuanto por una mamada? la pregunté según llegué. Me toqué la entrepierna. No sabía como, pero había logrado aguantar la erección todo la carrera. Me miró con cara rara. Mira como estoy, la dije señalándome los genitales será algo rápido, con preservativo si quieres... tengo 50 €... saqué el billete y se lo tendí delante. La  mujer lo cogió y se lo guardo. Vamos ahí detrás, vale? la dije señalando un rincón oscuro, protegido por las paredes de un par de edificios. No quiero que nos interrumpan...

La mujer me acompañó a aquel lugar oscuro y casi oculto en su totalidad. Nadie circulaba a esas horas por aquel sitio, y si lo hacían, era dificil o imposible que nos viesen allí metidos. Apoyé mi cuerpo contra la pared y miré a aquella mujer como se agachaba y sacaba mi miembro, colocando un preservativo en él comenzaba a realizar el trabajo que pagué. Espera... despacio... que no dure tan poco... posé mi mano izquierda sobre su cabeza, llevando el ritmo. Alcé la derecha, colocándola sobre mi cabeza, disfrutando del momento, sintiendo que era Miguel quien estaba ahí. Estaba a punto de llegar al orgasmo cuando abrí los ojos y vi que no era él... pensé en el hacha fugazamente, en romper su cabeza con el arma, algo que me excito de sobremanera. Acto seguido este estaba sobre mi mano derecha, la sentí en mi mano al igual que sentí estaba a punto de correrme.

Depronto, sin avisar, apreté con fuerza la cabeza de la mujer contra mi, haciéndola mantener todo mi miembro en su boca, mientas con violencia la clavaba el hacha en la espalda, llegando al orgasmo a la par que el arma atravesaba su cuerpo. Luego solté el hacha, dejándosela clavada en la espalda y mientras la mantenía pegada a mi, con la mano derecha hacía presión sobre su mandibula, para que no cerrase la boca mientras estuviesemos en esa postura.

Sólo cuando terminó el orgasmo, saque mi miembro de su boca, el cual volví a cubrir sin quitarme el preservativo. Luego miré a la mujer malherida. La cual había comenzado a llorar y chillar. Joder! Lo siento... tranquila... no me di cuenta... ¿Quién te hizo eso? Ven... ven.. joder.. la decía falsamente, como si no supiese nada sobre el hacha.. ni como llegó a su espalda ni nada. Soy médico.. oye.. déjame que te ayude... La mujer no parecía confiada para nada, pero no tenía escapatoria ninguna. Así pues, salté a su lado, arranqué el hacha de su espalda, soltando un alarido de dolor que hubiese helado la sangre del más valiente y que fue acallado cuando el hacha le abrió la cabeza en dos.

Una enorme sensación de placer me inundó de nuevo. Miré el hacha, clavado en la cabeza de la mujer. Entenderás que no te lleve fisicamente por la calle, es peligroso que nos vean juntos, pero prometo llamarte cuando llegue a casa, hablaremos allí.  Le dije al hacha en susurros, igual que si le hablase a un amante. Luego rebusqué en el bolso de la mujer, cogiendo todo el dinero que llevaba en él. Puta muerta y sin pasta= robo.

Me aseguré de que no había nadie en las cercanías antes de salir de aquel lugar corriendo. Di un rodeo, asegurándome que nadie me seguía ni me había visto. Antes de coger las llaves, me quité los guantes. No quería dejar sangre ajena por ahí. Entré en el portal y subí a mi piso. Una vez dentro de casa, me fuí directo a la ducha. Me quité toda la ropa, el estado de excitación continuaba, si hubiese dispuesto de más tiempo con ella... y pensé en el hacha, la cual volvió a mi. La dejé en el lavabo y me metí en la ducha. Alivié nuevamente mi instinto más básico, después de retirar el preservativo que llevaba puesto. Luego puse agua en la bañera y fuí a por lejía. Tiré la ropa dentro y la mezcle con un chorro de lejía con el agua y la ropa.

Luego me senté en el váter, con la tapa cerrada y una toalla sobre la tapa. Cogí el hacha en mis manos. Dime.. ¿te ha gustado tanto como a mi? la pregunté mientras la sostenía y limpiaba la sangre adherida a ella.

Al final, su paciencia consigue verse recompensada y relaja un poco la postura mientras un suspiro escapa de sus labios al ver alejarse a los tres tipos. Ni caso a la amenaza que le han lanzado antes de marchar: en cuanto salga de allí piensa ir derecha a la policía a poner una denuncia por intento de agresión.

Mientras tanto, no puede evitar fijarse más detenidamente en el arma que acaba de salvarla. La aferra con sus manos como si confiase ciegamente que la fuera a proteger en todos sus males futuros. Aún no comprende como era posible que algo así estuviese tirado en medio de la calle. ¿Podría ser de algún practicante de artes marciales? Eso le pegaría, lo siguiente sería que formase parte de la lista de algún coleccionista. La acaricia con los dedos siguiendo los grabados de su superficie, parecen caracteres de alguna lengua oriental...

-Si? Hola...ejemmm...este..mire ...mi nombre es Morten Klausen.Queria hablar con los medicos que han realizado el estudio reciente sobre los sueños y sus posibles sugestiones inducidas por terceras personas. Tengo una experiencia que quizas les puede servir de ayuda. Podria pasarme con alguno de ellos? - Me lanzo a la piscina, a ver si hay suerte. Miro a mi alrededor y me cercioro de que nadie me esta prestando la mas minima atencion.

Suelto un gruñido por el golpe, la criatura no parecía estar sintiendo demasiado mis golpes sin embargo los devolvía de manera bastante contundente. 

Cada vez tenía más claro que atravesarla no servía de nada asi que vuelvo a intentar un golpe con el asta de la lanza esperando que eso la pueda mantener alejada.

Miro con cara inquisitoria al hombre. No me cabía duda de que alguien así escondia algo sobre la mujer, y no me gustaba. Era mejor asegurarse de que era lo que pretendía. Y lo primero era lo primero.

-Has dicho nosotros, ¿quiénes sois? ¿Qué es esa mujer para vosotros? ¿Y que tiene de especial esta katana? 

Benjamín se mueve hacia la chica pudiendo ver el rostro de esta, la chica tenia lagrimas en los ojos pero su mirada no era de sufrimiento, más bien podría decirse que se trataba de una cara de resignación, se trataba de una chica asiática, al verla estaba seguro que no la conocía y nunca la había visto, era extraño porque le resultaba ligeramente familiar, y justo en ese momento se despierta encontrándose ya de mañana en su habitación, a su lado su despertador sonaba indicando que era la hora de levantarse

Luna mira sorprendida hacia donde miraba Megumi, pero no había nada, no podía ver nada, era extraño, a lo lejos había un par de profesores terminando sus desayunos, sin duda no tendría clase a primera hora y en un lado las limpiadoras estaba charlando con uno de los camareros mientras desayunaban, en definitiva, era un día normal en la cafetería, cuándo se acerca a Megumi esta le mira y tartamudea:

- Es.... es, no, quiere hacer daño...

Da un paso atrás y casi se cae con una silla, los profesores miran extrañados pero no hace mucho caso, mira entonces a Luna llorando y dice:

- Tengo que irme, tengo que irme de aquí... no quiero que pase nada más malo...si me quedo saldrán heridos.

Entonces Luna siente una voz en su cabeza de mujer, es una voz amable:

- Estáis en peligro... tenéis que marcharos, debes proteger a la chica del contrato

Rápidamente la voz pasa a ser de hombre y realmente agresiva:

- Si, tienes que irte, venga, llévatela, no queremos que le pase nada... por ahora verdad?

Tras aquello Henry ve algo que le llama la atención, justo donde está el hacha nota como un aura semitransparente con forma humana, pero sin definir como una sombra, es esta la que le habla:

- Muy bien... realmente eres mi elegido... lo habrás notado, pero...ahora eres más fuerte, tienes mas energía verdad? te sientes nuevo? porque yo sí que lo siento, siento el deseo, como la lujuria me alimenta y nos hace fuertes a ti y a mi...

Pasan unos segundos y entonces añade:

- Creo que ya ha llegado el momento, si, con un poco mas de poder nosotros mismos podremos hacerlo, pero antes hay que encontrar a la chica del contrato... 

Aileen la observa y pasa sus dedos por los caracteres, efectivamente son Hanzi (caracteres chinos) pero por desgracia no los entiende, es entonces cuando se da cuenta de algo, el arma le resulta ciertamente familiar, como si la hubiera visto antes, se queda unos momentos pensando y entonces se da cuenta, es ese arma, una de las armas que ella misma empuña en el sueño y usa para acabar con la chica del sueño.

La chica dice:

- Espere un momento

Pasan unos tres minutos y se escucha como el teléfono es cogido de nuevo, en esta ocasión suena la voz de un hombre mayor:

- Buenos días, aquí el doctor Shnicht usted es la persona que este preguntando por alguien relacionado con el estudio cierto? dígame, en que puedo serle de utilidad?

El hombre sonaba amable y hablaba con tranquilidad

El golpe en esta ocasión es bastante duro, la criatura lo recibe y da un paso atrás bastante grande, está a punto de caer al suelo incluso lo que hace que no sea capaz de contraatacar a sus enemigos