Partida Rol por web

Gabi, el primero del grupo agarra fuerte la mano de Helga...

- Shhh! Id despacito para no despertar a las hermanas... dice con el dedo indice en los labios...

Algo extraño parece vislumbrarse a través de las ventanas del oscuro y lugubre pasillo. Gabi intenta, con algo de miedo pero con bastante curiosidad, ver a traves de la ventana, pero sin dejar nunca de alumbrar con su consumida vela ni de dar la mano a su amiguita, la cual lo correspondiente con Razzi, y asi sucesivamente... Sabe que si hubiese algo malo podria defender a sus amiguitos con su espada y su casco multicolor!

Razzi apretó la mano de Helga con firmeza, sin dejar de mirar al frente, por si algo realmente espantoso pudiese encontrarse a su espalda. Realmente prefería no verlo, si así era.

-No hay de qué preocuparse, ¿verdad, Señor Popescu? Tú eres un ratón muy sabio, y seguro que sabes que no nos va a pasar nada.

Poniendo una vocecilla aguda a la par que movía arriba y abajo la cabeza de su muñeco ratón, simuló que éste le contestaba, infundiéndole ánimos y valor.

-Claro que no, pequeños. Sólo es un pasillo vacío, y en los pasillos vacíos nunca hay gente mala, ¿a que no? Porque entonces no estarían vacíos. -El pequeño Razvan asintió y suspiró aliviado; que el señor Popescu estuviese con ellos realmente le reconfortaba. Entonces, es cuando, algo alarmado, observa detenerse a Gabi ante las ventanas del pasillo, intentando estirar el pescuezo para mirar a través de óxido que cubre los barrotes.

-¿Qué pasa Gabi? ¿Has visto algo? No nos asustes...

- Shhhh!! Razzi por favor deja de hacer eso... le dice Gabi con los pelos de punta cuando Razzi pone la voz del señor Popescu... y acto seguido sigue mirando por la ventana... No se, todavia no puedo ver nada...

Helga cree ver algo tras la ventana y abre los ojos como platos asustada. Al ver que Gaby trata de ver qué es, Helga aprieta fuertemente la mano del niño, escondiéndose tras él. Si pasase algo, Gaby tiene una espada, y fijo que les defendería. ¿Qué.... qué es?

Yo iba de la mano de Razzi y Cosmin, mientras el bueno de Willy se escondia en mi camisetita y solo debaja ver su cabecita por el cuello de la camisetita. Avanzabamos en silencio por el pasillo mientras escuchaba una de mis bonitas canciones (mejo escucha una cancioncita wena que el silencio de la noche...). Como venía siendo habitual en mi, no podia estar ni 3 segundos callado, antes de darme cuenta siquiera ya estaba canturreando la cancioncita que sonaba en mi wakma

Teenage dreams in a teenage circus
Running around like a clown on purpose
Who gives a damn about the family you come from?
No givin up when you’re young and you...

De repente el valiente de Gabi se paró y fue a mirar por la ventana. Gabiii, ¿qué pasa?¿qué pasa? ¿por qué nos paramos? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? no me gustaba estar quieto en mitad de la noche y tenía sueño, queria volver cuanto antes a mi camita y soñar cosas bonitas

Cosmin descendió las escaleras junto a sus amigos, en silencio, no le gustaba la idea de que los mayores se fuesen por otro lado, aunque librarse del bruto de Mircea era algo bueno en el fondo. Así, a solas con sus pensamientos y fuertemente aferrado a las manos de otros niños, bajó hasta el piso de abajo, donde Gabi se puso a mirar por la ventana, como si intentase ver algo... no le gustaba nada permanecer a la espera en mitad de aquél pasillo frío y oscuro, pero al menos no estaba sólo...

Nervioso y sin decir palabra, aguardó a que el mayor del grupo contestase a sus compañeros.

Observando a través de la ventana, logras divisar entre la oscuridad de la noche algo inquietante cuanto menos... dos niñas, con vestidos azulados y zapatos negros pasan corriendo por el jardín embarrado mientras la lluvia cae sobre ellas, perdiéndose de vista en dirección a la cara principal de la casa, donde está situada la puerta de entrada y junto a la que deberíais pasar de camino a la capilla...

Gabi se acerca mas a la ventana soltando, aunque no quiere, la manita de Helga. Sin embargo, la curiosidad de saber de que o de quien es la sombra que le ha parecido ver en el exterior es inmensa. Una sensación, mezcla de miedo y emocion, recorre su cuerpo al aproximarse a la ventana y apoyarse en el alféizar de la misma. Se da cuenta de que la tenue luz de la vela le impide ver en condiciones a través del crital de la ventana...

- Jan, porfi! Sujetame la vela, dice sin levantar mucho la voz, medio susurrando...

Cuando Gabi vuelve a mirar por la ventana, se percata de lo grande e imponente que está la luna esa noche, tan grande y tan luminosa que podria ver casi con total claridad todo el jardin del hospicio, si no fuera por las oscuras nubes en las que se esconde intermitentemente...

De repente ve dos sombras fugaces correr por el jardin embarrado... asustado, Gabi, se aparta rapidamente de la ventana y se agacha quedandose de cuclillas con la espalda pegada en la pared, respirando fuertemente...

- Cr...cre...creo que visto algo..., dice a sus amiguitos que no dejan de mirarle asustados...

Sin embargo, y sin pensarselo dos veces, se quita su gorro magico, desata el nudo que cierra la parte superior del mismo, lo coge con las dos manos, se pone de pie, y como si de un catalejo con visión nocturna se tratara, mira a través del coloreado gorro y de la ventana observando perfectamente, con gran claridad y con multitud de colores todo el jardin y lo que contiene. Es como cuando miras en el interior de un caleidoscopio, lleno de colores vivos y eliminando los oscuros, pero sin distorsionar demasiado la realidad. A Gabi le encanta mirar a través de su gorro, y por eso no teme a la oscuridad, pues cuando siente algo de miedo, se quita su gorro y observa el mundo a través de él.

Apenas cinco segundos despues, vuelve a agacharse como escondiendose de algo y con la respiracion entrecortada, dice en una inevitable voz alta...

- Nooo!, dice disminuyendo gradualmente la voz... creo que me ha visto...

El resto de los niños le miran atónitos, con bastante miedo, pero tambien con curiosidad de saber de quien habla...

- ...había dos niñas muy mojadas y muy parecidas con vestidos azules y zapatos muy muy negros corriendo en el jardín! Ya se han ido, pero una me ha mirado! Y creo que van a la puerta de la casa!!!

Me detengo, con el aliento congelado en la garganta. ¿Qué ha sido eso? Afino el oído tratando de escuchar lo que quiera que sea eso. La mano me tiembla. Espero que ellos no lo noten.

Mircea depositó el colchón en el suelo y miró con curiosidad a Aurel y a Viorica. No habían dicho nada y no querían que se les notara, pero algo no andaba bien. Estaba a punto de decirles: ¡sois bobos! cuando oyó el ruido él también. Con escaso disimulo, giró la cabeza hacia el origen, intentando aguzar el oído...

Escuchando con mayor atención te percatas de que el sonido proviene del ala derecha del desván, pero no sabes claramente a qué distancia ha ocurrido. Sin embargo puedes identificar el sonido como la voz de alguien.

Haciendo uso de tus dotes de observadora, examinas la oscuridad con atención, intentando escuchar mejor la procedencia del ruido.

Te das cuenta de que viene del ala derecha del desván y suena bastante cerca, como a cinco o seis metros de distancia. Identificas dos sonidos distintos, que para tu asombro suenan como las voces de un niño y una niña...

El niño dice textualmente:

- ¿Han empezado ya a contar?.

A lo que la niña responde:

-Shhh, aún no, escóndete y no metas ruido.

Con el fósforo logras alumbrar temblorosa el lugar del que pudieron provenir las voces... todo parece indicar que las voces vienen de detrás de un par de mesillas viejas y un montón de cajas que hay en medio del suelo...

Cosmin escucha atentamente el relato mientras intenta enlazar las ideas.

-Seguro que son nuevas huérfanas... y que estarán pasando frío y... pobrecitas... ¡No podemos dejarlas ahí fuera! Deberíamos despertar a las hermanas para que puedan acojerlas...¿Verdad que sí?

Cosmin está convencido de que las niñas están pasando mucho frío y que serán nuevas compañeras de juego.

-Debemos darnos prisa para poder ir a despertar a las hermanas sin que se den cuenta de que Razzi se ha meado.

Helga no parece del todo convencida... - ¿Y si preguntan que qué hacíamos aquí? ¿o cómo las vimos? Fijo que nos castigarán por estar levantados a estas horas!!

Mientras intenta mirar fuera para ver a las niñas, Helga sigue pensando - ¿y no es muy raro que esas niñas vengan solas tan de noche? Güelito a mi nunca me dejaba salir de casa por las noches, porque decía que era muy peligroso para los niños pequeños.