Partida Rol por web

 - Creo que deberiamos de continuar un poco. Aun puedo curaros si estais muy jodidos. - dijo el clérigo. Estaba reservando algunas de sus curas por si acaso fuera necesario. - Sin embargo no se si encontraremos algun lugar más confortable para descansar.

—Avancemos entonces por si encontramos un lugar libre de humedad.

Cuanto antes sigamos, antes acabaremos.

El exquiriente sharnio se encogió de hombros y se resignó a seguir por el camino. No las tenía todas consigo conque fuese una gran idea, pero tenía que admitir que su juicio podía estar viciado por cosas como andar de mierda hasta las rodillas.

-Sigamos pues.

Avanzaron dejando atrás la humedad hasta toparse con más ruinas, esta vez unas que parecían la planta de un antiguo edificio cuyos muebles eran poco más que madera petrificada y reducida a polvo. De las ruinas surgieron dos ratas de gran tamaño y apestoso olor, con dos ojos rojos que los miraban hostiles. Dando chillidos, se lanzaron a morderlos de inmediato.

La primera rata trató de atacar a Daneel, el que percibían como más débil, pero el dhampiro la alejó de una patada antes de que pudiera clavarle los colmillos.

—Ruinas secas... podríamos descansar aquí si no hubiera estas asquerosas... ¡Ratas!

El paladín cargó contra la más lejana, pero la muy asquerosa esquivó su golpe.

—¡Ocuparos de la otra, esta es mía!

Marrath trató de atacar con su daga a la rata, tras acercarse a ella con un rápido paso. Sin embargo, trataba más de defenderse que de acertar su ataque, y su estocada fue inútil.

La humedad se acababa, lo que parecía buena señal.

Menos buena señal eran las ratas como caballos que al parecer tenían su hogar en ese sitio. Como Sleuth no tenía intención de que le pasasen la tosferina ni ninguna infección por el estolo, decidió probar la hojagrande que acababa de conseguir para mantener una distancia aceptable.

Daneel dio un paso hacia atrás y disparó su mosquete. El tiro se perdió en la oscuridad sin causar ningún daño a la rata. La que se encaraba a Philip le mordió en un brazo clavando sus dientes a través de la malla. Su saliva goteó por su piel y el paladín sintió la quemadura que provocaba. El dolor era tremendo.

La otra rata también atacó, esta vez a Sleuth. Le mordió en la pierna y le arrancó un trozo de carne. Su saliva ácida corroyó el músculo casi hasta el hueso.

—Aaaaaahhhhhh—gritó Phillip. —Condenado roedor, al menos no transmitirás enfermedades, porque con ese ácido quemarás cada herida que hagas...

No solo era ácida, sino que era tan rápida que esquivaba todos los ataques del paladín.

Marrath se alejó un poco de las ratas mientras invocaba la magia divina para sanar a sus aliados.

Sleuth casi soltó el arma. No lo hizo porque hubiera sido un suicidio, pero tres cosas casi le hicieron perder el norte: no estar acostumbrado a la empuñadura, el súbito mordisco de dolor y QUE AQUELLO LE ESTABA CORROYENDO LA PIERNA.

-¿¡SANTO DIOS!?

AQUELLO NO ERA UNA RATA. Sleuth casi cayó, pero consiguió sostenerse sobre una pierna, casi las lágrimas cayendo, y forzándose a no mirar qué estaba pasando en su pierna, aunque notaba el dolor punzante y la quemadura brutal y algo burbujeando oh no oh no oh no oh no.

-¿Qué mierda es esa cosa?

Daneel se movió aprovechando que la rata estaba enzarzada en combate con sus compañeros hasta encontrar su espalda. Allí, con saña, le clavó el estoque entre los omoplatos. La rata cayó laxa y muerta a sus pies. La otra rata trató de roerle las piernas a Philip, pero su armadura era demasiado dura.

Phillip dio un paso atrás, respiró hondo y se arrepintió de lo mal que olía la caverna. Pero le permitió con tranquilidad contemplar la acometida de la rata... y clavarle la espada en el lomo en cuanto se acercó a partirse los dientes contra su la armadura.

Marrath podia hacer poco más en el combate. Sus habilidades eran bastante nefastas en este aspecto, asi que se dedicó a defenderse mientras miraba de lejos al maldito animal.

Sleuth volvió a intentar golpear a la cosa, sin demasiado éxito. Pinchar a una criatura tan móvil no era la mejor idea, como el cruzado de la Llama podría haberle dicho en cualquier momento... pero es que era eso o darle ubna patada, y todos podrían coincidir en que tocar aquella criatura era una sentencia para, como mínimo, perder los zapatos. Y buena parte del pie: la pierna del cambiante lo atestiguaba.

La espada atravesó a la rata de lado a lada y dejó su cabeza pendiendo de un hilo de carne. Parecía que volvían a estar solos y que las alimañas habían sido eliminadas por completo.

- ¿Estais todos bien? ¿Necesitais curación? - se adelantó a decir el clérigo.

—Yo tengo un rasguño pero Sleuth está muy herido.—Respondió Phillip a las palabras del clérigo— Aquí no podemos descasar porque apesta a esas ratas... menuda mierda, primero humedad y luego ratas, espero que avanzando un poco logremos encontrar un sitio donde poder reposar y que no apeste...

"Pero Sleuth está muy herido"

No tuvo ni que contenerse con soltar una bordería sobre la obviedad, porque realmente estaba MUY herido, y estaba mucho más ocupado en apretar los dientes y tratar de sobrellevar eso que otra cosa.

-...¿tienes algo?

Concentrándose en sanar a todos menos al Dhampir, Marrath hizo uso de su poder y una ola de sanación salió despedida de él en todas direcciones.

- Espero que sea suficiente, mi poder no dará para mucho más.