Partida Rol por web

Alguien con mejor talento escondiendose, sale de detras de una de las cortinas de la bodega.

-Encantada de conoceros, me llamo Raquel.

De entre las sombras, se detiene el camuflaje claramente cainita y aparece otro más, es Máximus.
Dirigiéndose a Hassim:

-Es un alivio ver que estáis bien mi señor, realmente me estaba empezando a preocupar. Saludos a todos, me alegro que esteis bien en este lugar perturbador.

El hijo de Haquim entró en aquel lugar y se alegro de ver a su querido amigo Máximus. 

-Que la gloria de Haquim te acompañe amigo mio.- Dijo el vampiro haciendo caso omiso del resto de sanguijuelas en la habitación- Tenemos hablar contigo, Ranulff, por lo visto puedes darnos información sobre lo que está pasando en la ciudad.-  su tono se volvió más sombrío que de costumbre cuando se dirigió al veterano nosferatu- Malkav podría estar en la ciudad... de ser esto cierto, tenemos un problema muy grave. 

A Hassim le gustaban los nosferatu. Eran discretos, diligentes, humildes y siempre razonables a la hora de negociar un precio pos sus servicios. Eran unos marginados en la sociedad vampírica y todo porque el resto de clanes les juzgan por su apariencia... Ineptos. 

Como si de repente se diese cuenta del resto del mundo, Haquim miró a los nuevos vampiros. Allí estaba Athanasius... por mucho que el Tzismitzee lo intentará a Hassim le seguía dando mala espina. A saber que oscuros y macabros secretos estaría tramando. ¿Algún Tzismitze es digno de la compasión de Haquim?. Luego vio a la mujer... ¿Toreador? Es probable. Tendría que ver que intenciones y planes tendría...

-Hola al resto- dijo parcamente- Soy Hasim.

De repente Haquim también recordó las leyes y tradiciones. No podía irrumpir en el territorio de un vampiro así como así. 

-Ranulf, disculpa mis modales. Intuyo que esto es tu territorio, tu dominio y por tanto te pido que me aceptes en él como exige el protocolo- dijo con tono solemne, la mano en el corazón y agachando la cabeza- Me llamo Hasim, un orgulloso hijo de Haquim, y vengo aquí con humildad pidiendo tu auxilio. 

- Vaya, habíais organizado una agradable reunión y no nos habéis invitado. - respondió un poco jocoso al ver a la multitud aparecer de su escondite. - Pueden llamarme Elorri. -

Dejó a Hasim la negociación con el nosferatu, al fin y al cabo ya había comenzado, y se concentró en la vampiresa que no conocían. - El placer es nuestro, mi señora. A riesgo de ser indiscreto ¿puedo preguntar por los asuntos que trataban entre ustedes? Si tiene algo que ver con los problemas a los que nos enfrentamos ahora podrían sernos de utilidad. -

Tras hablar Hassim y Elorri, Athanasivs interrumpió la conversación:

-Bueno, ya pasaron las horas de las formalidades.

Dirigiéndose a Rannulf

-que la noche te arrope y no te metas en más líos, adios

Abre los brazos conduciendo al resto por el pasillo, Max no se opone, y el resto os sumais y salís a la calle tras despediros rápidamente del tabernero. Una vez ya en la calle:

-Bueno, no quería que ese ratatulf desgraciado nos escuchara, bien Max y yo hemos descubierto algunas de las partes en las que el enloquecido Cinco apareció.

Max comenzó a hablar:

-Todo lo que he oido sobre Rannulf me deja claro que no le queda ningún resquicio de decencia ni humanidad, por lo demás si, hemos hecho bien en irnos.

Bruscamente entra Raquel en la conversación:
-Es un hijo de puta, o bueno de rata, o de rata puta.
Eleva el tono de de modo que por momentos Athanasivs y Max parecen preocupados pensando (para que grites y te oiga igual, para eso nos quedábamos abajo)
Tambien os llama la atención la forma de ser de esta extraña joven, viste una ropa que no cuadra con nada de lo que hayais visto antes en ningun ambiente medio, medio alto ni alto de vuestras regiones.
-Bueno al grano que yo me quiero largar ya mismo de aqui. Parece ser que ese loco religioso apareció en lo que aqui se llama el Cementerio de Sion, por lo que se dice algunos capadocios de la ciudad trabajan en ese lugar y lo vieron.
En el Manantial de Ezequías habita un ermitaño marginado conocido como Gurhem Gerhardt o algo asi, lo vio en dos ocasiones pasar por la fuente.
 

Hassim escuchó con atención lo que le decían sus interlocutores.

-¿Qué problema hay con este nosferatu? ¿Acaso es peligroso?

Dice el Assamita dirigiéndose a la vampiresa que le había hablado y dado tan malas referencias del no muerto

Elorri frunció el ceño ante las insinuaciones sobre el el nosferatu. Por lo que sabía sobre esas sabandijas comerciantes de información probablemente tuvieran razón y les hubieran librado de algunos problemas, pero le resultaba difícil aceptar que hubieran seguido una pista peligrosa tan a la ligera.

- Los lugar donde aparecía Cinco, ¿Tenían algo en común? - inmediatamente se le ocurrió algo - Deberíamos hacernos con un mapa para marcar estos lugares. Si siempre aparecía en la misma zona de la ciudad tal vez nos demos cuenta de algo que hemos pasado por alto -

-Cinco aparecio en distintos puntos dentro de la ciudad (barrio comercial, cementerio y entradas a las catacumbas) asi como en lugares colindantes al nucleo urbano (El manantial de Ezequias).

La vástaga se mostró impaciente y exasperada, no soportaba estar ni un minuto más sin ponerse en marcha:

-Venga, con vosotros o sin vosotros, ¡me voy a buscar las catacumbas!

gritó y salio corriendo, desapareciendo en las sombras de la noche.

-El tiempo corre

Miquel se sentia confuso, aun mas gracias a los extraños sucesos del lugar. Se suponía que iban a ver a aquel nosferatu para obtener información, sin embargo aquellos que les acompañaron al llegar parecían impedir que hablasen con él ya que parecía no ser alguien de confianza.

-Esperad- dijo Miquel alzando la voz- no estoy seguro de que está pasando aqui. Seguramente los otros 4 cruzados se encuentren en la zona de las catacumbas, sin embargo no sabemos nada sobre ellas. Deberíamos obtener información antes. Puede que alli abajo haya cosas que no deberíamos molestar. Ademas, si la memoria no me falla el Baali corrió a las catacumbas al llegar a la ciudad. Seguro que estan llenas de infernalistas y ya conocemos como trabajan- dijo mirando a Hassim y a Elorri- la ultima vez casi nos achicharran.

Hassim suspiró para sí. Empezaba a acostumbrarse a la falta de modales y a las prisas de las gentes de este tiempo y lugar. Puso una mano en el hombro de su compañero y habló

-No intentes comprenderlo... solo síguela.- Una vez dicho esto puso rumbo a las catacumbas con la esperanza de conseguir saltar a la siguiente fase de toda esta historia y encontrar algo de sentido en un mundo de locos.

-Si nos encontramos con diabolistas... pues los tendremos que matar. No queda otra.

-De acuerdo, vayamos pues a las catacumbas.- No era lo que mas le apetecía pero parecía que era lo único que se podía hacer.

Elorri compartía en parte los sentimientos de Hasim, desde su extraño viaje hasta aquella ciudad se habían visto envueltos en acontecimientos que no controlaban, y cuanto más tiempo pasaba más caóticos eran los eventos. La resurrección de un antiguo solo era la guinda del pastel, y ni siquiera tenían tiempo de planear su siguiente paso para impedirlo.

- Corred. Os sigo. -