Partida Rol por web

Parece ser, y ahora de manera confirmada que puede que no estemos solos aquí dentro. 

- Me resulta extraña esta sala, esa mesa no es de construcción enana, y si a su altura nos referimos no parece que sea humana. Quien la habrá construido y quien la utiliza. Si registrais esas mochilas hacerlo con precaución, no sabeis que podeis encontrar dentro.

El bárbaro dopado mágicamente volvió a realizar la tarea para que la naturaleza le había dotado tan perfectamente. Después de destruir la puerta, sin embargo, se quedó parado en la entrada, confuso por no encontrar nada que asesinar, destrozar o destripar. Efectos secundarios de la metanfetamina mágica de Fungus, probablemente.

Todos los demás os lanzáis como aves de rapiña cautelosas sobre los objetos esparcidos por la habitación. Encontráis algunas cosas que pueden ser de utilidad (*ver notas), aunque Lixue y Kaladin apuñalaron alegremente un par de sacos de dormir dejándolos hechos jirones antes de que cualquiera pudiera decir “este goblin está muy sabroso”. Llegaron a empujar al pobre druida que examinaba los petates con mucho cuidado y devoción.

Los más mentales de entre los aventureros se apartan un poco de la orgía de saqueo para hacerse algunas preguntas y llegar a algunas conclusiones, aunque poco más se puede saber a parte de lo evidente: Aquí vivió alguien una temporada (casi seguro, al menos cuatro alguienes) y al menos una criatura resultó herida de cierta gravedad y convirtió la sala en una improvisada guarida.

Por el estado y la cantidad de la comida en descomposición, se puede asegurar que ha pasado al menos una semana desde la última vez que alguien estuvo por aquí. Según las propias palabras de Karlynn, vaya pérdida de tiempo, tomar tantas precauciones.

Una opción había sido explorada, dos más quedaban por explorar. ¿Qué sucedería? ¿Habían hecho los aventureros demasiado ruido? ¿Habría una horda de jugosos y gorditos goblins esperando para meterse en la cazuela en alguna parte?

Barnaby no era ningún experto en esto del mazmorreo. A decir verdad, era un autentico novato. Lo suyo era la música, el vino y las mujeres (y no siempre por ese orden) pero había comprado en el bazar de Gharem* un kit básico de aventurero que era idéntico en su contenido a lo que allí habían encontrado. Así que blanco y en botella.

Sí que parecen herramientas típicas de aventurero, de saqueador de mazmorras más que de mineros. Da la impresión de que alguien lo intentó antes que nosotros y que no tuvieron demasiado éxito. Señaló con el dedo los restos de sangre como prueba de lo que decía

Aun quedan dos puertas por explorar.

Voto por ir a la otra pequeña.

Justo cuando Ursus iba a hacer añicos la puerta de la derecha, apareció un elfo de la nada. Al parecer era amigo de la chica enmascarada, con la cuál se puso a hablar de cocinar goblins para comérselos. Estaba claro que eran dos personas raras y que debían de venir de la misma zona. Quizá, hasta fueran caníbales, si comían asquerosos goblins.

Ursus, con su delicada maniobra, abrió la puerta. Yo alumbré con mi bastón y me asomé, sin entrar, para ver su interior. Al parecer, otro grupo de aventureros había estado aquí unos días antes, viendo el estado de la comida. Fumus entró para mirar el contenido de las mochilas y la pareja extraña también, danzando sobre los sacos de dormir vacíos y acuchillándolos hasta que no quedó nada más que cachitos de tela. Si luchaban así contra unas mantas, en caso de combate, tenían que ser temibles.

-"Correcto, otro grupo vino antes que nosotros. Quizá también mandado aquí por el misterioso encapuchado. Al no estar los cuerpos y dejarse su equipo, tuvieron que haber sido sorprendidos mientras descansaban y huyeron sin nada encima. Uno resultó herido y sabemos a donde fueron, por la puerta doble. Estoy de acuerdo en investigar la puerta de la izquierda, antes de adentrarnos en la mina."

Como Ursus llevaba una antorcha, yo me di la vuelta y me fui acercando a la otra puerta. Esperé a que alguno fuera a abrirla, desde una distancia prudencial. Iluminaba toda la zona con mi blanquecina luz...

El interior de la sala, tras el primer vistazo, no le interesaba demasiado.. no había nada o nadie a quien descuartizar, y eso le ponía triste; se quedó pues, en el dintel de la puerta que tan alegremente había reventado, aguardando pacientemente a que los demás buscasen lo que considerasen útil de entre los restos...

... con una terrible sospecha que le entró de repente, pero que pasó olímpicamente de compartirla; eso no lo hacen los bárbaros, que parecería que tendrían algún temor o algo así... y esas cosas, no, a los bárbaros no les pasan, o mejor dicho, no las cuentan ni borrachos.

Volvió hacia el hall en que encontraron los restos de sangre; si no había cuerpo, algo iba mal.

-¿Que camino querer seguir? -Preguntó al resto... a los inteligentes, vaya- Quizá otro querer el trabajo de abrir marcha.

La minuciosa inspección se vio interrumpida de forma brusca por los impacientes y, al parecer, sedientos de sangre compañeros que se liaron a navajazos con los sacos de dormir como si fueran una quimera surgida del peor de los infiernos; torcí el gesto, algo indignado y sorprendido por el proceder de quienes me acompañaban y con un quejumbroso "Hum, cof, cof" seguido de una vaharada de humo salí de la habitación en pos de algo más interesantes

Si al menos hubieran sido féminas no me habría importado lo más mínimo una intrusión así, pero aquellos modales tsk, tsk, tsk, dejaban mucho que desear

Me situé junto a Medianoche, apoyándome en mi propio báculo, dejando a los ansiosos las primeras posiciones mientras observaba con cierta curiosidad como Ursus parecía replantearse la estrategia de "patadón y pa'dentro" en pos de ceder ese discutible honor a otro

-Optaría por la otra puerta pequeña, pero aguardaré a que hagáis los honores; la pipa casi se me ha apagado y tengo que mantenerla viva- dije dando una larga calada que, al encender las ascuas, me iluminó el rostro con un tono anaranjado haciendo que mis ojos, perdidos en las curvas de la semielfa, chispearan

Los compañeros registran y recogen los posibles materiales que nos puedan ser de utilidad. Ahora deciden que puerta debemos seguir. Estoy de acuerdo con ir por la más pequeña. Así que no dudó en decirle a Ursus que la derribe, total, el fa Tor sorpresa ya le habíamos perdido, en ningún momento fuimos en sigilo. 

- Ursus, derriba esa puerta. Le comento a Ursus señalandole la puerta pequeña. 

- Sí. Terminemos con esto rápido. - Apoya la orden del enano sin más, ya estaban perdiendo mucho tiempo con paranoias y bolsas vacías. Ella permanecería momentáneamente en el centro, vigilando de reojo la puerta central medio abierta, a la espera de cualquier sorpresa o criatura que se atreva a mostrarse mientras los hombres hacían su protocolo de buscar trampas y Ursus la de derribar puertas.

Mas si el gorila necesitaba descansar, no tendría problemas en utilizar su escudo para empujar y abrir sutilmente la puerta, una vez asegurada. Ella no era una bruta.

Miré a mis compañeros, eramos un grupo desconocido en un sitio desconocido. Habría que empezar a conocernos para poder aprovechar bien las virtudes o debilidades de cada uno y ser un grupo compacto. Pero llevaría algo de tiempo, claro...

-"Ursus o Karlynn, por favor, abrir alguno la puerta y veamos qué hay detrás. Maese enano, si quiere, puede buscar algún tipo de mecanismo o trampa que se oculte en la puerta."

Señaló la puerta indicada por el enano, y la que acababa de destripar...

-Cuando presa huir, presa no tener tiempo de poner trampas; puerta bien cerrada... mejor alguien echar ojo. Ursus tener cicatrices, muchas, por ir siempre delante.

Se quedó quieto parao, con la antorcha en alto, iluminando que daba gusto desde su gran altura...ç

-Alguien listo, echar ojo a puerta... si solo necesitar hostión para abrir, avisar a Ursus. Eso saber hacerlo. Pero probar antes a abrir normal.

No había nada especialmente interesante, por lo que Lixue decidió ignorar todos aquellos utensilios que lo único que le harían sería estorbarle en el movimiento. Cuanto más peso llevara, peor. Así que, cuando el resto propuso ir hacia la siguiente habitación, ella siguió a la multitud.

Sin embargo, esta vez el gigante del grupo parecía tener recelos en abrir la puerta. Lixue por el contrario, se acercó a ella y realizó los mismos procedimientos que había realizado momentos antes con la puerta que ahora no era más que astillas:

Con cuidado, observó el suelo en busca de cualquier tipo de placa de presión que pudiera activar alguna trampa e, incluso, losas falsas que cedieran ante el peso. Luego, revisó el techo y las paredes. Por último, y una vez estuviera segura de que no moriría por dar un paso en falso, revisó la puerta.

Los confiados vivían poco. 

-Así es, de hecho es una muy buena comparación Lixue.- Respondí por su comentario sobre los goblins y los caracoles, pero luego de revisar la habitación al parecer todos decidieron seguir por la siguiente, pero en vez de ir con ellos aún decidí cortar un poco más de las bolsas de dormir hasta que estuvieran hechas tiras, luego silbé hacia el grupo para llamar su atención. -Oigan, si tienen fuerzas y espacio para llevar algo más agarren estas tiras de las bolsas de dormir, supongo que si no están tan sucias pueden servir como un vendaje improvisado.-

Luego de decir aquello tomé algunas cuantas y volví a con el grupo, de tener algo más de fuerza de seguro podría llevarlas, pero sentía que si solo me ponía algunas encima ya no podría moverme, estaba en mi límite en ese momento con el peso. Al llegar le tendí las tiras de tela a Ursus mientras Lixue revisaba la puerta. -¿No te interesa? ¿Alguien las quiere llevar?- Dije luego para dirigirme al resto del grupo.

Nadie reclamó como suyas las herrumbrosas, usadas y probablemente poco higiénicas pertenencias encontradas, lo que quizá fuese lo más sensato. Otros aventureros habían pasado recientemente por aquí y la suerte no les había sonreído.

Después de acuchillar con verdadera devoción todo lo que fuera blandito y abrazable, el octeto de espaderos de la muerte se fijó nuevos objetivos. Cuando el cerebro del equipo se plantea las cosas más profundamente, otros tienen que tomar el liderazgo. Con Ursus echando humo literalmente (espera, no, sólo es un efecto óptico provocado por la pipa de Fungus) Lixue se adelantó y realizó una perfecta exploración manual de cavidades alrededor de la pequeña puerta sobreviviente.

Tal vez fuera suerte o tal vez predestinación, pero en esta ocasión tampoco se encontraron mecanismos asesinos ocultos ni cuchillas afiladas y envenenadas. Pese a la pérdida de tensión dramática, la puerta ni siquiera estaba cerrada y cedió suavemente al ser aplicada la presión necesaria en su manilla. Tal vez estaba acojonada por lo que le había sucedido a su hermana gemela momentos antes…

La nueva habitación era muy similar a la anterior, más pequeña que el recibidor central y con otra losa de piedra haciendo de mesa. Probablemente, también era un registro de entrada y salida de la mina, pero no había muebles y parecía mucho más limpia que su habitación refleja, de hecho, alguien había barrido con esmero y cuidado todo el polvo, acumulándolo ordenadamente en un montón en el centro de la estancia.

Cuando, tomando todas las precauciones necesarias, el grupo de inadaptados sociales se dispuso a entrar/mirar/comentar la cámara recién abierta, se oyó un ruido al otro lado de las grandes puertas dobles que habían sido previsoramente bloqueadas. No era nada cercano, pero aun así os puesto los pelos como escarpias. Podría ser el ruido de una fuente de agua saliendo en sifón o el juego de sonidos del viento encerrado en las profundidades de la mina, sólo esperabais que no fuera nada parecido a la respiración de un animal monstruoso escuchado desde la seguridad del otro lado del bosque,

Dado que Lixue se tomó su tiempo en examinar la puerta pequeña y que fuisteis vosotros mismos los que bloqueasteis las grandes puertas, Maese Balandir llegó a la conclusión de que no había más trampas en esta zona, así que la sangre tuvo que venir de otro lado y ser causada por otras causas.

Parecía que el grupo ya había probado como era eso de funcionar en equipo y se empezaban a vislumbrar las especializaciones en función de las habilidades y caracteres de cada cual ¿sería eso suficiente para sobrevivir a las oscuras profundidades?

¿Quien se habrá molestado en limpiar esto? el bardo estaba dando vueltas a eso en su cabeza cuando el ruido ese que venía de la puerta gorda le asaltó por detrás y de imprevisto. Es lo que tienen los ruidos en las mazmorras. Saben cuando aparecer para acojonar lo más posible. 

Que eso fuera un hecho conocido y corroborado, no evitó que Barnaby respingara hacia atrás. Giró la cabeza y en su cara se reflejaba el miedito metido en el cuerpo. 

¿Que ha sido eso? preguntó en voz alta esperando que las puntiagudas orejas de los elfos hubieran sido mas precisas que las suyas y les sacaran a todos de dudas: No es lo mismo un chorro de agua que un bichaco al acecho. 

Nada por aquí y nada por allá, las dos habitaciones secundarias estaban más vacías que mi saquito de monedas, aunque el sonido que procedía de la puerta principal era alentador... si se tenían ganas de recibir un buen vapuleo por parte de algún ser cabreado y potencialmente mortal a juzgar por el sonido que habíamos escuchado

-Parece que el anfitrión nos está esperando para darnos la bienvenida. Si es tan amable con nosotros como con los que ya han pasado por aquí va a ser para morirse- dije con sarcasmo patente mientras salía de la pequeña sala y me posicionaba frente a la puerta atrancada - ¿Algún voluntario para que le den los buenos días?- añadí sin quitar ojo de la puerta, sacando de mi zurrón una peculiar tira de cuero y colocando en ella un guijarro... mi honda estaba lista

Cuando oyó el sonido, aun sin identificar exactamente de qué gaitas se trataba, Ursus reccionó automáticamente; lo músculos se le tensaron -más- y parecía que iba a estrujar el mango de la tea, de fuerte que la asía.

En silencio, se acercó a la puerta tras la cual parecía estar el origen del ruido, con la tea en alto, para ver bien, no sea que se le escapase algo.

Tras una profunda reflexión, expuso la conclusión a la que había llegado...

-Haber algo...

Y se quedó mirando a la puerta... atrancada puerta, como meditando que camino tomar... Como siguiese mucho así, le entraría jaqueca, seguro; no estaba acostumbrado a pensar tanto tiempo (cosa de un par de minutos redondeando al alza, y siendo generoso).

Decidido... dejó la tea en el suelo, a su lado... Embrazó bien el escudo y asió el hacha con la derecha, y, tras retroceder unos pasos, adoptó una postura defensiva ante lo que pudiese salir por esa puerta....

-Alguien abrir. Yo entretener. Lo demás... hostiar.

Un plan complejo... para sus estándares...

La extraña portadora de la máscara revisó a fondo la entrada y abrió la puerta, dentro de la sala no había nada de nada, a excepción de un pequeño montículo de polvo y suciedad. Me introduje en la sala, alumbrando con mi bastón las paredes y el techo, intentando ver algo raro entre sus muros de piedra. También me agaché donde habían barrido y dejado el montoncito de mierda. Con la punta del bastón lo esparcí un poco por si hubiera alguna cosa interesante que me diera información.

Justo en ese momento, un ruido salió de la puerta doble. Me incorporé y salí a la sala grande, posicionándome enfrente de la puerta y preparado para actuar en un momento. Ursus ya estaba preparado para el combate.

-"Quizá alguien deba de echar un vistazo al otro lado, ¿no creen? Por el ruido, no parecía que estuviera justo detrás de la puerta."

A Barnaby el plan de Ursus le pareció una buena idea así que asintió con la cabeza y se acercó a la puerta intentando no hacer ruido alguno. Se agachó y retiró las calzas que él mismo había colocado. Luego se puso a un lado, pegado a la pared, estiró el brazo y tiró de la puerta para abrirla. 

Tras empujar lentamente la puerta y esperar en guardia, la desilusión de otra habitación vacía se hacía realidad ante sus ojos. Éstas eran los tipos de cosas que hacían a la semielfa poner tensa, acertijos, escondidas... Ella estaba allí para un enfrentamiento de frente. Sus finas orejas se pararon, al escuchar antes que nadie el inicio de un largo bozarrón. Ya habían verificado que nadie los esperaba allí, sólo restaba ir a buscar a su enemigo y continuar su camino.

- Muy bien. Acabemos con esto. - Dijo con firmeza y sin darle más vueltas al asunto. Con decisión fue directo hacia la segunda mitad de la puerta doble para abrirla junto con Barnaby; en su caso, empujarla con el codo de su escudo. Estaba lista para recibir cualquier amenaza dispuesta a abalanzarse sobre ella, o ser ella quién avanzaría hacia lo que se interpusiera entre ella y la Garra.

En vista de que ignoraron por completo mi sugerencia de las vendas las dejé caer sin más y cuando abrieron la puerta me acerqué, observando con una mueca la habitación privada algo decepcionado, y cuando estaba por entrar a revisar llegué a escuchar de la puerta principal un suave sonido el cual iba aumentando en volumen. Rápidamente me di media vuelta volteando hacia la puerta, tomando una posición de ataque con mi brazo y pierna izquierda hacia adelante, mientras que mi brazo derecho iba por encima de mi cabeza, con ambas espadas apuntando hacia la puerta antes de que el sonido fuera captado por el resto de mis compañeros.

Todos rápidamente empezaban a tomar posiciones, y cuando estaba apunto de dar otra idea y decidieron lanzarse sin más de cabeza, con Barnaby y Karlynn abriendo la puerta. Maldije entre dientes antes de ponerme hacia el lado donde estaba Barnaby, dejando en el frente a la puerta a Ursus por si acaso alguna criatura había en el otro lado lo mirase primero a él y se lanzara a atacarlo tal y como dijo.