El altar está en estas tierras mucho antes de que los residentes construyesen sus hogares en los alrededores.
Es el sitio de rezo diario a Heironeus.
Llegas al pequeño altar y te das con que está vacío. No hay nadie adentro.
Unos cuantos bancos están acomodados en la galería de rezo en dirección a un pequeño altar. En él, puedes reconocer el símbolo de Heiróneus.
Con un halo de desconfianza, Alton ronda por el lugar en busca de alguien, pero descubre que el lugar está completamente vacío en el altar, por lo que decide intentar por otro lado. Trata de divisar alguna puerta que lleve a una sala menor, donde pudiese encontrar a alguien con quien hablar -Hola? Hay alguien en casa?- resuena el eco de su voz en tal lugar de fe.
No me voy de allí hasta no haber terminado la búsqueda.
A un lado del altar encuentras una pequeña puerta de madera. No ves que tenga cerraduras, por lo que asumes que no hay nada bloqueándola.
Cargado de esperanza por una charla informativa sobre la situación del pueblo, el mediano decide aventurarse hacia la incertidumbre de una puerta de madera. Abre la puerta lentamente, sintiendo los chirridos de la misma, mientras continúa preguntando -Alguien en casa?- y asoma nítidamente, su cabeza por el espacio que la puerta dejaba.
Adentro, el desorden y la ropa desparramada por todos lados evidencia que ese lugar es usado como vestidor, seguramente para las ceremonias que allí se celebran. Otra puerta al otro lado de la habitación (esta vez, tiene un pequeño orificio vidriado por el que puedes ver un jardín) se balancea con el viento, pero no cede ante su fuerza.
La puerta está apoyada contra la pared, eso quise decir.
Su curiosidad no se aleja de él ni por un instante. Será que no hay nadie por aquí? - se preguntaba mentalmente ante el vacío y el silencio que el lugar denotaba con tal soledad. Por otro lado, se aventura hacia el jardín, a la espera de encontrar al religioso servidor del lugar.
Salgo nomás.
Al salir al jardín no encuentras a nadie. Varias hierbas y flores crecen en los canteros prolijamente acomodados a un lado de la pared. Más atrás, cuatro árboles regalan sus frutos a cualquiera que lo desee.
Luego de mi tarea en las afueras del pueblo, lo único que deseo es descansar. Y qué mejor lugar para eso que mi jardín. Camino sin pensar en otra cosa que tirarme en el césped y sentir el aroma de mis flores. Pero al llegar me encuentro con aquel pequeño personaje de los caminos.
Hola, ¿necesitas algo? Murmuro al tiempo que me dejo caer en el césped del jardín.
Hola...- dice algo dudoso el mediano, a la vez que se frotaba las manos con un ligero nerviosismo por el extraño -Ehhh...Andaba buscando al líder de este templo...- pero la inminente tensión que empezaba a emerger de su ser, ponía en duda la fortaleza del pequeño.
¿Líder? - Una risa amigable sale del sacerdote. Yo soy el único sacerdote aquí. No me llamo líder, pues esto no es una secta, sino un santuario de rezo a Heiróneus. Pero si necesitas algo, no dudes en preguntarme.
Restik se quita las botas y se masajea los pies con una ligera mueca de dolor en su rostro. Estos caminos...sí que me destrozan los pies.
Quería preguntarle cómo es que esa gran criatura ha empezado a atacar el pueblo- dice con cierta timidez -Me parece un lugar bonito como para que sea destruido.
Bueno, todo esto comenzó hace algunas semanas. No sabría decir exactamente cuándo. Pero siempre que ese monstruo viene de día, destroza los edificios cercanos a las granjas y se devora todo lo que sea comida para él. Hace una pausa para respirar y continúa. De noche, la cosa es diferente. No parece que quiera atacarnos, es como si nos evitase, pues se mueve en sigilo y hasta se esconde de nosotros. Una vez le sorprendí aquí, en el altar. El pánico me dominó esa noche y grité llamando a los guardias, pero creo...creo que estaba rezando.
Un suave viento sopla en el jardín. Restik continúa su relato.
No hace mucho, me encontré con un extraño mensaje pintado en la pared oeste. No sé de dónde ha salido, pero me intriga sobremanera.
Rezando? Eso sí que es extraño!!- pensó Alton al oír las palabras del sacerdote del lugar. Era una extraña ironía que aquella criatura destroce todo de día y evite a la gente en la noche, pero era demasiado difícil de discernir entre su causa y su propósito -Qué extraño comportamiento- contesta el mediano al mismo tiempo que se rascaba la cabeza, tratando de llegar a alguna conclusión coherente -Y qué era lo que decía ese extraño escrito en la pared? Tal vez sea un mensaje para los pueblerinos, o tal vez podría darnos un indicio de sus apariciones- agrega con una particular lucidez mental. Esa criatura...Tal vez está molesta por algo, o era otra cosa antes de convertirse en "eso"...Extraño...
No lo recuerdo muy bien, pero aún está escrito en la pared. Puedes ir a verlo. Bastante fatigado, Restik se despide del mediano y se dispone a descansar en su habitación dentro de la capilla.
Por favor, indíqueme dónde está el escrito. Veré si puedo hacer algo con eso- dice el mediano con poca seguridad. Él sabe que no podría leer lo que está allí escrito si el sacerdote mismo no sabe lo que dice -Entonces necesitaremos al malhumorado Hermano....AAAaajjjjjjjjjj- la idea de recurrir a Hermano no le repugnaba, pero sabía que el muy pirado podría patearle el trasero con uno de sus conjuritos.
Tarde, ya se fue. Pero antes te había indicado dónde estaba el escrito.
No hace mucho, me encontré con un extraño mensaje pintado en la pared oeste. No sé de dónde ha salido, pero me intriga sobremanera.
Con eso ya es suficiente para que sepas a dónde ir.
En lo que estaba adentrado en sus pensamientos, Alton pierde la noción del tiempo y el sacerdote se había retirado del jardín, dejándolo solo y sin más información. El mediano recordó lo que le había comentado y, prestando atención a los detalles, se dirigió hacia la pared oeste, buscando ese escrito.
Al llegar a la susodicha pared te encuentras con un texto algo maltratado pero legible a simple vista.
“Dos cabezas tenemos, pero nacimos con una.
Vengábamos, sanábamos y protegíamos.
Nuestro maestro era el Invencible,
Pero castigábamos a todo aquel que se oponía.
Prestamos atención al Rey de seis brazos,
Y por eso por nuestro dios fuimos rechazados.
Así, este es nuestro sino:
Una cabeza, dos veces separada.”
:O Shrek!
El mensaje en esa pared era demasiado intrincado para la poca inteligencia que Alton tenía, pero sabía que al menos debía anotar aquello como fuese que pudiera así los demás sacan conclusiones al respecto. Él sólo se limitó a escribir en lo que tuviere a mano y salió del templo con las intenciones de encontrar a sus compañeros. Esto sólo hace las cosas aun más extrañas.
Mentira que el bicho tiene dos personalidades.....Fuqin poca Inteligencia >.<