Partida Rol por web

El Advenimiento

Capitulo III

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15/06/2012, 16:10
Udokal

-Puedes contar con nosotros para vigilar.

Dijo el bárbaro orgulloso de poder ser de alguna ayuda, aunque mirando de reojo a Keloa. Estaría más cómodo si cuando él no estuviera vigilando su compañera lo hacía, al fin y al cabo seguía sin conocer bien a sus nuevos compañeros.

-Hay unos lobos cerca, quizá podamos conseguir pieles. Udokal se acordó del ciervo que habían abatido hacía días y lo bien que les vendría ahora su piel. Te dejaré mi ropa para hacer la guardia no puedes ir descalza sobre la nieve.

Cuando Aeryn habló de la comida Udokal se dio cuenta que ellos no tenían nada para comer y ahora que Keloa no tenía sus jabalinas sería más difícil conseguir comida. Pensó en alguna solución.

-Quizá podamos encontrar algunas ramas y quemar la punta, no será lo mismo pero no disponemos de otra cosa.

En aquel momento Hanne se acercó y les ofreció una taza de agua caliente con lo que parecían hierbas. Aquello no parecía ser peligroso, pero aún así Udokal lo cogió y lo olió con cierta desconfianza. Lo acercó lentamente a sus labios. Se quemó pero no emitió ni un gesto ni un sonido que pudieran evidenciarlo. El agua sabía algo amarga, pero al menos le hacía entrar en calor. Hizo un gesto de agradecimiento a la sacerdotisa.

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16/06/2012, 12:01

Notas de juego

Espero el post de Voki y Phey para continuar

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16/06/2012, 14:47
Phey Stern

Phey terminó de montar la tienda. Los Oshar parecían reunirse en torno a la Alhyon. A saber de qué estaban hablando ahora, pero fue una suerte tener a alguien que pudiese traducir.

Aeryn-interrumpió Phey uniéndose al corrillo-, ¿qué te dicen los salvajes? Su poblado debe de estar por aquí cerca... pregúntales por él. Si solo pudiésemos descansar allí en la noche de mañana, podríamos dejarles con su tribu y proseguir nuestra marcha con los caballos más ligeros.

Había otras preguntas que quería hacerles, como por ejemplo... ¿qué estaban haciendo para que Keloa estuviera desnuda antes del ataque de los pieles verdes? Phey se mantiene con los ojos en Aeryn para no cometer la peligrosa descortesía de mirar el desnudo cuerpo de la que es... ¿hermana...? ¿esposa...? de Udokal.

Notas de juego

Dormiré sin armadura y me la colocaré al principio de mi guardia.

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17/06/2012, 08:53
"Alegre" Voki

Alegre estaba avivando la última de las pequeñas fogatas que había armado alrededor del campamento, formando un perímetro circular, para ahuyentar a los lobos o para mantenerlos a raya, en caso de que se atrevieran a acercarse. Era un riesgo, pero esperaba que los pieles verdes no estuvieran tan cerca como para ver llamas de poco tamaño. Del humo no había que preocuparse, pues era casi imposible de ver contra el cielo nocturno.

Escuchó que la sacerdotisa le llamaba y se dio vuelta para encontrarla con las manos extendidas hacía él y, en ellas, una tasa con un extraño brebaje humeante. Estuvo a punto de rechazarlo pero decidió que no era necesario tener más roces por nimiedades con aquella mujer loca.

Cogió la taza y le dirigió una ligera inclinación de cabeza a modo de agradecimiento. La siguió con la mirada, para asegurarse de que estaba lo suficientemente lejos y vació en contenido de la taza en la nieve.

Cuando terminó con la última fogata, miró alrededor, aunque ya estaba demasiado oscuro como para ver algo. La fogata central estaba resguardada del viento y de la vista por las tiendas y la tenue luz de las fogatas que rodeaban el campamento permitía ver a algunos pasos a la redonda. Los caballos estaban atados a estacas firmemente clavadas en el suelo, entre las tiendas y el círculo de llamas. No había mucho más que hacer, más que estar alertas hasta el amanecer.

Se acercó al centro del campamento y le echó una ojeada al estofado que había dejado sobre el fuego, dejó la taza de la sacerdotisa a un lado, cogió una cuchara de madera, que descansaba sobre un trapo, cerca de las piedras que rodeaban las llamas y se puso a revolver el humeante contenido de la olla. Lo que era él, estaba acostumbrado a comer cualquier cosa en cualquier momento, pero los señoritos y señoritas habían insistido en comer algo caliente y él se había puesto manos a la obra. No es que fuera un gran cocinero, pero nadie en la vieja Compañía se había quejado. No es que los de la Compañía tuvieran muy buen gusto que digamos, claro.

—Ya casi —anunció.

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17/06/2012, 14:20

Notas de juego

Voki, puesto que has cocinado tu, haz un chequeo de cocinar... 2d10 + tu modificador (si no tienes entonces a -4) para ver lo bien que sabe la comida.

Mas tarde posteo que ahora mismo tengo una resaca enorme, esto de los dobletes me mata.

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17/06/2012, 18:52

Os preparáis para pasar la noche. Ahora os dais cuenta hasta que punto estáis lejos de la civilización, con los lobos acechandoos en la oscuridad, sin que podáis verlos en ningún momento, pero sus continuos aullidos son señal de que siguen ahí.

La comida que prepara Voki se acaba realmente rápido. Los O´shar parecen tener un apetito voraz, y parece que aun han quedado con hambre, eso que sus raciones eran las mas grandes.

Cerca del final de la segunda guardia, dejáis de escuchar los aullidos de los lobos... como si se hubieran esfumado.

El cielo amanece cubierto de nubes, pero de momento no llueve. Parece que será otro frío día.

Notas de juego

No se si queríais rolear las guardias, es decir hablar entre vosotros. De todas formas aun estáis a tiempo.

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17/06/2012, 19:43
Udokal

Su primer turno fue con Keloa que había insistido en hacer la primera de las guardias y con Aeryn y la segunda la haría con Udokal. Saludó a Aeryn cuando se la cruzó al despertarse mientras la mujer se iba a dormir.

-Buenas noches.

Se acercó a Keloa y miró a su alrededor en busca de algún movimiento sospechoso. Tan solo se escuchaban los lobos que habían estado siguiéndolos toda la jornada.

-¿Que tal todo? Veo que los lobos todavía siguen al acecho. ¿Has podido hablar con la mujer? Es la única que puede entendernos.

Se apretó entre las mantas pues le había dejado su ropa a Keloa mientras hacía las guardias. Debían conseguir algo de ropa para ella lo antes posible. Mientras paseaba alrededor del campamento buscó ramas que pudieran servir de jabalinas improvisadas para su compañera, si con ellas pudiera cazar algo lo suficientemente grande podrían usar la piel.
Cuando Keloa terminó su turno le devolvió la ropa y ella se quedó con las mantas. Cuando estuvo vestido avisó a Voki de que era la hora de acompañarlo.
Las horas de guardia transcurrieron relativamente tranquilas y aburridas. Junto a el hombre bajito y huraño se dedicó casi más a vigilarlo a él que a los posibles peligros que pudieran venir del exterior, donde los lobos seguían aullando una y otra vez, aunque sin acercarse.
Ni siquiera hizo un intento de comunicarse de alguna manera con Voki, simplemente se limitó a vigilar el lado contrario al que ocupaba el otro hombre. Al final de su guardia los aullidos de los lobos habían casi desaparecido.
Cuando la hechicera y el caballero les relevaron buscó un sitio cerca de Keloa e intentó aprovechar las horas de sueño que le quedaban.

Notas de juego

En el roleo cambié el orden de las guardias porque Keloa dijo que haría la primera, así que lo puse así:
Keloa - Aeryn
Keloa - Udokal
Voki - Udokal
Phey - Hanne

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17/06/2012, 20:22

Notas de juego

Lo de dejar tus ropas a Keloa esta bien para que no pase frio
Ahora bien, si tuviera que luchar con ellas, seria un gran inconveniente para ella.
No es un problema de que le queden algo largas si no de tamaño.
Ella es unos 14 cm mas baja que tu, pero pesas 60 kg mas que ella. Vamos, que casi cogen dos Keloa dentro de tus pantalones

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17/06/2012, 21:45
"Alegre" Voki

Alegre pasó buena parte de su turno de vigilancia, mirando por sobre el hombro, para asegurarse de que el gigante no trataba de acercarse a él, para clavarle su hacha en la espalda. Dudaba de que se hubiese olvidado de la flecha en la espada de su mujer. Pero no pasó nada. Quizás fuese demasiado estúpido o demasiado razonable, para el promedio de la gente de su pueblo.

Cuando comenzó a clarear, apagó las fogatas con nieve, para asegurarse de que el humo no se viera y comenzó a desarmar las tiendas.

—Todo el mundo arriba —exclamó, mientras ataba un bulto con mantas a los caballos—. Vamos a ir muy lento, de ahora en más, así que no podemos perder tiempo.

Se volvió hacia Aeryn, cuando la vio pasar a su lado.

—Jefa, ¿Les has preguntado a los gigantes a dónde se dirigen? Ahora que están comidos y descansados podrían seguir su camino y así no tendremos que darles de comer, fatigar a los caballos y viajar más lento.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No me salió poner el modificador positivo y después el negativo. Puse 1-4, pero quedó el +1. El resultado final debería ser 16. Bastante decente. No se pueden quejar. :D

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17/06/2012, 21:57

Notas de juego

Creo que es 15 el resultado final, 18 de tirada -4 +1
De todas formas una comida mas que aceptable

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18/06/2012, 08:58
Aeryn

La comida caliente había ayudado a revivificar su cuerpo y animado en parte su espíritu, además Voki había conseguido que aquel guiso estuviera, más o menos, comestible. A la luz de la hoguera observó con disimulo a sus compañeros, preguntándose qué motivaba a cada uno de ellos a realizar aquel peligroso viaje, aunque del explorador ya lo sabía del resto no. ¿Estás segura que a Voki sólo le motiva el dinero? Sí, claro… qué otra cosa le podría motivar, sino fuera así por qué iba a estar siempre protestando y refunfuñando para terminar haciendo las cosas…

Sumida en sus pensamientos pasó el tiempo tanto de la cena como de la guardia que le correspondía. La mujer Oshar no le dirigió la palabra en ningún momento, ni siquiera parecía prestarle atención, así que Aeryn tampoco se atrevió a intentar entablar una conversación con ella, parecía que sus encantos no hacían mella en Keloa, así que sólo se preocupó de los constantes aullidos de los lobos y de sus propias cavilaciones.

Llegado un nuevo y frío día, cargado de nubes pero sin lluvia, recogieron el campamento. Tanto el sacerdote como Voki se mostraban un tanto preocupados por aquella pareja a la que habían salvado la vida, claramente mostraban su disconformidad a que continuaran con ellos. Aeryn, en parte para que los hombres dejaran de molestarla con preguntas y en parte para saciar su propia curiosidad, se acercó a Keloa y a Udokal.

- Espero que hayáis descansado y recuperado vuestras fuerzas. –Les dijo a modo de saludo, mirando de reojo al explorador.- Nos gustaría saber hacia dónde se dirigen vuestros pasos y si vuestro poblado se encuentra en las cercanías. Si así fuera, quizás pudiéramos acompañarnos mutuamente y así poder aprovisionarnos antes de continuar nuestro viaje hacia el norte.

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18/06/2012, 09:00
Aeryn
Sólo para el director

Notas de juego

No he sacado la brújula todavía porque me imagino que si la consulto será sin que me vean el resto ¿no?

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18/06/2012, 09:02
Keloa

Keloa hizo las guardias que le tocaron en completo silencio. Ya de por sí era una mujer fría y distante, incluso entre su propia gente. Ahora, rodeada de extraños, no iba a ser menos. Ni siquiera aunque se sintiera impresionada por la exótica belleza de la mujer de hierro*.

Tan sólo cuando coincidió con Udokal, se permitió el lujo de decir un par de palabras.

- No estoy cómoda. Y no necesito hablar con la mujer.

Responde a Udokal de forma cortante. Era obvio que aquella situación no le agradaba en absoluto, aunque sí sabía que si estaban vivos todavía, era gracias a que se habían tropezado con ellos.

Al llegar el día, abrió los ojos esperando encontrarse a Udokal cerca, y allí estaba. A una distancia prudencial de ella, pero allí estaba él. Una media sonrisa apareció en sus labios tan sólo durante un instante. Una fugaz sonrisa que nadie logró ver, pues enseguida vuelve su rostro a mostrar facciones de hielo.

Se pone en pie y se arrebuja entre las mantas. Sería incómodo caminar así, y descalza, entre la nieve. Debía encontrar ropa pronto. O matar a uno de esos lobos para conseguir su piel. ¿Pero cómo hacerlo sin jabalinas? Nunca antes se había encontrado en una situación parecida. Los O'Shar siempre tenían armamento de sobra en sus poblados. ¿Podría cazar algo con el cuchillo?

Está dándole vueltas al asunto cuando la mujer de hierro aparece ante ellos con, lo que para ella es, una estúpida pregunta.

Levantando la barbilla y dirigiendo una mirada más fría aún de lo que es habitual en ella, Keloa se apresura a responder a las dudas de Aeryn.

- Nuestro poblado está destruido. Masacrado. Y no podéis ir al norte. Tenemos que ir al sur.

Su voz, aunque dulce, mantiene un tono cortante y afilado. No parece una persona con la que se pueda dialogar. Ni una persona con la que merezca la pena intentar ganar su simpatía, pues probablemente los esfuerzos serían infructuosos. Pero tampoco parece estúpida... Debe haber un motivo muy poderoso por el que se niegue tan en rotundo a avanzar hacia el norte.

Notas de juego

*Teniendo en cuenta que sólo ha visto mujeres O'Shar en toda su vida... Aeryn es muy, muy exótica para ella XD

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18/06/2012, 11:24

Notas de juego

Si, lo de la brujula debería ser en secreto

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18/06/2012, 11:29

Notas de juego

Un pequeño detalle sobre lo de vuestro clan masacrado.
Entiendo la respuesta de Keloa, pero lo lógico, en el caso de que quieran mas detalles sobre lo ocurrido, es que no respondieseis... es algo muy personal

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18/06/2012, 11:52
Keloa

Notas de juego

Sí, no habría respondido si no me lo hubieran preguntado de forma tan directa. Pero siendo así... De hecho, como ves, no le ha hecho nada de gracia tener que responder a eso XD

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18/06/2012, 12:40

Notas de juego

Si, perfecto, solo avisaba.
Lo peor es que seguis sin resolver el problema de ropa

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18/06/2012, 13:12
Udokal

Udokal escuchó en silencio y se mantuvo muy serio durante la conversación entre las dos mujeres. Era muy doloroso para él rememorar lo que había sucedido, pero aquellos humanos estaban locos si se dirigían al norte, allí no había nada que les pudiera interesar, y mucho menos ahora.

-Keloa tiene razón, al norte solo hallareis muerte y pieles verdes. Volved vuestros pasos.

No quería ni imaginarse a aquellos humanos dirigiéndose al norte, la sola idea le resultaba ridícula, no sobrevivirían ni unos pocos días.
Miró a su alrededor, pues otros problemas más inminentes le preocupaban. Necesitaba ropa para Keloa y jabalinas. Si no podían cazar no podrían sobrevivir. Pensó en alguna forma de resolver aquello.

Sin tan solo pudiera abatir un ciervo o un animal grande...

Con eso podría improvisar algo de calzado, sencillo, pero lo suficientemente válido para que los pies de Keloa no tuvieran que andar sobre la nieve y lo que sobrara podría servir para hacer otras prendas rudimentarias.

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18/06/2012, 15:53
Phey Stern

La guardia había estado llena de silencios incómodos. Era difícil limar asperezas con la sacerdotisa cabezota, y Phey prefirió callar antes de volver a discutir.

Se había puesto la armadura nada más despertar, por si los lobos hacían acto de presencia, y ahora estaba a la espectativa de la decisión de una pareja de salvajes. Si ellos se marchaban, los caballos volverían a emparejarse con sus jinetes habituales, armaduras incluídas.

Pero si se unían a ellos... Bueno, a Udokal le había visto caminar junto a los caballos con toda la energía de una bestia salvaje. Sin embargo, Keloa estaba descalza... además de desnuda, y era difícil imaginar que caminase por la nieve.

¿Y bien? ¿Qué es lo que dicen, Aeryn?

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18/06/2012, 23:32

Notas de juego

Udokal va a ver un problema con el equipo. Y es que una vez introducido un nuevo campo, este no se puede borrar